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Joel Nicolas Mourlot Mercaderes

Dialogo En Santiago De Cuba Con Joel Mourlot Mercaderes:
Antonio Maceo y Grajales
Eugenio Godfried
"Obrero De La Libertad"

Joel Mourlot Mercaderes
Periodista, Historiador e Investigador Social
Santiago De Cuba


EUGENIO:

Es para nosotros un gran placer y honor poder compartir estos micrófonos con un amigo y colega, Joel Mourlot Mercaderes. Joel es periodista y es investigador de la historia de su país, que es Cuba, sobretodo, Santiago de Cuba, claramente, con una proyección hacia el Caribe. Joel, bienvenido a este diálogo con nuestra audiencia y lectores

JOEL:

Gracias, Eugenio, para mi también un motivo de gran placer y de un honor muy grande poder hablar con nuestros amigos oyentes y lectores del mundo.  

EUGENIO:  

Bien, Joel, el objetivo de nuestro diálogo es para hablar acerca de algunos acontecimientos históricos que marcaron pauta en la conformación de la fisionomía nacional de Cuba, en sentido culturológico. Hablando de esto tenemos, lógicamente, que ver que es lo que aconteció en la guerra de independencia, el periódo antes de la indepenencia misma, y cómo esto trascendió en tiempos posteriores. 

JOEL:  

La pregunta es una pregunta sumamente interesante, pero que no se puede esbozar una respuesta de un modo absoluto. Hay una diferenciación bastante marcada en diversas regiones de Cuba. No es lo mismo la Cuba occidental, que la Cuba oriental. Ya Pérez de la Riva había hecho un estudio donde hablaba de una Cuba ‘B’ y una Cuba ‘A’. Queriendo apuntar con ello los distingos en el ámbito económico y quizás económico – social de la zona occidental y la zona oriental de Cuba. Pero, es que la zona oriental tampoco es una zona homogenea. Hay, una región como es Camagüey, Tunas y parte de Bayamo, que tienen una característica determinada y otra región como es la parte de oriente sur, que también tiene otra característica determinada. Uno debe decir, por tanto, que tampoco la cubanía se desarolla del mismo modo y digamos en la misma época en toda Cuba. Hay rasgos que se van asentando en occidente y rasgos que se van asentando en oriente, que solo este intercambio permanente y constante va a llegar a generalizar estos rasgos en todas las regiones. Pero, conservando siempre este distingo. Yo diría que en el ámbito oriental, la cubanía toma una fuerza muy grande y desde el primer momento se manifiesta como un enfrentamiento al elemento español. Desde el primer momento se va a manifestar como una exclusión del dominio español. En la misma medida que se va asentando esa cubanía se va produciendo este fenómeno de enfrentamiento. No casual, por tanto, que desde muy temprano, desde 1820, apróximadamente, ya hay manifestación en Santiago de Cuba de independentismo. El caso de Salvador Duany, que publica o hace circular aquí en Santiago y en otras zonas aledañeas, el acta de independencia méjicana. Lo es también cuando hay delegaciones de conspiraciones como las de Soles y Rayos de Bolívar, como el Aguila negra, como la de Ramon Pintó con posterioridad. También, con los movimientos de Armenteros, de Narciso López, que son grupos si bien a una conspiración nacional, responden a determinada característica de la región. Porque, no solo aspiran a la independencia, sino en algunos casos también aspiran a la abolición de la esclavitud. Pero, yo diría que, en sentido general, hay en toda Cuba un proceso que se conjuga, que se complementa tanto de ascensión a la cubanía como de liberalidad en el ámbito político, como de abolición en el ámbito social, como de aspiración de la independencia en el plano más alto de la política ya. Todo esto se va logrando muy lentamente, de forma muy progresiva y no sin oposición, incluso, entre los propios cubanos. Porque, también junto con todos estas aspiraciones de los cubanos, se va desarollando un sentimiento de evolución del sistema colonial español sin abandonar ese colonialismo español. ¡Sea, sin abandonar la metrópolis española! 

EUGENIO: 

¿Estamos entendiendole bien Joel, que hubo sectores dentro de la sociedad cubana que aspiraban a la independencia de Cuba, sin que esto contraiga una ruptura en el sentido cultural con la metrópolis? 

JOEL: 

