Investigadora Agregado Archivo Nacional de la República de Cuba
Visualizar desde la perspectiva de fuentes la historia del Partido
Independiente de Color y elaborar un catálogo de consulta digital, sobre
este tema son los objetivos de este Proyecto Archivístico, que responde
a
la convocatoria nacional conmemorativa del centenario de tan importante
movimiento social, ocurrido en las primeras décadas del siglo XX.
Será este instrumento una herramienta en manos de especialistas e
interesados, que revertirá en mayores y mejores resultados las nuevas
investigaciones que se realicen sobre el Partido Independiente de Color
(PIC), para cumplir de este modo con las exigencias más actuales de la
historiografía contemporánea de volver al pasado, para comprender mejor
el presente.
Es la propuesta del Archivo Nacional para conmemorar el Centenario de
la fundación del Partido Independiente de Color (1908) y de la posterior
protesta armada en 1912 a solicitud de la Comisión Nacional creada a
este
efecto, presidida por el Dr. Fernando Martínez Heredia y como secretaria
ejecutiva la Dra. Leyda Oquendo Barrios, quien fuera activa organizadora
de
esas actividades hasta el momento de su deceso, en noviembre de 2008.
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El proceso de esclavización del que fueron víctima los africanos en
América, ha
tenido consecuencias económicas y sociales trascendentales para sus
pueblos,
muchas de las cuales se han extendido hasta nuestros días. El racismo es
una de
ellas y constituye una preocupación de sectores de avanzada de la
sociedad civil
contemporánea, de académicos de diversas partes del mundo y de
organismos
internacionales como la UNESCO, por sus anacrónicas y nocivas
expresiones
socioideológicas, que van en detrimento de la equidad en las relaciones
entre los
hombres.
En Cuba, numerosas instituciones encaminan sus investigaciones desde una
perspectiva antropológica más actual, hacia el estudio de temas que
puedan
coadyuvar a la eliminación de vestigios discriminatorios por sexo,
género o prejuicios
raciales, los cuales han persistido en forma de rezago a nivel de la
conciencia social,
como una de las lamentables herencias de la esclavitud africana.
En este sentido, es importante volver con nuevos enfoques sobre algunos
aspectos de la Historia de Cuba que durante años han sido tabú,
particularmente
el relacionado con las luchas que tuvo que llevar a cabo la llamada
“población de
color” en las primeras décadas del siglo XX y muy especialmente entre
1908 y 1912,
donde también estuvieron implicadas reconocidas personalidades en
actitudes
controversiales, como es el caso, entre otros, de José Miguel Gómez.
Un replanteo historiográfi co a estos hechos, puede facilitar el camino
hacia
la comprensión y solución de problemas raciales aún no resueltos,
tomando en
consideración el papel legitimador de la Historia como formadora de
valores en el
presente.
La llamada “guerrita del 12”, no es un tema nuevo y ha sido abordado por
no
pocos historiadores nacionales y extranjeros, pero del que todavía queda
mucho
por decir. Es aún, una página oscura y polémica por todos los matices
que la
acompañan, al pertenecer a un periodo de grandes contradicciones
sociales,
ideológicas y políticas, a la vez que su abordaje desde diferentes
ópticas, despierta
el interés, entre la población cubana en general.
Fue la “guerrita del 12” en realidad, la expresión de una sangrienta
represión racista, de la que resultó víctima un grupo numeroso de
cubanos,
en su mayoría negros y mestizos, integrantes del Partido Independiente
de Color. Agrupación que había sido fundada el 7 de agosto de 1908, con
el objetivo de lograr reivindicaciones sociales y políticas, en la
naciente
República neocolonial de 1902. [1]
Algunos de sus dirigentes y muchos de sus
partidarios y opositores habían participado en las contiendas
libertarias
del siglo XIX. Según Serafín Portuondo Linares, 15 mil de sus miembros
fueron soldados de las Guerras de Independencia. [2]
Como Partido, sus integrantes utilizaron todos los recursos legales a su
alcance,
para hacer valer sus demandas no como negros sino como cubanos y el 20
de mayo
1 Se recomienda consultar el texto de Serafín Portuondo Linares: “Los
independientes de
color, Historia de Partido Independiente de Color”.
