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Cofradía de la Negritud - CONEG
Desde la Ceiba
Miércoles 2 de noviembre de 2011

Sumario:

a. Nuevos Mensajes de apoyo al pintor Agustín Bejerano
b. El Precio del Tique por Rogelio Díaz Moreno
c. Glásnost por Eduardo del Llano
d. El puño cerrado es más fuerte que la mano abierta, pero siempre tendrá cinco dedos Por Pedro Campos
e. Sobre la prensa en Cuba por Guillermo Rodríguez Rivera
f . EEUU No permitirá a Putín restablecer el imperio del mal Afirma Candidato presidencial republicano a CNN


Nuevos Mensajes de apoyo al pintor Agustín Bejeranotop


----- Original Message -----
From: Juan C. Cremata
To: bejarano
Subject: Re: familia Cremata

La familia Cremata Malberti la componen

Carlos Alberto Cremata Malberti... el director de La Comenita

Juan Carlos Cremata Malberti....... director de cine y teatro

Iraida Malberti Cabrera............ coreografa y directora de cine y televisión

Jose Carlos Cremata Malberti....... productor y actor de cine, teatro y televisión

TODOS, absolutamente TODOS estamos convencidos y creemos en la inocencia y la
valía artística y humana de Bejarano y rezamos porque la justicia, la verdadera
justicia, finalmente acabe con esa vil mentira y campaña contra uno de nuestros
mejores artistas

Saludos de la Familia Cremata Malberti

----- Original Message -----
From: Gui Mar
To: Bejarano (Cubarte)
Sent: Friday, October 28, 2011 12:48 PM

Subject: RE: Carta de Joaquín Aceituno Cruz (Trabajador de la Construcción,
Azulejeador) desde Pinar del Río, Cuba, al Artista de la plástica AGUSTIN
BEJARANO.

Acabo de leer esta hermosa y optimista carta de Joaquín Aceituno Cruz (en apoyo
al pintor Agustín Bejarano), y la juzgo además, como una encantadora muestra de
AMISTAD hacia Bejarano; ojalá pueda leerla él, y quizás pronto la relean juntos
en su casa de Camagüey. Estos son mis deseos.
Guillermo Capece

(Poeta y docente argentino)

----- Original Message -----

From: "odalys" <odalysleyva@pprincipe.cult.cu>
To: "bejarano" <bejarano@cubarte.cult.cu>
Sent: Thursday, October 20, 2011 12:24 AM
Subject: de Odalys Leyva Rosabal (Guáimaro)

El Día de la Cultura Cubana es muy importante para todo aquel que se siente
hijo de Cuba, hoy varios artistas guaimareños suman sus firmas para pedir la
libertad de Bejarano:

Marilín López Villafranca (artesana)
Marlenis López Villafranca (artesana)
Carlos Gondres Miguel (pintor y escultor)
Jorge Medero Hernández (Director de la Galería de Guáimaro)
Miriam Estrada Medina (Escritora, Directora de la Biblioteca Municipal
"Adriano Nieves", Guáimaro)

Con afectos Odalys Leyva Rosabal.


El Precio del Tique 
por Rogelio Díaz Morenotop

Este viernes 28 de octubre, una gran cantidad de personas dieron rienda suelta a
su alegría, ya fuese desde las instalaciones deportivas de Guadalajara en
México, ya fuese desde los asientos de casas y oficinas en Cuba, pues nuestro
país por fin alcanzó y superó a Brasil en el segundo lugar del medallero de los
corrientes juegos deportivos Panamericanos. Qué alegría, eh, aunque cada vez nos
cuesta más trabajo convertirnos en el primer país del continente detrás de los
Estados Unidos, y aunque el béisbol, deporte nacional, haya perdido la
acostumbrada medalla dorada. Tengo que confesar, sin embargo, que yo no logro
alegrarme 100%.

A mí no se me ocurren razones para que un país de modestísima economía como el
nuestro, compita con la potencia emergente de Brasil en este tipo de
resultados. Es decir, sí se me ocurren, pero no harían quedar bien a los
directivos que priorizan altas sumas para una actividad no productiva -en
nuestras condiciones- como el deporte y que para colmo, en muchas modalidades,
funciona bajo esquemas de laboratorio, o sea, sin una masividad real en su
práctica. Esos funcionarios priorizan las victorias deportivas internacionales
con un afán que, cuando traspasa ciertos límites de la alegría y el deseo de
sana emulación, no tienen otro sentido que no sea el de propaganda, llegando a
establecer comparaciones entre nuestros atletas y los héroes de la patria que
tocan el fondo del ridículo cuando esos atletas se van del país o demuestran de
cualquier otra forma que son seres humanos como los demás, con virtudes y
defectos.

Soy de los que miran con irritación las áreas deportivas deterioradas, que
funcionan solo parcialmente y hasta cerradas del todo. Sé que hay pocos
recursos económicos, que el bloqueo de los Estados Unidos y todo eso, pero
luego veo una delegación de nuestro país de 500 atletas y 200 integrantes de
otro tipo en la villa tapatía, y me entra picazón. Me sublevo cuando me cuentan
que, a esas áreas deportivas de acá que todavía funcionan, han dejado de asistir
muchos pequeñines, porque sus padres no les pueden adquirir los guantes, las
zapatillas, entre otros implementos que el Estado proporcionaba gratuitamente
hace algunos años, pero que ahora solo están al alcance de las familias con
suficientes ingresos como para adquirirlos a altos precios en pesos o en
papelitos de colores. Las diferencias sociales que ya nos parecen naturales con
la prolongación indefinida del período especial (si se eterniza, ¿es necesario
seguir llamándole "especial"?) abarcan también las instalaciones atléticas, y
unos fiñes llegarán altus, sitius, fortius, que otros, pero por los recursos
económicos de la familia y no por sus condiciones naturales y con el esfuerzo
correspondiente.