Lógico, aunque mucha gente, muchos estudiosos niegan esta posibilidad. Se ha dado el caso de pueblos que han alcanzado la independencia através de la autonomía. Si en Cuba era más factible, bueno factible, eso es discutible. Se puede discutir el polémico, pero lo cierto es que cubanos con sentimientos tales, aspiraron alcanzar la independencia por la evolución. Por medio de la evolución y no por un enfrentamiento armado. ¿Qué pasó? España jugó siempre con estos sentimientos. Cada vez que hubo un período de ascenso de independentismo, entonces, España dió pávulo al movimiento reformista, al movimiento autonomista. Cada vez que el movimiento independentista fue enervandose, fue cediendo lugar, por el fracaso, digamos, como fue la Guerra de los Diez Años, como fue el fracaso de la Guerra Chiquita, entonces, España abandonaba todo sentimiento autonomista. E incluso, calificaba el autonomismo como una forma de independentismo y por lo tanto injustificable, inadmisible. Y, esto igualaba a veces, en determinado momento de la historia cubana, igualaba el autonomismo con el independentismo, para las miras de la política española. Los cubanos también, los hombres más pre – claros, supieron en un momento determinado distinguir, sobretodo, en la zona oriental, porque no es lo mismo el autonomismo en la zona oriental que el autonomismo en la zona occidental. O sea, en la zona oriental, los autonomistas cuando llegan, en este caso se llamaban reformistas, en aquel período. En el año 1867, después del fracaso de la Junta de Información, llegan a convertirse en ‘independentistas’. En un grado bastante amplio van a la guerra. Después muchos de estos elementos ‘autonomistas’ devenidos ‘independentistas’,  retrancan el desarollo de la guerra. Porque, son los ‘zanjoneros’ del período final de la Guerra de los Diez Años. Son los hombres que cansados de librar una batalla, que no ven la victoria cercana, que no ven la posibilidad de alcanzar esa independencia anhelada por medio de las armas, entonces creen en los ofrecimientos de Martinez Campos. Y, son, precisamente, el elemento en que se va a basar la política de atracción del Capitán General Jovellar y del Comandante en Jefe del Ejército español Martínez Campos, del ‘76 al ‘78 y finalmente, logran el Convenio del Zanjón. 

EUGENIO: 

Bien tomando en cuenta esta contradicción entre reformistas y autonomistas, por un lado, que aspiraban llegar a un acuerdo negociado con los españoles, con el régimen colonial español, sin mayores transformaciones sociales, y por otro lado, los que aspiraban la independencia absoluta de España, que me imagino, encerraba la abolición completa e inmediata de los seres humanos africanos esclavizados en Cuba, porque Cuba era esclavista en estos momentos. Muy a diferencia del resto del Caribe. Me parece que en todo este contexto debemos hablar de Antonio Maceo.   

 

ANTONIO MACEO Y GRAJALES,
HOMBRE DE CEREBRO Y VOLUNTAD
HOMENAJEADO EN SU TIERRA NATAL SANTIAGO DE CUBA

JOEL: 

Sí, en todo este fenómeno habría que decir una cosa. Eh, no solamente aspiraban a la abolición de la esclavitud por un problema social, sino también por conveniencias económicas. Ya de hecho la esclavitud era obsoleta. En la producción azucarera se había descubierto, se había ensayado en muchos lugares con la utilización del trabajo libre y había dado frutos mayores que lo que rendían con el trabajo esclavo. Pero, los hacendados criollos no podían deshacerse de la noche a la mañana de sus esclavos. Exigían compensación. 

EUGENIO: 

Indemnización! 

JOEL: 

General Antonio Maceo y Grajales

Indemnización! Y, por tanto, allí se pujaban. En este sentido estaba la puja, buscando una abolición con indemnización. Pero, cuando España se burla de los cubanos, con todo un sistema impositivo que, incluso, segun Le Riverend eran diecinueve (19) tipos de tributos lo que tenían que pagar los hacendados cubanos, los criollos en general, al fisco español y piden que se resumiera un grupo de impuestos, en un solo impuesto del 10 % sobre la renta. España lo que hizo fue crear un nuevo impuesto sin abolir aquellos que los cubanos querían se eliminasen, por eso van a la guerra. Pero, es interesante ver como a lo largo de la Guerra de los Diez Años va surgiendo un liderazgo popular en medio de la manigua. Si bien, la guerra es iniciada, por el elemento, digamos, pudiente, por los hacendados, criollos, ya cubanos, es cierto también que desde mediados y, sobretodo, a finales de la guerra, ya el liderazgo va pasando a manos de las clases más populares. Uno de los hombres que está en este liderazgo, es Antonio Maceo. Antonio Maceo se ha dicho, que salió a la guerra en el 22 de octubre de 1868. En buena ley no se puede determinar qué día exactamente salió Maceo a la guerra. Yo pienso, soy del criterio de que la entrada de Maceo a la Guerra de los Diez Años debió ser alrededor del 14 de octubre. Porque fue cuando se produjo en Santiago de Cuba los primeros alzamientos. Los primeros alzamientos de grupos como de Nicolás Pacheco, Polanco, Velazquez y grupos, partidas le llamaban entonces a los insurrectos, que respondían a Donato Mármol y a sus hermanos, que eran Raymundo Mármol,  Fransisco Javier del Mármol, Justo del Mármol, que estaban establecidos aquí en Santiago de Cuba mientras aquel vivía en la zona de Santa Rita. Ya en septiembre cuenta María Cabrales [esposa de Antonio Maceo] en carta a Fransisco de Paula Coronado, que Marcos Maceo [padre de los Maceo] había venido a Santiago de Cuba y se había enterrado de los trajines conspirativos. Desde entonces, o sea, desde septiembre 1868, comenzaron a conspirar en Majaguabo. Constituyeron una Junta Revolucionaria que se reunía en la finca llamada ‘La Esperanza’, para algunos otros ‘Granada’, que estaba situada un poquitico más lejana de ‘El Camino’, y que por lo tanto estaba más a reserva de la vista de los españoles. De modo que ya este grupo de hombres estaba preparado para cualquier contingencia, para cualquiera eventualidad revolucionaria. Por tanto, es probable pensar que cuando se produjeron los primeros alzamientos en la zona, también este grupo pudiera haberse alzado, o pudo haberse alzado y no esperar entonces hasta el veintidos. Lo que ocurre es que para esa fecha apróximadamente, del 22 de octubre, llega a esa zona llega la fuerza de Juan Bautista Rondón, que era un capitán de partida, Teniente Coronel realmente del Ejército Libertador, que encabezó la fuerza al cuyo frente estaba Antonio Maceo. Maceo se alza con un grupo de hombres, apróximadamente, de cien hombres que le llamaron ‘La Sección de Majaguabo’. Una sección compuesta fundamentalmente por vecinos, familiares y amigos. Están sus hermanos, están sus primos, incluso, tíos, por parte de madre incluidos en esta Sección. Cuñados, concuños y esta Sección va ser una Sección realmente memorable, que va a encabezar Maceo durante algunos meses, incluyendo su participación en el famoso combate de el Saladillo, que va a revelarnos ya a Maceo como un hombre de una tremenda capacidad para el combate que se estaba librando en Cuba, el combate de guerrilla. Se cuenta que en el combate Valenzuela, justamente, después que Tío Rosado había informado a Donato Mármol acerca de la imposibilidad de contener al enemigo, que avanzaba la fuerza de Valmaseda y que se habían retirado por eso, sinembargo, Maceo había quedado con esta Sección y derrotó a los españoles. Ya desde entonces, repito, comienza una historia, verdaderamente sorprendente, de su carrera militar, que lo lleva desde el alferazgo hasta el generalato mambí.

