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Cofradía de la Negritud - CONEG
Desde la Ceiba
Nº 151, domingo 6 de abril de 2014
Sumario
• Sumar y no restar: ARAAC más allá del
debate
• Respuesta Interna por Alberto Jones
• El papel del racismo en la ofensiva imperialista
• Mi Socio Manolo (Croniquilla desde el fondo del
caldero (Cont.…) por Tato Quiñones
• Invitación de la Biblioteca Nacional José Martí
• Trovador Gerardo Alfonso cantará en Vancouver
Sumar y no restar: ARAAC más allá del
debate
La Articulación Regional Afrodescendiente desea reconocer
la colaboración de las instituciones gubernamentales cubanas que el pasado
21 de marzo se sumaron, por primera vez, a la celebración del Día
Internacional contra la Discriminación Racial. Nos parece un gesto
importante que debe ir sumando conciencia y acciones emancipatorias por
las luchas antidiscriminatorias en general y antirracistas en particular
que están teniendo lugar en la esfera pública cubana de los últimos
lustros.
El esfuerzo de personas, grupos y organizaciones de la
sociedad civil comienza a ser acompañado por varias instituciones y
organismos que, aunque pocos aun, ayudan a tomar conciencia pública de la
fuerza que vienen tomando gestos, actitudes y acciones racistas expresadas
por personas e instituciones, así como de otras necesidades que nuestro
sistema de educación o nuestros medios de comunicación, para solo hablar
de dos sectores, no insertan en sus políticas. ARAAC reitera su
disposición de trabajar con todas y cada una de las instituciones y
organismos cubanos gubernamentales y no gubernamentales en la promoción de
la igualdad racial en Cuba y en la búsqueda de políticas públicas que
ayuden a erradicar, entre nosotros, las causas que reproducen la ideología
racista.
El pasado 21 de marzo del 2014, en la actividad que tuvo lugar en la sede
de la Asociación Cubana de Naciones Unidas, se cuestionó la intervención
de Tomas Fernández Robaina, uno de los más consistentes estudiosos del
tema racial en Cuba, quien habló esa mañana de la necesidad de socializar
la conciencia antirracista más allá de aulas, salones e instituciones
donde se debaten estos temas. La intervención de Tomasito fue calificada
de provocación, sumándose otras descalificaciones e intervenciones que
niegan el debate revolucionario y afectan los principios de una verdadera
batalla contra la discriminación racial en la Isla; validando absurdos
protagonismos en un tema que solo se resuelve a través de una estrategia
colectiva, multisectorial y pegada a los mas afectados por este tipo de
opresión.
ARAAC invita a reflexionar sobre la dispersión que caracteriza hoy la
lucha antirracista en Cuba, pues constituye un factor que fragmenta y
desmoviliza, y lejos de esclarecer, agrega una gran confusión al debate.
No apelamos a esa falsa unidad que oculta las diferencias, sino al
reconocimiento y al intercambio con esa diversidad y cantidad de modos de
entender las problemáticas raciales, la pluralidad de enfoques para
explicarlas y las múltiples soluciones a mediano y largo plazo. En tal
diversidad hallamos un nuevo campo de discusión y posibilidades antes
inédito en Cuba, donde se cruzan las problemáticas de género, clase,
religiosidad, orientación sexual, junto a cuestiones ideológicas,
generacionales, regionales, locales, institucionales, etc. Pensamos que
este campo antirracista heterogéneo debe ser enriquecido con
responsabilidad y compromiso con esos grupos y barrios enteros que
necesitan de nuestra contribución ciudadana.
En medio de un contexto adverso para los millones de afrodescendientes en
la región, debemos priorizar nuestra inserción en las nuevas proyecciones
socioeconómicas y en los debates constitucionales, políticos y
comunitarios sobre la distribución de la riqueza y el poder, así como en
el reconocimiento social de nuestras poblaciones y sus culturas,
procurando un mayor nivel de visibilidad y participación en la vida
económica, política y social de nuestros países. Hoy en Cuba tienen lugar
debates esenciales para el desarrollo y el futuro de toda la nación, y en
tales discusiones apenas se escuchan nuestras voces y demandas
específicas, silenciadas por una resistente negativa a aceptar las
crecientes y sutiles formas de la discriminación racial y tratar de
abordarlas con mayor urgencia y responsabilidad públicas.
La falta de consenso, agendas prácticas, diálogo, respeto e intercambio
entre las propias organizaciones antirracistas es un factor que desangra
el movimiento negro en todo el continente y es un error estratégico que en
Cuba debemos evitar y superar. ARAAC no se detendrá en descalificar a
ninguna persona, grupo o acción antirracista, sino a colaborar e
intensificar nuestra labor vindicativa y propositiva, sin desconocer los
beneficios que trajo la Revolución a nuestra población negra y sin dejar
de criticar los errores actuales.
