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Tomás Fernández Robaina

EL TRATAMIENTO DEL TEMA NEGRO EN EL RAP
Tomás Fernández Robaina | Jiribilla, 8/02 | La Habana

La misión de nosotros actualmente, y es lo que está haciendo el movimiento rap en sus canciones, es plantear la problemática racial, ante las cuales tenemos que atrincherarnos y combatir todos unidos. Porque  la solución tiene que ser, como ya lo dijo Nicolás Guillén, y lo han dicho todos los que han abordado esta temática, la solución en Cuba al problema racial es de negros y de blancos.

Mantener la objetividad científica ante hechos que están en nuestra sangre, tan cerca de nosotros, es sumamente difícil. Siempre hay un elemento subjetivo lírico en nosotros por lo que, aunque tratamos de reflexionar objetivamente, siempre la pasión nos domina. Es evidente que en el rap cubano el motivo principal no es solamente la racialidad, sino uno de los factores importantes, vista la racialidad desde el punto de vista de nosotros, negros y mulatos, históricamente y en el presente, tenemos una situación que es justamente lo que se refleja en las letras de rap. Pero todos estos problemas que estamos viendo en Cuba, son problemas que también aquejan a otras sociedades que no tienen nuestro sistema. Yo tuve el privilegio de estar con Pablo Herrera en una conferencia anual  de la familia negra de América Latina en Barlovento, Venezuela. Cuando me tocó el turno para hablar del negro en Cuba yo me pregunté y me pregunto aún, cuando uno constata la realidad de los negros en América Latina, que es tan distante de la realidad nuestra, que muchas de las cosas por las que ellos están luchando, como el acceso a la salud, a la educación, a todas estas cosas que nosotros tenemos aseguradas en nuestro país, se comprende que nuestra realidad está muy distante. También se hablaba de la representatividad, pero ese no era el motivo principal porque ellos están luchando por cosas mucho más importantes como es el acceso al trabajo, a la educación. Entonces, yo reflexionaba, ¿por qué si en Cuba nosotros tenemos todo eso ya garantizado, todavía estamos hablando del problema racial?, y ayer en una magnífica mesa redonda de las mujeres cubanas, me sentí muy emocionado, pues abordaron el problema del negro en Cuba con una cientificidad realmente muy importante, y muchas cosas de las que ellas dijeron, tenemos que tenerlas muy en cuenta para un futuro. ¿Qué ha pasado con nuestra realidad que después de 43 años de Revolución estamos todavía hablando de esto, de que nos sentimos, en algunas ocasiones, eso que expresan las canciones de rap? Nancy Morejón decía que era el sentir de los artistas, pero yo pienso que si el rap ha sido aceptado por la población, no solamente por los artistas, los que hacen la música y las canciones; sino por el pueblo, es porque hay una identificación con nuestra problemática cotidiana. Yo quería justamente hacer una reflexión acerca de por qué pienso que estamos viviendo momentos históricos de suma importancia, porque todo el movimiento social del negro en Cuba desde la colonia hasta el presente y sus luchas en Cuba nunca se han limitado a demandas sociales y políticas de representatividad en los diferentes niveles de la administración pública. Justamente el factor que me acabó de atrapar para meterme en los estudios del negro cubano fue el Partido Independiente de Color. Su programa, y esto es algo que debemos tener muy definido, no era para los negros, era para todos los cubanos; y justamente yo veo una similitud entre todas estas canciones en las que se está llamando a la unificación. Pero realmente, como ya dijo Nicolás Guillén, tenemos dos abuelos, y como decía Gustavo Urrutia, uno de los pensadores negros más importantes, que tenemos que conocer y leer, decía, no solamente limitando el aspecto al fenómeno cubano, sino a cualquier país donde haya población negra y blanca. En un país negro y blanco, como en el caso de Cuba, no podíamos conocer solamente una parte de nuestras raíces, sino que teníamos que conocer las dos partes. Históricamente, y esto es una verdad como el sol que nos alumbra diariamente, todo lo que venía de África, incluso por los propios negros, era rechazado. Hay cantidad de textos escritos por bibliógrafos y por escritores negros que rechazan la rumba, la comparsa, porque eran negros asimilados, pues el colonialismo nos había impuesto que para avanzar en la sociedad teníamos que rechazar todo lo relacionado con nuestros ancestros. Hay novelas contemporáneas como Cuando la sangre se parece al fuego en la que el personaje es positivo en la medida en que va abandonando toda la herencia y toda la huella africana, toda su cultura llamada marginal; pero el canon que se impuso para estar a tono con la modernidad era rechazar todo aquello venido de África. Se planteaba la lucha a nivel social y político, pero no a nivel cultural. Aunque las letras de las canciones abordaban todas estas temáticas de la racialidad de la convivencia incluso en la poesía y en la literatura. ¿Qué ocurría? De los sectores de los negros asimilados, los que querían compartir el mismo espacio que habían sido históricamente mantenido por el poder y el poder siempre había estado en manos de los blancos, desde la colonia hasta prácticamente toda la República. Los sectores populares, considerados marginales, los que seguían ultimando la santería, la sociedad secreta de Evacua, la regla de los Paleros, en general los que practicaban las religiones afrocubanas, todas esas gentes seguían identificados con esas culturas, se identificaban como cubanos, pero a la vez como practicantes de todas esas huellas africanas.