EUGENIO: 

Precisamente, su abilidad y su capacidad de ser hombre de guerra, excelente militar, y qué más podemos decir. Para poder conducir a tantos hombres bajo condiciones tan dificiles como estas en las cuales Maceo ha tenido que llevar a cabo las luchas, como dirigente, requiere de una preparación mental extraordinariamente grande, pienso yo. ¿No es eso? ¿Que podemos decir de este aspecto de Maceo? Antonio Maceo como intelectual de transformaciones sociales. 

JOEL: 

Sí, yo diría más bien, Antonio Maceo, como un pensador. Bien, desgraciadamente, la carrera militar de Antonio Maceo tan brillante ha opacado otros lados, otras aristas de su personalidad. 

EUGENIO: 

¿Oh, es que los que han escrito la historia por ahora, han enfatizado esto más? 

JOEL: 

Sí, por supuesto, yo diría que las dos cosas. Una, que no hay duda que el estrellato, la brillantez de esa  carrera militar, opaca otros aspectos de su vida y también gente que ha querido ver solamente este aspecto de su vida. Porque, es incuestionable que durante tantos años de publicada las obras como ‘IDEOLOGÍA POLITICA’, ‘PAPELES DE MACEO’, que revelan un pensamiento extraordinario, como también la famosa obra de Gonzalo Cabrales, ‘EPISTOLARIO DEL HEROE’, que revelan, repito, a un Maceo con un pensamiento político profundísimo, considero, que es imposible que durante tanto tiempo de publicado esas obras, hayan podido quedar prácticamente huerfana de interpretación. No han causado en la historiografía nacional, digo yo, el eco, la consecuencia, que debieran haber causado. Pudieron haber revolucionado la interpretación, sobretodo, de la biografía de Antonio Maceo. Y, pudieron haber aclarado mucho acerca de la interpretación de muchos sucesos históricos, valga la redundancia. Por ejemplo, hago hincapié en lo que, Eugenio, tu decías. En, ¿qué factores desarollaron en Maceo esa capacidad extraordinaria? Bueno, yo diría como en mi ensayo ‘Maceo heroísmo y sinderesis’, que la historia de Maceo es la historia de la voluntad. Es la voluntad, es la perseverancia, es la paciencia. Hay un hecho, aparentemente, digamos, intracendente, pero, que nos pinta esta voluntad, esta perseverancia, y esta paciencia de Maceo. Maceo era gago, dicen que todos los Maceo eran gagos. ¿Cómo este hombre pudo vencer esa gaguera? ¿Cómo pudo hacerlo de un modo, hasta hablar casi perfectamente? Eso solamente lo puede lograr alguien con una voluntad de acero. Eso lo puede solamente lograr alguien con una perseverancia tremenda, con una paciencia indiscutible. Pero, yo señalo este hecho, digamos, intracendente, pero puedo señalar hechos mucho más trasendentes. La sociedad colonial española estaba diseñada para que el hombre fuese inferior todo el tiempo: ¡EL NEGRO! Era un diseño que debía obtener siempre un hombre inferior y sumiso. Desde que nacían se inscribían en un libro aparte, los ‘negros’, llamados ‘morenos’ y ‘pardos’.  Cuando se casaban, se inscribían en un libro aparte de los blancos. Cuando morían se registraban también en un libro aparte de los blancos. Los negros solamente podían cursar hasta la enseñanza elemental, que vendría ser hoy, apróximadamente, un cuarto grado. El intendente Queypo [?] decía que el negro había sido hecho por Dios, por supuesto, para servirle al blanco. Lo decía también en el año 1849, Tomás Pío Betancourt, que era el ideologo del integrismo español. Pero, incluso, más que eso lo decía [José Antonio] Saco. Saco que bien lo sabemos todos nosotros, fue un hombre extraordinario para el autonomismo cubano, para el liberalismo cubano, pero fue un racista de marca mayor, que propendió a ‘blanquear’ la isla. Que era enemigo de la trata de esclavos, pero no por el sentido humano en sí mismo, sino porque iba a ‘enegrecer’  la isla. Porque iba a embrutecer la isla. Porque también él era partidario de la idea de que el negro, esencialmente, era inferior al blanco. Pero, además, decía Saco en uno de sus pronunciamientos:  “el peligro de Cuba no viene tanto de la muchedumbre de negros, como de los pardos, porque éstos pretenden igualarse a los blancos”. Estas teorías raciales que son plenamente racistas, que son también base de apartheid, indiscutible, son la ideología que predominan. Tanto que Ferrer de Cauto, hizo un folleto explicando como manumitir a los negros en los años 60, y este señor Ferrer de Cauto, que después, nosotros lo consideramos como todo un reaccionario, se buscó el pan con hormigas, como decimos nosotros los cubanos. Porque, fue rechazado por todos los hacendados. Bien, en los años 60 también el gobierno español dictó una circular, que previendo la mala influencia de la guerra de sececión en Cuba, que había logrado que los negros fueran un poco más rebelde, dicta esta circular para recordar a los negros que estaban subordinados a los blancos, que eran inferiores a los blancos, y que debían todo el respeto a los blancos.   

