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Cofradía de la Negritud - CONEG
Desde la Ceiba
Nº 150, jueves 3 de abril de 2014

Sumario

- Un penoso incidente (Carta a Miguel Barnet, presidente de la UNEAC) por Alberto Abreu
- Tengo un amigo pequeño por Negra Cubana (30 de marzo de 2014)
- Entendimiento por Deyni Terry Abreu
- Las sanciones contra los delitos discriminatorios tienen que contemplar todas las clases de discriminación por Tomás Fernández Robaina
- Condena pública a la discriminación racial Varios Autores (Tomado de la edición digital del periódico Juventud Rebelde) 25 de Marzo del 2014
- Intentos por dividir la sociedad cubana por Arthur González (Tomado del boletín Por Cuba)
- ¿Negros o afromexicanos? Enviado por Negracubanateníaqueser
- Mi Socio Manolo (Croniquilla desde el fondo del caldero, cont.) por Tato Quiñones

Invitaciones:
- De la Comisión José A. Aponte de la UNEAC
- Del Rincón de los Milagros

Mensajes recibidos en Desde La Ceiba
______________________________________

Un penoso incidente (Carta a Miguel Barnet, presidente de la UNEAC) top
por Alberto Abreu

Miguel Barnet
Presidente de la UNEAC.

Estimado Miguel:

Acabo de conocer lo acontecido con Tomas Fernández Robaina el pasado día 21 de marzo en el marco de una reunión de trabajo convocada por la Comisión sobre Aponte, adscrita al proyecto de “Lucha contra el racismo y la discriminación racial” de la UNEAC. Considero que arrojar cuestionamientos políticos a un intelectual de la trayectoria de Fernández Robaina, cuyos méritos no necesito enumerar por ser archiconocidos no sólo dentro la comunidad intelectual cubana sino también internacional, por manifestar de manera clara su posición a favor de las acciones de empoderamiento, el activismo antirracista directo con la gente de a pie, y a favor del debate público sobre la discriminación racial en Cuba, además de irrespetuoso e inaceptable, constituye un hecho que por su trascendencia es necesario analizar con toda la fineza y diferentes lecturas que el mismo sugiere, por dos razones fundamentales, primero: dicho incidente no sólo lo involucra a Fernández Robaina, sino también a un grupo de intelectuales, activistas y proyectos que dentro de Cuba, de una manera u otra, defendemos públicamente esta posición, y en segundo lugar: dicho cuestionamiento político, acaba de producirse en los días previos al Congreso de la UNEAC, por el compañero Heriberto Feraudy presidente de esa comisión de trabajo.

Al escuchar las impugnaciones hechas a Fernández Robaina, no puedo dejar de pensar en el costo atroz que, durante la década del setenta, tuvieron para la creación y el pensamiento sociocultural cubano los emplazamientos “políticos” e “ideológicos” de este tipo, y en todo su dogmatismo y mala fe, y que ahora, al parecer, de manera táctica intentan re-posicionarse en la escena del debate sobre la problemática racial cubana. Por lo que tales impugnaciones hechas desde pretendidas posiciones ideológicas y de “compromiso” del intelectual con la Revolución, además de inaceptables, introducen una serie de disyunciones y fisuras con los debates que hacia enero del 2007 protagonizó la UNEAC y el Centro Teórico-Cultural Criterios con respecto a la urgente necesidad de una memoria colectiva y la reflexión pública sobre aquel período y sus secuelas, al tiempo que podrían leerse como un repliegue en la madurez y los espacios de reflexión conquistados por la cultura y la intelectualidad cubana en las últimas décadas, amén del oportunismo y la voluntad de protagonismo que suelen cobijar tales emplazamientos.

Estimado Miguel, como usted sabe los actores que en la actualidad estamos enfrascados en el debate y activismo contra la discriminación racial en Cuba, no somos un bloque homogéneo. Hablamos desde experiencias generacionales, imaginarios, identidades genérico-sexual, soportes enunciativos diferentes, provenimos de disímiles áreas de la sociedad, la cultura y el saber, tenemos formaciones teóricas y estéticas diversas, a partir de ellas articulamos el relato de nuestra memorias y nuestras respectivas miradas y discursos sobre nuestro cuerpo racializado y/o contra de todo tipo de discriminación. Sin embargo, tenemos en común el hecho de enunciar y dilucidar nuestras interrogantes, inconformidades y puntos de vistas desde este aquí y ahora, seguros de que el verdadero compromiso político en esta lucha, presupone un elevado ejercicio de talento e inteligencia, sólo desde ellos podremos dar fe de pertenencia y amor a esta Isla donde el año dura tantos meses.

