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Cofradía de la Negritud - CONEG
Desde la Ceiba
No 130, 14 de diciembre, 2013
Sumario
Racismo en Cuba: ¿hablar o
callar? Por Antonio J. Martínez Fuentes**
El racismo que habla la Cuba de hoy por José
Jasán Nieves Cárdenas
Racismo, otro prisma para hablar de violencia de
género Redacción IPS Cuba
Cómo Cuba inspiró a Mandela por Pablo Esparza (BBC
Mundo)
La Lucha, la Historia: Asociación
Nacional contra las Discriminaciones Racistas (La Habana, 1937)
Dedicado a Abelardo Estorino
estreno mundial de la pieza «Asere»
Racismo en Cuba: ¿hablar o callar?
Por
Antonio J. Martínez Fuentes**
"Por
suerte somos diversos; más de un iluminado en un debate público me decía
'qué tanta América Latina, ni América Latina. ¿Qué tiene que ver un
argentino con un haitiano?'
Y yo lo miraba con lástima, con pena.
Pobre hombre, él no sabe que lo mejor que te puede ocurrir es ser diverso,
y nuestra gran virtud es que contenemos todos los colores, los colores del
mundo en América Latina, en la diversidad
latinoamericana". --
Eduardo Galeano
"No basta con no ser racista, es necesario que seamos activamente
antirracistas. La mayor prueba de cultura es y será el respeto a nuestros
semejantes".
Hoy se han superado, en gran parte, obsoletos criterios de la
antropología física clásica, y existe una amplia mayoría que considera la
raza una construcción sociocultural que da trascendencia a ciertos
caracteres biológicos del ser humano, como el color de la piel y otros
rasgos. Han tenido que transcurrir más de 200 años para que la
antropología biológica haya podido liberarse de un gran error
epistemológico, al reconocer lo incorrecto y dañino de un paradigma
científicamente desacertado.
Pero no deja de ser cierto que mientras que muchos genetistas y
antropólogos afirmamos que las razas no existen, el hombre de la calle se
pregunta por qué para él las diferencias entre blancos y negros, por
ejemplo, le continúan pareciendo patentes. Debemos hacer entender que la
raza no tiene ninguna relación intrínseca con la diversidad biológica
humana, que tal diversidad es principalmente un producto natural de
fuerzas evolutivas mientras que la raza es una invención social. Tenemos
que ser líderes a la hora de promover el conocimiento y significado de las
variaciones humanas.
De acuerdo con Florencia Peña Saint Martín, colega mexicana, no se puede
dejar de "...reflexionar sobre la
imperceptible y peligrosa armonía que muchas veces existe entre
conocimiento científico y justificación del orden social. Por ejemplo, se
ha multicitado y ha sido ampliamente aceptado nuestro origen "biológico" a
partir de tres "razas": la europea, la indígena y la africana. Pero en
antropología física poco se enfatiza que el acceso al poder y a los
recursos socialmente producidos de estos tres grupos "biológicos" ha sido
profundamente desigual. Por tanto con cinco siglos de colonialismo,
neocolonialismo, marginación, pobreza extrema, etcétera, que dos de los
tres componentes ha sufrido, se debe ser precavido con qué se asume como
biológico y qué puede tener determinaciones sociales. Ello conduce a la
necesidad de aceptar que el discurso antropofísico,
bajo el disfraz de cientificidad, ha dado
argumentos para justificar superioridades e inferioridades de raza, de
clase y de género".
Muchos opinan que con negar la existencia de razas biológicas no se llega
a ninguna parte, que no se resuelven los problemas del racismo. En este
sentido es menester apuntar que el racismo se basa en dos afirmaciones que
presenta como evidencias: la especie humana está compuesta por grupos bien
definidos, con características biológicas distintas, las "razas"; esas
razas pueden clasificarse jerárquicamente según una escala de valor. Ante
estas dos afirmaciones el papel de la ciencia es aportar rigor y lucidez.
De este modo negar la base biológica de las llamadas diferencias raciales
contribuye a destruir en gran medida el problema.
En Cuba, tierra donde se mezclan todos los tonos de piel, desde el blanco
al negro oscuro, a pesar de ser mestiza biológica y culturalmente (sin
obviar el componente aborigen que generalmente es excluido), los
estereotipos raciales, los prejuicios, la discriminación y el racismo
subsisten, aunque es evidente que están muy lejos de tener la magnitud con
que se manifestaban en tiempos pretéritos. Pero esta problemática está en
nuestras calles, en nuestros barrios, y ha venido ignorándose por
demasiado tiempo.
Para muchas personas es muy difícil hablar del tema racial, es un tabú.
Mucha gente lo evita totalmente. Es un tema muy importante que incide en
muchos aspectos de nuestras vidas, sin embargo hay aún mucho silencio al
respecto. No pocos consideran que hablar de ello en vez de propiciar la
unidad nacional podría ser un agente para exaltar barreras que desunan.
Nuestra realidad muestra, además, que la problemática racial ha estado
ausente del currículo docente e investigativo de las instituciones de la
ecuación superior, las cuales poseen un potencial extraordinario para
estudiarla y hacer las recomendaciones pertinentes.