Mi padre me diría, que es utópico o insostenible que el Estado mantenga toda esa
subvención de las actividades deportivas. Pero yo preferiría, entonces, que el
presupuesto invertido en enviar un esgrimista a un torneo a ultramar, entrenado
y equipado con todos sus sofisticados implementos, se dedicara a subvencionar
esos guantes de boxeo o béisbol, esos bates, esas pelotas de baloncesto, todos
esos accesorios baratos de deportes mucho más populares, mucho más humildes,
mucho más proletarios. Me alegró oír, no lo niego, el canto de nuestro gallo
fino frente al nadador brasileño campeón mundial, pero pongo en la balanza unas
medallas contra los miles de compatriotas que ya no tienen la oportunidad de
tomar un dinámico chapuzón en la olvidada piscina gigante de Alamar. Tal vez
nuestro equipo de hockey haya lucido bien pero me pregunto si, por financiar la
participación en ese evento, se abandonó el terrenito de pelota del Escambray
donde ya no se va a descubrir al próximo Antonio Muñoz. Y si nos vamos a poner
trágicos, entonces estoy seguro de que, si se le explica a uno de nuestros
campeones del tae-kwon-do cómo, con el dinero que costó su sofisticado peto
electrónico, se podía haber adquirido en Europa o Canadá un suero más potente
contra el tumor de. (vamos a no entrar en detalles), bueno, ese deportista se
iba a quitar él mismo su medalla del cuello, muerto de vergüenza.

Rogelio M. Díaz Moreno

Físico, poeta y cuerdo
http://bubusopia.blogspot.com/

 

Glásnost 
por Eduardo del Llanotop

Transparencia. Fue una de las banderas de la renovación en la antigua Unión
Soviética, tan poco responsable de su caída como la libertad de prensa: no hay
que confundir enfermedad y cura. Se refiere a la claridad en el funcionamiento
de las instituciones: a que el ciudadano pueda, en cada momento, estar
informado acerca de lo que se propone el gobierno, cómo piensa hacerlo y cómo lo está haciendo, y fiscalizarlo
a través de mecanismos reguladores. En algunas áreas -seguridad y defensa
nacional, macroeconomía- es obvio que, más allá de cierto punto, la
transparencia es un contrasentido: no vas a publicar las listas de tus agentes
secretos mientras aún lo son, o poner a disposición de todos datos acerca de fusiones empresariales que
sacudirán la Bolsa mañana por la mañana. En casi cualquier otroámbito resulta
una necesidad.

En Cuba, la transparencia es rara avis. Con la filosofía de plaza sitiada
en el ADN, los funcionarios se han acostumbrado a llevar sus orientaciones al
límite y no revelar ni la cantidad de servilletas de que dispone el
restaurante. No se puede dar información al enemigo, así que la manera más
rápida es no dar información a nadie. El síndrome de "quienes tienen que estar enterados del asunto, ya lo están" es
propio de un estado de guerra, no de una sociedad democrática. Quiero leer en
la prensa, no sólo la opinión oficial sobre el discurso del malo, sino,
íntegro, el discurso del malo. Pero la mayor parte del tiempo la prensa, o lo que en Cuba tenemos por tal, es tan
audaz e invasiva como una ostra hemipléjica.

El gobierno de Raúl ha aseverado que se avecinan cambios, que todo lo que
haya que transformar será transformado; eso sí, a su debido tiempo. Perfecto,
pero yo quiero saber cuándo y en cuántos pasos prevé, por ejemplo, rehacer
nuestra lamentable Ley migratoria, y no esperar meses y años a que un día
aparezca en el Granma. Quiero saber cuándo ocurrirán las cosas, opinar sobre el ritmo que lleva un proceso, criticar
u ofrecer soluciones. Quiero información al día sobre el cable de fibra óptica y
nuestro derecho a Internet (el gobierno ha reiterado la intención de jerarquizar
su uso social por encima del privado, disyuntiva cuyo mero planteo ya me parece
discutible); proporcionármela, por demás, no es un favor que me haría el
gobierno, sino su obligación y buena parte de su razón de ser. Y es que si la
oscuridad favorece la corrupción, el control de la información acentúa dos
importantes brechas: entre dirigentes y dirigidos, entre un país y el resto del
mundo. Ilustra la primera el hecho de que, a estas alturas, el cubano siente
tanto alivio y alegría como suspicacia ante el otorgamiento de un permiso que
no debió serle negado en primer lugar (algún truco tiene que haber, razona). Da
fe de la segunda verificar que, cuando se levantó la prohibición sobre la
tenencia de celulares y, más recientemente, sobre la compra y traspaso de
automóviles, mucha gente en el mundo se preguntó con perplejidad: "Ah, pero es
que ¿hasta ahora no podían comprarse un móvil o vender uncarro? ¿Cómo se las
arreglaron durante todos estos años?"

El individuo debe tener el derecho de emplazar al gobierno si, al cotejar
cifras, descubre algo que no encaja. Y el gobierno debe responder, no a
regañadientes ni cagándose en el entrometido, sino bien enterado de que su
ascendencia y credibilidad están en juego.