ARAAC intenta aliarse con todas las fuerzas emancipatorias y
antidiscriminatorias que luchan en Cuba por erradicar o minimizar
cualquier tipo de opresión o humillación. Si nos acercamos a un punto de
común acuerdo, este crecerá con el respeto, el intercambio y el trabajo
compartido. Por un solo camino nadie podrá avanzar al abordar una
problemática que necesita sistematicidad, conocimiento y sensibilidad.
ARAAC convoca a fortalecer el activismo social y político, las agendas
ciudadanas, la capacidad de diálogo y el contacto con la realidad y con
las personas para quienes trabajamos en esta lucha común, conscientes de
las ganancias sociales y de las limitaciones de nuestro Socialismo, pero
también de las oportunidades que debemos encontrar juntos en el camino
hacia una ciudadanía más plena.
La Habana, Primero de Abril del 2014.
Articulación Regional Afrodescendiente. (Capitulo cubano)
Hermanos,
Ante una nueva escisión que lamentable se ha producido en nuestra
incipiente y débil organización, les escribo temeroso e imploro, que esto
no conduzca a un mayor debilitamiento de los cimientos sin fraguar que
estamos tratando de construir.
A pesar de no haber visto publicado las bases, conceptos, filiación ni
mecanismos para llegar a formar parte de ARAAC, el solo hecho de haberse
concebido este abanico unificador de los marginados, obliga a defenderlo,
criticarlo, fortalecerlo y crear un mecanismo de funcionamiento
democrático, que augure un crecimiento, expansión y reconocimiento, que
sea capaz de llevarlo a cumplir con sus postulados teóricos.
Mientas ARAAC o cualquier otra institución carezca de una estructura, una
visión, una meta y formas de alcanzarlos, nos limitaremos a hacernos
señalamientos, nos fraccionaremos y jamás lograremos alcanzar la autoridad
interna y externa necesaria para poner en marcha nuestras aspiraciones,
nuestros sueños y obligaciones con la sangre de nuestros antepasados.
Hasta ahora parece ser, que un grupo de hermanos bien intencionados
acordaron formar la dirección de esta organización en la Habana. El
carácter altamente teórico, académico y verbalista a que se ha limitado
hasta ahora el análisis y discusión de los males que aquejan a los
segregados, marginados y empobrecidos de nuestro país, le ha faltado una
base de sustentación práctica, que atraiga nuevos miembros, se consolide
dentro de la sociedad y expanda a lo largo del pais y fuera del mismo.
Las sociedades Chinas en Cuba y tal vez en el resto de mundo, se fundaron
y tenían como base, apoyar moral y materialmente a cada emigrante chino
llegado a su comunidad, al proveerlos de inmediato de abrigo, alimentos y
pequeños recursos económicos re-embolsables con un pequeño interés, con el
que cada uno de ellos podia establecer el negocio en el cual se sentía
mejor capacitado y con la mayor posibilidad de éxito.
El mundo ha cambiado ante nuestros ojos y nosotros en gran medida, hemos
seguido proponiendo mecanismos de ayuda, reconocimiento y deuda, que no
fue atendida en el pasado y tal vez, tampoco lo sea en el presente.
Si nos adecuamos al mundo presente y en lugar de pedirle al discriminador
y segregacionista que nos exima de su desprecio, que reconozca nuestros
meritos, que nos proporcione la oportunidad para avanzar, nos esperan
otros 500 años de lamentos, sufrimientos y nuestros deberes con quienes se
inmolaron por nuestro presente, seguirá pendiente.
Nosotros, los desposeídos e ignorados, no podemos aspirar en estos
momentos, a alcanzar ninguna de las grandes empresas que se asentarán en
la Zona Especial de Desarrollo del Mariel o los grandes hoteles que se
construirán a tenor de las nuevas leyes de inversión en Cuba, pero si
podemos agruparnos en una fórmula ancestral, propia de nuestra cultura, en
la cual todos podemos trabajar para un pequeño colectivo o comuna, libre
de los males que hoy nos aquejan.
Durante cientos de años los negros, indios y otros nativos se
distribuyeron las tareas a realizar. Unos pescaban, otros sembraban y
todos consumían de los bienes creados. A pesar de constituir negros y
mestizos menos del 25% de la comunidad Cubana en el exterior, ante un
organismo aglutinador como ARAAC, podríamos aportar pequeños recursos
económicos que permitirían a ARAAC crear y administrar su mini-empresa,
con la que podríamos comenzar a romper el ciclo de dependencia actual.
Hermanos, esto es real y esta en nuestras manos. Nos falta el ejemplo
vivo, visible que el mundo pueda constatar nuestra gestión, nuestro
intelecto al servicio de los mas, mediante la formación de la primera
cooperativa de construcción, transporte, ventas, producción o servicios,
en el cual todos pudieran reflejarse.