Finalmente, le hago público mi profundo malestar e indignación ante tales descalificaciones políticas, y tengo la confianza de que la UNEAC, como siempre, hará todo lo posible para solucionar con la prestancia posible este incidente.

Fraternalmente,

Alberto Abreu
Cárdenas, 25 de marzo del 2014.

Tengo un amigo pequeño top
por Negra Cubana (30 de marzo de 2014)

Tomasito es pequeñito. En ocasiones se comporta como un niño intentando sortear ese mundo que cree en la grandeza que supone mirar hacia abajo. Rotunda ignorancia de los otros.

Tomasito es gigante, sobre todo por las emociones que adjunta a sus pensamientos. Ese mundo masculino, al cual ha renunciado, intenta verle como lo que no es y juzgarle por lo que no pueden vivienciar como que él. Pura envidia.

Tomasito es sabio. Como mago convierte las agresiones en flores. Explota, llora y ama entonces.

Tomasito es bello, tanto que los grandes intentan competir. Por supuesto ellos hacen el ridículo.

Tomasito duele por honesto y patriota. Y porque no le debe nada a nadie, ni a los grandes, ni a los machos, ni a los complacientes.

 

Entendimiento top
por Deyni Terry Abreu

Estimado hermano Tomasito, en tanto todos no entendamos que es una lucha común, conjunta, en la que venimos hablando el mismo idioma, aparecerán detractores y personas necesitadas de auto escucharse.

Si bien el racismo está en la psiquis de las personas y va a demorar siglos enteros para erradicarse, los activistas de esta lucha tenemos que tener un lenguaje conciliador.

Aquí nadie viene a luchar contra el gobierno, ni con armas, ni con ideas, somos personas que agradecemos a la revolución que triunfo en CUBA EN 1959 PARTE DE LO QUE SOMOS, pero la pasión no nos puede cegar.

Aun cuando la voluntad política del Estado se erige en favor de todos, los operadores sociales, quienes desde sus oficios participan en la toma de decisiones, son en muchos casos racistas, homofóbicos, xenofóbicos, y hasta discriminan por edad, buscando la inexistente eterna juventud y despreciando la memoria viva acumulada en los ancianos, que son los que tienen la verdad del tiempo, y de las cuatro direcciones de los vientos.

Todos debemos unirnos por el mejoramiento humano. ALIANZA UNIDAD RACIAL como proyecto social, brinda su enfoque y conocimiento Socio jurídico cultural, a quienes lo deseen e intenta concilio y hermandad con los que como ARAC, Cofradía de la Negritud, y tantos otros, hacen también su mejor forma de lucha. Se equivocan quienes ven en acciones como esta una posición contestataria, agresiva o ideológica. Se trata de defender el derecho de la mujer negra a ser parte de las fotografías en los productos de belleza, al derecho de esta a la imagen, al derecho de que los productores y empresarios que comercializan expendan productos para el cabello de la mujer negra, a una notoria igualdad sin enfoques euro-centristas.

Es hora de respuestas y los juristas tenemos una carga de responsabilidad, comencemos por un ESTATUTO DE IGUALDAD, que es necesario discutir y proponer al gobierno.

Sigue cada día más cimarrón hermano.

Las sanciones contra los delitos discriminatorios tienen que contemplar todas las clases de discriminación top
por Tomás Fernández Robaina

Felicitaciones por tal acción, ahora más que nunca debemos redoblar los esfuerzos. Ayer llegué tarde al evento matutino en la sede cubana de las Naciones Unidas. Después asistí al acto de la Cofradía de la Negritud en la sede la Unesco de cuba, en su sede del Nuevo Vedado y, durante el debate, Dimitri subrayó que la carencia constitucional que teníamos era el aparato legislativo condenatorio, punitivo hacia las acciones discriminatorias, y por supuesto, veo que ambos están en la misma cuerda, pues para que realmente sea una legislación más abarcadora, progresista, y por lo tanto revolucionaria. En la actividad matutina lamentablemente Feraudy no entendió mis palabras, al decir una vez mas lo que tantas veces he dicho, incluso en presencia de él, en tanto debemos llevar este debate a las comunidades, a los sectores que desconocen tantas cosas de nuestra historia, y calificó esa voluntad expresada por tantos de nosotros como acciones provocadoras, que la solución está a través de la acción gubernamental, desde arriba. Estoy de acuerdo que en nuestro país es muy importante la actuación gubernamental, pienso que es una de las vías para avanzar en nuestra lucha revolucionaria en contra de todas las discriminaciones y otros males sociales que frenan nuestro avance, pero no creo que expandir el conocimiento histórico, sobre los males que debemos eliminar y concientizarnos aun más conjuntamente con los sectores más urgidos de dichos saberes sea una acción dañina, perjudicial, sino todo lo contrario, no puede haber alcances realmente plenos solo por las medidas gubernamentales. No puede pasarse por alto la voluntad expresa desde el mismo triunfo de la revolución en luchar contra todos los males sociales heredados de la sociedad esclavista, sumados a los surgidos y a los reproducidos en el periodo capitalista republicano, causa que a pesar de todo lo que hemos avanzado, aun sigamos en esa lucha. Para mi ambas direcciones son válidas y necesarias para el éxito final de la lucha por el mejoramiento de nuestra sociedad. Un abrazo,

