|
Cofradía de la Negritud - CONEG
Desde la Ceiba
Nº 140 lunes 17 de febrero de 2014
Sumario
- Cuba: una revaloración
indispensable de la inversión extranjera directa Por: José Luis
Rodríguez
- Bienvenidos compañeros señores capitalistas
Por Rogelio M. Díaz Moreno
- De los números a la mesa, la economía cubana sigue dando
de qué hablar por José Jasán Nieves Cárdenas
- La triste historia de la vaca prodigiosa de
Cuba y sus hermanas hambreadas (Tomado de "Cartas desde Cuba")
- "Si el hombre sirve, la tierra sirve" (José Martí)
por Roberto G. Peralo
- Jóvenes cubanas emigran con su futura descendencia
Por Patricia Grogg
- Terminar de cerrarle el cerco a la corrupción
por Esteban Morales
- Frei Betto: El Principal enemigo de la Revolución está
dentro de Cuba por Layyrene Pérez, Mónica Rivero
- En Cuba no habrá primavera árabe por Carmen
Muñoz
- Everything is a remix o de cómo marcar un hito en la
historia del cine cubano Por Karina Paz Ernand
- Leonardo Padura: "El problema es imponerse al miedo"
Por Wilfredo Cancio Isla*
- Es en Washington donde se decide si Bogotá
adelanta y firma un tratado de paz Por Patricia Rivas
- Las 50 ciudades más violentas del mundo en 2013
(Tomado de "Moncada")
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Cuba: una revaloración
indispensable de la inversión extranjera directa
Por: José Luis Rodríguez
La inversión extranjera directa (IED) se tomó en cuenta
por primera vez en la economía cubana cuando en 1982 se aprobó el Decreto
Ley 50, que la autorizaba como un complemento al esfuerzo inversionista
del país y los proyectos que se venían desarrollando con las naciones
socialistas europeas.
Posteriormente, durante el Período Especial, se incrementó gradualmente la
presencia de capital foráneo, primero en los sectores del turismo y la
producción del petróleo, y posteriormente en la minería del níquel, las
telecomunicaciones, la industria alimentaria y la comercialización de las
exportaciones de tabaco y ron, entre otras áreas a las que se dirigió la
captación de los flujos financieros externos.
A partir de septiembre de 1995 esta actividad fue regulada por la Ley No.
77 de la Inversión Extranjera, que se complementaría en 2004 con el
Acuerdo No. 5290 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, que amplió
las formas de inversión posibles.
De este modo, la IED creció entre 1995 y 2002, cuando abarcó 403 negocios
conjuntos, con un compromiso de inversión estimado en 5.200 millones de
dólares. Estos acuerdos se fueron reduciendo por el vencimiento de los
contratos, así como por incumplimientos de lo pactado y el desfavorable
resultado económico de una parte de los proyectos, lo que llevó a que en
2010 se mantuvieran sólo 206 acuerdos, con un compromiso estimado de
inversión de 4.200 millones de dólares.
La transformación de la política económica que se aprobó en 2011 planteó
nuevamente la necesidad de continuar propiciando la participación del
capital extranjero en la economía como complemento del esfuerzo
inversionista nacional.
Esa realidad se ha puesto de manifiesto en diferentes estudios que, aunque
muestran que las asociaciones económicas con capital extranjero participan
en el 40% del valor de las exportaciones del país, evidencian que su monto
ha sido insuficiente en relación con las necesidades de inversión foránea,
estimadas en varios cientos de millones de dólares anuales para alcanzar
tasas de crecimiento superiores al 6% a mediano plazo.
En este sentido, el país debe enfrentar la descapitalización sufrida por
la economía durante los últimos 25 años, consecuencia básicamente de la
significativa reducción de las inversiones producto de la crisis de los
´90. En efecto, mientras que la tasa de inversión alcanzó un valor de 26%
del PIB en los años ´80, bajó a 9,2% en la década siguiente y sólo se
elevó muy discretamente a 10,6% entre 2000 y 2013.