Dejemos atrás la mentalidad de dependencia y antagonismos. Demostrémonos
de lo que somos capaces, pongámonos de pie y asumamos la responsabilidad
de trabajar y hacer exitosa, cada una de las empresas que acordemos crear.
Millones de negros en otras partes del mundo, despreciados y marginados
igual que nosotros, tendrán en nuestros éxitos, un aliento, una vía a
seguir. No tengo la menor duda, que con nuestra actitud y ejemplo, miles
de Afro Americanos, Caribeños y Africanos, se mostrarán interesados en la
formación de empresas mixtas con sus hermanos en Cuba.
Termino recordándoles, que nuestra mayor debilidad radica en la facilidad
en que podemos ser divididos, enajenados, como consecuencias de prejuicios
ancestrales que aun perviven entre nosotros. Prueba de ello, lo vemos a
diario en los Estados Unidos, en el cual, 38 millones de Afro Americanos
poseen un poder adquisitivo superior a los 900 mil millones de dólares
anuales y la casi totalidad de ellos viven en una pobreza abyecta, por
haber sido programados a gastar, presumir y no crear o sentar las bases de
desarrollo de su gente. De nuestro éxito, también dependerán ellos!
Ninguna empresa por grande nos parezca hoy, esta fuera de nuestras
posibilidades reales. Unámonos con transparencia, sin arribismo o ánimos
de desplazar a nadie de la posición que ocupa. Tenemos que educarnos con
una nueva visión del presente y futuro. El éxito o el fracaso dependen de
nosotros. A diferencia de nuestros ancestros, nosotros no tendremos a
quien culpar, pues miles de negros en Cuba poseen un cúmulo diverso de
conocimientos que nos permite diseñar y dirigir nuestro futuro.
Acá los espero! Organícense y digan qué y cómo podemos apoyarlos.
Un abrazo fraternal, un llamado a la cordura, mientras tratemos de
recuperar 500 años de abusos, infamia e impotencia.
Alberto
El papel del racismo en la ofensiva
imperialista
por Alberto Rabilotta
ALAI AMLATINA, 25/03/2014.- El pasado 23 de marzo el
partido Frente Nacional (FN) logró importantes avances en las elecciones
municipales en Francia. Nada sorprendente para quien haya observado un
poquito la campaña electoral, en la cual los medios dedicaron una especial
y muy elaborada atención al FN, un partido que promueve un rancio
chovinismo y el racismo. Los medios audiovisuales y los diarios le dieron
mucho espacio al FN, muchísimo más que al Frente de Izquierda (FI), que
electoralmente tiene un peso superior o similar al del FN, como destacó
Jean-Luc Mélenchon, dirigente del FI.
El resultado de estas elecciones es importante porque confirma la amplia
pérdida de confianza de los electores frente a los partidos políticos
tradicionales. Los votantes saben por experiencia que esos partidos no
cumplen ni cumplirán con lo que prometen porque todos siguen el mismo
guión, el elaborado por los organismos de la Unión Europea (UE) para
consolidar las políticas neoliberales, o sea los programas de austeridad y
desmantelamiento de los aparatos y programas estatales, regionales y
municipales. Pruebas de esta situación las encontramos en la elevada tasa
de abstención y en la numerosa presencia de listas no identificadas con
los partidos tradicionales en estas elecciones municipales.
Pero lo esencial, para este análisis, es el esfuerzo de
los medios de prensa del sistema (porque así hay que definirlos) para
reforzar en la opinión pública francesa durante la campaña electoral la
idea de que el FN iba para arriba, y que en algún momento debería
producirse una alianza electoral entre esa extrema derecha de corte
fascista con la
derecha neoliberal.
Creo que es importante analizar esta fascinación mediática, y por lo tanto
de quienes tienen en sus manos las palancas del poder real, por la extrema
derecha, por partidos cuya vertiente nacionalista es claramente racista,
para tener una imagen completa en este momento histórico desde todos los
puntos de vista posibles, porque el sistema neoliberal en su conjunto, en
la UE y en Estados Unidos (EE.UU.) y Japón, o sea en los centros del
capitalismo avanzado, está completamente atascado en lo económico, en lo
social y en lo político.
Y en todo esto el racismo, como el nacionalismo (de
pacotilla porque en el sistema neoliberal la soberanía nacional es cosa
del pasado), son quizás elementos de importancia para entender la
coyuntura actual del imperialismo, incluyendo el caso de Ucrania, entre
otros más.
El racismo forma parte del colonialismo y el imperialismo
El racismo es criticado y en algunas de sus manifestaciones es considerado
como un delito por los sistemas legales en la mayoría de los países, pero
en la práctica cotidiana, en los “sobrentendidos” políticos, sociales y
económicos el racismo es moneda corriente, un simple “prejuicio” más,
aceptable hasta para quienes no lo practican, y de ninguna manera es visto
como un peligro mortal para las sociedades y la humanidad.