Tomasito cada día más cimarrón

 

Condena pública a la discriminación racial top
Varios Autores (Tomado de la edición digital del periódico Juventud Rebelde) 25 de Marzo del 2014

Desde sus primeros meses, la Revolución libró una batalla abierta contra los prejuicios y exhortó a la unidad

El 22 de marzo de 1959, Fidel Castro convoca a todos los cubanos a unirse en la lucha para ganar la batalla porque acabe la discriminación racial en los centros de trabajo.

Desde sus años juveniles, en la dirección del Comité de Lucha contra la Discriminación Racial de la Universidad de La Habana, Fidel había combatido los prejuicios raciales. Pero fue ese día cuando, ante la multitud congregada frente al antiguo Palacio Presidencial, por primera vez después del triunfo, declara públicamente la posición del Gobierno Revolucionario en relación con esa lacra social, y llama a luchar contra la discriminación racial:

«Hay que dictar el anatema y la condenación pública contra aquellos que llenos de pasados resabios, de pasados prejuiciosos, tienen el poco escrúpulo de discriminar a unos cubanos, de maltratar a unos cubanos por cuestiones de piel más clara o más oscura.»1

La más difícil de todas las injusticias
En conferencia de prensa en el Canal 12 de la Televisión Cubana, el 25 de marzo de 1959, Fidel reconoce:

«El problema de la discriminación racial es, desgraciadamente, uno de los problemas más complejos y más difíciles de los que la Revolución tiene que abordar.»2

A continuación explica que no se trata del problema del alquiler ni de las medicinas caras, ni de la Compañía de Teléfonos ni el problema del latifundio, que por esos días se vienen encarando, sino que es este uno de los problemas más serios que la Revolución tiene que enfrentar. Y reitera:

«Quizás el más difícil de todos los problemas que tenemos delante, quizás la más difícil de todas las injusticias de las que han existido en nuestro medio ambiente, sea el problema que implica para nosotros el poner fin a esa injusticia que es la discriminación racial, aunque parezca increíble.»3

Ampliamente, Fidel explica cómo los problemas de orden mental, en una Revolución, se convierten en valladares tan difíciles que pueden devenir los más poderosos enemigos. Los intereses y privilegios que estuvieron gravitando sobre la nación durante tantos años afectan a todo el pueblo. Para combatir ese mal, precisa, «tenemos que luchar muy fuertemente contra nosotros mismos.»4

Con énfasis, Fidel subraya el peligro que puede acarrear esa discriminación racial para el proceso revolucionario:

«Somos un pueblo pequeño, que necesitamos todos unos de otros, necesitamos el esfuerzo de todos, ¿y vamos a dividirnos ahora entre blancos y negros? ¿Vamos a dividirnos por un color? ¿Por más rubio, menos rubio; más trigueño, menos trigueño; más prieto y menos prieto? ¿Eso para qué serviría sino para debilitar a la nación, para debilitar a Cuba? ¿Conque somos pocos y además nos vamos a dividir?»5

Luego pregunta qué es la nación cubana, e inmediatamente responde que nuestra nación es un producto de la historia, donde todos somos componentes de la sociedad y de la historia. Y vuelve a insistir en que no hay ninguna raza especial, ni raza pura, ni mucho menos una raza superior.