Ahora que tiene muy claro que hay que moverse, no basta con que nos pida
al principio que enumeremos los males, para luego darnos palmaditas en el
hombro y decirnos "bueno, tranquilos, ya ustedes hablaron, ahora dejen esto en
manos de profesionales, ya se enterarán cuando todo esté arreglado". Tenemos
que involucrarnos, manos negras y manos blancas. En definitiva, no se trata de
reparar un reactor atómico, sino de empujar un carro con el motor jadeante.

http://eduardodelllano.wordpress.com/

 

El puño cerrado es más fuerte que la mano abierta, pero siempre tendrá cinco dedos 
Por Pedro Campostop

"Documento base" no ofrece avances en la socialización y democratización del
poder económico y político. ¿Qué queda a la izquierda, a los demócratas, a los
revolucionarios?

"Los enemigos de la libertad de un pueblo, no son tanto los forasteros que lo
oprimen, como la timidez y la vanidad de sus propios hijos". -- José Martí

El partido comunista de Cuba y su gobierno permanente, luego de realizar un
Congreso donde aprobaron continuar el fracasado modelo político-económico
neoestalinista de capitalismo monopolista de estado, con ligeras modificaciones
salpicadas de neoliberalismo, acaban de publicar el "documento base" que se
proponen discutir en su Primera Conferencia de enero próximo, en 46 años de
existencia.

El pliego se concentra en cuestiones internas del partido, en modificar, sin
decirlo, los estatutos.

En los puntos 1.5, 1.6, 1.7 y 1.8, se reconoce la complejidad de la
situación política interna y externa y la conveniencia de tener en cuenta las
diferencias de criterios existentes en muchos sentidos en nuestra sociedad;
pero sin abandonar los tradicionales enfoques estado-céntricos, maniqueos,
intolerantes y sectarios que no le permiten hacer propuestas concretas para
abordarlos exitosamente.

La Conferencia podría ser una oportunidad para que el PCC intentara esa
unidad nacional que necesita y proclama, convocando -como parte de la misma- a
un diálogo con la participación de las fuerzas socialistas y democráticas con
posiciones y propuestas distintas a las aprobadas en el VI Congreso.

Pero el documento sigue insistiendo en que la unidad del pueblo debe ser
en torno al partido, al gobierno y a sus políticas que siguen siendo excluyentes
y monopólicas, responsables de la penosa situación actual y que siguen sin
concretar la necesaria liberación de las fuerzas productivas, prometida desde
la cúspide gubernamental.

Desde esas posiciones, desde el desconocimiento y hasta el rechazo de la
realidad sociopolítica y la diversidad ideológica existentes, desde la defensa
a ultranza del fracasado modelo económico y político actual, no es posible
conseguir un proyecto consensuado, ni lograr la cohesión necesaria del pueblo
que la situación demanda y el partido/gobierno quiere imponer.

De manera que se sigue insistiendo en la "unidad" exigida, no en la que se
lograría sobre bases comúnmente aceptadas, cuando está más que demostrado que la
fuerza no está en esa "unidad" impuesta, que se proclama y que no existe, sino
en la diversidad cohesionada en torno a principios básicos compartidos.

El puño cerrado es más fuerte que la mano abierta, pero siempre tendrá
cinco dedos distintos.

Se crearon, por la propia dirección del partido/gobierno, expectativas sobre
importantes pronunciamientos relativos a cambios más radicales hacia la
socialización de la economía estatal y con vistas a llevar el sistema político
y electoral actual por vías más democráticas.

Sin embargo, el tabloide no da señales claras de avanzar en esas direcciones,
por lo que puede concluirse que el partido/gobierno considera que ya ha
presentado todas las modificaciones que está dispuesto aceptar a su modelo. No
por falta de alternativas, de propuestas y ayuda, sino por falta de
disposición. Hasta ahí están dispuestos a llegar.

Esto, desde luego, obliga a definiciones.

Durante 5 años, los partidarios diversos de un socialismo más participativo y
democrático, hemos expuesto nuestras posiciones y propuestas en miles de
artículos y escritos publicados en Internet y algunos hasta en los limitados
espacios nacionales de prensa, por medio de cartas al partido/gobierno y a sus
órganos de prensa y en los debates barriales, en espacios como la Revista Temas
y otros fórums.

Hemos logrado que nuestras ideas lleguen a las altas esferas partidistas y
gubernamentales y a muchos trabajadores y ciudadanos en la base. Si algunas de
nuestras propuestas encontraron reflejo en unos pocos lineamientos, en general
nos sentimos desconcertados con la filosofía que transpiran los mismos y ahora
el "documento base".

Éste hala la alfombra a los comunistas y a todos los cubanos, quienes,
convencidos de que el VI Congreso se quedó muy corto, esperábamos importantes
decisiones políticas en esa Conferencia.

El documento lleno de contradicciones, conceptos y esquemas, sectarios y
burocráticos tradicionales, llama a cambiar la mentalidad y los dogmas sin
definirlos claramente y a luchar por la construcción del "socialismo", cuando
todavía no ha sido capaz de sostener una discusión nacional seria, abierta,
pública, horizontal y democrática sobre su significado.

¿De qué socialismo se está hablando? ¿Acaso siguen denominando socialismo al
actual modelo económico y político, reconocidamente fracasado?

¿Cómo creer que se respetarán las diferencias si, de antemano, en el mismo
documento, se les criminaliza y acusa de servir a las pretensiones del
imperialismo en el más puro estilo enrevesado de los chequistas de Beria?

¿Hasta cuándo seguirán tratando de igualar y confundir los conceptos de
partido, gobierno, revolución, socialismo y patria?