EUGENIO: 

¡Eso era su código negro!   

 

ANTONIO MACEO: “APOSTOL DE LA UNIDAD CARIBEÑA”
PROFESOR TONY VAN DER MEER DE UMASS BOSTON Y LA ORGULLOSA MACEÍSTA, RAFAELA SAVIGNON, RINDEN HONOR Y RESPETO CON ALEGRIA

JOEL: 

¡Eso era un código! Entonces, en esta sociedad surge Antonio Maceo. Antonio Maceo debió ser, por tanto, un hombre inferior. Un ‘pardito’.  Bueno, es más. Recuerdo también que un capitán general Calleja, fue expulsado, prácticamente, de Cuba, porque osó llamarle ‘niño’ a los ‘negritos’. Sea, como no empleó el término de ‘negritos’, y si el de ‘niños negros ’ o  ‘niños de color’, pues, fue prácticamente, torpedeado por los elementos integristas y hacendados racistas y tuvo que abandonar la capitanía de Cuba. Bueno, Maceo logra, sinembargo, por autodidactismo, que también es señal de voluntad, que también es señal de perseverancia, que también es señal de paciencia extraordinaria, logra alcanzar una cultura elevadísima. Lo logra através del estudio de diferentes obras. Lo logra através de la lectura constante de la prensa. Lo logra através de su relación con hombres cultísimos con los cuales siempre propendió a relacionarse. Y, esta cultura aprendida en el mejor sentido de la palabra, en el más amplio sentido de la palabra, este pensamiento que hace suyo de los hombres más célebres, de la manigua, e incluso, de aquellos hombres célebres, que através de libros él contacta, lo convierten muy rápidamente en un hombre culto. Y, digo muy rápidamente, porque esa cultura la adquiere, pero siempre la va a perfeccionar, la va a ampliar, la va a incrementar. Maceo, por tanto, ya en la Guerra de los Diez Años, es un hombre, fíjese bien, brillante en el campo militar, de una valentía a toda prueba y realmente impresionante. Pero, es un hombre también de una cultura elevada. Es un hombre de un pensamiento profundo y equilibrado. La capacidad natural que muestra Maceo, para juzgar las cosas de la vida y para adoptar una conducta concordante con esta apreciación del mundo, que le rodea, es lo que nosotros llamamos ‘sinderesis’. Sea, la capacidad natural que tiene el hombre, para juzgar rectamente. Para juzgar con arreglo a la moral. Porque, Maceo es también un hombre con una educación, en el sentido de las virtudes humanas, muy elevada. Quien quiera que revise la obra de Antonio Maceo, su vida, su correspondencia, hm, su pensamiento, se percatará que siempre hay una invocación constante a la virtud. Siempre hay una invocación constante a la honra, a la honestidad, Siempre hay una invocación constante a la gloria. Siempre hay una invocación al desprendimiento del interés personal por el interés colectivo. Siempre hay una invocación constante a la patría y a la humanidad. 

EUGENIO: 

Maceo, hombre que tuvo la valentía humana, y también, diría yo, la inteligecia, de citar a quien fuera el General Arsenio Martínez Campos, a reunirse con él en Baragua. Para enseñarle a él que, no, el pacto de Zanjón más nunca pueda ser el caso. Porque, aquí no se puede hablar de Cuba, sin ser Cuba independiente, por un lado, y sin, por otro lado, haber abolido la esclavitud en sentido total y absoluto. Me parece que cuando Martí habla de “más que negros, más que blancos, somos cubanos…”, que sinceramente creo, que no es para Antonio Maceo que él habló. 

JOEL: 

¡Claro que no! Tu has hecho alusión a la Protesta de Baragua. Eso es un capítulo, que verdaderamente no se ha estudiado del todo en Cuba. 

EUGENIO: 

Precisamente, muy de acuerdo, muy de acuerdo contigo Joel y por eso, es tan importante conocer tú opinion acerca de ese tema, para que nuestros amigos y amigas de todas partes del mundo puedan participar en este proceso de pensamiento. 