Una de las primeras convocatorias de la Revolución para enfrentar la discriminación racial, la anuncia Fidel cuando dice:

«Vamos a pedirles a todos, a blancos y a negros; vamos a hacernos una promesa, vamos a ganar una batalla más, lo mismo que hemos ganado otras; vamos a invitar a una mayor comprensión, vamos a invitar a una mayor fraternidad, vamos a invitar a un mejor trato, vamos a invitar a una mayor amistad entre los hombres de un color y de otro.»6

La Revolución está marchando más deprisa que el pueblo
Pocos días después, el domingo 29 de marzo, ante miles de campesinos concentrados en el parque central de Güines, Fidel expresa la necesidad de sembrar los mejores valores en el pueblo y, preocupado, confiesa: «Tengo en estos días una espinita por dentro, pensando que el pueblo no esté completamente maduro todavía, que el pueblo no esté completamente preparado todavía.»7

Fidel relata que ha vivido una experiencia muy amarga luego de haber planteado que han existido y existen en nuestra patria problemas de discriminación racial, y que en algunos sectores se aplica el bochornoso procedimiento de excluir al negro del trabajo. El líder comenta:

«Hablé claro, planteé el problema serenamente. Lo planteé claro, expliqué sus causas, dije bien claramente que era una cuestión fundamentalmente de educación. Y, sin embargo, me encuentro con una triste realidad, que mucha gente no me había entendido, que mucha gente me criticaba. Y yo desde luego dije, que si por hablar con justicia me tenían que criticar y me tenían que hacer lo que me tenían que hacer, jamás renunciaría a hablar con justicia.»8

Entonces se pregunta: ¿Por qué no me comprendió mucha gente cuando hablé de este problema? ¿No era una injusticia igual que las demás? Ante la respuesta afirmativa de los presentes, Fidel continúa:

«Y, ¿por qué gente que aplaudía cuando rebajamos los alquileres, o cuando hablamos de proscribir el latifundio, me criticaron cuando planteé el problema de la injusticia de la discriminación racial?»

Lo más triste —destaca Fidel— es que entre quienes han criticado su planteamiento hay muchas personas humildes del pueblo. Y reflexiona:

«Hay gente a las que les están poniendo la bota encima y están protestando de la bota que le tienen puesta, y sin embargo, no protestan de la bota que le están poniendo al lado al vecino (…) El hombre no puede ser egoísta y mucho menos puede ser egoísta el hombre del pueblo».

Ante tal incomprensión, esgrime:

«¿Qué me demostró eso a mí? Que el pueblo no estaba todavía tan preparado y tenía todavía muchos prejuicios y muchas ideas viejas en sus mentes. Y tuve la sensación de que la Revolución estaba marchando más deprisa que el pueblo...»9

Los únicos que salen ganando con esas ideas viejas y esos prejuicios —insiste Fidel—, son los enemigos de la Revolución, son aquellos que pretenden debilitar y dividir al pueblo para destruir el espíritu que debe unir a todos los cubanos.

*Director de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.

1 http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1959/esp/f220359e.html

2 Revolución, 26 de marzo de 1959, p. 2.

3 Ibídem.

4 Ibídem.

5 Ibidem.

6 Ibídem.

7 Revolución, 30 de marzo de 1959, pp. 2 y 3.

8 Ibídem.

9 Ibídem.

 

Intentos por dividir la sociedad cubana top
por Arthur González (Tomado del boletín Por Cuba)

¿Quién se beneficiaría con una Cuba dividida en colores y sus hijos enfrentados unos contra otros? Sin dudas Estados Unidos. La unión ha sido la clave de triunfo de la Revolución cubana y ese logro permitió resistir los embates de la guerra económica, diseñada para matar por hambre al pueblo, la guerra biológica que tanto daño ha causado y la sicológica estructurada para cambiar la imagen de Cuba. La estrategia de los últimos años ha sido enfrentar a los cubanos por el color de la piel, algo que ya José Martí alertaba en el siglo XIX por intereses similares.

El pasado 26 de marzo en el libelo Diario de las Américas, se publicó un artículo titulado “Negros en Cuba: los menos favorecidos”

La campaña generada por la CIA es hacerle creer al mundo y en especial a los ciudadanos de la Isla, que los negros son los menos favorecidos con la Revolución, cuando en realidad es todo lo contrario.

Antes de 1959 los negros y mulatos eran ciudadanos de tercera categoría, no podían asistir a los mismos lugares que los blancos, entre estos estaban las escuelas privadas, los clubs privados en las playas, restaurantes, cabarets, hoteles, clínicas privadas, cines, teatros y las mejores y lujosas tiendas por departamento.

Triste era verlos caminar en los parques cubanos por el borde exterior, por dentro solo podían hacerlo los blancos.

Los negros no eran admitidos para trabajar en el sector telefónico ni el eléctrico, el bancario, los servicios gastronómicos ni como artistas del teatro, el cine, la televisión, donde los negros era blancos pintados para poder representarlos. No había en los famosos cabarets cubanos figurantes ni bailarinas negras, las que actuaron en el mundialmente famoso Tropicana junto al norteamericano negro Nat King Cole, eran todas blancas.