Para el documento, punto 1.6, "Los imperialistas cifran sus esperanzas en
la supuesta vulnerabilidad de las nuevas generaciones y de determinados grupos
o sectores de la sociedad; intentan fomentar la división, la apatía, el
desaliento, el desarraigo y la falta de confianza en la dirección de la
revolución y el partido. Pretenden mostrar una sociedad sin futuro, para
revertir el socialismo, despojarnos de la independencia y las conquistas
revolucionarias".

Este enfoque es omiso, manipulador y contrarrevolucionario. Se trata de
poner en función del imperialismo todo lo que se le opone al sistema que es
necesario cambiar. Lo que en primera instancia fomenta "la división, la apatía,
el desaliento, el desarraigo y la falta de confianza en la dirección de la
revolución y el partido", son las políticas económicas y sociales desacertadas
de medio siglo del gobierno/partido ultra centralizado, que han llevado a la
ruina nuestra agricultura y nuestra industria y consecuentemente a la mayoría
de la pueblo, responsables de todas las actuales deformaciones de la conciencia
social.

Es la misma filosofía que ha pretendido ignorar las diferencias políticas e
ideológicas y presentarlas como "actividad del enemigo", que restringe las
libertades y derechos de todos los cubanos y quiere obligar a las nuevas
generaciones a pensar como las anteriores y a apoyarlas incondicionalmente.

La discriminación por razones de sexo, edad, color de la piel, religión,
ideología, origen regional y otras, no se resuelven promoviendo víctimas a
puestos de eventuales victimarios, a posiciones superiores en la jerarquía, ni
con estrategias que siguen siendo excluyentes, sectarias y criminalizadoras de
las diferencias; sino con políticas que lleven a la eliminación real, práctica,
legal, moral y económica de las desigualdades, las jerarquías y los poderes que
permiten el ejercicio de la discriminación

La discriminación solo puede ser llevada a cabo desde un poder jerárquico
superior. Quien no tiene poder no puede discriminar. Se trata de que el poder
económico y político esté compartido y repartido, no centralizado. Su
concentración y centralización es la base del desastre y de todas las
discriminaciones. Es necesario que todos participen del poder. Hay que acabar
de empoderar al pueblo. Hay que des-hegemonizar el poder. Pluralizarlo,
distribuirlo en todos los sentidos, hacerlo realmente popular.

Se trata de leyes que sancionen a los discriminadores por cualquier
motivo. De la creación de un marco legal y jurídico que inmunice la sociedad
contra todos los tipos de discriminación. De que exista y actúe una sociedad
civil independiente, no que funcione como simple polea de transmisión de arriba
hacia abajo. De leyes que garanticen todos los derechos humanos a todos por
igual y no solo parte de los derechos o a una parte de los humanos.

Lo que ha creado desconfianza en el partido y en su modelo político-
económico, no es la propaganda imperialista, sino el establecimiento de un
capitalismo monopolista de estado, que ha querido pasar por socialismo, donde
el aparato burocrático ha sustituido a la burguesía ladrona en la apropiación
de los medios de producción y en los resultados de la producción y ha
implantado un sistema político representativo controlado, basado en la
"dictadura del proletariado", que en verdad se ha convertido en la dictadura de
la burocracia.

Si el sistema clásico del poder político de la burguesía es la "democracia
representativa", el de este, -no le digamos más socialismo-, capitalismo
monopolista de estado, bien pudiera llamarse la "burocracia representativa".

Otra cosa es que el imperialismo y la oposición, lógicamente, exploten
mediáticamente las malas y absurdas políticas gubernamentales.

Si ya Raúl definió que no es el imperialismo nuestro principal enemigo,
sino nuestros errores, el inmovilismo, la inercia, la doble moral, ¿a qué
viene ahora esa marcha atrás? ¿Se teme la democratización a la que podrían
conducir políticas consecuentes con los últimos discursos del Presidente y
Primer Secretario del PCC? ¿Porqué no concentrar las críticas en el verdadero
enemigo ya reconocido por él? ¿O el PCC y su Primer Secretario andan por rumbos
distintos?

El "documento base" cita importantes frases de Raúl, que en ningún
momento implementa, tal parece que para quedar bien con él: "Estoy de acuerdo
contigo, pero sigo haciendo lo que me da la gana". Se evidencia que el
"documento base" fue redactado por un equipo de neoestalinistas, que no tienen
nada que ver con el que redactó los lineamientos, preñados de prejuicios 
neoliberales.

¿Estamos los revolucionarios y el pueblo de Cuba entrampados entre
burócratas neoestalinistas del PCC y burócratas neoliberales de las empresas
mercantiles del gobierno?

¿Neoestalinistas y neoliberales son una misma cosa o han formado una
cofradía por debajo del discurso presidencial, para garantizarse el control
futuro del país una vez desaparecida la dirección histórica?

¿Sabe Raúl que neoestalinismo y neoliberalismo son antípodas del
socialismo? ¿Se da cuenta de que la revolución está siendo estrangulada desde
la propia burocracia del partido/gobierno, por esas dos tendencias
anti-socialistas, que están haciendo -unos gratis y otros recibiendo grandes
comisiones- el trabajo sucio del imperialismo, cuyo músculo militar no será
necesario para restaurar plenamente el poder del capital internacional en
nuestro país?

El partido se sigue considerando a sí mismo, a pesar de todos sus
reconocidos errores, como vanguardia y principal protagonista del proceso
revolucionario, que toma las decisiones por todo el pueblo, desconociendo que
son al pueblo y a los trabajadores a los que corresponde el papel decisorio y
soberano, el papel protagónico en cualquier proceso genuinamente
revolucionario.