Es importante tener esto en cuenta porque el negro en Cuba nunca se ha sentido, ni se siente un sector de la población fuera de nuestra cubanidad. Esto es muy importante. Pero hay algo muy cierto y es precisamente de lo que nos estamos ocupando desde un punto de vista teórico, conceptual, y es un problema que tenemos que avizorar, no solamente el pensamiento de Martí, que fue escrito en un contexto histórico muy preciso; sino el pensamiento de Maceo. Yo soy un gran maceísta y cuando oigo hablar de Maceo me entra una energía que me dan ganas de hacer una carga al machete, pero Maceo decía algo muy importante, Maceo fue un hombre que nos ilustró muchísimo, que sintió la discriminación racial en su propia piel, y, sin embargo, Maceo decía: “Nada pedir como negro, todo como cubano”, y se cifraron esperanzas en que todo sería diferente con la República martiana, pero la historia nos evidenció que eso no fue así. Los textos de Gustavo Urrutia que era un negro de una cubanidad extraordinaria, planteaba la desaparición del negro en Cuba a muy largo plazo, porque en aquella época y en la actual, todo es un resultado de mezclar y unirse los negros, los blancos, los chinos, etc., porque esa es la pauta general en muchas sociedades contemporáneas y él preveía la desaparición del negro dentro de mil, dos mil años; mientras tanto decía que había que reunirse y hablar del problema, porque la sociedad cubana tenía un mal en aquella época y era que el negro no había logrado lo que la República, lo que la independencia le había prometido, no solamente prometido; sino que los negros en Cuba en la historia de nuestras guerras de independencia endosaron masivamente los ejércitos independentistas, aunque también hubo negros que pelearon a favor de los españoles. Pero la mayoría de los negros pelearon por la independencia creyendo que la República les iba a dar todo lo que ellos requerían. La República no fue el ideal soñado y por eso los negros continúan en la lucha. Por eso surge el Partido Independiente de Color, no solamente por lo que han dicho algunos, por la ambición política de Evaristo Estenoz que es el ideólogo del Partido, sino que nace como una fórmula, como una de las vías que los negros planteaban para lograr el disfrute de los derechos que la República les había asegurado en la Constitución.

Pienso que el movimiento de rap ha logrado lo que ni Gustavo Urrutia a través de Los ideales de una raza, publicados en el Diario de la Marina. Algunos negros como el mismo Gualterio Carbonel, que es uno de mis maestros, me decía cuando yo le daba a leer algunos textos de Gustavo Urrutia que él no los leía, pues no podía pensar que un negro pudiera estar difundiendo ese pensamiento y justamente él que planteaba la discusión sobre el mal del racismo del que la sociedad estaba enferma.