El deporte solo era practicado por blancos en los clubes deportivos privados y escasos negros corrían o saltaban en el atletismo y en el béisbol solo después de fuertes luchas, pues el baloncesto, voleibol, fútbol, natación, clavado, esgrima, lucha, judo, pesas y tiro eran privativos de blancos.

Medicina, arquitectura, ingeniería, contabilidad, biología, física, y otras, eran profesiones solo para blancos. Muchos de los músicos eran blancos, pues tenían dinero para costearse sus estudios en los conservatorios privados. Negros con mucho talento tocaban y cantaban en bares y hasta en ómnibus para ganarse unos centavos, otros para triunfar emigraban.

La Revolución abrió las escuelas para todos e impuso la enseñanza obligatoria hasta el 9no grado, disposición que dio oportunidades para todas las razas. Las universidades se llenaron de cubanos y cubanas de todos los colores, unos al lado del otro sin medidas restrictivas.

Los hospitales hoy están plenos en colores de raza con médicos, especialistas, enfermeras, técnicos en laboratorios y fisioterapeutas. El deporte se pintó de colores, predominando los negros y mulatos, al igual que el arte, algo jamás visto en el siglo XIX y primera mitad del XX.

Ingenieros, arquitectos, abogados, cibernéticos, informáticos, académicos, historiadores, militares, maestros a todos los niveles, comparten sus esfuerzos junto a blancos, sin límites para la superación profesional, incluso en otros países.

Los matrimonios interraciales son comunes y aceptados como antes no se veía en la sociedad cubana, incluso muchos de los negros que se han dejado llevar por las campañas exteriores tienen parejas blancas y sus hijos desean seguir ese ejemplo, no viendo eso como racismo ni rechazo a personas de su mismo color, sencillamente es su derecho y la Revolución no los excluye por eso.

La CIA insiste en sus pretensiones de soñar con manifestaciones de negros en las calles de Cuba en protesta por supuestos derechos, algo que no conseguirán, a pesar de que cada día reclutan a más negros para integrar las organizaciones que desde Miami son financiadas con su dinero.

Gracias al proceso revolucionario todos en la Isla saben leer y escribir y nadie quiere regresar al pasado racista y excluyente.

Hay que mejorar aun muchas cosas, pero nada es igual a lo que nos dejaron los yanquis en 1958. De eso que no quepa la menor duda.

Los cubanos y cubanas seguiremos unidos como una roca, gústele a quien le guste y duélale al imperio.

¿Negros o afromexicanos? top
Enviado por Negracubanateníaqueser

“Ahora, según el CONAPRED, somos afrodescendientes, pero estamos igual de jodidos que cuando éramos negros”.

Cuando conocí a mi amigo Isidro, por ahí de 1995, era negro. Después dejé de verlo por varios años y un día que fui a visitarlo a su casa en Cuajinicuilapa, Guerrero, me encontré con que ya no era negro, no porque se hubiera hecho algún tratamiento estilo Michael Jackson, sino porque ahora se autodenominaba afromexicano, porque hoy en día eso era lo “políticamente correcto”. Bromeamos un poco al respecto, le dije que entonces no se le ocurriera volverme a decir güera, sino euromexicana, y hablamos un poco sobre los distintos nombres que ahora se le dan a los mexicanos que descienden de personas que fueron traídas de África durante la colonia como esclavos. Afromestizos, afromexicanos, afrodescendientes, negros, y algunos términos locales. Llegamos a la conclusión de que finalmente lo importante no es el término, sino las personas y la situación en la que se encuentran. Hace poco hablé con él y el comentario fue: “ahora según el CONAPRED somos afrodescendientes, pero estamos igual de jodidos que cuando éramos negros”.

Me acordé de Isidro en estos días porque leí la noticia de que se acaba de presentar en la Cámara de Diputados una iniciativa de ley que propone el reconocimiento constitucional de los pueblos afromexicanos, y pocos días después me llegó una invitación a un curso sobre “Afroamérica” -que inició ayer en la sede del Programa Universitario México Nación Multicultural (PUMC) de la UNAM- y otra a la presentación del libro Afrodescendientes en México, una historia de silencio y discriminación, que por cierto es hoy en el Museo de Culturas Populares . Y bueno, ya que en pocos días me llegaron tres cosas relacionadas con los negros, me dio por ponerme a investigar un poco sobre la situación de este sector de la población.