JOEL: 

Bueno, ¿qué se ve en la Protesta de Baragua, Eugenio? Tiende todo el mundo a creer que fue un acto de suicidio político, fue un acto de Kamikaze.  O sea, un grupo de cubanos, que de una manera, digamos, soñadora, de un idealismo extremadamente romántico decidieron inmolarse tan solo por preservar la idea de una causa. Hubo algo de eso. La Protesta de Baragua fue un hecho altamente altruista. Pero, yo quiero decir, que fue ante todas las cosas un acto de un supremo estadista. Fue todo un movimiento muy bien pensado, muy bien calculado. Quien quiera que lea las cartas de Carlos Bardell Castillo, perdón de Martínez Campos a Carlos Bardell Castillo, se percata de la situación verdaderamente insostenible que tenía el ejército español en Cuba. Agotada totalmente.

EUGENIO: 

Estaban exhaustos los hombres del ejército español. 

JOEL: 

Sí, exhaustas las finanzas. Exhausta la soldadezca. Estaba realmente carente de medios de habituallamiento. Confesaba Martínez Campos a  Carlos Bardell Castillo, que para ellos encontrar un boniato, era como hallar, yo diría, en un parrangón, una aguja en un pajar. En parte a los cubanos, habituados a ese mundo, desarollados en ese medio, encontraban comida abundante en los bosques salvajes de la Cuba de entonces. España no podía sostener la guerra. Cada vez de guerra constituía para ellos, sin librar una sola batalla, sin tener un solo muerto, sin tener una sola baja, constituía una derrota. Cada día que se extendiera la guerra, era una realmente carga insoportable para el ejército español y para el gobierno metropolitano en Cuba. ¿Quién comprendió eso con una profundidad tremenda, con una clarividencia tremenda? ¡Antonio Maceo! El esfuerzo de Maceo por sostener la guerra, está dirigido ahí, a mantener la guerra por el mayor tiempo posible, a sabiendas, de que España no podía entonces sostenerse en Cuba si la guerra se prolongaba seis, ocho, nueve meses, a un año. La labor que él despliega es extraordinario. No se ha revelado toda la labor que desplegó Maceo. Cómo tuvo que hacer para convencer a muchos de sus seguidores. Hay relatos que reflejan cómo tuvo que convencer a su escolta. Cómo se hace víctima él ante la escolta, y les dice que si ellos no están en disposición de seguirlo, que abandonaran el campo. ¡Que él no se iba a sentir! Y cómo la escolta le responde, de un modo unánime, sumamente emocionado y agraviado a la vez por esta consideración de Maceo. Y, reiteran su fidelidad. Cómo tiene que convencer a Pedro Martínez Freyre, que piensa como muchos, que ha llegado el momento de no hacer inutiles esfuerzos y de acogerse al convenio o pacto del Zanjón. Hay que decir también, honor a la verdad, que después Pedro Martínez Freyre es uno de los ultimos que aceptan el ‘convenio del peladero’, que fue el que el 21 de mayo ya acogió la capitulación, después de la Protesta de Baragua. Como logró convencer a Vicente García, que segun Martínez Campos, ya éste había entrado en consideraciones de paz con el gobierno español en Cuba. Y, sinembargo, Maceo lo atrae a la protesta. Cómo hace una labor similar con Gómez, Rafael Rodriguez y Collazo cuando vienen de comisionado del Camagüey.  Y, que si no obtiene los mismos resultados con ellos, es porque estos ya habían dado su palabra de acogerse al convenio allá por acuerdo de la reunión de los militares del centro. Bien, lo que logra Maceo con esto es suficiente para prolongar la guerra. Pero, pensando siempre y eso lo dice también el propio Maceo, en convencer a muchos cubanos presentados para que volvieran al campo. En convencer a muchos cubanos en las ciudades para que se incorporaran al Ejército Libertador. En convencer como lo hizo en su carta dirigida el 18 de marzo 1878 a Sanguily y a otros jefes en la emigración para que la emigración diera todo su apoyo en armas, en dinero, en expediciones, en hombres al grupo de veteranos mambises, que habían decidido continuar la lucha. Es por esto, que tenemos que considerar que la Protesta de Baraguá, incluso, el acto mismo de la entrevista con Martínez Campos, que Martínez Campos llega a descubrir cuales son las verdaderas intenciones de Maceo. Que era ganar tiempo. 

EUGENIO: 

Y, aceptó en hablar con Maceo. Cosa que él no estaba obligado en hacer. 

JOEL: 

No estaba obligado, pero que él quería de todas maneras, más que convencer a Maceo, era debilitar a los hombres que seguían a Maceo.  Era ofrecer determinadas, digamos, promesas que rompieran la unidad monolítica de  los jefes que seguían a Maceo. Cosa que no consiguió, por lo menos, aparentemente. La Protesta de Baragua viene a ser así. Por tanto, uno de los hechos más extraordinarios de la historia de Cuba, no solo por lo que se ha dicho, porque se extendió un puente, digamos, entre la Guerra de los Diez Años y los esfuerzos posteriores por la independencia, no solamente por salvar la dignidad de los cubanos, que de hecho, pudieron limpiar su imagen ante la historia, puesto que siguieron luchando por la independencia y la abolición de la esclavitud, sino también por otras razones. Porque, fue un cálculo de un verdadero genio estadista, de un estadista genial, que podía realmente materializar su plan de proseguir la guerra y de obtener la victoria solamente por la prolongación del conflicto contra España. Esta genialidad de Maceo es parte también de lo que hemos llamado la sinderesis. Como juzga de una manera tan rápida, tan natural, del modo más correcto. Bueno, la historia de Antonio Maceo está llena de decisiones y apreciaciones como esto. Durante el período de la emigración también. 