Para dar un vuelco a esta situación se requiere emprender cambios
estructurales indispensables en el modelo de funcionamiento de la economía
cubana, que permitan superar los obstáculos que supone enfrentar solamente
la coyuntura a corto plazo.
Sin embargo, para lograr esas transformaciones -además de algún tiempo- es
preciso incrementar el volumen y la calidad de las inversiones, pero dado
el bajo ritmo de crecimiento de la economía en estos momentos -sólo 2,5%
anual entre el 2009 y 2013- no es posible asegurar un nivel mínimo de
consumo, incrementar las inversiones y al mismo tiempo regularizar el pago
de la deuda externa.
Este último aspecto implica serias restricciones a corto plazo para el
crecimiento del país, pero resulta indispensable para lograr los flujos
financieros externos necesarios y, entre ellos, incrementar la inversión
extranjera directa.
Objetivos esenciales -como lograr un mayor nivel de seguridad alimentaria
sustituyendo un potencial de unos 600 a 800 millones de dólares anuales en
importación de alimentos- demandan un flujo de recursos financieros que
permitan asegurar el capital de trabajo para la compra de insumos básicos
-fertilizantes, herbicidas, plaguicidas y combustible-, así como la
adquisición de maquinaria y equipos indispensables en el propósito de
incrementar la productividad del trabajo y el rendimiento de los cultivos.
(1)
Esos recursos pueden obtenerse mediante la asociación con el capital
extranjero, como parte de una política adecuada que permita maximizar los
beneficios y minimizar los riesgos que esta política supone.
Para ello no deben pasarse por alto las ventajas y limitaciones de la
inversión extranjera en nuestras condiciones.
*El autor es asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial
(CIEM, La Habana)
Actualmente los rendimientos agropecuarios cubanos en productos esenciales
para la alimentación tales como el arroz, el maíz, la caña de azúcar, la
carne vacuna y la leche de vaca se encuentran muy por debajo del promedio
mundial, que sólo se supera ligeramente en el caso de los frijoles y los
huevos.
Entre los atributos con que cuenta Cuba para captar inversión extranjera
directa (IED) se cuentan ventajas comparativas naturales que incluyen la
disponibilidad de ciertas reservas minerales de importancia, entornos
turísticos sin explotar y una ubicación geográfica favorable.
También posee ventajas comparativas adquiridas tales como un elevado nivel
de escolaridad de la población (el 19% de los trabajadores tiene nivel
universitario), desarrollo científico relevante en un grupo de ramas del
saber, infraestructura mínima para el desarrollo del transporte
internacional y para un grupo de producciones agrícolas e industriales,
elevado estándar de salud e higiene y alto nivel de seguridad ciudadana.
Sin embargo, no es posible ignorar un conjunto de limitaciones para la
entrada de capital extranjero en el país. La primera de ellas y la más
importante es la existencia del bloqueo económico de Estados Unidos, que
no solamente impide el acceso al mayor mercado del mundo, sino que impone
costos y riesgos que encarecen las inversiones en Cuba. A ello se añade la
prolongada crisis económica internacional y la incertidumbre que
introduce.
A lo anterior habría que sumar el elevado nivel de descapitalización que
arrastra la economía cubana, así como la ausencia de personal calificado y
con experiencia para operar con la IED. En este último aspecto, el hecho
de que la economía cubana no sea de mercado supone limitaciones para la
utilización actual de determinados mecanismos desarrollados en esas
economías, tales como mercados financieros y bolsas de valores, así como
los instrumentos que se asocian a su funcionamiento.
También constituyen aspectos por mejorar el acortamiento de los plazos de
negociación y aprobación de los proyectos, la reducción de determinados
costos en las operaciones del inversionista extranjero, que rebasan el
promedio regional, y una definición más precisa de la cartera de proyectos
de inversión que se desea promover.