Considero que para la antropología cubana esto es aún un tema pendiente,
que si bien ya es abordado (limitadamente) hace falta dar más impulso al
intercambio de ideas así como a la difusión de los estudios. Es palpable
que se precisa de una labor activa en la socialización de los resultados,
muy en especial a través de los diferentes sistemas educativos y de los
potentes e influyentes medios masivos de comunicación.
¿Hasta qué punto nuestro sistema educacional tiene responsabilidad en
este problema y ha contribuido a reproducir el discurso racial
tradicional? No debemos pasar por alto que el racismo y los prejuicios
pueden ser transmitidos de muy variadas formas y sin estar conscientes de
ello y sin que ese sea el propósito, incluso desde nuestras aulas.
Hoy tenemos la obligación de contribuir a ofrecer toda una nueva visión
de la especie humana desde su unidad y su diversidad, una visión que
contribuya a promover la evolución del conocimiento de los seres humanos.
Una de las contribuciones más útiles de nuestro trabajo en este campo,
sería la de propiciar una comprensión más lúcida de lo que cada ser humano
representa.
La forma de abordar y dar solución a nuestros problemas tenemos que
encontrarla nosotros a partir de nuestra realidad, de nuestra
cubanía y no extrapolar ideas o
posicionamientos que con frecuencia se escuchan, que evidentemente son
copiados de otras latitudes, donde por lo general tampoco funcionan. No
existen motivos en nuestro país mestizo para reproducir lo que no nos
corresponde, lo cual en vez de propiciar la unidad nacional sí podría ser
un agente para alzar murallas que desunan.
¿Qué somos? ¿Cubanos? ¿O nos convertiremos en una sociedad segmentada en
afrocedescendientes,
eurodescendientes, indodescendientes,
etc.? Por otra parte, tampoco podemos obviar que el
autoidentificarse con una determinada ascendencia no tiene que
negar necesariamente lo cubano.
Estudiemos con detenimiento otros contextos socioeconómicos, políticos y
culturales y los resultados, por ejemplo, de las llamadas acciones
afirmativas, que en mi opinión son igualmente racistas. Sustituir un
racismo por otro no es justicia social.
El pasado mes de enero culminó el curso de postgrado "La Racialidad en la
Cuba actual", organizado por nuestra Cátedra de Antropología, con la
colaboración de la Fundación Fernando Ortiz y la UNEAC y donde
participaron además profesores de diversas facultades y centros de la
Universidad de La Habana; el Centro Nacional de Genética Médica, la
Academia Cubana de la Lengua, y otros especialistas en el tema como
Heriberto Feraudy y Tato Quiñones. El curso,
en opinión de la casi totalidad de los alumnos, fue novedoso por su
enfoque y análisis multidisciplinario. Cada profesor impartió sus
conocimientos sobre el tema, que fueron tan diversos como la genética
humana, evolución, origen de las llamadas razas humanas, hasta la
lingüística. Esto permitió que los cursantes recibieran una perspectiva
poco frecuente acerca de la problemática racial.
El curso se enriqueció también por la composición del alumnado, integrado
por especialistas de las más diversas ramas de la antropología, biología,
medicina, historia, arte, demografía, filosofía, entre otros. Esta
diversidad de saberes y puntos de vista dio origen a importantes
reflexiones, comentarios y propuestas, que al tiempo que reflejaban las
miradas desde cada "cascarón científico" se entremezclaban con las de los
otros, resultando en una diversidad de opiniones que se imbricaban y
mostraban cuánto nos queda aún por avanzar en el entendimiento complejo de
nuestra realidad como población y cultura mestizas, y cuánto nos falta por
insertar nuestro pensamiento en la vida cotidiana del cubano. Tenemos
necesidad de salir de nuestros encumbrados recintos y hacer asequible a
todas las personas lo que significa en realidad el conocido "todo
mezclado", o el llamado "ajiaco", muy bien reflejado en los análisis
efectuados.
Pero el gran reto que tenemos es también el hacer llegar estos
conocimientos a nuestras familias, a nuestros maestros, profesores, a los
medios masivos de comunicación, a los alumnos, directivos y pueblo en
general. ¿Cuánto mitos, falacias, incomprensiones y desarraigos podrían
ser destruidos?
Graciela Pogolotti expresó en una entrevista
realizada por Heriberto Feraudy Espino que:
"El silencio de
los medios de comunicación en torno a este tema responde a diversas
causas. Una de ellas se deriva de la tendencia triunfalista y acrítica que
ha dominado por mucho tiempo, respaldad por la cautela ante el despertar
de fisuras en la necesaria unidad nacional. No puede descartarse, por lo
demás, el desconocimiento del tema con toda su complejidad por muchos
actores que intervienen en el trabajo cotidiano de los medios. En este
sentido, sería conveniente tener en cuenta para el diseño de una
estrategia efectiva, la necesidad de organizar cursos y talleres avalados
por el mayor rigor científico para fundamentar las acciones en un
conocimiento integral. No descarto con ello la posibilidad de matar al
pequeño racista que, sin tener conciencia de ello, sobrevive en nosotros".
