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Cumplir la dueda con las mujeres mambisas
Por Gisela Arandia, 12/2014
En víspera del Decenio Afrodescendiente a partir del 1 de enero del 2015,
el Doctor Eduardo Torres-Cuevas
dedicó una conferencia al paradigma MACEO-GRAJALES,
en el contexto de la PRIMERA JORNADA CUBANA
CONTRA LA DISCRIMINACION RACIAL donde exhortó a reivindicar,
investigar y visibilizar el papel de las mujeres mambisas, negras, y
cubanas en general durante la independencia de Cuba.
El profesor Torres-Cuevas convocó a una acción futura inmediata para pagar
la deuda histórica con las mujeres mambisas y con
Mariana Grajales como su
representación excepcional, en el Bicentenario de su nacimiento en el
2015. El historiador Torres-Cuevas explicó que no es posible hablar de
Maceo sin tener en cuenta las raíces familiares que desde su la niñez
fueron diseñando su conciencia social. Comentó que desde su punto de vista
personal, la formación educacional está compuesta por una triada
inseparable donde se articulan el hogar, la escuela y el barrio.
Desde esa perspectiva habló de algunas costumbres de Maceo que hicieron de
él una personalidad única donde la enseñanza del hogar fue incluso más
importante que la escuela. Explicó el papel decisivo que tuvo la
disciplina familiar y como eso influyó en su gestualidad, el modo de
hablar pausado y bajo, dando las órdenes sin gritar. Contó aspectos de su
vida cotidiana, como que al concluir cada combate tomaba un baño, se ponía
ropa limpia y se perfumaba.
Comentó Torres-Cuevas la visión que tenía José Martí tenía de Maceo a
quien definió como “hijo de leona y de león”, porque había sido amamantado
con leche y sangre de una estirpe de familia donde se había forjado al
unísono un sentimiento y pensamiento emancipador que se fusionaron en una
práctica cultural insólita para esa época.
Narró el conferencistas con detalles conmovedores la famosa frase dicha
por Mariana Grajales, en víspera de la contienda armada, al pedir a toda
la familia que se arrodillara, diciendo con la cruz en la mano: “…Juramos
ante Cristo fue el primer hombre liberal, liberar la patria o morir por
ella…” El doctor Torres-Cuevas explicó la significación conceptual del uso
de la terminología liberal, al definir a Cristo con una categoría
epistemológica desconocida aun en el siglo XIX. Al clasificar a Cristo
como un liberal, Mariana Grajales se adelantaba a su época
conceptualmente, dijo, mostrando con sus palabras la dimensión de un
conocimiento humanista poco frecuente en aquel momento.
No era una mujer ignorante recalcó Torres-Cuevas, porque organizaba
tertulias hogareñas donde leían a los pensadores y literatos más
reconocidos de la época, lo que desmiente algunos enfoques popularizados
sobre la supuesta condición iletrada de la madre de esta mujer
excepcional.
Habló también de Marcos Maceo el padre de Antonio y de su membresía
masónica afiliada al independentismo. Se trata de un modelo de familia,
apuntó el conferencistas, que se va estructurando desde líneas paralelas
para crear un modelo de conducta en un proceso de continuidad que se
enriquece más tarde con la presencia de Maria Cabrales, la esposa de Maceo
y el resto de hija e hijos.
El Dr. Torres-Cuevas, director Biblioteca Nacional de Cuba, comentó la
influencia que ejerció Antonio Maceo en poetas como Rubén Dario y Julian
del Casal y en Enrique Loynaz del Castillo, autor de la letra del Himno
Invasor, originalmente compuesto como Himno a Maceo, pero que la modestia
del líder cubano declinó más tarde. Sin embargo, agregó, es posible
apreciar en la lectura de esa letra una semblanza directa al general
Antonio.
En ese recorrido histórico Torres-Cuevas abordó diversos planos, de lo que
él considera la trascendencia de Antonio Maceo, donde todavía existe un
vacío historiográfico sobre su protagonismo como líder latinoamericanista
y su impacto no solo en la independencia de Cuba sino en Colombia, en la
revolución mexicana, en las luchas en Costa Rica y Guatemala. En esa parte
de su análisis explicó lo que algunos textos definieron como “hombre
modelo”, en un folleto conocido también como “El manual de la lucha” o
“Código Maceo”.
