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Cofradía de la Negritud - CONEG
Desde la Ceiba
Nº 135, sábado 1ro. de febrero de 2014

Sumario:


- ARAAC Cuba reconoce posición antirracista de II Cumbre de la CELAC Por Yasmín S. Portales Machado
- El Modelo Económico no lo es todo por Esteban Morales
- Carta a María Elena Téllez Pérez, Directora Municipal de Cultura del municipio Plaza por Manuel Rivero Glean
- Trinidad 500 - La complicidad del silencio por Jesús Guanche
- Febrero, mes del Carnaval (Croniquilla desde el fondo del caldero) por Tato Quiñones
- La Lucha, la Historia: 1959: Movimiento de Orientación e Integración Nacional. Tomado del libro "Elogio de la Altea o las paradojas de la racialidad", de Zuleica Romay Guerra.

ARAAC Cuba reconoce posición antirracista de II Cumbre de la CELAC
Por Yasmín S. Portales Machadotop

La Habana, 23 de enero - El Capítulo Cubano de la Articulación Regional Afrodescendiente para América Latina y el Caribe (ARAAC) convocó a una conferencia de prensa este jueves en el teatro de la Casa del ALBA (El Vedado, La Habana). La mesa estuvo compuesta por Lidia Turner, Norma Guillar, Roberto Zurbano, Gisela Arandia, Irene Esther y Tomás Fernández Robaina, integrantes del Equipo Coordinador de ARAAC-Cuba.

La primera intervención fue de Roberto Zurbano. El conocido ensayista y editor expuso la naturaleza emancipadora, por su naturaleza antirracista y contra cualquier tipo de discriminación, de ARAAC-Cuba y sus objetivos de crecimiento e integración con las iniciativas similares del resto del mundo.

La escritora Gisela Arandia leyó la Declaración de ARAAC-Cuba. La organización reconoce en este documento la importancia política del reconocimiento por la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) del tema del racismo -especialmente virulento con la población afrodescendiente, el 40% de los pobres de América Latina.

De acuerdo con lo que ha trascendido, CELAC incluyó el tema afrodescendiente y la lucha contra la discriminación racial como parte de su Plan de Acción, en consonancia con el Decenio de los Afrodescendientes aprobado por la ONU (2015 - 2025). ARAAC Cuba se declara dispuesta a colaborar en las tareas que sean necesarias para la reivindicación, participación y dignificación social, para la población afrodescendiente de toda América Latina.

En respuesta al cuestionamiento de ARAAC Cuba como organización política sin relación directa con la población afrodescendiente cubana. La sicóloga Norma Guillar citó diversas iniciativas comunitarias llevadas adelante por integrantes de la red ARAAC Cuba en distintas zonas de La Habana. La red funciona en base a Ejes de Trabajo que buscan integrar el trabajo de sus activistas. Más adelante se aclaró, además, que ARAAC Cuba no es una asociación cerrada, sino abierta a la participación voluntaria de toda persona interesada, sin diferencias de edad, color de piel, identidad de género, religión, orientación sexual, lugar de residencia o de origen.

Se cuestionó la posición de ARAAC Cuba frente a los varios gobiernos de la región que apoyan la restricción de los derechos reproductivos, y la libre expresión de la orientación sexual e identidades de género, políticas defendidas por gobiernos de política económica progresista, como Nicaragua y Ecuador.

De acuerdo a Gisela Arandia, ARAAC Cuba está consciente de su compromiso -varias veces expresado en público- con la lucha antidiscriminatoria de modo integral. Por tanto, se hará un acompañamiento crítico de esta iniciativa de CELAC.

Tomás Fernández Robaina llamó la atención sobre el peligro a quedar fascinados con el surgimiento de la CELAC, y perder de vista las limitaciones en política social de varios de sus Estados integrantes. Aclaró que la lucha antirracista no gana con la toma del poder, como demostró el triunfo de la Revolución Cubana de 1959. Tampoco se gana la lucha contra la discriminación al empoderar hombres y mujeres afrodescendientes, pero racistas y sexistas. En ese sentido, reafirmó el deber de ARAAC Cuba con la emancipación integral.

Las declaraciones de Zuleica Romay Guerra, enlace de ARAAC Cuba con el Ministerio de Cultura, se declaró muy entusiasmada con este paso de la CELAC. Valoró la incorporación del tema afrodescendiente en este foro, que incluye naciones con largo historial de racismo estatal -como Chile y Argentina-, como un gran avance para los movimientos sociales. ARAAC Cuba debe integrarse a los grupos diversos que buscan hacer progresar los derechos sociales en base al marco político que establece. Se debe ser crítico, pero reconocer el avance que significa.

La Cumbre de CELAC se desarrollará en La Habana hasta el 29 de enero. Reúne a todas las naciones del continente, menos Estados Unidos y Canadá. Surgió como iniciativa de Venezuela y otras naciones de la zona para establecer un foro político integrador alternativo a la Organización de Estados Americanos, la cual varios gobiernos de la región consideran demasiado dependiente de Washington.

ARAAC DECLARA SU APOYO A LA II CUMBRE DE LA CELAC

La Articulación Regional Afrodescendiente para América Latina y el Caribe (ARAAC) es una organización de la sociedad civil en la región, cuyo capitulo cubano fue creado en septiembre del 2012 en presencia de un liderazgo afrodescendiente de nueve países. Trabajamos convencidos de que en un futuro digno para Cuba y para la región no puede haber espacio para la discriminación racial, de género, territorio, edad u otro criterio lesivo, considerando los avances obtenidos por Cuba en los planos político y social, así como su acción solidaria hacia países de África, el Caribe y América Latina.