Empero, el racismo, como el machismo, es algo más que un prejuicio. En
realidad ha sido y sigue siendo un poderoso elemento ideológico al
servicio de algún sistema de dominación.
El machismo busca preservar el sistema de dominación patriarcal, para
ventaja del hombre y en detrimento de la mujer, por ejemplo, y aun en ese
terreno los avances de las últimas décadas son en muchos casos tan sólidos
como un castillo de arena, dicen muchas mujeres.
El racismo ha servido desde finales de la Edad Media, desde las cruzadas,
de justificativo ideológico, disfrazado según la circunstancia con
supuestos valores religiosos o morales, pero al servicio de objetivos bien
terrenales, como los de apropiarse de riquezas y conquistar territorios. Y
tuvo su papel durante las luchas para la formación de los Estados-naciones
en Europa, en muchos casos como fuerza de exclusión para forzar la
homogeneidad étnica, lo que explica la triste herencia de guerras y
conflictos en el Viejo Continente.
Por ejemplo, hasta no hace tanto tiempo se nos enseñaba en las escuelas de
algunos países latinoamericanos que los conquistadores españoles vinieron
a América “con la espada y la cruz”. Lo de la espada nunca se explicaba
bien por qué razón, aunque al final entendíamos que vinieron a conquistar
por la fuerza para llevarse el oro y la plata y dominar los territorios,
pero en las imágenes y en los textos se enfatizaba que la cruz
representaba la “gran misión” evangelizadora para incorporar a los indios
salvajes, porque así se hablaba de nuestras poblaciones amerindias, al
reino de Dios, y así “salvarlos”.
Sin la deshumanización implícita en el racismo, que permite ver al otro
como un “no-ser”, un subhumano que puede ser maltratado, explotado,
esclavizado y al que se puede violar o matar, no habría sido posible, o
sea aceptable para los mismos pueblos conquistadores, la extrema
brutalidad de las conquistas que sometieron a tantos pueblos y dejaron
estelas de decenas o cientos de millones de muertos, decenas de millones
de esclavos, y tantas sociedades y culturas aplastadas.
Sin esas conquistas y crímenes tampoco habría sido posible la acumulación
del capital, como no lo sigue siendo actualmente si vemos el empeño del
imperio neoliberal en conquistar los territorios donde no reina con
absoluto poder.
Es por eso que debemos ver el racismo no como algo menor, un “mal residual
de la civilización europea” que fue transmitido al resto del mundo, sino
como un componente esencial del sistema de dominación del capitalismo, en
todas sus etapas, desde las conquistas y el esclavismo hasta el momento
actual.
El racismo es mucho más peligroso de lo que creemos cuando es parte de una
ideología nacionalista o ultranacionalista al servicio de intereses
imperialistas. Sin una ideología que incluya el concepto de superioridad
racial, de superioridad social, política, cultural o religiosa que
provoque una desensibilización total, no es posible llevar a cabo la
“empresa” colonial e imperial. Ese tipo de ideología es necesaria tanto
para lanzar como para justificar la “empresa” colonial e imperial, para
crear en el pueblo conquistador las desinhibiciones que permitan llevar a
cabo y vivir en la consciencia colectiva con tales atrocidades contra
seres humanos, tan humanos y seres como ellos.
Los británicos “aportaron sobre sus hombros la civilización del hombre
blanco” a los países de Asia, África y otras regiones, dura “carga” para
el hombre blanco, escribió R. Kipling, cuando en realidad lo que hacia el
“hombre blanco” era robar todo lo que podía ser robado, destruir o
aplastar las culturas y organizaciones sociales existentes para poder
explotar a los pueblos, esclavizarlos para servir a los comerciantes y a
los intereses de los rentistas, de la burguesía y la aristocracia de
Londres. Los holandeses, portugueses, franceses y belgas no fueron
diferentes, en todos los casos hubo matanzas y crueldades indescriptibles
para robar y explotar, para esclavizar, lo que no quita que de vez en
cuando se escuche en Europa que esos colonizadores llevaron “la
civilización y la lengua” a los países que colonizaron.
Cada pueblo conquistador creó su caparazón ideológica para poder ignorar y
negar sistemáticamente todo lo que los pueblos colonizados sufrieron en
Asia, el Oriente Medio, África, Oceanía, el Caribe y América latina, y
también negar que el objetivo de esas conquistas era apropiarse y
repatriar las riquezas que podían, y garantizar los flujos de las materias
primas que necesitaban sus comercios e industrias y que producían sus
esclavos en las plantaciones, como el azúcar en Haití, por ejemplo.