Resulta que los negros no solamente no están reconocidos constitucionalmente, sino que ni siquiera existen en los censos del INEGI. En diversos foros, los pueblos negros solicitaron que se les tomara en cuenta en el censo de 2010, entonces el CONAPRED hizo un estudio al respecto, titulado Exploración antropológica sobre la formulación de la pregunta sobre las personas afromexicanas en el Censo Nacional de Población y Vivienda y en encuestas relacionadas, en el que se llegó a la conclusión de que era “precipitado” incluir una pregunta que los considerara, porque el asunto era muy complejo, o sea que seguirán sin existir por unos años más.

El hecho es que los pueblos negros ahí están, con su cultura y sus problemas específicos, pero están marginados y con serios conflictos económicos, de salud y de educación, porque lo que no existe son políticas públicas ni programas gubernamentales para atenderlos. Y mientras no sean reconocidos jurídicamente, va a seguir sin haber programas para ellos.

Además, son permanentemente víctimas de discriminación y racismo, cosa que probablemente no cambiaría mucho si existieran oficialmente, eso más bien requeriría de programas educativos, pero para el resto de la población. Tampoco se reconoce su cultura ni lo mucho que han aportado en ese sentido a México, ni sus contribuciones en otros aspectos.

En mi búsqueda de información, me encontré con el libro Estudio sobre los derechos de los pueblos negros de México escrito por Elia Avendaño Villafuerte y publicado por el PUMC, que explica breve y muy claramente la problemática en cuestión y que se puede encontrar en internet aquí.

Encontré también aquí un documento publicado por el CONAPRED titulado Guía para la acción pública y para la promoción de igualdad e inclusión de la población afrodescendiente en México que se refiere al tema de manera más extensa y presenta algunas propuestas de acción.

Me tope además con otros dos textos del PUMC sobre el tema. El primero, es un avance sobre una encuesta de la población negra en la Costa Chica de Oaxaca que arroja datos sobre temas como educación, vivienda, salud, migración y discriminación. El segundo, llamado De afromexicanos a pueblo negro, es producto de un foro sobre el reconocimiento constitucional de estos pueblos que se realizó en la Costa Chica de Oaxaca en 2007, con la participación de diversas organizaciones de la región.

Entre otros puntos, estos textos me aclararon la cuestión de los términos, aquello de que si son afromexicanos, afrodescendientes, afromestizos o negros. Resulta que la mayoría de la población negra de la Costa Chica de Oaxaca y Guerrero se autoafirma como “negra”, es decir, se consideran negros, se autodenominan negros y quieren que les llame negros. Y son los académicos y los investigadores los que los han bautizado como afromexicanos, afromestizos, etc. “buscando una supuesta neutralidad conceptual” (supongo que, como casi siempre sucede, no se les ocurrió preguntarles…).

Pero volvemos a aquello de que no importa cómo se les llame sino la situación en la que se encuentran, que creo que queda más que clara y se sintetiza, en el hecho de que jurídicamente ni siquiera existen.

Por lo que vi, parece ser que finalmente comienza a tomarse en serio la problemática de los negros en los ámbitos político, gubernamental y académico. Esperemos que de verdad sea así y no sea solamente un discurso de moda. Ojalá pronto pasen de la elaboración de documentos a los hechos, y se haga finalmente justicia a este sector de la población. Obviamente, su situación no va a cambiar de un día para otro, pero por lo menos el reconocimiento constitucional sería, para empezar, un avance importante.

Mi Socio Manolo (Croniquilla desde el fondo del caldero, cont.) top
por Tato Quiñones

Después del incidente con Coche mi vida social cambió. Haber cortado a aquel negro me valió una fama que me permitía ser yo el que le cobrara el barato a cierta gente. Ya no comía globos ni completas, ahora me sentaba a una mesa en « La Hedionda » y me comía un peso y pico de buena comida acabada de hacer. Tenía cuatro o cinco recienarrimaos, que era como les decían a los que acababan de llegar del campo, que me pagaban mi barato para poder parquear, más otras “buscas” que mejor ni te las cuento, porque no se puede contar todo lo que yo hacía entonces, ni hablar, me niego. Pero buscaba, inventaba plata.