Nuestra organización, al conocer que la II Cumbre de CELAC incluyó en su agenda el tema afrodescendiente y la lucha contra la discriminación racial como parte de su Plan de Acción, manifestamos nuestro reconocimiento y confianza. Al incluir en su programa de trabajo uno de los asuntos más acuciantes y soslayados de nuestra región, este organismo regional reivindica a la población afrodescendiente, precisamente uno de los segmentos más empobrecidos, marginalizados e invisibilizados de América Latina y el Caribe. CELAC también apoya al Decenio Afrodescendiente proclamado por Naciones Unidas que comenzará a partir del 1 de enero del 2015.

Para muchas personas pudiera parecer un punto más en esta agenda, sin embargo, para ARAAC significa encontrar nuevas formas de combatir el racismo, su ideología, estructura y resurgimiento, al reivindicar las injusticias históricas de más de cuatro siglos. Pero sobre todo al proclamar como meta la lucha contra la pobreza, el hambre y la desigualdad CELAC asume un legado de emancipación que incluye diversos programas asociados para la búsqueda del desarrollo social para todos los sectores sociales en desventaja. Pues, no solo urge la denuncia, sino encontrar soluciones para la inclusión en las políticas públicas y la transformación de nuestras sociedades.

Abrigamos con entusiasmo, la esperanza de que esta lucha común se fortalezca desde la institucionalidad de CELAC en una atmósfera de paz, con propuestas concretas para combatir la inequidad de de la cual han sido víctimas millones de afrodescendientes. La desventaja social de este segmento mayoritario es una realidad que puede observarse a simple vista en nuestras naciones. Por estas razones ARAAC Cuba reitera ante la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños nuestro apoyo y compromiso con un proyecto basado en la justicia social, que se propone eliminar la discriminación racial y asegurar los derechos que le corresponden a la población afrodescendiente. Finalmente, expresamos nuestra disposición a colaborar en las tareas que sean necesarias para la reivindicación, participación y dignificación social, no solo en nuestro país y para la población afrodescendiente, sino para todo el Caribe y la América Nuestras.

La Habana, 23 de Enero del 2014
Articulación Regional Afrodescendiente para América Latina y el Caribe, ARAAC, Cuba.

El Modelo Económico no lo es todo
por Esteban Morales

Como ha sido dicho, se trabaja en una fundamentación teórica del Modelo Económico. Pero mucho cuidado con olvidar, que aunque lo económico es lo fundamental, esto último no se sostiene sin un Modelo Político. Es más, dialécticamente hablando, la economía es lo fundamental, pero no siempre lo es en cada momento especifico de la dinámica social. No pocas veces, la política prima sobre lo economía.

También debiera llamarse a trabajar para una fundamentación teórica de nuestro modelo político; de ese, que querámoslo o no, saldrá del impacto de los cambios que se generen como resultado de la emergencia de un nuevo modelo económico.

En cierto modo, el reciente discurso del Vicepresidente Díaz Canel, traza esa orientación, cuando llama a las universidades, a los centros de investigación y a la intelectualidad toda, a conceptualizar los procesos que vive la nación , sobre la base del debate ideológico, la polémica y el análisis crítico comprometido y revolucionario .

Son varios los asuntos que abarcaría el debate para una fundamentación de nuestro modelo socioeconómico. Visto dentro de la dinámica de los cambios a los que nos lleva el proceso de precisión conceptual y practica del nuevo modelo económico.

A nuestro entender ese proceso abarcaría los aspectos fundamentales siguientes:

-En primer lugar, no es posible llevar adelante las tareas que tenemos planteadas en el ámbito económico, político y social, sino logramos la más completa y dinámica participación de los trabajadores y de los cubanos todos en ese proceso. Participación es la clave del éxito en todo lo que hagamos para hacer avanzar los cambios.

-Para ello es fundamental que todas las organizaciones, encabezadas por el partido, termine de romper con los esquemas que limitan la participación de cada ciudadano y en particular de cada militante en el debate de los problemas.

-Debe profundizarse en la estructuración de la sociedad civil cubana. La que debe representar los intereses que emergen más allá de aquellos representados por las organizaciones políticas y de masas, como poleas trasmisoras de la política del partido. Tomado en consideración que los ciudadanos tienen intereses privados que van más allá de los que ya están representados en esas organizaciones mencionadas.

-La prensa cubana, en todas sus esferas, debe terminar de abandonar, el secretismo, el esquematismo, el elitismo, el exclusivismo en el manejo de la información, dándole a la intelectualidad revolucionaria, la más amplia participación en el análisis crítico de los problemas, para lograr devenir en una verdadera plataforma de debate de los problemas que nos afectan.

- Las masas deben experimentar la sensación de que la crítica abierta, el cuestionamiento de las políticas, el señalamiento de los errores, el acoso critico a la burocracia que frena los procesos, este en el partido, el estado, el gobierno y a cualquier nivel de la estructura política, es una actuación que cuenta con respaldo y logra las respuestas adecuadas.