EUGENIO: 

Exactamente, exactamente, lo que vamos entendiendo es que él estaba plenamente consciente de que aquí se trataba de la unidad de todos los cubanos. El pensaba de un país Cuba independiente, bueno, cumpliendo con todos los principios de bienestar social para tanto los descendientes de españoles, como los descendientes de africanos, y otras descendencias en Cuba. 

JOEL: 

Claro. 

EUGENIO: 

Por eso, que hice referencia a Martí, lo que él dijo “más que negros, más que blancos somos cubanos”, que insisto que me parece que no fue para Maceo. 

JOEL: 

¡No fue para Maceo! Mira, es verdaderamente extraordinario. Maceo fue un hombre que estuvo muy por encima de las razas. ¡Raro en aquella época! Porque, quiero decirte que hombres, por ejemplo, como Félix Figueredo, a quien se le ha atribuido con cierta razón ser un mezena político de Antonio Maceo, de haber sido en cierto sentido un tutor político de Antonio Maceo, le escribe una carta a su primo Fernando Figueredo, en la que le dice:  “yo soy de acuerdo que los negros sean libres, pero cuidado con elevarlos a la categoría de señores, porque entonces vendrían las inconveniencias”. Fijense bien, estamos hablando de los años 1882 - 1883. Si este hombre en este período, este hombre que fue un íntimo de Antonio Maceo, en este período posterior a la Guerra de los Diez Años, tiene esos conceptos racistas, ¿que no serían otros?  Y lo vamos a tener en el enfrentamiento de Antonio Maceo con muchos casos. Yo recientemente dicté una conferencia en el Aula Ernesto Bouche, acerca de quienes, cuando y porqué hablaron o enjuiciaron mal a Antonio Maceo. Resultó muy interesante el estudio de este tema, porque cuando Usted enfrenta a los que opinaron mal de Maceo, resulta que en un 95 %, para no ser absoluto, todo lo que hay en el fondo es sencillamente prejuicio racial. Cuando Usted lee las cartas de José de Jesús Pérez, de Matías Vega Alemán a Vicente García, primero, en el año ’75 cuando la jura de Varona, te das cuenta de que lo que hacen es sencilla y llanamente argüir problemas raciales. Y, esta carta famosa de Maceo al Presidente de la república en la que le dice, que él creía que algunos rumores que se estaban propalando eran de origen del enemigo y que desgraciadamente con pena se da cuenta de que no, que vienen de sus propios compañeros, está refiriendose a todo este fenómeno. A estas cartas, estos rumores que pretenden destituirle, incluso, como Jefe de la División, tan solo por el hecho de que Maceo era negro, y ellos no admitían tener un Jefe negro. Maceo. Sinembargo, el 30 de junio de 1875, se había presentado al campamento de Espotorno y Tomás Estrada Palma, denunciando una conspiración de los oficiales negros de su División, que querían apartar, eliminar a los oficiales blancos. Esta actitud de Maceo, incluso, vindicando como jefe de este movimiento racista negro a Guillermón Moncada, nos da la medida de un Maceo que está por encima totalmente de las visiones raciales. Como para Maceo lo más elemental que hay es la justicia humana. Este hombre, señores, es sorprendentemente justiciero. Este hombre está por encima de las nimiedades de la raza. Este hombre es la imagen de la virtud. Este hombre cree en las virtudes humanas. 

EUGENIO: 

Bien convencidos estamos y persuadidos de la grandeza de Antonio Maceo, en este sentido, Joel, ahora, tenemos que luchar contra el tiempo. Vamos a ver algunas cuestiones de forma rápida a la que primeramente, claro, quisiera hablar de Maceo en relación con el Caribe. Nosotros nos sentimos bien orgullosos que en los momentos de exilio, él fue recibido por y vivió con el pueblo de Jamaica, el pueblo de Haití, el pueblo de la República Dominicana, él llegó hasta Santo Tomás, que son las Islas Virgenes, y otros países como Costa Rica, Panamá, etc. ¿Qué nos puede decir acerca de eso? 

JOEL: 

Podríamos decir, que Maceo, es quizás uno de los más grandes líderes caribeños de Cuba. Sea, que dió Cuba. Dondequiera, que hizo estancia y vida Antonio Maceo en el Caribe, dejó una estela de admiración, dejó un emporio de amistad, dejó también signo de su pensamiento de gran progreso. Cuando se establece en Haití procura con el entonces Presidente Salomon, y con otros, con el General José Lamothe, ¿procura qué? Procura la unidad de este país con otras repúblicas de origen similar, ¿para propender qué cosa? ¡El bienestar! Se ha dicho, que el objetivo era crear repúblicas negras en oposición a las repúblicas blancas. ¡No! Era buscar el origen de estas repúblicas, que tenían tantos elementos negros. 