En el Parque Central conocí uno de los submundos más interesantes que existían en esa ciudad fabulosa que era La Habana. Un submundo de gentes marginadas, taradas, verdaderas lacras sociales. Yo pensaba que no tenían, no teníamos, otra posibilidad de ser que no fuera aquella, que sencillamente habíamos nacido para ser lo que éramos, mientras otra gente habían nacido para rodar cadillacs, vivir en una residencia en El Vedado o Miramar, viajar todos los años a los Estados Unidos, aparecer en la crónica social de los periódicos y estudiar en la universidad católica de Santo Tomás de Villanueva. Otros, pensaba yo, habían nacido para pasar hambre y dormir en los portales ; y otros para ser lo que yo era: un proxeneta prostituido, ladrón, ratero, descuidero y cobrador de baratos sin ningún principio ético o moral, porque el primer canon del marginal, del lumpen, es no creer en ningún principio ético o moral. A quien ha vivido, o sobrevivido, o subvivido, en ese mundo le costará mucho, si es que alguna vez lo logra, creer en principios, siempre sospechará que detrás de cada “principio” moral se esconde una maniobra para joderlo. Yo mismo, ahora, estoy creyendo en la moral, en la ética, pero siempre recelando, siempre pensando que detrás hay una trampa del blanco burgués, ¿te das cuenta? Pero algo voy mejorando, después de Fanón, Marcuse, el Che Guevara y todas esas jodederas que uno se pone a leer, y que lo van formando.

Cuando ya llevaba como dos años de batalla en el Parque Central y me las sabía todas, o casi todas, mi padre se apareció en La Habana porque había conseguido trabajo como albañil en la construcción del hospital Liga Contra la Ceguera. A mi me consiguió trabajo allí mismo, como peón. Entonces supe lo que es janearse una placa. ¿Tú sabes lo que es janearse una placa?, pues joderse diez y seis horas diarias, por 28 ó 30 centavos la hora virando concreto con palas, cubos y carretillas; y eso había que agradecerlo, porque jamás se me olvidará que en la obra aquella donde mi padre era albañil y yo peón, se sentaba mucha gente a esperar a que algún obrero se accidentara para ocupar su puesto de trabajo. Recuerdo que cuando estábamos haciendo el segundo piso, en la cola de los que esperaban había un tipo que tenía un hermano que trabajaba virando concreto al lado mío. Pues aquel tipo, con una intención marcadísima y una crueldad del carajo, me cortó un dedo de un paletazo, para inutilizarme y que su hermano, que tenía el uno en la cola de los que esperaban, ocupara mi puesto, como en realidad lo hizo. Yo estaba seguro de que el tipo me había cortado con toda intención y le tiré un palazo como para matarlo, quería matarlo, pero los compañeros intervinieron y no me dejaron hacerlo.

Meses después, cuando inauguraron el hospital, gracias a un médico amigo de mi padre, entré a trabajar como mozo de limpieza. Un día que estaba lloviendo conocí a un tipo que se metió en el lobby que yo acababa de limpiar con los pies enfangados. Yo le metí tremenda descarga diciéndole que era un abusador y un desconsiderado y el tipo lo que hizo fue coger el palo de trapear y la frazada y se puso a limpiar lo que me había ensuciado. Aquello me conmovió y nos hicimos amigos. Él me presentó a otro muchacho llamado Guillermo, estudiante de la Electromecánica del colegio de Belén, y él me presentó a otro, y éste a otro y así fui mejorando mi círculo de amistades. Por aquel tiempo, también gracias a mi padre, conseguí un empleo de sereno en un dispensario que los curas jesuitas construyeron en el barrio de La Lisa. De manera que ya podía desayunar, almorzar y comer sin sustos, comprar libros en las fabulosas librerías de viejo que entonces había en La Habana y hasta alguna ropa.

A Piro, el zapatero, lo conocí en la curva del Rod Say, en La Lisa. Piro me presentó a Juan Cayón y a otro que le decían el Mantelero. Los tres estaban metidos en el 26 de julio. Yo había visto en los noticieros la salida de Fidel de la cárcel y, algo más importante aún, había leído La Historia me Absolverá, que fue lo primero que me movió como ser social, aunque no a plena conciencia. Para mí lo importante era el tipo aquel que se paraba frente a todo un poder y lo desafiaba, aquello nunca había ocurrido. Fidel era la plenitud del derecho humano, y aquello me conmovía, me compulsaba. La lectura de La Historia me Absolverá me hizo perder todas las limitaciones y todo el miedo. Pero eso lo entiendo ahora. Entonces lo importante para mí era aquel hombre que se había parado y había dicho verdades que nadie se atrevía a decir y que implicó a José Martí como autor intelectual del asalto al cuartel Moncada. Yo trataba de imaginar cómo rayos iban a resucitar a José Martí para encarcelarlo o fusilarlo por haber sido el autor intelectual de aquel hecho, pero lo cierto es que, a partir de aquel momento, me di cuenta de que algo estaba pasando en este país, aunque todavía no sabía muy bien qué, y empecé primero a colaborar con el Movimiento y después a realizar acciones como combatiente.