- En particular la militancia del partido, debe estar alerta porque hay "topos", individuos que haciéndose pasar por revolucionarios, frenan los procesos, realizando un conjunto de actividades para introducir la desconfianza, el malestar, el desánimo y servir de quinta columna a la subversión.

Pienso que una tarea fundamental que tenemos, es detectar siempre a los que por ignorancia o intención, frenan el proceso que vive el país. Se trata de la nueva "contrarrevolución", esa que como la corrupción, puede también estar en las altas esferas de la dirección del país. En las organizaciones políticas y de masas, en las instituciones sociales.

Sin dudas, se observa resistencia al cambio, por parte de ciertos factores de la sociedad. Particularmente la prensa, la que a pesar de las múltiples críticas recibidas, continúa sin hacer los aportes que se esperan de ella. Pero, ¿Se trata de algo de lo que los periodistas sean responsables? Creo que no, parece que la responsabilidad está al más alto nivel del partido, que se resiste a cambiar el modelo con que hasta ahora ha dirigido la prensa. Siendo ello para mí una expresión clara de que la resistencia al cambio puede provenir también de las mismas altas esferas de la dirección del país. Lo cual puede tener lugar con varios temas de nuestra realidad social.

Particularmente en el tema racial, de gran sensibilidad, estas incongruencias, más arriba mencionadas, se manifiestan con gran claridad. La escuela, la prensa, la ciencia, apenas han comenzado a avanzar para acometer la solución del tema. A pesar de que enfrentamos la realidad de que desde la subversión se trabaja para convertirlo en un arma contra la revolución y el país.

No se trata de que exista como tal un racismo institucional, pero las instituciones del estado encargadas de trabajar contra el problema y sus diferentes manifestaciones se encuentran muy atrasadas en las tareas a realizar. Se avanza ya en los campos de la educación y el trabajo científico, pero ni la prensa escrita ni la televisión han asumido su papel.

Fidel Castro y el Presidente Raúl Castro, se han referido en múltiples ocasiones al problema, como una lacra vergonzosa que la sociedad cubana arrastra, pero se ha avanzado poco aun por desterrar el problema de nuestras relaciones sociales.

Tanto el tema racial como el de la prensa son dos claros ejemplos de las resistencias que existen para hacer avanzar proyectos que tienen una relación directa con los cambios que el país está obligado a realizar ,temas que al mismo tiempo, son dos objetivos del trabajo de subversión contra Cuba.

No obstante, pienso que el fenómeno más complejo al que hoy nos enfrentamos , está en la combinación entre la resistencia que aún se observa a poner en práctica las críticas que la más alta dirección política hace, la magnitud de los problemas y el limite supervivencia de esa propia dirección política.

Cuba se encuentra hoy ante la encrucijada de un cambio sustancial, que no se sabe si podrá ser conducido hasta el final por la Dirección Histórica de la Revolución. La que si bien es cierto, es a su vez la responsable de los errores cometidos, es al mismo tiempo la que cuenta con liderazgo y la experiencia para llevar al país por los nuevos derroteros.

La Habana, 30 de enero de 2014

Carta a María Elena Téllez Pérez, Directora Municipal de Cultura del municipio Plaza
por Manuel Rivero Gleantop

Estimada María Elena Téllez Pérez, Directora Municipal de Cultura del municipio Plaza

Atención:

Zuleica Romay de la Alternativa Regional Afrodescendiente;
Heriberto Feraudy de la Comisión de Aponte de la UNEAC
Tato Quiñones de la Cofradía de la Negritud
Jesús Guanche del Comité Cubano de la Ruta Internacional de la UNESCO, resistencia, libertad y patrimonio

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Colega, el pleno despliegue cultural del Proyecto Comunitario Rincón de los Milagros (PCRM) ha sido dañado por:

ataques racistas que usted bien conoce,
la demora de las instituciones culturales en apoyarlo y
la falta de comunicación desde la DMC de Plaza hacia nosotros.

Lamentablemente hemos podido percibir que, cuando ha habido alguna comunicación hacia nosotros, es para solicitarnos informes, planes de trabajo o cifras, para nutrir sus estadísticas municipales e informar "hacia arriba" lo que ustedes "han-estado-haciendo" por la cultura de base; viejo método burocrático de dirección de la cultura condenado al fracaso.

Los apoyos institucionales al (PCRM) legítima expresión de la cultura popular de barrio han faltado, e incluso la emisión del reconocimiento oficial por escrito se ha dilatado por más de 18 meses, a pesar de nuestra insistencia, reuniones, plazos incumplidos y un proyecto que se nos pidió, y que fue entregado para cumplir sus exigencias.

Hemos tenido paciencia, hemos comprendido la falta de recursos, pero no entendemos la falta de comunicación para informarnos qué está pasando.

Le rogamos que intente informarnos oficialmente por esta vía o por escrito, cuál es la verdadera situación del PCRM respecto de:

El documento, reconocimiento oficial y autorización para actuar;
El apoyo para realizar algunas tareas de reconstrucción del local.

Saludos cordiales:

MSc. Manuel Rivero Glean
Profesor del Colegio Universitario de San Gerónimo de La Habana
Miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País
Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas

Trinidad 500 - La complicidad del silencio
por Jesús Guanchetop

En los primeros días de enero del 2014, la ciudad de Trinidad conmemoró el medio milenio de su fundación colonial entre múltiples actividades de limpieza, restauración, discursos de salutación, galas artísticas y fuegos artificiales, que asustaron a los desconocedores de esa importante tradición de júbilo y alegraron sobremanera a quienes tuvimos la ocasión de presenciar el transitar simbólico de cinco siglos en la vida de una ciudad.