¿No se percatan de que, de esta manera, el partido/gobierno, con medio
siglo en el poder, sigue tratando los asuntos del proceso revolucionario, que
competen a todo el pueblo, como si fueran de su propiedad privada, olvidando
que, hasta hoy, todo ha sido posible por los sacrificios de los trabajadores,
campesinos, combatientes, profesionales, estudiantes y pueblo cubano en
general, a los que ahora se ignora, mal-paga y subestiman las políticas de
corte neoliberal asumidas por el estado todo poseedor y decisor?

Esta posición escapista hacia el pasado, del partido/gobierno obliga a
reconsiderar los análisis y posiciones de las fuerzas revolucionarias ante el
mismo.

Es hora de reconocer que el proceso revolucionario no es un estado, un
gobierno, un partido o un individuo, por importantes que hayan sido sus
protagonismos en determinadas etapas; sino el avance sistemático de la
socialización y democratización del poder económico y político.

Es tiempo de pasar de la "burocracia representativa" a la democracia
directa, ejercida por los trabajadores y el pueblo en los centros de producción
y servicios, en las comunidades, en los barrios, en los municipios, en el país.
La Conferencia no ofrece nada en este sentido.

¿Qué queda por decir y hacer a esa amplia franja de comunistas,
socialistas, libertarios, anarquistas, trotskistas, gramscianos,
socialdemócratas, demócratas, partidarios de la amplia diversidad, defensores
de los derechos de todos y revolucionarios en general?

Cada cual encuentre su respuesta.

Socialismo por la vida.

La Habana, 30 de octubre de 2011 
perucho1949@yahoo.es

Sobre la prensa en Cuba 
por Guillermo Rodríguez Riveratop

Los amigos de Espacio laical(*) me han distinguido llamándome, otra vez, para
tomar parte en un dossier de esos que pueden contribuir a aclarar algunas cosas
que hace mucha falta aclarar. Quieren mi opinión para que se incluya en lo que,
sin duda, será un debate sobre la prensa en general y, específicamente, sobre
la prensa en Cuba.

Quisiera empezar por decir que alguna vez, allá en mi ya lejana adolescencia,
acaricié el propósito de ser periodista. Nunca llegué a matricular en la
Escuela de Periodismo que existía en Santiago de Cuba, la ciudad donde nací y
crecí. Y cuando, casi al triunfo de la Revolución mi familia decidió mudarse a
La Habana -donde ya vivían mis hermanos médicos-- , tampoco quise estudiarlo
porque, leyendo las crónicas del mayor de los periodistas que ha dado Cuba,
José Martí, y que nunca había estudiado periodismo, comprendí que el periodismo
no era un saber sino una habilidad, un oficio que hay que desarrollar desde una
formación humanística. Hacer una crónica o un reportaje (más aún un artículo de
opinión) se aprende a hacer leyendo a los maestros y, ante todo, escribiendo.
Claro, si uno tiene la capacidad para hacerlo.

Lo cierto es que casi mi primer trabajo fue de periodista. Digo casi porque
inicialmente trabajé en una oficina a mis diecisiete años, pero rápidamente me
vinculé a la Dirección de Cultura de la Asociación de Jóvenes Rebeldes. Allí
conocí a Ines Martiatu y a Sara Gómez, entonces tan jóvenes como yo, y no sé
ni cómo empecé a escribir crítica de cine para la revista Mella, el órgano
oficial de la AJR. Esther Ayala, que entonces era su jefa de redacción, me
convenció para encargarme de otros trabajos, y al rato andaba yo escribiendo
crónicas y hasta reportajes sobre casi todo lo humano y casi nada de lo divino.

Todavía, mientras cursaba mis estudios de filología, fui periodista en Radio
Reloj Nacional, por invitación de mi amigo Edel Suárez y en la Revista Cuba,
donde fui secretario de redacción y tuve como jefe a Darío Carmona, periodista
republicano español, con quien aprendí casi todo lo que sé del oficio. Pero
preferí dedicarme a la más desasida, a la más intemporal literatura porque
empecé a comprobar que el periodismo socialista se regía por normas muy
peculiares.

Si uno hurgaba en una bibliografía al alcance de todos, empezaba a descubrir que
las reglas que establecían las coordenadas del periodismo socialista eran las
que había establecido Lenin en diversos artículos. Lo que ocurría es que, si
uno miraba los años cuando se escribieron, las fechas de esos artículos de
Lenin eran 1910 ó 1911. Esto es: eran normativas para la prensa socialista
clandestina.

Esas fueron las normas que Stalin -gran maestro de la descontextualización-
escogió para regir la prensa del socialismo en el poder. Ese es uno de los
signos del dogmatismo y la manipulación: la afirmación que se hizo en una
circunstancia, pretende establecerse como válida para todas las circunstancias.

La prensa socialista clandestina, que debía defender contra sus enemigos la
supervivencia de una organización perseguida, se convirtió, en el poder, en la
reina del secretismo: que se diga lo menos posible, que es lo que prefiere el
que hace las cosas mal y quiere ser inmune a los reclamos.

Los partidarios del "secretismo" han tratado de hacer creer que a una
revolución, que afecta los intereses de los poderosos y por ello siempre tiene 
enemigos de cuidado, no le hace bien airear las imágenes de lo negativo que
pueda existir en el ámbito donde gobierna, pero esto jamás podrá esgrimirse
como un principio legítimo. Los males deben conocerse para poder combatirlos y
eliminarlos. Cualquier médico sabe que sin diagnóstico no hay curación. Lo que
se precisa es que la caracterización de lo mal hecho se realice con honestidad y
precisión.