Como he expresado en no pocas ocasiones, la Antropología desempeñó un
papel importante en el fomento del racismo; la animalización del "otro"
fue la base que sustentó el dominio, la opresión y el gran genocidio
cometido contra numerosos pueblos del planeta: asiáticos, africanos y
americanos. Lamentablemente la historia de la Antropología esta manchada
de sangre, y ésta tiene aún una gran deuda con la humanidad.
Según Gould,
"...en los siglos XVIII y XIX los dirigentes blancos de las naciones
occidentales no pusieron en tela de juicio la pertinencia de la jerarquía
racial. Dada esta situación, el hecho de que los científicos aprobaran
masivamente las jerarquías establecidas no se debió al estudio de unos
datos objetivos recogidos para responder a un problema, sino a la
circunstancia de compartir determinada creencia social".
Tomando las ideas de Tawakkol Karman, Premio
Nóbel de la Paz, podría decir que nuestra responsabilidad hoy es grande en
pro de la supervivencia armónica de todos los
pueblos y culturas, debe ser un anhelo por su conservación, por la paz,
por la reconstrucción, por el progreso, por la vida y no por la muerte.
Nuestra lucha debe ser contra el racismo y no contra las razas. Una
alumna me señaló: "Fue un curso
distinto, excelente por los temas tratados. Para nada un encuentro de
crisis existencial, sí de aprendizaje y reflexión. En lo personal me
sirvió para incorporar una mirada diferente al problema de la
discriminación racial que tanto nos afecta. Creo que en la medida en que
los estudios científicos realizados se amplíen encontraremos nódulos o
nexos que nos acerquen más los unos a los otros. Ello contribuirá
ineludiblemente a conocernos mejor y no marcar las diferencias que
históricamente nos han distanciado. Gracias por todo el esfuerzo que hacen
por el presente y futuro de la población cubana. Te reitero que se debe
considerar llevar estos conocimientos a un público más amplio a través de
la educación y los medios de comunicación con un diseño eficaz y
comprensivo que sea capaz de llegar a la población. Muchas veces es se ha
dicho que la discriminación es algo que está en la conciencia y cultura de
quien discrimina... Es imprescindible unir, conjuntar todos los saberes
que pueden contribuir al cambio, en alguna medida, de esa conciencia
retrograda y estereotipada. Ese es un reto, no debemos eludirlo".
Es evidente que se hace necesario emprender con urgencia un trabajo
coherente para desvanecer, al decir de Don Fernando Ortiz (1946), esos
fantasmas irreales y crueles que son las razas humanas; para
desrracificar,
para
desrracializar
[sic.] la humanidad.
Es necesario llevar a cabo muchas acciones, que seguramente nos tomarán
bastante tiempo, para destruir siglos de un pensamiento que
lamentablemente, aún está en el subconsciente de millones de ciudadanos y
que el ideario de nuestro apóstol se materialice en nuestra vida
cotidiana.
Es menester, además, incorporar al currículo docente e investigativo de
las instituciones de la educación superior
"contenidos que hoy son
conflictuales en la sociedad y que algunas de
nuestras organizaciones sociales ignoran y es como si no ocurrieran,
debemos como instituciones educativas y formadoras de personas humanas
comprometidas, tener miradas más detenidas y agudas hacia procesos que
están teniendo lugar y que podemos desde nuestro perfil y características
ayudar en la lucha por desvanecerlos".
Debemos reconocerlos, debatirlos y pronunciarnos, el silencio nos pone a
la defensiva y es donde nuestros detractores se benefician para ocupar
espacios, abierta o sutilmente, y atacar nuestro proyecto social. Hablar
sobre el racismo no implica excitarlo o estimularlo, es necesario
encontrarlo, analizarlo, buscar sus causas y combatirlas. El gran reto es
contribuir así a lograr una sociedad más justa y más humanizada; una
sociedad que sepa enfrentar sus problemas, asumirlos y trabajar por
superarlos. Una sociedad que asuma crítica, responsable y respetuosamente
el intercambio crítico, polémico y analítico sobre la existencia aún de
estos males inhumanos en nuestra sociedad.
Recientemente, el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel,
apuntó durante la clausura de un seminario nacional del Ministerio de
Educación (Mined) para preparar el curso
2013-2014, que con el desarrollo de las tecnologías de la información y
las comunicaciones, llegan a las personas noticias de todas partes,
algunas verídicas y otras manipuladas. Por eso tenemos que dialogar,
argumentar y debatir constantemente, continuó, para que nuestros
estudiantes, profesores y el pueblo pueda discernir lo cierto de lo falso,
lo bueno de lo malo, lo que favorece la Revolución y lo que no. Asimismo,
exhortó a los maestros a perfeccionar la educación para formar a seres
humanos integrales, revolucionarios, decentes y capaces de amar al pueblo
y a la humanidad. En este mismo sentido consideró la necesidad de debatir
en el espacio público la problemática racial cubana, ello no conducirá a
fomentar el racismo, sino a su debilitamiento progresivo.
______________________________________________
* Versión actualizada del trabajo presentado en el XVI Simposio
Territorial de Estudios Culturales y Fórum
Municipal de Ciencia y Técnica de la Cultura Plaza de la Revolución, 2013.