En ese representativo contexto se efectuó del 9 al 11 del propio mes el XXV Coloquio de la Cultura Trinitaria que contó con una nutrida participación de trabajos investigativos distribuidos en dos comisiones, donde se discutieron temas muy diversos, aunque la mayoría giraban en torno a la historia, las tradiciones culturales, el turismo y los valores patrimoniales de esa ciudad declarada por la UNESCO en 1988 Patrimonio Cultural de la Humanidad; aunque paradójicamente, ni la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO ni la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO fueron invitadas y así se lo hice saber a las máximas autoridades locales.

Un signo de posible desinterés fue el hecho que el Director de la Oficina del Conservador de la Ciudad, no hizo acto de presencia en el evento, ni en la inauguración ni en la clausura, lo que se relaciona quizá, con la gran cantidad de actividades propias de la conmemoración, aunque las principales autoridades de la ciudad nos acompañaron en la jornada inaugural. No obstante, recomendamos que la información aportada por el conjunto de ponencias debe convertirse en fuente de estudio para mejorar el desempeño de quienes tienen la tarea de dirigir; muy especialmente el trabajo La Asociación Pro-Trinidad, vanguardia del turismo en la ciudad en la década 40 del siglo XX, de Daymiris Castillo Rodríguez, Odalis Borges González y Alina Sofía Zerquera, quienes se alzaron con el Gran Premio, pues sin ese arduo trabajo de la Asociación no hubiera sido posible lo que existe hoy, aunque aun no haya una tarja ni un símbolo de recordación.

En horas de la mañana del día 10 tuve la ocasión de impartir una conferencia sobre Los sitios de memoria del legado africano en el Caribe insular, tema que forma parte de la Red Global de Sitios de Memoria de la UNESCO y que tiene como antecedente la multimedia sobre Sitios de Memoria del Caribe Latino, que incluye Cuba, Haití, República Dominicana y Aruba, la que dimos a conocer en el año 2006 y que obviamente incluye Trinidad. Sin embargo, cuando comencé a explicar sobre la significación nacional e internacional del Proyecto UNESCO La Ruta del Esclavo: resistencia, libertad y patrimonio, así como del trabajo realizado por Comité Cubano, el historiador de la ciudad, desapareció de la sala, pues el día anterior había hecho una síntesis «leucoderma» de la historia de Trinidad, como si la esclavitud y la cultura de plantación fueran algo que se disolvió en el tiempo o como si hablar de los africanos y descendientes esclavizados fuera algo referido solo para la época colonial y no un legado cultural vivo que se encuentra presente y que no se resume ni se sintetiza en la actuación pública de una agrupación músico-danzaria, pues significa mucho más. Es la vida de quienes también construyeron la ciudad, desde sus calles empedradas hasta las torres y los pozos, quienes se reprodujeron y entre otras actividades amamantaron a muchos niños y niñas que luego fueron hacendados y damas de esa época.

Como parte de mi conferencia y debido a que este año también se conmemora el XX Aniversario del Proyecto UNESCO La Ruta del Esclavo: resistencia, libertad y patrimonio, di lectura al Proyecto de Resolución presentado por el Presidente de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas sobre la Proclamación del Decenio Internacional de los Afrodescendientes, que comenzará el 1 de enero de 2015 y terminará el 31 de diciembre de 2024, con el tema «Afrodescendientes: reconocimiento, justicia y desarrollo», por lo que hice énfasis en determinados párrafos claves como:

Reiterando que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y tienen la capacidad de contribuir de manera constructiva al desarrollo y bienestar de la sociedad, y que todas las doctrinas de superioridad racial son científicamente falsas, moralmente condenables, socialmente injustas y peligrosas y deben rechazarse, al igual que las teorías con que se pretende determinar la existencia de distintas razas humanas,

Reconociendo los esfuerzos realizados y las iniciativas emprendidas por los Estados para prohibir la discriminación y la segregación y promover el goce pleno de los derechos económicos, sociales y culturales, así como de los derechos civiles y políticos,

Poniendo de relieve que, a pesar de la labor llevada a cado a este respecto, millones de seres humanos siguen siendo víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, incluidas sus manifestaciones contemporáneas, algunas de las cuales adoptan formas violentas,

Hoy podemos añadir que una de esas formas violentas, aunque más sutiles y no menos dañinas, son la exclusión y el silencio. Por tal motivo, al otro día, acompañado de la MSc. Gloria Arrechea, Directora del Museo Arqueológico Guamuhaya, hice un recorrido por varias casas-templos y Cabildos de la ciudad, que también forman parte de la cultura local y de su medio milenio de historia más reciente.

La casa-templo de Yemayá (escriben Yemallá), se encuentra muy cerca del Museo Arqueológico, permanece en muy buen estado y el babalocha Israel Rueda tiene en su haber quizá la única cazuela representativa de la oricha de las aguas cuyas piedras son propias de los primeros pobladores aborígenes que antecedieron durante milenios la visita de Diego Velázquez, pues esta historia comenzó mucho antes de 1514. En el referido recipiente se encuentran esferolitas, hachas petaloides, sumergidores de redes, majadores y morteros, hallados por los africanos en ese espacio; a las que les atribuyeron determinado valor simbólico relacionado con la deidad. La casa-templo tiene, además, un espacio para la venta de textiles artesanales como parte de la autogestión económica.