2 Serafín Portuondo Linares: “Los independientes de color. Historia del
Partido Independiente
de Color”, p.73.
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de 1912 se lanzaron a la protesta armada. Última alternativa política,
tras dos años
de ilegalidad, ya que habían sido proscritos, por la aprobación de la
enmienda
presentada por el senador mestizo Martín Morúa Delgado, que modifi caba
la ley
electoral y dejaba sin posibilidades de participación política al PIC,
asunto que fue
largamente debatido entre los miembros del Senado [3]
en 1910.
El alzamiento o protesta de los independientes, es considerado como una
maniobra
de presión contra la Enmienda Morúa. Tuvo un alcance prácticamente
nacional y
puso en tensión al gobierno de turno de José Miguel Gómez, el que
supervisado por
los Estados Unidos, vio amenazada su gestión por los autotitulados
“gendarmes de
la paz”, Los norteamericanos dispusieron sus tropas para intervenir de
inmediato
en la Isla, con el pretexto de cuidar sus hombres y sus intereses en
Cuba, lo que
constituye una práctica injerencista hartamente conocida. La represión
ordenada
y llevada a afecto, por el presidente Gómez, representado en la fi gura
del general
Monteagudo, es una de las manchas en el historial como gobernante, del
otrora
General de División de la Guerra del 95. Ahora autorizaba una represión
en la
que murieron más de 3000 cubanos, [4]
negros y mestizos, miembros o partidarios
del PIC, aunque no se ha podido precisar la cifra exacta de muertos. Lo
que si
testimonian las fuentes es que el hecho signifi có una injustifi cada
matanza entre
cubanos.
En telegrama enviado al Capitán Robau con fecha 10 de junio de 1912 y fi
rmado por
José Miguel Gómez se plantea: “Hechos ocurridos aquí provocados por
elementos
inconscientes es menester reprimirlos con mano dura (punto).Entregue a
los
tribunales ó envíeme a esta á los guapos para mandárselos al general
Monteagudo
y que los haga operar en guerrillas de artillería (punto).Espero que se
cumplan mis
circulares y la sensatez de todos se impondrá”. [5]
Mientras, desde el Cuartel General de Santiago de Cuba se informaba, al
teniente
coronel de artillería Quiñones lo que a continuación transcribo, en
relación a las
operaciones militares que se desarrollaban en esta región:
Artillería de campaña utilizada ayer por General Mendieta, combate
Yarayabo y Maya
fue un éxito pues los sraptinel explotaron muy bien y precisamente sobre
los bolones
de alzados la artillería jugó un papel principal y se veían caer los
hombres de los
caballos a cada explosión. Confi dencias que tiene el Cubano Libre y por
presentado se
acusan más de Cien Bajas del enemigo debido a la efectividad de la
Artillería felicite
al Comandante Gabley [6]
Torriente Ayudante General
3 Loreto Raúl: “Una profecía fatal”, Boletín del Archivo Nacional, no.
16-17, 2008-2009.
4 Aline Helg: La lucha de los negros y mulatos por sus derechos, p. 312.
Maneja cifras estimadas
de la época, de entre 2000 y 6000 asesinados.
5 Archivo Nacional de la República de Cuba: Fondo Secretaría de la
Presidencia. leg.173, exp. 20,
ortografía de la época.
6 Archivo Nacional de la República de Cuba: Fondo Secretaría de la
Presidencia, leg. 173,
exp. 20, telegrama de mayo de 1912, ortografía de la época.
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La masacre y el posterior silencio de estos hechos fueron expresión del
más brutal racismo.
Constituyó la organización de este partido una muestra de movimiento
social,
patriótico, de protesta fuerte, a favor de los derechos ciudadanos de
los negros, que una vez
terminada la guerra vieron aplazados los ideales de justicia e igualdad,
por los que habían
luchado, junto a las capas blancas humildes en las anteriores guerras de
independencia.