Un elemento de la mayor importancia en la promoción de nuevos proyectos de
inversión con capital extranjero radica en la flexibilización de la
política fiscal y comercial del país, así como en la mayor eficiencia del
entorno de negocios, especialmente en lo referido a la modernización del
sistema bancario y la adecuación del régimen de contratación de la fuerza
de trabajo. En este último caso se trataría de mantener condiciones que
permitan preservar la fuerza de trabajo calificada con niveles de
retribución adecuados, al tiempo que se establezcan mecanismos más
flexibles para su contratación por parte del capital foráneo.
La priorización de proyectos dentro de una cartera de posibles inversiones
extranjeras en la economía cubana debe tomar en cuenta, por un lado, la
urgente necesidad de recapitalización de producciones claves para el país,
como la producción de alimentos capaces de sustituir importaciones. Por
otro, a aquellos sectores en los que existe un potencial científico
importante para lograr producciones y servicios de alta competitividad,
como las farmacéuticas asociadas a la biotecnología y algunas líneas en la
esfera de las telecomunicaciones y la informática.
A pesar de los obstáculos apuntados, la mayoría de los especialistas
considera que existe un espacio al alcance de Cuba para promover
exitosamente la IED que cubre a los países miembros del ALBA, a las
principales economías de la región latinoamericana (Argentina, Brasil y
México), China, Vietnam, Canadá, algunos países de Europa Occidental y
Rusia.
La política en torno a la inversión extranjera directa en Cuba (IED), cuya
ampliación había sido prevista al aprobarse los Lineamientos de la
Política Económica y Social en abril de 2011, fue relanzada con la
creación de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM) en septiembre
último.
Este proyecto está directamente vinculado a la creación de la terminal de
contenedores del puerto de Mariel.
En efecto, la inversión que se acometió en 2010 y cuyo primer tramo fue
inaugurado el pasado 28 de enero, rebasa los 957 millones de dólares, (1)
el 85% de los cuales fue financiado por el Banco Nacional de Desarrollo
Económico y Social (BNDES) de Brasil, con el objetivo de crear un mega
puerto capaz de acoger los nuevos cargueros de más de 200 mil toneladas de
desplazamiento -conocidos como barcos post-panamax-, que podrán atravesar
el Canal de Panamá una vez concluidas las obras para su ampliación, lo
cual está previsto para 2015.
Las implicaciones económicas de una instalación de esta naturaleza en Cuba
resultan evidentes cuando se conoce que, con la ampliación señalada, el
costo de transportación desde Asia se reducirá en 50%. En ese escenario,
el puerto del Mariel presenta ventajas competitivas con respecto a otros
puertos en la región, aun en medio del bloqueo de Estados Unidos.
Tampoco debe pasarse por alto que con la enorme capacidad de manipulación
de 822 mil contenedores anuales el Mariel se convierte en el principal
puerto del país, con repercusiones muy favorables para nuestro comercio
exterior, en tanto se libera el puerto de La Habana para otros objetivos
de orden turístico, con notables beneficios ambientales.
De este modo, la creación de la ZEDM, de unos 465 kilómetros cuadrados de
extensión, será favorecida por toda la infraestructura creada en paralelo
para el puerto, pero -además- el proyecto representa un impulso de gran
magnitud para el desarrollo del país, lo cual se aprecia al examinar sus
particularidades.
En primer lugar, el Decreto Ley 313, mediante el cual se aprobó la ZEDM,
si bien no implicó una modificación de fondo de la Ley 77 De la Inversión
Extranjera de 1995, ofreció palpables ventajas tributarias en lo referido
a las exención del pago del impuesto sobre la fuerza de trabajo, del
impuesto sobre utilidades durante 10 años y del impuesto sobre las ventas
por un año.
Adicionalmente, las tasas impositivas fijadas resultan favorables si se
comparan con lo establecido en la Ley 133, ya que el impuesto sobre
utilidades se fijó en 12% y el de ventas en 1%, y se mantuvo la
contribución a la seguridad social en 14%.
Otro aspecto novedoso -según la explicación brindada por el Ministro de
Comercio Exterior e Inversión Extranjera en la Feria de La Habana 2013-
fue el tratamiento a la contratación de la fuerza de trabajo.