La casa-templo de San Lázaro (Babalú Ayé), de Blas Puig Zayas, goza de muy buena salud y entre otros motivos le dedicaron un reportaje especial en la revista La Trinidad de Cuba, que fue presentada en el contexto del referido evento (pp.14-15).

Otra experiencia de interés en el área cercana al centro de la ciudad es el Restaurante Shangó (en inglés) que presenta la imagen de Santa Bárbara iluminada y tiene propuestas gastronómicas en un salón central. Una sostenida y eficiente gestión les hará posible techar la parte trasera del local, que aun se encuentra a cielo abierto.

Algo más alejado del centro, cerca de la plaza de las tres cruces está, por así decir, el decano de los Cabildos trinitarios, el Cabildo de Congos Reales San Antonio, fundado en 1856. El inmueble se encuentra pintado en el exterior y en el interior pero tiene gran deterioro de puertas y ventanas, las que permanecen sostenidas mediante bancos por la parte trasera. Durante una conversación con la responsable del inmueble, Mercedes Lugones, refirió que cómo era posible que en el año 2011 (Año Internacional de los Afrodescendientes) hubieran puesto una tarja en la fachada para identificar el cabildo y aun tuviera tanto deterioro en puertas y ventanas. Evidentemente que este cabildo no formaba parte de la escenografía del centro de la ciudad.

Con gran amargura también contó que la empresa ARTEX realizó actividades en el interior del cabildo durante dos años; que a cada actividad concurrían como mínimo unos cincuenta turistas, los que debían pagar una entrada (cover) de 15 CUC por persona y que jamás le dieron un centavo al cabildo por esas actividades. Si las actividades eran seis días a la semana con uno de descanso la cifra probable se eleva a unos 469 500 CUC como mínimo, de ser cierta tal información. Como la situación era insostenible para las personas del cabildo, les solicitó que se fueran y luego ARTEX abrió un espacio de espectáculo denominado Palenque de los Congos Reales; es decir, les usurparon el nombre y lo pusieron en un supuesto palenque, grupo de cimarrones que jamás hubo en las zonas urbanas. En el sentido más estricto del término, inventaron un pastiche con fines comerciales a costa del deterioro de una parte del patrimonio cultural de la nación.

Al regresar a La Habana traté de verificar sobre la declaración de Mercedes Lugones y el modo de proceder de ARTEX con estas expresiones patrimoniales de la cultura cubana. Me informaron en el Consejo Nacional de Casas de Cultura que debido a los mecanismos burocráticos existentes, esa empresa explota impunemente estas y otras manifestaciones de la cultura popular tradicional cubana, cual si fueran viles esclavos del siglo XXI y no les retribuyen por su trabajo. Esto puede ser un tema de gran interés para valorar la aplicación correcta de la política cultural en el país con un proyecto socialista inspirado en la idea martiana de «con todos y para el bien de todos».

Fuera del área empedrada de la ciudad, con un considerable deterioro de calles e inmuebles (tengo las fotografías de los baches y las paredes de latón), se encuentra lo que la población identifica como Barrio África. En ese sitio se ubica la Sociedad Santa Bárbara, Antiguo Cabildo, solo identificable por el granito del escalón que da acceso al umbral del inmueble, fechado el 8 de agosto de 1952. El exterior (techos, paredes, puertas y ventanas) se encuentran deteriorados y no hubo acceso al interior pues sus propietarios no se encontraban. La casa-templo Kalunga, irreverente desde la época colonial, ya está en ruinas, apenas dos pedazos de muros se mantienen en pie y sus miembros decidieron mudar las piezas objeto de culto para la vivienda contigua, de modo que la tradición perdure en nuevos espacios. La casa-templo de Oyá tiene también un alto deterioro del inmueble, uno de los laterales de la fachada sin cubierta, los techos de tejas se encuentran pandeados, las paredes están despintadas y otras partes del inmueble ya no tienen techo, algunas puertas interiores son fragmentos que se sostienen con sillas y trancas. En fin, un paisaje interior muy poco edificante si se compara con otros lugares del país, como Palmira y Lajas en Cienfuegos, por ejemplo, donde la situación es mucho más favorable.

Esta lamentable situación del legado africano en la cultura trinitaria es una sentida advertencia para que el silencio y el olvido no vuelva a empañar el jubileo del medio milenio en otras ciudades que se preparan para tan merecido homenaje y para que la ignorancia no se convierta en cómplice de expresiones racistas y discriminatorias.