Nicolás Guillén le salió al paso, Ramiro Cabrera en un artículo publicado en El Siglo a principios de la década del cuarenta, donde este señor planteaba que la educación en Cuba tenía que ser separada para blancos y negros, porque estudiar juntos perjudicaba a los blancos porque los embrutecía y él con su brillantez extraordinaria le salió al paso y justamente Nicolás Guillén fue uno de los paladines que trató de evitar por todos los medios que se implantara el modelo americano del desarrollo separado. Por eso escribió su famoso artículo Camino de Harlem donde decía que en Cuba teníamos que evitar eso que pasaba en los EE.UU. y pienso que la misión de nosotros actualmente, y es lo que está haciendo el movimiento rap en sus canciones, es plantear la problemática que existe. El rap está llevando masivamente toda una serie de problemáticas ante las cuales tenemos que atrincherarnos y combatir todos unidos. Porque el problema no es solamente de nosotros, negros y mulatos, eso es un error. Tenemos que tomar autoconciencia de que existe el problema, pero también llevarlo a los otros que no son negros, porque la solución tiene que ser, como ya lo dijo Nicolás Guillén, y lo han dicho todos los que han abordado esta temática, la solución en Cuba al problema racial es de negros y de blancos. Mientras nosotros no resolvamos este problema que tiene que hacerse de forma mancomunada, tenemos que saber que es lógico que ese sector más dolido, más sufrido históricamente sean los que digan, los que griten, los que aúllen en las canciones. Hablando con Pedro Pablo Rodríguez, uno de los historiadores más importantes actualmente en Cuba, me decía: “el movimiento rap está haciendo una labor tan patriótica, tan importante que yo espero que todo el mundo se dé cuenta de que es un movimiento que hay que apoyar, que hay que estimular para que las soluciones se tomen”.

Ante la dinámica de enfocar los problemas raciales en Cuba existe como una regularidad histórica. En el año 1959, después del llamado de nuestro Comandante  en Jefe Fidel Castro, se plantearon soluciones. La Revolución hizo cosas muy objetivas: en algunas partes del interior del país, los negros tenían que ir por un lado y los blancos por otro. Existían las sociedades para negros y mulatos, había edificios en que los negros iban a alquilar una habitación y no se les daba, porque eran edificios para blancos. En la página de los clasificados, en los que se solicitaban personas para diferentes cosas, se especificaba entre los requisitos el color de la piel. Había áreas de gastronomía en las que no podían trabajar los negros.

Todo esto fue abolido significativamente por la Revolución, pero el problema del racismo en Cuba y de sus prejuicios no se erradicó totalmente. Según los cánones de belleza de la raza negra, para que una negra sea bonita tiene que ser culona, bembona, pero en Cuba cuándo es que se considera una bien parecida, en la medida en que se parece al canon de la belleza griega, de la belleza blanca. Todo eso es resultado de una educación que hemos recibido desde la infancia.

No solo se trata además de debatir esos problemas, porque si solo debatimos, las discusiones van a parecerse a aquellas bizantinas que eran importantes porque se reunían los científicos, pero se tardaban años y jamás llegaban a ninguna solución. El problema no es solamente discutir.  Por eso pienso que en nuestro país, en virtud del sistema social que tenemos y de la voluntad de Estado, del Gobierno, del Partido, es uno de los pocos lugares, sino el único en el mundo, que tiene las condiciones creadas para dar un gran salto adelante en la lucha contra el racismo y contra los prejuicios. Porque en los Estados Unidos esta lucha fue muy importante, pues se lograron grandes cosas, como que la discriminación desapareciera legalmente de la sociedad norteamericana, pero en la práctica existen los prejuicios. Es importante seguir haciendo lo que estamos haciendo. Yo con discursos sobre el  negro en la bibliografía cubana, Gisela Arandia con su programa Color Cubano, Leida Oquendo con su círculo en honor a José Luciano Franco, Gloria Rolando haciendo sus documentales que cada vez se adentran más en nuestra temática. Lo que no podemos es detenernos. Yo lo único que he hecho a través de todos mis trabajos durante años, desde la década del ‛60, es llamar la atención de que existen problemas raciales en Cuba y que tenemos que atenderlos. Tenemos que luchar porque en Cuba nunca nosotros negros y mulatos tengamos que pedir nada como negros, y no podemos fracasar en este intento. Por eso, yo aplaudo tanto el movimiento de rap, que dándonos la conciencia de lo que somos, visualiza todo dentro de una cubanidad.

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