**Biólogo, investigador y profesor cubano. Doctor en Ciencias Biológicas
por la Universidad de la Habana; Investigador Titular en el Departamento
Biología Animal y Humana, de la Facultad de Biología de la propia UH.
Presidente de la Cátedra de Antropología "Luis
Montané", de la Facultad de Biología y representante de Cuba ante
la Asociación Latinoamericana de Antropología (ALA). Ha publicado diversos
artículos y libros de carácter científico, siendo también conferencista a
nivel nacional e internacional.
El racismo que habla la
Cuba de hoy
por José Jasán Nieves
Cárdenas
Confieso que en un inicio, me oponía a la idea de hablar de racismo en
Cuba... sigo nombrándolo actitudes racistas... por que no son todos los
que así piensan o así se expresan... pero comprendo perfectamente lo
impropio de que revolucionarios piensen o se expresen peyorativamente de
nuestros hermanos porque lo dijo el más grande de todos los cubanos: "Hombre
es más
que
blanco,
más que mulato,
más
que negro"...
y cubano es más que todo ello, que nuestros niños sea esta la enseñanza
que recuerden!!
Fueron tres frases y situaciones ocurridas el mismo día. Para aquel
muchacho su vecino era "el negro más blanco que pudiera verse en el
mundo", por lo limpio y aseado que acostumbraba a andar.
En otro momento, la señora, en la descripción de quien coincidió con ella
en el mismo empleo, decidió apelar a su físico y su conducta: "es negrito,
negrito, negrito… pero decente".
Más tarde, justo cuando se iba sin preocupaciones hasta el fondo de la
vivienda, el colega notó que ante la puerta abierta un "moreno" indagaba
por los residentes en la casa de enfrente. "Déjame ponerle el candado a la
bicicleta", solicitó al propietario, "y así entro más tranquilo", le
explicó.
En las expresiones del lenguaje cotidiano aparecen frases que demuestran
la permanencia de pensamientos y prácticas discriminatorios. En nuestro
país,
donde la legislación define igualdad
entre todos los cubanos, sin atención a los pigmentos de la piel,
el lenguaje se ha convertido en reservorio de muchos de los prejuicios
racistas.
Escuchar un mismo día tres expresiones de esa realidad demuestra la
necesidad de ampliar los debates sobre los remanentes de sojuzgamiento
también en nuestra habla.
Por mucho tiempo se consideró innecesario discutir asuntos como estos,
porque el afán totalizador de la voluntad política dio por resuelta o muy
próxima a resolver cualquier desigualdad que permaneciera entre los
olvidados de siempre.
Para investigadores como Zuleica Romay, presidenta del Instituto Cubano
del Libro y autora del texto "Elogio de la Altea o las Paradojas de la
Racialidad", se produce una expresión también discriminante cuando en el
lenguaje se cuida de no revelarle al negro "su realidad cromática".
Dice la Romay que "en Cuba a las personas blancas (…) se les enseñó a
tratar a los negros con atildada indulgencia, como evitando la ofensa
implícita en el recordatorio de su condición". Por eso todavía pulula el
eufemístico término de "persona de color" para describir a alguien de
pigmentos oscuros, como sin querer hacerle daño.
El lenguaje como expresión del poder recibe la atención de decenas
de estudiosos y activistas, que impulsan la eliminación de actos de
discriminación referidos por construcciones lexicales.
Meses atrás fue noticia que la Casa de la Cultura
Afrouruguaya lanzó una campaña para enviar una carta a la Real
Academia Española, en la que solicitan retirar del diccionario la
expresión «trabajar como un negro», que los impulsores de la iniciativa
consideran discriminatoria.
No creo que esos ejemplos constituyan paranoias sin importancia de
lingüistas modernos, porque todavía discriminamos, sobre todo, con la
lengua.
Y como para reafirmarme la pertinencia de este comentario… minutos antes
de llegar a nuestros estudios escuché, a viva voz, otra expresión que
refleja un racismo inmanente. Cierto anciano, mientras increpaba a un
joven para que le diera paso en la puerta de una vivienda, le decía, sin
mucho ánimo de jolgorio: ¡a ver, déjame pasar, que tú eres negro y yo soy
mulato de salir!
¿Sólo palabras?
Tomado de
Radio Ciudad del Mar
Racismo,
otro prisma para hablar de violencia
de género
Redacción IPS Cuba
La Habana, 1 dic.- Un anuncio que circula en esta capital
convocando a jóvenes blancas y mestizas entre 19 y 24 años a
formar un grupo folclórico puede no despertar cuestionamientos
en la mayoría de las audiencias. Sin embargo, este mensaje
segrega a las mujeres negras.
Para develar la discriminación adicional que para la población
femenina puede implicar el color de la piel, el grupo
Afrocubanas se reunió en La Habana en el espacio Tertulia de
Reyita, dedicado esta vez a
analizar la violencia de género, en especial hacia las
afrodescendientes.
"La discriminación racial es también una forma de violencia,
junto a otra muy sutil que sufre la mujer negra: la
invisibilización de su rol en la sociedad", dijo
Daisy Rubiera, una
de las autoras del volumen "Afrocubanas: historia, pensamiento
y prácticas culturales" (Editorial Ciencias Sociales, La
Habana, 2011), cuya publicación condujo a la fundación del
grupo.