Febrero, mes del Carnaval (Croniquilla desde el fondo del caldero)
por Tato Quiñonestop

Carnaval, el mundo al revés, breve tregua de verdad y locura

Eduardo Galeano

Después del mediodía del sábado 28 de diciembre de 1693, procedente de Maracaibo y luego de cuatrocientas leguas de azarosa navegación por el Caribe, desembarcó en la villa de San Cristóbal de La Habana Giovanni Francesco Giamelli, viajero y cronista calabarés que dio la vuelta al mundo entre 1693 y 1698, y a su regreso a Nápoles publicó los seis volúmenes de su Giro del Mondo, que constituyó uno de los mayores éxitos de la literatura de viajes en la primera mitad del siglo XVIII. En este libro, del cual se cuentan no menos de siete ediciones italianas de 1700 a 1728, Giamelli dejó escrito que El domingo 9 de febrero de 1694, en La Habana, los negros y mulatos, con pintorescos atuendos, formaron una congregación para divertirse en el carnaval. La anterior, acaso sea la referencia más antigua sobre las comparsas del carnaval habanero de que tengamos noticia. [1]

Poco más de tres siglos más tarde, los carnavales habaneros y sus comparsas, después de padecer una penosa y larga enfermedad -que dura décadas- han entrado en una suerte de estado comatoso que, todo parece indicarlo, será definitivo.

El padecimiento -ya nos lo advirtió Don Fernando Ortiz nada menos que en 1951- involucra anemia, aburrimiento y hasta parásitos [2]. Y aún antes, en 1949, en un texto que diríase escrito para estos días, Nicolás Guillén alertaba a sus lectores de la revista Bohemia que las del carnaval habanero de entonces, insertadas, embutidas en unas fiestas frías, eran comparsas modosas, "que se dan su lugar. No las empuja el pueblo con sus brazos poderosos: las canaliza y domestica la autoridad". [3].

Con todo, los habaneros de mi generación recordamos con nostalgia aquellos carnavales de los primeros años de la Revolución, en los que la ciudad resultaba pequeña para tanto baile, tanta mascarada y tanto regocijo callejero, bullicioso y popular.

Más de cuarenta años después, sin embargo, en la conferencia que impartiera en el III Congreso Internacional Cultura y Desarrollo, el 12 de junio del 2003, Leo Brouwer -quien además del músico notabilísimo que todos admiramos, es un lúcido y coherente analista de la cultura, vale decir de la realidad- lamentaría que "Nuestros carnavales arrastran sus congas como pretexto moribundo para ingerir cerveza fría en suficientes cantidades para refrescar tanto el clima como el cuerpo sin cambio alguno".

¿Qué ha ocurrido? Intentar explicarlo, siquiera a gruesos trazos, rebasaría con mucho los propósitos de esta croniquilla. Me animo, no obstante, a transcribir otro párrafo del ya citado artículo de Nicolás que seguramente nos ayudará a mejor comprender, al menos en parte:

"Las comparsas" -escribió el poeta- "tienen sus enemigos; hay mucho de espíritu 'fisto' que las considera una vergüenza, un motivo de sonrojo, y como son parte de tradiciones que arrancan de los no muy lejanos días esclavistas, nunca falta descendiente de mandinga o carabalí que las vea de reojo, maldiciéndolas en público mientras por dentro se le va el corazón tras el ritmo de la tambora. [4]".

¿Cómo interpretar si no el obligado teque de los animadores en la tribuna presidencial al comienzo de cada desfile cuando, casi como excusándose, argumentan que el carnaval es una suerte de estímulo, de premio que se concede al pueblo abnegado y trabajador que resiste el bloqueo imperialista?... Diríase que el carnaval es algo censurable, reprobable o pecaminoso que hay que "justificar" con la laboriosidad y la abnegación, con la capacidad de lucha y de resistencia popular.

No quiere lo anterior decir -no se me mal entienda- que el carnaval sea un hecho cultural "apolítico", que en mi opinión ninguno lo es; pero el mejor "mensaje político" que, a mi modo de ver, puede propagar el carnaval es el de su calidad. Claro que las batallas políticas del pueblo cubano de hoy pueden, deben estar presentes en el carnaval, pero "carnavaleando". Un buen ejemplo de ello lo constituye la conga "Seguro que volverán" (referida a los cinco compatriotas injusta e ilegalmente encarcelados en los Estados Unidos) que fue cantada y bailada por la comparsa "Los Guaracheros de Regla" y coreada por todos durante el carnaval del 2001.

Así las cosas, yo me atrevería a proponer que el carnaval de La Habana deje de ser una "tarea" más que los funcionarios de la Dirección Provincial de Cultura deban cumplir con más o menos desgano cada año. ¿Ha de ser culto el carnaval? Si, culto, cubano y popular y ha de brotar, como proponía Don Fernando, "de Jesús María, de Los Sitios o de Carraguao, de Pogolotti, de Regla y de las otras orillas". Y, ¿por qué no?, me permito agregar, del Vedado, de La Víbora y Santos Suárez, de La Lisa y de Alamar. Y en su organización, además del Pueblo, en primerísimo lugar, y funcionarios de la Cultura y de la Alcaldía, como es natural, han de participar con brío y amor intelectuales, artistas e investigadores de cuantas disciplinas se le consideren afines.

En tal sentido, hay un ejemplo en la historia de los carnavales de La Habana que me parece digno de recordación. En 1913, apenas transcurrido un año de su primer mandato presidencial, el Mayor General Mario García Menocal -a quien el pueblo, siempre sabio y perspicaz, bautizó con el remoquete de "Mayoral de Chaparra"- prohibió por decreto la participación de las comparsas populares en los desfiles del carnaval habanero.