Cuando único cabe el control y el invocar la seguridad nacional para que la
prensa actúe con absoluta disciplina, es cuando la patria está siendo atacada y
no debe decirse nada que pueda ser usado por el agresor. Ese principio legítimo
puede también pervertirse: la administración del expresidente George W. Bush
militarizó la prensa en las guerras de Afganistán e Irak, pero estaba claro que
esas guerras eran injustificadas, porque no se combate a un grupo terrorista
bombardeando e invadiendo una o dos naciones y estaba claro que la seguridad de
los Estados Unidos no estaba en peligro.

No es lo mismo una guerra en la que un país se defiende de una agresión, que la
guerra en que el gobierno de una potencia está agrediendo a otro pueblo.

El invocar la defensa de la unidad del país para ocultar el mal manejo de una
administración o de cualquier hecho de la vida civil, es también pervertir
peligrosamente el que debía ser un principio sagrado. Es devaluarlo, porque se
le está usando para ocultar lo mal hecho y así, se le hace cómplice de ello.

La defensa de la Revolución y de la patria no es la defensa de las
administraciones que funcionan mal.

El presidente Raúl Castro ha invocado la necesidad de un cambio de mentalidad
que nos permita reencauzar la Revolución. Hay que pensar de otra manera para
poder cambiar las cosas.

Yo creo que la prensa constituye un instrumento esencial para ello y que, por
ello mismo, la burocracia que se opone a los cambios hará todo lo que pueda
para evitar que nuestros medios informativos participen de ese cambio. Y los
que temen por la seguridad de su cargo, tratarán de no arriesgarse. La
burocracia tiene muchas maneras para coartar, atemorizar, retardar lo que no
quiere que ocurra.

Hace apenas unos meses, el Dr. Esteban Morales, eminente politólogo y hombre de
probada trayectoria revolucionaria, escribió un artículo valorando el peso
negativo que tiene la corrupción en el país y explicando cómo ello puede ser
más dañino para la Revolución que las mismas actividades de la disidencia
interna. Invocaba el caso de muchos de los antiguos países socialistas, donde
los socialistas corruptos fueron esenciales para la restauración del
capitalismo.

El comité del PCC en su municipio sancionó a Esteban a la máxima pena: nada
menos que separándolo como militante comunista, lo que nos pareció escandaloso
a muchos. Él apeló a las instancias que correspondían y finalmente fue
suprimida la sanción y le fue devuelto su carné de militante. Fue una hermosa y
necesaria victoria. Pero la página web donde publicó su opinión no ha vuelto a
ser la misma. Se ha cargado de una prudencia que está a un paso del temor,
porque entre la prudencia y el miedo, media el mismo paso que va de lo sublime
a lo ridículo. En este sentido, la sanción surtió efecto.

El Dr. Morales, uno de nuestros mayores conocedores de la política de los
Estados Unidos y frecuente invitado a la Mesa Redonda, no ha vuelto a aparecer
en el programa, cuando se han tratado temas en los que es una autoridad. A mí
me parece que su reivindicación debía ser completa.

La perversión del uso del principio de unidad degrada la defensa de la patria a
la defensa de los funcionarios y, generalmente, de los funcionarios que no
merecen ser defendidos.

El "secretismo" crea una ley no escrita mediante la cual las noticias no existen
hasta que la instancia pertinente aut-*orice su existencia, si pensaba que la
existencia de esa noticia era conveniente a la política del país, o para lo que
el censor piensa que son los intereses de la nación.

Cuando la información se publicaba, hacía mucho rato que todo el mundo la sabía,
porque en el mundo en que vivimos, el de la Internet y el email, es fácil
propagar la mentira, pero casi imposible ocultar la verdad.

La excusa para ocultar una noticia es, casi siempre que, el saberla, laceraría
la conciencia revolucionaria de nuestro pueblo. Y ello es subvalorar al pueblo
que tenemos, instruido, con una verdadera cultura política y hondamente
identificado con nuestra revolución, veterano de todas las batallas de estos
cincuenta años; un pueblo que ha sabido asumir a fondo profundos sacrificios.
Hay muy pocos pueblos que sean más capaces de conocer todas las verdades sin
flaquear que el cubano.

Cometen una gran injusticia o un gran error de apreciación por no conocer por
dentro los órganos informativos cubanos, los que juzgan a los periodistas 
como cómplices del silencio que hace la prensa ante muchas realidades
negativas. La autocensura es casi siempre la consecuencia de la censura. Cuando
a un periodista le rechazan continuamente sus artículos críticos, termina por
aprenderse la lección: la dirección del periódico no quiere que se hagan esas
valoraciones, así que lo mejor es ni escribirlas, porque estoy obligando a los
jefes a censurarme y, no sólo lo harán, sino que además me culparán de ello
porque, con mi insistencia, los estoy obligando a ejercer el feo oficio de
censores. Estoy obligándoles a que hagan explícita su posición.

Es cierto que hay algunos que averiguan cómo procede el jefe y actúan en
consecuencia, pero son los menos y de todos modos, son también un producto de
la censura.

Yo espero que esté al producirse un cambio en el funcionamiento de nuestra
prensa. No podrá ser sólo un cambio de figuras, aunque ese cambio pueda estar
incluido. Si el sistema sigue siendo el mismo, los resultados serán iguales o
muy parecidos.

El socialismo ha demostrado tener, para la información que lo critica, eso que
se llama en el boxeo "poca asimilación". El boxeador tiene que golpear pero, a
la vez, asimilar los golpes del contrario. El boxeador que se cae al primer
golpe, dicen los especialistas que tiene "mandíbula de cristal". El socialismo
tiene que aprender a asimilar porque ello le es imprescindible para mejorar.
Puede hacerlo, pero tiene, como pide Raúl, que cambiar la mentalidad, o la
mandíbula.