El encuentro partió de la proyección del documental
"Palimpsesto" (2010), de la realizadora
Aylée V. Ibáñez y formó parte de la Jornada Nacional
por la No Violencia hacia la Mujer 2013, que realizan hasta el
próximo 10 de diciembre organizaciones de la sociedad civil,
estatales y gubernamentales.
El audiovisual, con la voz de una víctima de la violencia de
género, que describe el encierro y las golpizas que sufrió a
manos de su ex pareja, motivó reflexiones sobre la necesidad
de una respuesta integrada desde la sociedad, el derecho, la
medicina y la policía, hasta de redes sociales como familia,
amigos y vecinos.
Por ser un asunto multifactorial, cuyo origen radica en las
relaciones asimétricas de poder entre mujeres y hombres en
sociedades patriarcales y machistas, a las personas
maltratadas les resulta difícil salir de ese tipo de relación
de pareja por razones económicas, de vivienda, baja autoestima
y presión social, coincidieron varias participantes.
La historiadora Rubiera destacó que, si bien la violencia
ocurre contra todas las mujeres, no puede perderse de vista la
discriminación por color de la piel. Por ello, Afrocubanas
persigue mostrarles a las personas cómo detectar las
diferentes y a veces sutiles formas de marginación.
Un ejemplo de esas situaciones es cuando le dicen a una mujer
negra que no pueden emplearla porque "la recepcionista es la
cara de la empresa".
De acuerdo con Irene Esther Ruiz, de Afrocubanas, "hemos
estado discriminadas como mujeres, pero la mujer negra se
encuentra en una posición invisibilizada, lo que representa
una doble segregación". Ahí radica la importancia del grupo,
enfatizó.
"La discriminación ha sido tanto para negras, mestizas como
para blancas, pero en el caso de las mujeres negras no ha
habido un reconocimiento de toda la historia de lucha y
resistencia que han tenido el devenir histórico del país. El
discurso patriarcal y hegemónico cuenta solo lo blanco",
enfatizó Rubiera.
Sonia Moro, historiadora y experta en género, destacó que
mientras existe una línea de ayuda para el virus de
inmunodeficiencia humana causante del sida, un fenómeno
relativamente reciente, ni siquiera contamos con un servicio
anónimo y confidencial para los casos de violencia de género.
"Tenemos una falla en nuestro Código Penal", dijo sobre la ley
vigente, que no reconoce explícitamente el maltrato de género.
"Nuestras instituciones y estructura social, es decir, todas
nosotras debemos seguir trabajando y visibilizando este
fenómeno que no tiene rostro, edad, nivel educacional ni
raza", destacó.
En esta ocasión, estuvieron presentes en el encuentro mujeres
estadounidenses que participaron en el IX Taller Internacional
Mujeres en el siglo XXI, organizado por la Cátedra de la Mujer
de la Universidad de La Habana, que sesionó del 25 al 28 de
noviembre.
La estadounidense Pamela Taylor señaló que en su país la
policía tampoco está lo suficientemente preparada para tratar
estos casos y lo asocian a asuntos domésticos. Asimismo, la
mayoría de las mujeres que están en prisión por asesinato
mataron a sus parejas tras años y años de maltrato, agregó.
El grupo de mujeres Afrocubanas, cuyo único requisito de
adhesión es comprender el fenómeno histórico de la
discriminación racial, tiene varias líneas de trabajo, entre
ellas, el género, con el objetivo de crear una mirada amplia e
inclusiva.
"Este se convierte en un espacio de debate y reflexión para
aportar a la construcción de un mundo con mayor equidad, desde
un posicionamiento mutidisciplinario,
intergeneracional y comprometido con la identidad racial",
dijo Rubiera.
Otro de los objetivos del grupo es dejar para las nuevas
generaciones un material historiográfico, documental y
artístico -a través de libros, artículos, folletos-, que sirva
de paradigma y puedan continuar el camino iniciado por
Afrocubanas, pioneras en revelar los aportes y problemas de
las cubanas negras.
La Tertulia
de Reyita, que toma su nombre de
la historia de una mujer negra que sufrió las durezas del
racismo en la pareja, la familia y la sociedad de su tiempo,
estuvo dedicado a la luchadora
afrofeminista cubana
Inés María
Martiatu.
Lalita,
como todos le decían a Martiatu,
fue una activista afrodescendiente convencida, que falleció en
julio pasado. (201
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Cómo Cuba inspiró a
Mandela
por Pablo Esparza
(BBC
Mundo)
En una pared de piedra de casi 700 metros,
en la colina del Parque de la Libertad de
Pretoria, la capital de Sudáfrica, hay
grabados más de 95.000 nombres. Y entre
ellos, los de 2.107 soldados cubanos.
"Ese muro guarda la memoria y rinde
homenaje a aquellos que murieron para que
hoy Sudáfrica tenga paz y democracia. Y en
esa lucha Cuba representó un papel
importante", le dice a BBC Mundo
Victor
Netshiavha,
curador jefe del memorial, impulsado por
Nelson Mandela e inaugurado en 2007.