EUGENIO: 

Y, es interesante, no dijeron lo mismo de Simón Bolívar cuando el estuvo en Haití. El estuvo en Haiti y se reunió con Alexandre Pétion, y Alexandre Pétion lo ayudó tanto, tanto, tanto, pero nunca se ha dicho nada de eso de Bolívar. Ese gran líder visionario de Nueva Granada o Gran Colombia.                 

JOEL: 

Es cierto, enteramente cierto. Te doy toda la razón, Eugenio. Siempre que alguien como Antonio Maceo, promueva una idea, similar a otra promovido por otro elemento que no haya sido de la llamada ‘raza del color’, vamos ha decirlo así, muy mal dicho. 

EUGENIO: 

¡Hay que hablar claro! 

JOEL: 

¡Claro! Entonces es más juzgado. En realidad hay una ánima pasión tremenda por parte de algunos enunciadores, por parte de unos exégetas de la historia de Antonio Maceo. Pero, como bien te digo, él fue el hombre que más luchó, lo digo así de modo absoluto, el hombre que más luchó por la elevación del negro, sin perjudicar en lo absoluto a las demás razas. Es más fue también de los que más luchó por la unidad racial en Cuba. Porque, se habla tan solo de los méritos unitarios de Martí, indiscutible por supuesto, Martí fue uno de los hombres que estuvo por encima de las razas. Otros de los hombres que estuvo por encima de estas nimiedades, estas limitaciones del pensamiento humano. Pero, lo fue también Antonio Maceo. Fue un ‘apóstol de la unidad del pueblo cubano’.  

EUGENIO: 

¡Mucho antes que Martí. Porque, con la Protesta de Baraguá, Martí no estaba ahí! 

JOEL: 

¡Por supuesto! Mucho antes que Martí también formuló la idea de crear un partido, para que dirigiera la lucha. El dia 1ro de noviembre de 1886 le escribe una carta a José A. Rodriguez, director entonces de la “Imparcial” de New York, en esa carta Maceo no solamente da la idea de formar un partido, sino que dice como debía estar formado ese partido, como estructurar ese partido, y cuales serían las principales metas de ese partido. O sea, que no fue tan solo el esbozo de una idea, sino fue, incluso, una delineación de como debia ser el partido que dirigiera la lucha de los cubanos. En cartas también memorables a Martí y a un grupo de revolucionarios que le escribieron el 16 de diciembre de 1887, escribe el dos cartas de respuesta. La primera por estar enfermo no abordó todo en profundidad. Las escritas el día 5 de enero de 1888, la segunda escrita el 15 de enero de 1888, en ambas realmente se rige, el es defensor del elemento negro. Lo primero que le dice, la unidad. La unidad, sobretodo, la unidad cordial entre todos los cubanos. Pero, está hablando también de que no haya subordinación de una clase sobre la otra. ¿Qué pasa? Allí en aquel entonces se hablaba de ‘clase’, y cuando hablamos de ‘clase’ en aquella época, estamos hablando de ‘raza’.  

EUGENIO: 

Estaba vinculada los dos conceptos tanto en una perspectiva economicista y al mismo tiempo cultural, entonces racial. 

JOEL: 

Claro, cuando uno revisa los textos uno se da cuenta de que para ellos ‘clase’ era sobretodo ‘raza’, ellos hablan de ‘clase’ como ‘raza’, Entonces, ¿qué pasa? Maceo en esta carta defiende varias cosas: lo repúblicano por encima de lo monárquico; lo democrático por encima de lo dictatorial. Fíjense, hay una diferencia entre dictadura y tyrania. Estamos hablando de un período en que tanto él como Gómez son acusados por muchos de tener ideas dictatoriales. El las tiene y en realidad las confiesa, para dirigir la guerra, pero no para hacer el movimiento revolucionario y no para la república. Maceo es un hombre esencialmente democrático. De un pensamiento democrático profundo. De un pensamiento liberal, en el mejor sentido de la palabra, entonces, profundo. Y, lo revela en todo este período. En Honduras,  que es su universidad política, el comparte plenamente las ideas del movimiento reformista hondureño. Tanto de Ramon Rosa como de Marco Evelio Soto y después de Elibroa.  En Jamaica, como bien apuntaba Eugenio. En Costa Rica. En Honduras también quiere forma una colonia. Una colonia que a la vez que propenda el bienestar económico para esta región y para Honduras, reuna los cubanos, resuelva sus problemas perentorios económicos, y los tenga listos para cualquier empresa revolucionaria en Cuba, como lo hizo luego en Costa Rica. Que si esa colonia cubana no vino más rápidamente hacia acá y fue más decisiva su participación en la guerra, se debió, justamente, a que no se cumplió el proyecto de Maceo de venir en una expedición más grande. Y, con las miras de ahorrar económicamente, se llevó Martí por Flor [(Crombet] a venir a hacer una expedición con 2000 pesos, que fue realmente un fracaso. Fracaso que pudo traerle la muerte a él, que milagrosamente salvó la vida, no se sabe ni como. Que pudo traerle la muerte también a José, que salvó la vida, como todo el mundo  sabe, milagrosamente, tirándose de una faralla para abajo. Que le trajo la muerte a Flor. Que pudo traerle la muerte a Silverio Sanchez y a Agustín Cebreco, que se tuvieron que alimentar, es el unico reporte que la literatura universal considera! Se salvaron comiendo cayajabo, que es un fruto venenoso. Entonces, después de todo esto, nosotros pensamos, que en toda la vida, en toda la biografía de Antonio Maceo, hay una lucha permanente por la superación del negro, por la elevación del negro, sin perjuicio de ninguna otra raza. Es más, en una alocución a los negros les dice: “yo no quiero que el negro acepte nada por el color de su piel, sino por el ejercicio de sus virtudes”. Invita a los negros a la aprehensión de las virtudes humanas y al ejercicio de estas virtudes humanas. Bueno, también en el sentido de la unidad del pueblo cubano, sin distinción de razas como bien te decía. Sin perjuicio a las demás razas. Porque, siempre Maceo distinguió los blancos .En otra alocución, precisamente, le dice a los negros: “uníos a los blancos”, así en estos términos claros, que junto a ellos alcanzaremos la libertad, la independencia... Estamos viviendo en una época, pese que se acabó la Guerra de los Diez Años, pese a que muchos cubanos como los Cisneros  Correa, que eran santiagueros, y siempre lucharon por el negro, por la superación del negro, por la concesión al negro no solamente de la libertad, sino todos sus derechos civiles y políticos, entonces, y sí se ve que independientemente de estos hombres, existian aquella época, muchos cubanos, y patriotas con grandes méritos, que sinembargo, eran racistas. No voy a mencionar nombres, no hace falta. Algunos se conoce.