No debería atemorizarse, aunque es cierto que cualquier problema de la sociedad
cubana es enfocado y magnificado por sus enemigos, pero es hora de que dejemos
de darle importancia a lo que no lo merece. No podemos vivir subordinados a la
apreciación del enemigo.

Si un gobierno detestado por el poder de los Estados Unidos hubiera tenido la
cuarta parte de los conflictos que está viviendo y las violaciones de derechos
que comete el régimen derechista de Sebastián Piñera en Chile, estarían las
Naciones Unidas -incitadas ya se sabe por quién-- buscando mecanismos para
decretar desde un embargo económico, hasta ese eufemismo que se llama "zona de
exclusión aérea", mediante la cual impido que otro bombardee a los civiles y
los mate, bombardeándolos y matándolos yo.

No hay defensa alguna de los derechos humanos.top

No hay casi prensa en el mundo que no este visiblemente manipulada y controlada
y no responda a determinados intereses que no son necesariamente los de la
legítima información.

La prensa del mundo capitalista es prensa privada y responde a los intereses de
sus propietarios, o a los que sus propietarios se alían.

La prensa socialista ha sido manejada por un partido único que se ha fundido con
los concretos intereses de los organismos de gobierno actuantes o, más
exactamente, con las personas que rigen esos organismos, porque aunque ello no
está en el programa, la mayor parte de las alianzas no son entre las
instituciones, sino entre los funcionarios que las dirigen, que se relacionan y
se protegen.

El Comandante Fidel Castro dijo no hace mucho que un problema muy grave es que
nadie sabía cómo se construía el socialismo. Me pregunto: ¿y alguien sabía cómo
se organizaba la prensa del socialismo?

Yo pienso que el sistema que tenemos no funciona adecuadamente. El Granma
debería hacer los enfoques oficiales que son los que aprueba y respalda con
responsabilidad el CC del PCC, del cual es órgano oficial. Su director sería
nombrado, tal como ahora, por esa entidad. Pero en la prensa en su conjunto, no
pueden circular únicamente aquellos criterios que se consideren como "política
oficial". Tienen que circular valoraciones que enriquezcan el pensamiento, e
incluso contribuyan a modificar lo que es hoy la "política oficial": ese es un
acervo del que la sociedad no puede prescindir porque la nutre y la desarrolla.

Yo creo que debía haber un cuerpo colegiado integrado por dirigentes partidarios
e institucionales pero también por trabajadores y personalidades de suficiente y
probada autoridad como para no disponer algo que vaya contra su conciencia y su 
prestigio.

Este órgano debía proponer los directores de los otros periódicos, las revistas
y los espacios noticiosos radiales y televisivos de alcance nacional, que
serían electos por período de tres años, prorrogables a otros tres.

Esos directores tendrían plena autoridad para disponer lo que se publica y sólo
serían impugnables por tres razones: 1) porque publicaran información falsa bien
por mala intención y/o por probada negligencia en la indagación 2) por ocultar
informaciones que deben ser divulgadas; y 3) porque publicaran información que
atentara contra la seguridad de la nación.

Esta propuesta habría de discutirse y, seguramente, ser mejorada.

¿Es esto una propuesta descabellada? ¿Es esto un desvarío imposible de
concretar? Tendrían que demostrármelo tanto los dueños de periódicos que
publican lo que les interesa, cómo los que apoyan la prensa controlada del
socialismo, que no cumple las funciones que debía cumplir.

Creo que vale la pena ensayar lo que parece imposible porque, como dijo mi amigo
Silvio Rodríguez, "de lo posible se sabe demasiado".

(*) Espacio laical: órgano del Consejo arquidiocesano de Laicos de La Habana:
http://espaciolaical.org/

 

EEUU No permitirá a Putín restablecer el imperio del mal Afirma Candidato presidencial republicano a CNNtop

Mitt Romney, candidato presidencial de EEUU: Rusia está en una encrucijada
histórica. Vladímir Putin calificó el colapso del imperio soviético como la
gran tragedia del siglo XX. ¿Será que va a intentar corregir lo que llama
tragedia y con amenazas subyugar a los países de la antigua Unión Soviética e
intimidar a Europa con ayuda de la palanca energética?

Volvamos a nuestro sur. ¿Va el calumnioso socialismo venezolano de Hugo Chávez,
en estrecha alianza con el calumnioso socialismo cubano de Castro, a socavar
las perspectivas de la democracia en una región, sedienta de libertad,
estabilidad y prosperidad?

Nuestra frontera con México sigue siendo una herida abierta. ¿Van los cárteles
de la droga a dominar la región y penetrar en Estados Unidos, extendiendo más y
más la violencia en nuestro país? ¿Nos espera fracasar en la seguridad de las
fronteras y en el freno a la ola de inmigrantes ilegales? ¿Van a penetrar cada
vez en la profundidad de nuestro territorio los contrabandistas,
narcotraficantes y terroristas?

Eso sería un mundo preocupante y amenazador para EEUU, aunque no es muy irreal.
Esas son sólo algunas de las amenazas reales con las que va a tropezar Estados
Unidos, si seguimos la política impotente de los últimos tres años.

Por supuesto, todo no deberá ser necesariamente así. No es nuestro destino. Hay
una opción.

Somos una democracia. Y nosotros mismos tendremos que decidir.