Treinta y cuatro años después, en 1937, Antonio Beruff Mendieta, entonces alcalde de La Habana que, a más de probo, inteligente y desprejuiciado, era un hombre culto, a instancias de la Comisión Nacional de Turismo; de la Sociedad de Estudios Afrocubanos (que presidía el doctor Fernando Ortiz) y del club "Atenas" (integrado por lo que el inolvidable Maestro Pedro Deschamps Chapeaux habría llamado "burguesía de color"), después de ardua polémica, logró la reincorporación de las comparsas organizadas por los barrios en los desfiles del carnaval, tras 24 años de exclusión.

De más está decir que, para entonces, la mayoría de los músicos, bailarinas y bailarines de las comparsas de principios del siglo veinte habían muerto, o estaban ya demasiado viejos para tales menesteres. De manera que hubo que rehacer, --"rescatar", diríamos hoy-- agrupaciones y crear otras nuevas. Para ello, el alcalde Beruff Mendieta que, lo reitero, era un hombre inteligente y culto, designó una Comisión Organizadora del Carnaval de 1938 que fue presidida nada más y nada menos que por Emilio Roig de Leuchesenring, entonces historiador de la ciudad, e integrada por intelectuales y artistas de la talla de Nicolás Guillén, José Luciano Franco, Ignacio Villa (Bola de Nieve) e Ignacio Piñeiro, entre otros. Un equipo de lujo, sin lugar a dudas. La mayoría de las comparsas moribundas de hoy fueron fundadas por aquellas fechas.

Por ahí han de andar las cosas, amigas y amigos míos. Y la nueva, proba, desprejuiciada, inteligente y culta Comisión del Carnaval de La Habana que soñamos, no habrá de prescindir de la participación de intelectuales y artistas que contribuyan a la mejor comprensión de la historia y del sentido de las comparsas del carnaval, fiesta folclórica por excelencia de la capital cubana, que será, en tanto sea el pueblo quien la cree y la recree para su propio solaz y goce estético.

Permítaseme, para finalizar, compartir con ustedes dos sabios consejos que a propósito de lo aquí tratado nos legaron Don Fernando y Nicolás:

Dijo el polígrafo eminente: "O se acude de nuevo a lo que sobreviva en las entrañas de los barrios (...) y a lo que en ellos nazca de novedoso en arte colectivo, o será preferible que en un venidero Domingo de la Sardina, celebremos los habaneros el solemne y definitivo Entierro del Carnaval[5]".

Y el Poeta mayor: "Asegurémonos de verlas (a las comparsas) con simpatía, como a la cama de un niño enfermo, porque si ellas se mueren habremos perdido para siempre lo poco íntimo, puro, nuestro, que ya nos queda de todo el carnaval".

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[1] Aunque no de fiestas populares en la capital cubana: 104 años antes, en reunión del Cabildo de la Villa de San Cristóbal de La Habana celebrada el 21 de mayo de 1590, el Gobernador y Capitán General Don Juan de Tejeda propuso …que sería justo que en las fiestas del Corpus se hagan algunas representaciones e danzas que suele y se ha acostumbrado en esta villa, para que la fiesta se regocije y el pueblo se alegre; e habiendo tratado y conferido en esta razón la dicha justicia e regimiento, fueron de parecer que se hagan las dichas fiestas.

[2] Fernando Ortiz, "Del folklore afrofrancés, Bohemia, año 42, No. 51, La Habana, 23 de agosto, 1951, pág. 36.

[1][3] Nicolás Guillén, "Cada Año es Carnaval", Bohemia, 13 de de mayo de 1949, en "Prosa de Prisa", Ed. Arte y Literatura, La Habana, 1975, pág. 243.

[4] Nicolás Guillén, ob. cit.

[5] Fernando Ortiz, Ob.cit. Pág. 36

La Lucha, la Historia
1959: Movimiento de Orientación e Integración Nacionaltop
Tomado del libro "Elogio de la Altea o las paradojas de la racialidad", de Zuleica Romay Guerra.

Solo en 1959 la denuncia contra el prejuicio y la discriminación por motivos de color se incorporó al discurso desde el poder y se instrumentó en praxis liberadora, sobre todo a partir de los pronunciamientos realizados en el mes de marzo por el Primer Ministro Fidel Castro. Ante varios centenares de miles de cubanos, concentrados en la Plaza Cívica para patentizar su espaldo a la intervención de la Cuban Telephone Company -filial de la ITT-, la rebaja en un cincuenta por ciento de los alquileres de viviendas, y la Ley de Reforma Agraria, Fidel Castro sometió a fuerte crítica la discriminación racial en los sitios de labor, y. anunció:

(…) vamos a ponerle fin a la discriminación racial en los centros de trabajo haciendo una campaña para que se le ponga fin a ese repugnante sistema con una nueva consigna: oportunidades de trabajo para todos los cubanos, sin discriminación de raza o sexo (…) que blancos y negros nos pongamos todos de acuerdo y nos juntemos para poner fin a la odiosa discriminación racial en los centros de trabajo. Así iremos forjando, paso a paso, la nueva patria

Dos días después, en la misma jornada, que concluía con la esclarecedora comparecencia televisiva del joven premier, el periódico Revolución, órgano del Movimiento 26 de Julio, identificaba la tríada sustentadora del andamiaje marginador de períodos precedentes y proclamaba que "(…) la igualdad de oportunidades borrará las diferencias creadas por una organización injusta, exclusivista, discriminadora, que hace a los privilegiados mejores que los humildes, a los blancos superiores a los negros, y a los hombres superiores a las mujeres.