Durante los cuatro años de existencia del Partido (1908-1912), su
actividad fue
intensa y prolífera y desde mi punto de vista necesaria. El contexto
socio político
en el que suceden estos acontecimientos era sin dudas difícil, si
tenemos en cuenta
dos gobiernos interventores norteamericanos entre 1898 y 1909, una
sociedad
marcada por la injusticia heredada de un gobierno colonial esclavista y
por tanto
esencialmente racista, el ancestral miedo al negro, divisiones y la
estamentación
del sector “de color”- término que en si mismo expresa un gran vacío y
divide a
los cubanos por los matices de su piel- así como, la falta de compresión
y apoyo
de importantes fi guras de la dirigencia revolucionaria o
intelectualidad negra y
mestiza de la época como el general Agustín Cebreco, Juan Gualberto
Gómez y el
propio Martín Morúa Delgado entre otros, para los que no fue sufi
cientemente obvia
la necesidad de existencia de una organización que representara las
demandas de
los de su “clase”.
Aun cuando, el programa del Partido proponía reivindicar los derechos de
los
negros, no por su raza, si no como cubanos, hubo desacuerdos entre los
miembros
y dirigentes del PIC sobre los métodos de lucha a emplear. Tal vez, la
protesta
armada constituyó un suicidio político de esta organización o una
componenda
que ponía en juego determinados intereses y mecanismos de presión como
algunos
especialistas sostienen (Ver El negro en Cuba de Tomas Fernández
Robaina.
(1994:77) o Aline Helg (2002:273-275). Estos entre otros factores,
fueron la causa
del fracaso del movimiento e interrogantes aún sin resolver.
La polémica aún acompaña al PIC, perdura el debate académico. El texto
de Silvio
Castro, La masacre de los Independientes de Color, el pionero de Serafín
Portuondo
Linares, anteriormente mencionado, o el del recientemente fallecido Joel
James
Figarola, La República dividida en sí misma, así como el de la
investigadora Maria
de los Ángeles Meriño, Una vuelta necesaria a mayo de 1912, por sólo
mencionar
algunos de los autores cubanos que más me motivan a la refl exión. Difi
eren en
aspectos tales como: las causas que condujeron a que una parte signifi
cativa de
la intelectualidad negra y de la población “de color” no los apoyara
como partido
político; en el cuestionamiento sobre si realmente lograron articularse
en una
red nacional; en la cantidad de muertos reportados en el alzamiento,
entre otros
elementos. Aunque, lo más importante a mi juicio para retomar el tema,
es la
lección que nos legó este movimiento y la importancia que recobra esta
historia en
el contexto actual.
De ahí que, consideremos importante investigar y conocer más el hecho,
fundamentar aún más en sus antecedentes y trascendencia, más allá del
estudio de
su efímero periodo de existencia o de las causas de su fracaso.
En la Red Nacional de Archivos Históricos, existen los testimonios
documentales
que pueden ofrecer la información necesaria para reestudiar este
movimiento y
volver a la información factual, que nos habla de las motivaciones y
situaciones
pagina 129
sociales que llevaron a estos cubanos a crear su Partido y proyectar su
programa
nacionalista, con aspiraciones políticas, para lo cual es necesario
partir de las
fuentes que muestran la situación que confrontaba este sector desde fi
nales del siglo
XIX, así como las estrategias y proyecciones seguidas por el grupo en el
poder para
mantenerlos en el mismo status de desigualdad y desmoralización en el
siglo XX.
Los argumentos utilizados como fundamentación para desatar la brutal
represión racista del 12, constituyen la reafi rmación de actitudes
negativas para la
construcción socioracial futura de nuestra patria. Volver sobre el
estudio del PIC,
en el período del centenario de aquellos sucesos, constituye un acto de
justicia
histórica y una necesidad para preservar y visualizar la memoria social
de lucha
antirracista en Cuba, sobre la base del conocimiento de este movimiento
de carácter
nacional, es al decir de la Dra. Leyda Oquendo, el derecho humano al
conocimiento
de la verdad histórica.
Sin embargo, las fuentes están dispersas en los Archivos de todo el
país, muchas
en mal estado, en especial la prensa de la época y el órgano del
Partido, el periódico
Previsión, creado por Evaristo Estenoz, uno de sus principales
dirigentes, por lo
que se hace difícil su consulta. En el Archivo Nacional de la República
de Cuba, se
conserva el 1er número de este órgano de prensa fundado en 1908.