Una tarea necesaria pero incumplida es la descolonización del pensamiento
de los pueblos conquistadores e imperialistas. Nada podrá avanzar si estos
pueblos no se despojan de esa caparazón demasiado bien conservada -por
intereses de clase-, que les impide ver las múltiples, ricas y complejas
realidades del mundo actual.
Es en este contexto que es importante reconocer la decisiva importancia
que ha jugado el racismo en la sociedad estadounidense, en especial para
justificar en lo interno, y hacia el exterior, el
“excepcionalismo” del “destino manifiesto”, un invento de los colonos
blancos para hacer invisible las matanzas de amerindios y la apropiación
de sus tierras, luego la “importación” de esclavos africanos para las
plantaciones y más tarde el imperialismo.
El racismo tiene raíces profundas y extendidas en EE.UU., porque en ese
país prácticamente fueron exterminados los pueblos amerindios, y los que
sobrevivieron fueron segregados en reservas y sometidos a brutales
controles de natalidad. Fueron víctimas del eugenismo y del ensayo de
métodos genocidas que más tarde Adolf Hitler utilizó para exterminar a
judíos, gitanos, eslavos y a los opositores comunistas y socialistas, como
revela el importante trabajo del estadounidense Edwin Black, titulado War
Against the Weak, eugenics and America’s campaings to create a master race
(1).
Y es en EE.UU. donde se desarrolló una impresionante “economía de
plantaciones” con esclavos traídos de África, y donde se aplicó un rígido
sistema de segregación racial hasta mediados de los años 60 del siglo 20,
pero que no ha desaparecido totalmente y sigue siendo practicado hoy día
en el terrenos económico, social y político contra los afroamericanos e
hispanos.
¿Cómo explicarnos la actual rusofobia en la UE y EE.UU.? ¿Acaso no es eso
una forma de racismo destinado a invalidar todo lo que Rusia diga o haga
para seguir aplicando las agresivas políticas de la OTAN y convertir a
Rusia en un vasallo más del imperialismo?
¿Quién se recuerda del “peligro amarillo”, ese racismo nacido en el siglo
19 para justificar la penetración del liberalismo comercial en China, para
que entrara en China el opio que Gran Bretaña producía en India? La
rusofobia es un hecho y el “peligro amarillo” una realidad en todas las
actitudes del imperialismo contra China, devenida una potencia industrial
que no controlan efectivamente.
En Ucrania el racismo de los grupos neonazis (ultranacionalistas según la
definición de la prensa comercial) se manifiesta contra los rusos y los
ucranianos de habla rusa y religión ortodoxa, y contra los judíos
ucranianos.
El racismo es un instrumento para poder justificar la dominación de
pueblos enteros. A los árabes no se les discrimina en varios países
europeos porque sí ni por su religión, sino para poder seguir justificando
todas las acciones pasadas, y en particular las que desde hace un siglo
las potencias imperialistas han tomado para apropiarse del Oriente Medio y
de sus riquezas, y justificar las que siguen aplicando en el presente con
el mismo objetivo.
¿No es racismo que desde las colonizaciones se haya implantado y aun se
ejerza por parte de las potencias imperialistas dominantes el principio de
castigo colectivo cuando un dominado, sea rebelde o huelguista, ataca a un
militar o personero de la fuerza dominante?
¿Por qué se acepta hoy día sin chistar que por un soldado -o civil- herido
o muerto de una fuerza de ocupación, sea estadounidense, israelí o de un
país de la OTAN, haya una represalia desmedida que provoca la muerte de
decenas de oprimidos, generalmente inocentes civiles y muchas veces niños,
mujeres y ancianos? ¿Que es eso sino racismo puro al servicio de la
dominación imperial?
Es claro que el sistema imperialista, en sus diversas formas, genera una
forma de “excepcionalismo” que sirva de justificativo a todas las
atrocidades que desde hace largo tiempo cometen en cualquier parte del
mundo.
Racismo y nacionalismo agresivo son ingredientes siempre presentes en el
imperialismo, en los del pasado, exitosos o aplastados, y en el actual.
Es por eso que hay que prestar atención a la manera como el imperialismo y
sus servidores presentan a los neofascistas o neonazis, como los definen
o, para ser más claro, como los banalizan para hacer “razonable” su
racismo, signo de que serán incorporados a la ideología dominante para
salvar el sistema neoliberal del atascamiento en que se encuentra. Así
sucedió en los años 30, recordemos.
(Alberto Rabilotta es periodista argentino – canadiense)
1.- Edwin Black escribió varios libros muy importantes, el citado y
también “IBM and the Holocaust”. Para más información consultar su
portal
www.edwinblack.com
Mi Socio Manolo (Croniquilla desde
el fondo del caldero (Cont.…)
por Tato Quiñones
En el dispensario de la Lisa habíamos instalado un mimeógrafo para
imprimir propaganda y además vendía bonos del Movimiento 26 de Julio.