En esa parte de su trayectoria dijo Torres-Cuevas que Maceo encarna la
aparición de un pensamiento americanista de emancipación nuevo, algo que
es posible apreciar en los textos escritos sobre sus encuentros con otros
líderes de la región. Diversos testimonios afirman, dijo Torres-Cuevas,
que su muerte no significó solamente un duro golpe solo para la revolución
cubana, sino que fue también fue calificado como el descabezamiento y la
pérdida del liderazgo de un movimiento continental creado a partir de él.
Porque el objetivo final de Antonio Maceo no era solo ganar la guerra sino
transformar la realidad imperante, la revolución significaba para él el
cambio social indispensable y necesario, apuntó el conferencista.
Un aspecto pendiente que todavía hay que explorar son sus cartas, expresó
el historiador, porque en ellas Antonio Maceo, demuestra el conocimiento
de la literatura más ilustrada de la época incluyendo a Víctor Hugo y
otros escritores notables de la llamada Ilustración. Torres-Cuevas explicó
como a través de la correspondencia de Maceo es posible apreciar tres
momentos importantes de su pensamiento siempre en evolución.
El primero cuando dijo: “Yo, soy el ciudadano que viste el traje de
guerrero” Ahí es posible encontrar al creador de la patria, al ciudadano.
Una segunda etapa cuando escribió: “Yo soy un obrero de la libertad”, en
ese texto está presente el carácter masónico de su proyección social. Y en
tercer lugar están aquellas cartas donde está presente su concepción
latinoamericanista que expresa su visión sobre la importancia de la unión
de las fuerzas políticas, para cambiar a la oligarquía latinoamericana de
ese momento por una América Latina libertaria.
La coincidencia de fechas con la conmemoración anual sobre Antonio Maceo
el 7 de diciembre y del inicio del Bicentenario del nacimiento de Mariana
Grajales, de la mujer negra más importante de la historia de Cuba,
propició una perspectiva que no había sido prevista de antemano, pero que
enriqueció políticamente el programa.
La reflexión sobre impacto del paradigma MACEO-GRAJALES, devolvió con
claridad la génesis de conceptos y comportamientos donde están ancladas
las bases recurrentes del racismo histórico antinegro en la sociedad
cubana. Sin lugar a dudas ese acercamiento permitió repasar esa etapa
decisiva de la sociedad cubana, de la mano del profesor Torres-Cuevas que
sirvió para adentrarnos en un enfoque ideológicamente más preciso sobre la
lucha actual contra la discriminación racial.
Sin historicismos retóricos, sino desde una secuencia social que no por
repetitiva ha perdido su fundamentación. La decisión de concluir la
PRIMERA JORNADA CUBANA CONTRA LA DISCRIMINACION RACIAL, desde el paradigma
Maceo-Grajales tendió un puente hacia la realidad actual en la medida en
que brindó la posibilidad de visualizar zonas ocultas aun de nuestra
historia, donde sobreviven actitudes contemporáneas discriminatorias de
racialidad. Pero esas reflexiones ofrecieron la oportunidad de analizar
con un enfoque pragmático de las estrategias y tácticas de ese modelo de
familia negra en el siglo XIX. Y preguntarnos entonces cuáles de esos
métodos conservan vigencia, por ejemplo el papel de la educación y la
ética familiar como metodologías para contribuir a la deconstrucción
estructural del racismo actual.
Se trata de historias no bien contadas aun, donde permanecen ocultos
acontecimientos y personajes que enriquecen el discurso actual como el
papel de las mujeres negras que combatieron por la independencia junto a
sus compañeros y prefirieron morir antes de abandonar a la patria.
En la clausura fue leída una síntesis del impacto de la PRIMERA JORNADA
CUBANA CONTRA LA DISCRMINACIÓN y la convocatoria para el próximo año.
Señala el documento que se trató de un esfuerzo modesto que permitió
colocar al tema de la lucha contra el racismo en el espacio público donde
se realizaron acciones ya tradicionales de la agenda antirracista en el
contexto cubano para fortalecer el proyecto de la revolución cubana.
El encuentro con otros públicos durante el concierto de Gerardo Alfonso en
el Pabellón Cuba y el Bailable de Adalberto Alvares en el Salón Rosado de
la Tropical muchas personas escucharon por primera con asombro pero
también con un re-encuentro con la consciencia social acerca del impacto
negativo de la discriminación racial.
La Articulación Regional Afrodescendiente, para las Américas y el Caribe,
ARAAC, Cuba, promotora de ese evento expresó su solidaridad hacia los
movimientos sociales que están apoyando a los familiares de los 43
estudiantes normalistas desaparecidos en México. Y también enviaron un
mensaje de solidaridad con la población afroamericana que sufre
actualmente nuevas expresiones de racismo extremo.
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