[7]
Otras fuentes están clasifi cadas en atención a tales criterios
temáticos,
que hace difícil su localización. En consecuencia, un equipo de
especialistas
de esta Institución, apoyado por colegas de los Archivos Históricos
Provinciales, nos hemos propuesto desarrollar un proyecto archivístico,
a
solicitud de la Comisión Nacional creada al efecto de esta
conmemoración,
cuyo objetivo comprende crear un instrumento de consulta digital, lo más
completo posible, con la documentación localizada en la Red de Archivos
Cubanos, relacionada con lo registrado en las fuentes y que se vincule
con
el Partido, historias de vidas de sus miembros, actividades a lo largo
de la
Isla, la masacre de sus integrantes y partidarios, vínculos establecidos
en
todo el país, así como la repercusión del hecho en la sociedad, aún
después
del 12, para lo cual debemos:
Localizar la mayor cantidad de información existente del período
histórico comprendido entre 1907 y 1917, tanto en los fondos del
Archivo Nacional de Cuba como en los de los Archivos Históricos
Municipales y Provinciales que nos sea posible visitar, para
priorizar los de aquellas provincias que mayor implicación tuvieron
en el movimiento que generó el Partido Independiente de Color:
Santiago de Cuba, Villa Clara, Matanzas, La Habana y Pinar del
Río.
7 Muchos autores citan erróneamente como fecha de fundación del
periódico Previsión, el
15 de agosto de 1908.En el Archivo Nacional de la República de Cuba se
conserva el primer
número de este órgano del PIC, cuya fecha real es 30
de agosto de 1908. Desconocemos la
existencia de más ejemplares en otras bibliotecas.
1.
pagina 130
Describir la información localizada de manera uniforme con la norma de
descripción
ISAD-G que ofrece mayor facilidad para el acceso, mediante campos o
puntos.
Consultar la prensa en las principales bibliotecas o museos que atesoren
información
y que nos sea posible consultar.
Crear una base de datos como instrumento de consulta digital, con todas
las
fuentes encontradas en el país y ponerla, al servicio de los usuarios, a
través
de las nuevas tecnologías.
Obviamente, el objetivo de este proyecto no es historiar al PIC, sino
develar
nuevas fuentes, a partir de la consulta de la bibliografía antecedente,
libros que se
han nutrido de los documentos que testimonian la época y que nos sirven
de guía
en nuestra actual localización.
En este sentido particularmente importante es el texto del investigador
cubano
Tomás Fernández Robaina El negro en Cuba 1902-1958, por el trabajo con
fuentes y prensa de la época, las Crónicas de Santiago de Carlos Forment
y Lo
que nos corresponde. La lucha de los negros y mulatos por la igualdad en
Cuba. 1886-1912 de Aline Helg, entre muchos otros textos y artículos
cubanos o
extranjeros, que han abordado el tema.
Lo novedoso e importante de este proyecto es acercarnos al PIC como Red
Nacional de Archivos, localizar la mayor cantidad de fuentes en el país
y crear
un nexo de documentos y prensa que se refi eran al tema, para uso no
sólo de
especialistas sino de todos los cubanos deseosos por conocer sobre esta
página de
la historia del movimiento social del negro en Cuba.
Aunque, una parte importante de la información de más fácil acceso es
del
periodo comprendido entre 1908 y 1912, no menos interesante y necesaria
es la
que se ha registrado en existencia entre el precedente a la fundación
del Partido y
posterior a la masacre, es decir, entre fi nales del siglo XIX y después
de 1912 -años
en los que se desarrollaron los antecedentes que motivaron y las
consecuencias
que se derivaron de tales acontecimientos- así como la política
esencialmente
discriminatoria y represiva de los gobernantes de turno, ante el
permanente “temor
al negro”. De ahí, que nuestro proyecto se proponga abarcar un espacio
de tiempo
mayor. Así mismo, el análisis y la valoración de la situación existente
en Cuba en
la segunda mitad del siglo XIX, es de vital importancia para la
comprensión de tales
acontecimientos.