Entonces, por primera vez, me sentí útil, y hasta importante, me sabía
algo, alguien; alguien que estaba haciendo algo que quizás no podía
explicar, pero era algo.
En el dispensario de los curas había muchachos que eran de la Federación
de Jóvenes Católicos que también tenían cierta actividad política en
contra de la tiranía de Batista. Pero, a pesar de que teníamos las mismas
ideas, o parecidas, yo era su sirviente. Para ellos, a pesar de la
comunidad de ideales yo no era más que “un negrito ahí”. Claro que la
mayoría de aquellos “compañeros” ahora están en Nueva York o en Miami; no
olvidar que esta revolución también se hizo en Miramar. Aquello
representaba un problema de clase, típico, pero cuando te hablo de clases,
de división de clases y conciencia de clase, es algo que puedo definir
conceptualmente ahora, ¿te das cuenta? Allá en La Lisa, en Marianao, fue
donde yo desarrollé toda mi actividad de combatiente clandestino, con un
grupo muy reducido. Puse bombas e hice otras cosas pero no quiero, no me
gusta hablar de eso, nadie me oirá decir nunca que yo destruí, que yo
maté, ¿okey?
Un día se nos apareció un tipo que dijo que venía de Oriente, o algo así,
no recuerdo muy bien. Lo que sí recuerdo es que todo el grupo desconfiaba
de aquel sujeto y hasta se llegó a decir que era un batistiano, un agente
de los tigres de Masferrer, del Servicio de Inteligencia o del Buró de
Investigaciones de la policía. Un día, para definir aquella situación
cogimos al tipo entre dos o tres miembros del grupo y lo metimos en el
dispensario. Allí le hicimos un paripé de juicio y un compañero, llamado
Horacio, quería matarlo. Pero a mi no me alcanzaba el coraje para aquello
y lo que hice fue defender al tipo. Me encontré entonces en la dificultad
de que no sé si quiero que maten al tipo o que no lo maten. Aquel fue el
primer conflicto de conciencia serio que yo tuve en mi vida. Claro que
cabía la posibilidad de que el tipo fuera un hijo de puta que podía
delatarnos a todos, y yo ya me estaba poniendo paranoico, veía chivatos y
policías por todas partes. Era horrible. Eso lo saben los que han vivido
en la clandestinidad. Espantoso. Entonces fue que decidí irme para la
Sierra Maestra.
La Sierra Maestra siempre fue para mí algo muy parecido a un sueño, porque
yo de Oriente no conocía nada. Entonces se habló tanto de la Sierra
Maestra, y de que los asaltantes del Moncada se habían escondido allí, que
yo imaginaba aquellas montañas como una especie de cordillera de Los
Andes. Además, se decía que allí temblaba la tierra, y eso me atraía aún
más. Para mí ir a Oriente era como ir a otro país; quizás fuera por lo que
me aburría en el llano camagüeyano.
Nunca pensé en el exilio, creo que el exilio es una fuga. Eso valía para
antes y vale para ahora igual. Irse es “venderle” a las situaciones. Y
“venderle” a las situaciones es ser cobarde, ¿te das cuenta? Si tú eres un
gran burgués, un rico, o un pequeño burgués y un racista, y los
revolucionarios han tomado el poder y eso va contra tus intereses y te
molesta, pues si te vas eres un mierda, pues lo que debes es fajarte por
lo tuyo, o por lo que crees que es tuyo, y pal carajo. Y si tú eres un
revolucionario y tienes un conflicto ideológico y le “vendes” pues tú
también eres un mierda, pues si tú eres revolucionario de verdad, no sé...
Yo, después de La Historia me Absolverá, esa es la actitud que he asumido:
ante cualquier problema !ahí, de frente!
Como no conocía a ningún jefe grande del Movimiento, no conseguí el pase
para la Sierra. Cuando digo jefe grande me refiero a esos personajes
míticos de las células clandestinas. La cosa fue que, por la libre, cogí
una guagua y me fui para Santiago de Cuba. Era el invierno de 1958. En
enero de aquel año Santiago era una ciudad tomada. Por cada cuatro tipos
que veías en la calle tres eran militares.
El obispo de Santiago de Cuba era Monseñor Pérez Serantes, a quien yo
había conocido en Camagüey cuando trabajaba como sirviente. Yo sabía que
él había salido a buscar a Fidel y a los del Moncada en 1953 para
salvarlos de la tiranía y lo relacionaba con la revolución. Ingenuo que yo
era, y lo sigo siendo. La cosa es que me fui a ver al señor obispo y le
expliqué mi intención de unirme a los guerrilleros en la Sierra Maestra.