En esta campaña a la presidencia de Estados Unidos, les ofrezco una concepción
muy diferente del papel de EEUU en el mundo y del destino de América. Nuestro
próximo presidente se enfrentará a la adopción de muchas decisiones de política
exterior difíciles y complejas. Pocas de de ellas serán en blanco y negro, pero
yo estoy aquí hoy para decirles que me guío por una sola pasión y convicción
abrumadora. Este siglo será el siglo de EEUU.

(APLAUSOS)

En el siglo de EEUU su economía y Ejército serán los más fuertes del mundo. En
el siglo de América, nuestro país será el líder del mundo. libre; y el mundo
libre, el líder del mundo.

Dios creó este país no para que nuestra nación siguiera a otros. El destino de
América no debe ser el de una de varias potencias mundiales equilibradas por
igual.

Estados Unidos debe liderar el mundo, si no lo hará otro Sin el liderazgo
estadounidense, sin claridad de objetivos y determinación estadounidenses, el
mundo se convertirá en un lugar más peligroso, y la libertad y la prosperidad,
sin duda, serán unas de las primeras en caer.

Permítanme aclarar. Como presidente de Estados Unidos, me consagraré al siglo
americano, y yo nunca, nunca voy a pedir disculpas por Estados Unidos.

(APLAUSOS)

Algunos pueden preguntarse, ¿por qué Estados Unidos? ¿Por qué justamente
Estados Unidos debe ser especial, y no como decenas de otros países en todo el
mundo?

Considero que somos un país excepcional, con un destino y papel únicos en el
mundo. No en el sentido excepcional, como dijo el presidente en tono burlón, en
que los británicos consideran exclusiva a Gran Bretaña; y los griegos, a
Grecia. Según la opinión profundamente errónea de Barack Obama, en Estados
Unidos no hay nada único.

Pero somos excepcionales. Y somos excepcionales, porque somos una nación
basada en los valores e ideas de la Revolución Americana, propuestas por
nuestros más grandes estadistas en nuestros documentos fundacionales.
Somos el pueblo que se liberó del yugo de la tiranía y creó, en palabras de
Abraham Lincoln, el poder del pueblo, por voluntad del pueblo y para el pueblo.
Somos el pueblo que, en palabras de nuestra Declaración de Independencia,
consideramos sobreentendidas ciertas verdades, a saber, que todos los hombres
fueron creados por el Creador con determinados derechos inalienables.

Es nuestra creencia en la universalidad de esos derechos inalienables la
que nos lleva a nuestro papel excepcional en el mundo, la fe en el gran
defensor de la dignidad humana y la libertad americana y humana. Amamos los
principios de los fundadores de Estados Unidos.

Yo nací en 1947, hijo clásico del baby-boom. Yo crecí en un mundo
formado por una amenaza dominante contra Estados Unidos: la amenaza de la Unión
Soviética y el comunismo. El ejercicio de "agáchense y cúbranse" lo aprendimos
en la escuela durante la Crisis de los misiles en Cuba, que fue resultado de la
amenaza de un conocido enemigo con fronteras precisas y dirección concreta.
Necesitamos aviones de reconocimiento para encontrar las bases ocultas de
misiles en Cuba, pero no los necesitábamos para encontrar a Nikita Jruschov. 
El presidente Reagan podía negociar con el premier (sic) soviético
Mijaíl Gorbachov y firmar tratados en que cada parte podía ser
responsabilizada. Y cuando cogimos a los soviéticos en la mentira, pudimos
atraer la atención del mundo a sus fechorías.

Hoy nuestro mundo se ha hecho mucho más caótico. Seguimos enfrentando amenazas
graves, pero no vienen de un país, de un grupo o una ideología.
El mundo, desgraciadamente, no es tan cierto. Estados Unidos y nuestros
aliados se enfrentan a varias amenazas que se superponen y refuerzan
mutuamente.

Para proteger a Estados Unidos y garantizar un mundo pacífico y próspero,
debemos entender con precisión estas nuevas amenazas, entender su complejidad y
desarrollar una estrategia que posibilite eliminarlas antes de que causen
conflictos. Es demasiado fácil para el presidente ir de crisis en crisis,
luchando con un punto caliente tras otro, pero actuar así significa dejarse
llevar por los acontecimientos, en lugar de dirigirlos.

Para evitar esa trampa paralizante en lugar de progresar, el presidente debe
tener una visión amplia del mundo entero articulada con determinación. Cuando
miro el mundo entero, veo varias fuerzas principales que compiten con Estados
Unidos y las naciones libres, tratando de formar su propio orden mundial a su
gusto.

No son amenazas puramente militares. Más bien, son ciertas poderosas
fuerzas que pueden poner en peligro la libertad, la prosperidad y los intereses
nacionales de EEUU.

En primer lugar, es el fundamentalismo islámico, con el que estamos en
guerra desde después del 11 de septiembre del 2001.
En segundo lugar, es la lucha en el gran Medio Oriente entre los que buscan
la libertad y los que tratan de aplastarla.

Es también peligroso el efecto dominó y desestabilizador con origen en países
colapsados y en proceso de colapso, en que pueden encontrar refugio los
terroristas.

Es antiestadounidense la concepción de los regímenes de Irán, Corea del Norte,
Venezuela y Cuba, dos de los cuales están tratando de poseer armas nucleares.
Esas fuerzas incluyen a países emergentes con aspiraciones ocultas o nuevas,
tales como China, que quiere convertirse en una superpotencia, y la renaciente
Rusia, encabezada por un hombre que cree que la Unión Soviética era magnífica,
y no un mal.

Nota.- * "Drop and Cover". Era un ejercicio que se enseñaba a los estudiantes en
EEUU como reacción correcta ante la posible explosión de una bomba atómica en
medio de la Crisis de Octubre.

 

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