Las teóricas libertades civiles que se establecen después de terminada
la Guerra
de los Diez Años y la real situación social a la que se enfrentan los
negros libres
en el periodo posterior a la abolición de la esclavitud, propician
condiciones para
el desarrollo de un fuerte movimiento reivindicativo en un importante
sector de
pardos y morenos libres, intelectuales o no, algunos con cierto poder
económico
con aspiraciones políticas, todos con interés de ocupar el lugar que
dignamente
les correspondía en la naciente sociedad. El surgimiento del Directorio
Central
de las Sociedades Negras a fi nales del siglo XIX liderado por Juan
Gualberto
Gómez, había sido un importante intento en la búsqueda de una identidad
y de
un reconocimiento socio racial, organización tampoco comprendida por
Martín
Morúa Delgado. Esta necesidad crece en los primeros años de la República
y se
2.
3.
4.
pagina 131
evidencia a través del interés por la superación, en las demandas que
realizan
y en las abundantes polémicas que aparecen en las publicaciones
periódicas de
los primeros años del siglo XX. De ahí que esté entre nuestros intereses
incluir la
prensa más representativa de la época.
Periódicos como El Pueblo, El Ciudadano, El hijo del Pueblo, La Armonía
de
Matanzas, El Cubano Libre, La Independencia de Santiago de Cuba, La voz
del
Pueblo de Guantánamo, El Heraldo de Cienfuegos o La Fraternidad, La
Lucha, La
Discusión, Diario de la Marina de la Habana, entre muchísimos otros,
ofrecen un
discurso referencial nada despreciable por sus diferentes enfoques.
En los archivos, la documentación conservada en los fondos cuyas
instituciones
formadoras representan el poder Estatal, como Congreso de la República,
Secretaria
de la Presidencia y Gobierno Provincial, evidencia la actuación del
gobierno en
relación, primero a la Agrupación o al Partido y más tarde al
enfrentamiento a
la rebelión. Mientras los de carácter judicial como es el caso de las
Audiencias,
(Audiencia de Santiago de Cuba y Audiencia de la Habana) testimonian los
procesos
legales a sus líderes y a los supuestamente implicados y la
trascendencia que tuvo
el movimiento, aún hasta bien entrada la 2da década del siglo XX.
En el caso de las colecciones de documentos como es el Fondo Especial,
Adquisiciones y
Academia de la Historia, su información es fundamentalmente referente a
la actividad del
Partido antes y después de haber sido proscritos y evidencian la
amplitud de su accionar
a lo largo de toda la isla. La tipología documental es muy diversa y se
corresponde con las
funciones de la Institución formadora del fondo. De este modo,
proclamas, manifi estos,
artículos de prensa, avisos, causas judiciales, Bandos, telegramas,
fotografías y de manera
muy especial las caricaturas, entre muchas otras refl ejan, el estado de
cosas, el sentir y la
visión de los diferentes grupos en confl icto, en una sociedad llena de
matices.
A modo de conclusión
La necesidad de volver sobre la historia, a través de sus fuentes, es un
tema
central de la historiografía contemporánea, para que ella cumpla desde
el pasado
con su función social en el presente. Al respecto el destacado
historiador Oscar
Zanetti asevera: “Hay fuentes históricas accesibles e inaccesibles,
temas cuyo
estudio se estimula y otros en los que se disuade, unas obras se
divulgan mientras
otras permanecen inéditas, ciertas versiones se enseñan y otras
simplemente se
desconocen… “8 Estos criterios son válidos para el tema que nos ocupa.
La historia del Partido Independiente de Color es una parte de la
Historia de
nuestra nación que necesita ser reevaluada en su dimensión identitaria,
no sólo
como un movimiento social en sí mismo, sino como un capítulo en la
formación
de valores patrióticos y en la necesidad de defender iguales derechos
para todos,
siempre como cubanos, en tiempos que la igualdad y la unidad constituyen
asuntos
de vida o muerte para la salvaguarda de la patria.
9 Zanetti Lecuona, Oscar. “Pasado para un futuro. A cerca de loso usos y
la utilidad de la
historia”. La Gaceta de Cuba, enero-febrero , 2009, p.7.
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