Pérez Serantes me dio un escapulario de la Virgen del Carmen, un plato de
comida y me permitió dormir aquella noche en el arzobispado. A la mañana
siguiente me dijo que no podía continuar allí porque lo comprometía y me
enseñó la Sierra Maestra, que se veía desde una ventana de su despacho.
“Mira”, me dijo “todo eso es la Sierra Maestra y está llena de rebeldes.
Lo único que yo puedo hacer por ti es rogarle a Dios y darte esto”...
Entonces fue que me dio el escapulario.
Salí de la ciudad caminando. Caminé y caminé hasta que me metí en el
monte. Yo no sé si eran anones o eran mangos, lo que si sé es que comía
frutas. Cuando creí que estaba lo bastante lejos de la ciudad comencé a
vocearle a los rebeldes en los trillos de las montañas: ¡Rebeldeees!
!Rebeldeees! Y caminaba y caminaba, y crucé el mismo río como veinte
veces. ¡Aquello fue del carajo! Pero no me sentía mal. En primer lugar
porque me sentía libre, y en segundo porque estaba en un ambiente tan
distinto; aquellas montañas enormes, no sé, era un fenómeno físico, ¿te
das cuenta?, que a mí me parecía imposible que aquello también fuera mi
país. No sé cómo explicártelo. Había muchas frutas, muchos ríos, mucho
sol, muchas montañas, ¿te das cuenta? !Montañas! Yo nunca había visto
montañas. Allí todo era mucho más grande. Aquel ambiente me envolvió de
tal forma que decidí quedarme allí para siempre.
Al tercer o cuarto día de deambular por aquellos montes, como a las diez
de la mañana, me encontré con un arriero. Yo nunca había visto nada
semejante y aquel tipo conduciendo sus mulos con sus campanitas me llamó
mucho la atención. Entonces, siempre ingenuo, le pregunté al arriero si me
podía decir cómo encontrar a los rebeldes. El tipo me miró como a un bicho
raro. No me dijo nada y siguió su camino, como si yo no le hubiera
hablado. Me encogí de hombros y seguí andando. Como una hora después me
topé con un grupo de hombres que venían a caballo, muy enguayaberados y
con revólveres al cinto. Eran como cuatro o cinco y me preguntaron si yo
era el que estaba buscando a los rebeldes. Yo pensé que aquellos tipos
eran guardias de civil o masferreristas.
Ocurrió entonces que aquellos hombres me llevaron a punta de revólver para
una casa y allí me enteré de que estaba preso. En aquella casa estuve dos
días. Me daban buen desayuno, buen almuerzo y buena comida y no me
faltaban los cigarros.
A los dos días llegaron a la casa dos yipis cargados de rebeldes; me
acuerdo que uno de los yipis tenía sobre el capó un cartel que decía
“Tambochero, Columna 9 Antonio Guiteras”.
Los rebeldes me subieron a uno de aquellos yipis y estuvimos subiendo y
bajando lomas por aquellas serranías hasta que llegamos a un lugar llamado
“El Olimpo”. Era un campamento en el que había cualquier cantidad de
guerrilleros acostados en hamacas, cocinando, haciendo guardias, parecían
tipos de leyenda con aquellas barbas y aquellos fusiles. En cuanto
llegamos me bajé del yipi gritando: ¡”rebeldes, coño, rebeldes”!, de lo
más contento, pero fueron todos tan secos, tan ásperos conmigo, que tuve
miedo. Me le acerqué a uno para abrazarlo y el tipo sacó la pistola y me
apuntó a la cabeza. Entonces empezaron a interrogarme. Me decían que yo
era un maferrerista que había matado a no sé quién por un lugar llamado
“Dos Bocas”, y yo ni sabía que coño era " Dos Bocas”, ni un carajo. Me
llevaban para allá y me traían para acá, y uno me preguntaba una cosa y
otro me preguntaba otra. Entre los que me interrogaba estaba el capitán
Narciso, que hoy es profesor de la Escuela Superior de Guerra. Era un tipo
cruel, de una frialdad absoluta que me marcó, me marcó al extremo de que
en toda la literatura que he escrito evocando aquellos días de la Sierra
siempre hay un capitán Narciso, que es mala gente. Déjame decirte que él
leyó mi novela y se reconoció y fue a la Casa de Las Américas donde habló
con María Rosa Almendros, que me puso en contacto con él. Conversamos
mucho y entonces lo comprendí mejor. Además, yo ya soy un hombre de
cuarenta años y estoy mejor preparado para comprender que hay medidas que
no hay más remedio que adoptar cuando se está en la guerra. Pero, a pesar
de eso, Narciso me marcó.
Entonces me metieron en una cárcel que se llamaba” El Cotunto” que estaba
alrededor del tronco de un árbol enorme y tenía un custodio que era
malísima gente. En las ramas de aquel árbol dormían cientos de pájaros de
los llamados cotuntos, de ahí el nombre de la cárcel. Los prisioneros eran
de lo peor: masferreristas, casquitos, chivatos, ¡el diablo colorao!