EUGENIO: 

Se puede mencionar algunos, no importa. 

JOEL: 

Bueno, el mismo Maceo acusa Calixto García  de racismo. Racista también era Ignacio Eve Pérez, que le escribe una carta en 1887 a Gómez acusando a Maceo de millones de defectos, pero los defectos más inconcebibles. Y, al final lo unico que dice una cosa que revela cuales son sus esencias contra Maceo, dice: “este hombre piensa que Cuba es Africa, que el puede gobernar como un rey”. O sea, que él no puede admitir ni que pase por su cabeza, que Maceo puede ser libre en un país como Cuba, que Maceo hombre negro, pueda ser libre en un país como Cuba. Racismo también hay en otros hombres, que no entienden como Salvador Cisneros Betancourt, que Maceo también puede ser libre en este pueblo. Y, se lo dice en una carta, muy franca, por cierto, una carta de 1892. Maceo propende a la unidad del Caribe. Maceo es sin lugar a duda de los cubanos, el hombre que más vivió en el Caribe, pero también que más amó y que más luchó por el desarollo y la felicidad del Caribe. En cada uno de los lugares que fue, vió cada uno de los países del Caribe como su propia patría. 

EUGENIO 

Sintió a los pueblos del Caribe siempre muy de acerca y el pueblo del Caribe siempre estará muy agradecido a Antonio Maceo por su amor a los pueblos del Caribe, sus visitas y sus opiniones sin prejuicios hacia estos pueblos. Bueno, Joel estamos llegando al final de este diálogo, que vamos a continuar en otro momento, sin lugar a duda, porque quedan muchos, muchos temas más para abordar. Pero, cual será su mensaje brevisimo a nuestros amigos y amigas oyentes y lectores, del fondo de su corazón maceísta.  

JOEL: 

Bueno, cuando Maceo murió, se desarolló en el mundo, porque quiero que

sepa, que de los cubanos ilustres, uno de los hombres que más repercutió en el mundo fue Antonio Maceo. Pero, quiero apuntar algun detalle. En Estados Unidos, los negros comenzaron a llamar a sus hijos Antonio Maceo, así con nombre y apellido, como nombre, Antonio Maceo. Bueno, yo quiero que sepan, que este hombre es, sin lugar a dudas, un dechado de virtudes. Que este hombre es sin lugar a duda un modelo, que la humanidad toda, no solamente los hombres del Caribe, que la humanidad toda, podíamos tener para enfrentar al mundo como el de hoy en el que la espiritualidad ha perdido tanto. En que la materialidad se ha convertido en un objetivo humano. En que se lucha tanto por la libertad y por la felicidad del ser humano. Yo creo que Maceo es realmente el ejemplo, que nosotros los caribeños debíamos tener siempre presente para seguir adelante. 

EUGENIO: 

Muchas gracias Joel Mourlot Mercaderes, mucho éxito en tu trabajo como periodista e investigador sobre la vida de Antonio Maceo, pues sobre la vida de nuestro Caribe. 

JOEL: 

Gracias a tí, Eugenio, por esta oportunidad, que aunque a vuelo de pájaro hemos podido acercarnos a esta figura extraordinaria que nunca me cansaré de repetirlo, es uno de los más grandes hombres que ha dado América, el Caribe y Cuba. 

EUGENIO: 

Muchísimas gracias. 

 

ENTREVISTA REALIZADA EN EL REPARTO TIVOLI
SANTIAGO DE CUBA
20 – 4 – 01

FOTOREPORTEROS:

Portada: Aldo

Foto Joel Mourlot Mercaderes: Eugenio Godfried

Foto Plaza Antonio Maceo: Luis Bennett Robinson

Foto Antonio Maceo, Profesor Tony van der Meer de UMASS Boston, Rafaela Savignon: Eugenio Godfried

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Antonio Maceo, "the Bronze Titan"
Entrepreneur, General
1845-1896


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