Pero, ¿quiénes fueron esos cubanos que
"lucharon por la liberación de Sudáfrica"?
"Sin
la derrota en
Cuito Cuanavale nuestras
organizaciones nunca hubieran sido
legalizadas"
Nelson Mandela
Los nombres presentes en el muro de
Pretoria son los de los soldados muertos
en la batalla de Cuito Cuanavale, en
Angola, en 1988, a la que el líder
sudafricano Nelson Mandela, fallecido el
jueves 5 de diciembre, se refirió en
diversas ocasiones como un punto de
inflexión en la lucha contra el apartheid.
"Aquella impresionante derrota del
ejército racista le dio a Angola la
posibilidad de disfrutar de la paz y
consolidar su soberanía. Le dio al pueblo
de Namibia su independencia, desmoralizó
al régimen racista blanco de Pretoria e
inspiró la lucha contra el apartheid
dentro de Sudáfrica (…)
. Sin la derrota en Cuito Cuanavale
nuestras organizaciones nunca hubieran
sido legalizadas", dijo Mandela ante una
multitud el 26 de julio de 1991 en
Matanzas, Cuba.
Hacía apenas un año y medio que el líder
sudafricano había salido de la prisión de
Robben Island
-donde había permanecido durante 27 años-
y aquella era su primera visita a Cuba.
La batalla decisiva
Cuito Cuanavale fue quizá una de las
batallas más decisivas de la guerra civil
angolana, que
duró casi 30 años, desde 1975 hasta 2002,
y en la que la intervención cubana tuvo un
papel clave.
"En esos momentos había 50.000 soldados
cubanos en Angola. En la ofensiva
participaron 10.000", le cuenta a BBC
Mundo el periodista cubano
Hedelberto
López Blanch, autor del libro
Cuba,
pequeño gigante contra el apartheid.
En el conflicto
angolano se enfrentaron las fuerzas
del gobierno del Movimiento Popular de
Liberación de Angola (MPLA) -en aquella
época de inspiración marxista y apoyado
por Cuba y la Unión Soviética- contra el
grupo insurgente Unión Nacional para la
Independencia Total de Angola (UNITA),
apoyado por el gobierno del apartheid
sudafricano y por Estados Unidos.
"Cuito Cuanavale fue un punto de inflexión
en la historia de África. Los militares
del gobierno del apartheid habían ocupado
todo el sur de África después de 1975
buscando dar marcha atrás a las
independencias de los pueblos de esa
región. Con el apoyo de los cubanos, los
angolanos
vencieron a las fuerzas del apartheid. Fue
una derrota total. A partir de ese
momento, Pretoria negoció con los
angolanos y
namibios y
condujo a la independencia del sur de
África. Después se iniciaron las
negociaciones con el Congreso Nacional
Africano (ANC, por sus siglas en inglés)
que concluyeron con la liberación de
Nelson Mandela y al fin del apartheid", le
comenta a BBC Mundo Horace Campbell,
profesor de ciencias políticas y experto
en relaciones entre África y América de la
Universidad de
Siracuse, en Estados Unidos.
"Fue la mayor batalla desde el final de la
II Guerra Mundial entre noviembre de 1987
y junio de 1988", agrega.
La sombra de la Guerra Fría
Para algunos, la guerra civil de Angola en
los 70 y 80 se puede leer como una pieza
más de la Guerra Fría y en esa clave de
intereses políticos interpretan la
intervencion
cubana en el continente.
"La región del sur de África estaba en el
centro de la Guerra Fría en los 80. Los
gobiernos occidentales rechazaban en ese
momento apoyar al ANC y ayudaban al
gobierno blanco de Sudáfrica. En cambio,
el bloque soviético sí prestó su apoyo (la
Unión Soviética, Alemania Oriental,
Cuba…). Les dieron, junto al Partido
Comunista Sudafricano, ayuda militar y
financiera", apunta a BBC Mundo el
analista en temas sudafricanos de la BBC
Farouk
Chothia.
Sin embargo, el conflicto tuvo lugar en un
contexto regional complejo y lleno de
matices.
El gobierno de Pretoria -que controlaba en
aquel momento la actual Namibia- era una
de las principales potencias de la región
y las cuestiones raciales y los procesos
de descolonización tuvieron un papel
fundamental.
"La narrativa sobre la Guerra Fría en este
caso haría pensar que la lucha por la
independencia en África era secundaria.
Para quienes ponen la cuestión de la
Guerra Fría por delante de ese aspecto,
parecería que los africanos no querían la
independencia", dice Campbell.
"Internacionalismo"
En ese sentido, La Habana justificó su
intervención en Angola -que se había
iniciado en 1975- en nombre del
internacionalismo y la solidaridad.
"En los años de la colonia llegaron a Cuba
más de un millón 200.000 africanos como
esclavos. Muchos de ellos lucharon en las
guerras de independencia. Por eso Fidel
Castro decía que yendo a África a luchar
contra el apartheid y el colonialismo se
estaba pagando una deuda pendiente",
señala López Blanch.