En “El Cotunto”, como ya te dije, había un custodio que era malísima
gente, pero había otro muy bueno, un vacilón de tipo, simpático, cuentero
y jodedor, que una vez me dijo:
-¿Tú sabes lo que le preguntó el contunto a la cotunta?
Le respondí que no lo sabía y me dijo:
-Pues le preguntó: “¿Tú sabes quién se comió el pan que yo dejé aquí?” Y
la cotunta le respondió: “yo no fui”, “yo no fui”, “yo no fui”. Ese era el
custodio bueno.
Pero el otro, el malísimo, decía que los cotuntos chillaban: “Mañana van a
fusilar a un negro”, y que las contuntas respondían:” el que llegó hoy”,
“el que llegó hoy”, “el que llegó hoy”...
Uno de aquellos días, el capitán Narciso me dice que yo tenía que ir a
hacer un trabajito. Me sacaron del “Cotunto” y me llevaron a cavar una
tumba. Cuando ya casi había terminado, Narciso me ordenó que me acostara
dentro de aquel hueco. Cuando lo hice se me quedó mirando fijo y me dijo:
-Te sirve. Mañana te fusilamos.
Invitación de la Biblioteca
Nacional José Martí
En saludo al inicio del Decenio de los Afrodescendientes
en 2015, se invita a los interesados a participar en los Talleres sobre
las Semejanzas y diferencias de l@s afrodescendientes cubanos con l@s de
otros países. Los talleres funcionarán (los días 3, 17 y 24 de abril en la
Biblioteca Nacional José Martí.
Los talleres serán impartidos por el Profesor e investigador Tomás
Fernández Robaina, quien ha efectuado pesquisas, brindado conferencias y
seminarios sobre la presencia afrodescendiente en Cuba, Brasil, México,
los Estado Unidos, entre otros países.
1er. Encuentro: Día 3 de abril a las 2. p.m. Brasil y Cuba. En esta
ocasión se contará con la colaboración del máster en Sociología Fabio
Nogueira, obtenido la Universidad Fluminense de Rio de Janeiro, el que
realiza suDoctorado en Sociología en la Universidad de San Pablo, quien se
desempeña a la vez como Profesor Asistente en la Universidad del Estado de
Bahía.
2do. Encuentro. Día 10 de abril Los Estados Unidos y Cuba. Participara en
este encuentro Maya Terry, Máster y Doctorantes en Antropología por la
Universidad de Texas, en Austin. Ella investiga la importancia de la mujer
en el movimiento hip hop en nuestro país.
3er. Encuentro. Día 17 de abril. México y Cuba. Por confirmar el invitado
que acompañara en esta fecha al Profesor Fernández Robaina.
4to. Encuentro. Día 24 de abril. Conclusiones y evaluación sobre los
talleres ofrecidos. Anuncio de los países que serán abordados en el
siguiente módulo que funcionará en el mes de junio.
Los interesados pueden asistir a los talleres de su interés o a todos, El
primer día se oficializará la matrícula parcial o total.
Trovador Gerardo Alfonso cantará en
Vancouver (AIN)
La Habana.- El destacado trovador cubano Gerardo Alfonso ofrecerá un
concierto el próximo seis de abril en la ciudad de Vancouver, como parte
de una gira artística que realiza por Canadá.
Según informó vía electrónica a la AIN la activista Tamara Hansen,
coordinadora de las comunidades de Vancouver de solidaridad con Cuba,
desde ya se movilizan los ciudadanos del lugar para disfrutar la música de
Gerardo, que califican de mezcla hermosa y rica con influencias de muchos
géneros musicales del Caribe.
Gerardo teje magistralmente estos sonidos con sus raíces urbanas y
populares, señala la nota, aunque nunca ha abandonado su espíritu de
trovador.
De tal forma esperan impacientes escuchar canciones de su autoría como la
emblemática "Son los sueños todavía", dedicada al Che Guevara, y el ritmo
contagioso de la popular "Sábanas Blancas".
El grupo de Vancouver solidario con la Isla colocó anuncios del concierto
en su sitio digital, desde el cual recomienda videos de Gerardo entonando
sus bellas melodías llenas de simbolismo, especialmente a quienes todavía
no conocen al bardo.
La gira del cantautor, iniciada el pasado día 21, incluye presentaciones
en Halifax, Montreal, Ottawa, Hamilton, Niágara, Windsor, Victoria,
Edmonton y Winnipeg.
Este evento está organizado por la Red Canadiense de Solidaridad con Cuba
(CNC, por sus siglas en inglés) y el Instituto Cubano de Amistad con los
Pueblos (ICAP).
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