La lucha clandestina fue para mí como una forma de ver una película, pero sin verla, haciéndola, como una aventura. Por eso cuando me hablan de la toma de conciencia digo que yo primero hago las cosas y después tomo conciencia de ellas. Claro que cuando Batista restituía las garantías constitucionales y la prensa, sobre todo la Bohemia, publicaba la cantidad de muertos que había me dolía mucho, muchísimo. Me dolió mucho aquella noche, que yo llamo Noche de San Bartolomé, cuando a todo lo largo de la Playa de Marianao aparecieron muertos, sobre los arrecifes, muchachones jóvenes asesinados por la policía y Servicio de Inteligencia Militar. Aquello me conmovió mucho. Me conmovió y acentuó mi odio al régimen, a la policía, a todo aquello. Pero la verdad es que entonces yo no tenía ninguna conciencia sobre la burguesía, el imperialismo, la discriminación racial. Eso lo aprendí después. A mí me jodía que mataran a la gente. Y más nada. (Continuará…)

Invitaciones:top

De la Comisión José A. Aponte de la UNEAC

Conmemoración del 202 aniversario de la Conspiración de Aponte

Estimados/as: El próximo día 9 de abril a las 8 am, en el parque situado en la intersección de Reyna y Carlos III se efectuará un acto de recordación al precursor de nuestras luchas independentistas José Antonio Aponte y Ulabarra. En el homenaje --organizado por la Comisión Aponte y la Unión de Historiadores de la provincia--, se entregará la Distinción José Antonio Aponte a la destacada luchadora revolucionaria Nisia Agüero. Esperamos que nos acompañe.

Saludos.

Feraudy

 

Del Rincón de los Milagrostagtop

Rincon de los Milagros



Mensajes recibidos en Desde La Ceibatop

Querido Tato:

Qué gusto me ha dado leer este número y al final, encontrarme la fotografía de mi querida Dra. Anselma, mujer guapa, profesional, luchadora guantanamera de pura cepa, a quien quiero felicitar por todos sus éxitos, en especial por la merecidísima condecoración otorgada.

Saludos.

Natalia Bolívar


Hoy 31 de marzo, Día del Libro Cubano, instituido como justo reconocimiento a la fundación en 1959, por nuestro naciente Gobierno Revolucionario de la Imprenta Nacional de Cuba reciba Ud. nuestra felicitación y deseos que no le falten la fuerza y salud para seguir su hermosa batalla en aras de promover y proteger los valores reales de nuestra cultura, en contra de todos los prejuicios, que permitan fortalecer nuestras raíces nacionales para lograr un futuro mejor para nuestro país…

Con la bendición de Abasí,,,

Dr. Orlando Gutierrez Boza, secretario asuntos religiosos Consejo Supremo Abacuá de Cuba.


Hola hermano:

Aunque no acuso recibo de las ediciones sucesivas de la “Cofradía ....” que me haces llegar, las agradezco, reviso y leo en detalle lo que me resulta interesante, además de hacerme una idea de conjunto de "por dónde van las cosas del patio que preocupan a los/las que aún bailen en él”. No tengo recursos materiales para compensar ese “servicio”, que se tú haces más por obligación moral que por ganar ese algo más importante que “el prestigio” al que llaman “dinero”. La cantidad de tiempo que dedico a pensarte (y hasta a conversar contigo) en la soledad de mi mente, de lo cual no te enteras pues aún la telepatía no está dentro de las tecnologías que oferta La Red, no pienso que sea “mucha recompensa” y es aún menos porque no me aplico a decírtelo sistemáticamente mediante mensajes. Pero de cuando en vez, como ahora, busco y encuentro un pretexto para darte “noticias de mí”. Y cierto artículo que leí hoy, me hizo recordar (o como se dice en jerga de Internet, “linkó”) contigo y con los asuntos que sé constituyen tu pasión principal y estímulo para continuar vivo. Lo adjunto. Y sí cuando lo leas te sientes estimulado a escribirme “unas líneas”, puedes estar seguro que para mí recibirlas será un regalo.

Un abrazo, salud y que Azar no obstruya tus caminos sino que más bien te facilite andar por ellos.

Buría


Nota del Editor: El texto al que se refiere Buría: “Al salir del armario me he convertido en un ciudadano real”, entrevista de Gemma Solés al escritor senegalés | Binyavanga Wainaina lo daremos a conocer en la próxima entrega de “Desde la Ceiba”

 

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