El gobierno de Cuba -donde el servicio
militar es obligatorio- siempre aseguró
que los soldados enviados a Angola eran
voluntarios.
Sin embargo, voces críticas señalan que,
en aquella época, negarse a viajar a
África podía suponer un estigma y un freno
a una carrera futura.
Apoyo al ANC
Pero la influencia cubana en la política
sudafricana en los 80 no deriva solo de la
intervención militar en Angola.
"Fidel Castro decía que yendo a África a
luchar contra el apartheid y el
colonialismo se estaba pagando una deuda
pendiente"
Hedelberto
López Blanch, periodista y escritor
La Habana
también apoyó desde mediados de los 70
directamente al ANC, el partido de
Mandela, clandestino en Sudáfrica y con
muchos de sus miembros en el exilio en
aquel momento.
"Joe Slovo, el
secretario del Partido Comunista y Oliver
Tambo, secretario del ANC, le pidieron a
Cuba ayuda para entrenar a combatientes
sudafricanos. La mayor parte de esos
entrenamientos tuvieron lugar en Angola.
Cuba entrenó combatientes del ANC tanto en
fuerzas especiales como comandos urbanos,
voladura, minas, lucha clandestina… Una
serie de especialidades que ellos pedían
para incrementar la lucha dentro de
Sudáfrica", indica López Blanch.
Después de la caída del apartheid y tras
la victoria en las elecciones de 1994, el
ANC se transformó en el partido de
gobierno y Nelson Mandela en presidente
del país.
Poco después, Cuba se convirtió en el
primer país reconocido diplomáticamente
por su gobierno.
Y en 1995, el ya presidente Nelson
Mandela, agradeció una vez más la ayuda
cubana en una conferencia de cooperación
entre los dos países.
"Compartieron las trincheras con nosotros
en la lucha contra el colonialismo, el
subdesarrollo y el apartheid. Cientos de
cubanos dieron sus vidas, literalmente, en
una lucha que era, ante todo, nuestra, no
suya. Como sudafricanos, les damos la
bienvenida", dijo.
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Asociación Nacional contra las
Discriminaciones Racistas
(La
Habana, 1937)
Legalmente constituida en la Ciudad de La Habana en 1937, La Asociación
Nacional contra las discriminaciones racistas, tuvo por fines, según sus
Estatutos: "Trabajar para que desaparezcan los prejuicios de carácter
racista en cualquiera de sus manifestaciones, fomentando la convivencia
entre los elementos que integran la población cubana con un sentido
igualitario".
"Es además,
un deber público el de tratar de impedir que una renovada corriente de
racismos, promovida por insanas gestiones extranjeras, venga a traer a
Cuba una causa de perturbación y daños para los cubanos y los que en esta
sociedad conviven con nosotros".
"Los prejuicios racistas
son principalmente una consecuencia del sistema económico social que
divide a las comunidades en porciones desigualmente dotadas, favorecidas
las más por toda clase de privilegios y aquejadas las otras por las peores
limitaciones".
"Así acontece en Cuba,
como en todo país formado, como el nuestro, por aportes humanos de
diferentes orígenes, y cuando se encuentra abatido por el malestar agudo
de una difícil subsistencia. Entonces surgen los principios racistas, se
echa injustamente sobre un dado sector de la población la culpa de la
dolorosa crisis que se atraviesa, se formulan contra él las formulaciones
más absurdas y se excitan las pasiones, arrastrándolo a odios, vejámenes,
atropellos y persecuciones de la más repulsiva crueldad".
"Estas corrientes
agresivas se forman en unos casos por ignorancia de las verdaderas causas
del crítico malestar; en otros por el secreto deseo de encubrir y desviar
hacia elementos inocentes esas animosidades del descontento; con
frecuencia por el propósito de perpetuar un abusivo privilegio social, y
siempre por la malicia de quienes buscan su propio medro egoísta y, sin
reparar en medios ni consecuencias, provocan y aumentan las más enconadas
divisiones entre los diversos componentes del pueblo con el objeto de
producir entre ellos graves conflictos desintegradores y hondas
perturbaciones políticas que trastornen las instituciones en beneficio
exclusivo de una minoría desaforada que sólo por la fuerza y el terror
espera asegurar sus particulares provechos."
La Junta Directiva de la
Asociación Nacional contra las Discriminaciones Racistas se la
conformaron
los siguientes miembros.
Presidente, Fernando Ortiz; Vices: Salvador
García Agüero, Emilio Roig de Leuchsenring,
Miguel Ángel Céspedes y Ramón Granados; Secretario General: Felipe
Azcuy; Vice:
Orlando Mitjans; Secretario de Actas: T. Maza
Cobián; Vice:
Enrique Andréu; Secretario de Correspondencia: Tomás
Borroto Moraá;
Vice: Pedro Oliva; Secretario de Propaganda: José Luciano Franco;
Vice: Luis Ortiz; Tesorero: Benigno Ibáñez,
Vice: Gustavo E. Urrutia; Contador: Francisco
A. Pérez; vocales: Alberto Giraudy, Pastor
Albear, Lino Dou, Zoila Gálvez, Carlos R.