Las argumentaciones de Fidel Castro tuvieron un enorme impacto en la sociedad civil cubana. "Entre abril y mayo de 1959 -relata Alejandro de la Fuente- un sinnúmero de seminarios, conferencias y simposios analizaron las raíces y los efectos de la discriminación racial (…). Varias organizaciones políticas, cívicas y religiosas hicieron declaraciones públicas en apoyo a (sus) pronunciamientos (…)".[2] Un recorrido por las páginas del periódico Revolución entre abril y diciembre de 1959, permite apreciar la efervescencia social, nacida del ideal de igualdad nunca alcanzado, en los reportes de actos públicos y las reseñas de programas radiales y televisivos en los que la cuestión racial fue abordada o discutida, así como en las cartas de lectores esperanzados con el cambio.[3]

Mientras las escandalizadas clases burguesas ponían "el grito en el cielo" ante tamaña ofensa a sus privilegios, las capas populares ofrecieron múltiples formas de aquiescencia y respaldo. Lázaro Peña. Militante comunista y avezado líder sindical, expresó sentir de muchos al sugerir:

Será necesario que los sindicatos[4] modifiquen las listas de aspirantes y los escalafones para ciertos ascensos a fin de colocar en primer término y darle preferencia a trabajadores y profesionales negros (…). Eso no es crear un privilegio. Sino corregir una injustita. El privilegio existía hasta ahora, puesto que, por el color de la piel, se excluyó a trabajadores negros de las listas de aspirantes y de los escalafones.

Como respuesta al líder de la Revolución, surgieron en centros de estudio y de trabajo, células alentadas por una asociación denominada Movimiento de Orientación e Integración Nacional que logró constituir directivas en varias provincias y municipios del país. Los promotores de esa iniciativa ciudadana proclamaron como objetivo fundamental "constituir el núcleo central de un nuevo movimiento popular por la derrota de las discriminaciones, por la eliminación de la desigualdad opresiva que padece la población negra de nuestro país.[5] En la estructuración y puesta en marcha de ese movimiento, participaron varios intelectuales cubanos de probada lealtad a la Revolución, entre ellos Elías Entralgo, Coordinador del Comité Nacional y José Antonio Portuondo, propulsor de la iniciativa en la Universidad de La Habana.

El trabajo de masas que se inició, totalmente ajeno al espíritu sectario y al afrocentrismo, auguraban enormes potencialidades como herramienta de redención humana, pues se proponía:

Establecer el más estrecho vínculo con el Movimiento Obrero Nacional, ya que tiene que ser el obrerismo liberado, con sus Federaciones y Sindicatos, factores decisivos para el logro de la práctica de igualdad ciudadana, muy especialmente con la aplicación del artículo 74 de la Constitución (y) con el Consejo de Instituciones Cívicas, a fin de lograr que estas coadyuven a la gran tarea de igualdad ciudadana que nos proponemos desarrollar.[6]

Que este movimiento cívico aspiraba a convertirse en firme apoyo popular a la batalla antirracista que convocara el Primer Ministro, Comandante Fidel Castro, se aprecia en el segundo de los cuarenta artículos de su reglamento dedicado a establecer sus fines:

a) Luchar con el objeto de que los preceptos constitucionales que consagran la igualad de todos los cubanos en las distintas esferas de la vida nacional, entren en la necesaria etapa de realizaciones prácticas.

b) Luchar por la aprobación de la Ley de sanciones y educación contra la discriminación racial y las complementarias de los artículos 10 y 12 de la Ley Fundamental de la República.

c) Proponer la creación de un organismo paraestatal que garantice la aplicación de las disposiciones del Artículo 74 de la Ley Fundamental de la República, en el Estado, la Provincia y el Municipio y en cuantos frentes o centros de trabajo, públicos o privados, existen o se creen en el futuro.

d) Divulgar por todos los medios a su alcance la necesidad de una verdadera integración nacional, poniendo en práctica las medidas objetivas que conduzcan a la misma.

e) Agrupar en su seno a todos los que deseen laborar por la integración nacional, ya sean personas naturales o jurídicas.

f) Movilizarse e integrar a las masas en una gran actividad que conduzca al logro de la verdadera integración

Tomado del libro "Elogio de la Altea o las paradojas de la racialidad", de Zuleica Romay Guerra. (Ed. Casa de las Américas, La Habana, 2012, pp. 92-95)

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[2] Alejandro de la Fuente: Una nación para todos. Raza, desigualdad y política en Cuba 1900-2000, Madrid, Editorial Colibrí, 2000. pp. 366-367.

[3] A partir de febrero de 1960, la cuestión racial aparece cada vez con mayor frecuencia referida a otros contextos neoculturales. Destacan por su recurrencia y calidad, los trabajos de René Depestre sobre el proceso de descolonización de África y la cultura de esos países, así como artículos de varios autores que describen la situación de la población negra en los Estados Unidos y África del Sur.

[4] Lázaro Peña: "Debemos combatir la discriminación racial desde los sindicatos", Hoy, La Habana, 29 de marzo de 1959, p. 1.

[5] Declaraciones de principios del Comité de Orientación e Integración Nacional. Biblioteca Nacional José Martí. Archivo Elías Entralgo. Carpeta 19.

[6] Reglamento de la Asociación Movimiento de Orientación e Integración Nacional. Biblioteca Nacional José Martí. Archivo Elías Entralgo. Carpeta 19.

 

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