Rodríguez, Ángel C. Pinto Albiol, Elma Taylor
y Nilo Zuaznábar.
Invitaciones
·
El Programa Género y Cultura de la UNEAC
y la bitácora
Negra cubana tenía que ser,
le invitan al espacio de debate "Mirar
desde la sospecha", el cual se presentará el próximo 21 de
diciembre, a las 10:00 am, el documental
Audre
Lorde. The
Berlin Years
1984-1992,
de la realizadora alemana Dagmar Schultz.
Audre
Lorde. The
Berlin Years
1984-1992
aborda la participación decisiva de la reconocida intelectual
afro-norteamericana en el desarrollo del movimiento de mujeres
afro-alemanas y negras en Alemania.
La presentación del documental estará a cargo de Esmeralda
Abd'Allah-Álvarez Ramírez, quien pertenece a
la organización ADEFRA
(Schwarze
deutsche Frauen
und Schwarze
Frauen in Deutschland),
Mujeres negras alemanes y mujeres negras en Alemania.
Como cierre constaremos con la participación de la agrupación cubana de
hip hop Krudas
Cubensi.
Dedicado a Abelardo Estorino
estreno
mundial de la pieza «Asere»
«Cuando
se estudia la sicología del cimarrón con cuidado, se percibe que no era
nada más y nada menos que un rebelde, cuya determinación de romper con el
estatuto de la opresión se manifiesta en su decisión de defender sus
privilegios inalienables de hombre, en algún lugar inaccesible a los
mantenedores
del
conformismo»
JOSÉ LUCIANO FRANCO
El próximo 13 de diciembre, en la Sala El Sótano de la capital cubana, la
compañía Teatro Cimarrón dedicará el estreno
mundial de la pieza
Asere,
de Alberto Curbelo, al dramaturgo Abelardo Estorino,
Premio Nacional de Literatura (1992) y de Teatro (2002), recientemente
fallecido en La Habana.
Con el estreno de
Asere,
con puesta en escena y dirección artística del propio Curbelo (Premio
UNEAC de Teatro 2007 por su poema dramático
Huracán),
Teatro Cimarrón da continuidad a una proyección ideo-estética en la que
visibiliza al negro al abordar medulares conflictos de la sociedad cubana
contemporánea, función que realiza en paralelo a su intensa labor
comunitaria, especialmente con el público infantil y población de las
serranías y zonas de difícil acceso del país.
Al mismo tiempo que aborda la pérdida de valores y las contradicciones
entre la conciencia individual y el bien común, la obra se centra en las
motivaciones que impulsan a un ex jugador del Equipo Juvenil de Béisbol a
abandonar el país durante el llamado Período Especial cubano; así como la
disconformidad de su amante, una jinetera con
quien comparte casa y alcahueterías. El conflicto le permite al autor,
además, lanzar una incisiva mirada sobre la infidelidad, los celos, los
prejuicios raciales y ─un tema prácticamente
inédito en las tablas cubanas─ el travestismo o la diversidad sexual en un
núcleo básicamente constituido por negros y mestizos.
Asere
resalta también por el empleo de versos de Dulce María Loynaz (Premio
Cervantes 1992) a nivel textual y como letras musicalizadas por Julio
Marín, quien asume el rol de Asere en la
puesta en escena. Las coreografías son de la autoría de Fidel Pajares, la
asesoría musical de Jorge Garciaporrúa y la
escenografía del joven pintor Jorge Martínez
Camilleri y de Curbelo.
«Si en
Huracán
erigí la historia de los balseros ahogados, en
Asere
abordo la saga de un joven pelotero cubano, hijo de un médico blanco
habanero y de una cocinera negra guantanamera,
que por diversos azares de su vida y de la populosa barriada en que
habita, en Centro Habana, termina siendo un victimario y, a la vez,
víctima de miserias humanas en el trasfondo socioeconómico que nadie pudo
eludir a finales de la década del '90 ─apunta
el laureado dramaturgo─. Me interesa mucho más
abordar la pérdida ética, que reflejar escénicamente una miseria material
que obviamente afecta pero no llega a truncar al ser humano. De ahí que
prefiera explorar esa incesante búsqueda del hombre por encontrarle
sentido a la vida; pues, como ya sabemos, las condiciones económicas
pueden cambiar en un breve lapso de tiempo, pero no así la pérdida de
valores, que muchas veces hacen caer al ser humano en un infierno del que
pocas veces consigue escapar».
El joven elenco está protagonizado por Julio Marín, Mercedes Hernández y
Mercedes Ramos, e integrado también por Eudy
Leslie, Grabiel Colarte,
Ianalay Rivera, Leosbel Rodríguez,
Nereida Santa Cruz e Ingrid Quevedo. El espectáculo se mantendrá en
cartelera los siguientes fines de semanas de diciembre, en los horarios
habituales de la sala
El Sótano.
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Se invita a todos los interesados a participar en el Encuentro del
Aula
Taller" Gustavo Urrutia" que imparte el Profesor Tomás Fernández
Robaina,
el cual se realizará el jueves 9 de enero de 2015 a las 2 PM en la
Biblioteca Nacional. con la participación del Doctor Eduardo Torres
Cuevas y otros invitados
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