En este sentido, se informó que, si bien se mantenía ese proceso a través
de agencias empleadoras, su objetivo no era la recaudación de divisas, al
tiempo que se señalaba que el salario de los trabajadores sería fijado
sobre una base de mayor participación en el valor del contrato, lo cual
introduce un elemento de estimulación importante.
En cuanto a los objetivos de la IED, se mantiene el propósito de obtener
financiamiento, mercado, tecnología, capacidad gerencial y empleo. Con el
fin de exportar y sustituir importaciones son priorizados nuevos sectores
en el ámbito de la IED, tales como la biotecnología, la farmacéutica, la
industria agroalimentaria, la energía renovable y el sector inmobiliario,
entre los de mayor significación.
Los primeros resultados informados por la Oficina Regulatoria de la ZEDM
indican que hasta enero se habían recibido 72 peticiones de inversión y 66
solicitudes de información por parte del capital extranjero: el 38%
estaban vinculadas con la industria, el 21% con la agroindustria y el 13%
con servicios de infraestructura.
Por su parte, el MINCEX informó que 35 proyectos asociados con la
industria de envases y embalajes, la agroindustria, la química y la
siderurgia estaban en vías de materialización.
En esta nueva fase de la IED en Cuba está desempeñando un papel muy
destacado Brasil.
Por ejemplo, la firma Odebrecht, directamente involucrada en la
construcción de la terminal portuaria en Mariel, ha estado vinculada desde
2012 en un contrato de administración productiva para la fabricación de
azúcar en el central 5 de Septiembre de Cienfuegos, con el objetivo de
incrementar en más de cinco veces su producción en unos 10 años, con un
aporte de inversión valorado en 200 millones de dólares. Igualmente, la
entidad ha venido negociando con Cuba para modernizar un grupo de
aeropuertos del país.
En cuanto a la ZEDM, Odebrecht firmó una Carta de Intención con el Centro
de Inmunología Molecular que apunta a la producción de anticuerpos
monoclonales para vacunas contra el cáncer. Asimismo, rubricó un
Memorándum de Entendimiento con el Grupo Empresarial de la Industria
Ligera con el objetivo de desarrollar un polígono de plásticos.
Otras firmas brasileñas como Souza Cruz, en la industria tabacalera, y
Fanavid, en la del vidrio, han dado pasos para concretar inversiones en la
ZEDM.
Sin dudas, la participación del capital extranjero bajo diferentes
modalidades está llamada a desempeñar un papel importante en el desarrollo
del país en los próximos años. En tal sentido, cabe esperar que la nueva
Ley de Inversión Extranjera -que debe ser aprobada por la Asamblea
Nacional en marzo próximo- brinde mayores posibilidades.
Un anticipo comienza a materializarse en estos momentos, junto a una
política de ordenamiento de nuestras finanzas externas, todo lo cual crea
gradualmente condiciones para que el país avance en la consolidación de su
sistema socioeconómico, mediante una inserción más eficiente en la
economía internacional.
* El autor es asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial
(La Habana).
Bienvenidos compañeros señores
capitalistas Por Rogelio M. Díaz Moreno
En estos últimos tiempos, el gobierno cubano está de lo
más contento o, por lo menos, sus medios de prensa trasmiten esa
sensación, con unas noticias que en otros tiempos resultarían muy
inusitadas.
Sitios como Cubasi y Cubadebate publican, eufóricos, detalles sobre la
cantidad y magnitud de negociantes brasileños, chinos, mexicanos y de
otras nacionalidades interesados en asentar negocios en la Zona Franca del
Mariel. El mes que viene, el Parlamento cubano se reunirá en su primera
sesión extraordinaria de la historia, para aprobar una nueva Ley de
Inversión Extranjera. Los hombres de negocios estadounidenses y
cubanoamericanos intercambian besitos con la cancillería en La Habana.
Recuerdo cómo me molesté mucho con una de esas noticias, relacionada con
las obras del Mariel. El periodista refería, muy campante, cómo se había
mandado a técnicos cubanos a Brasil, con los que más saben de esas cosas,
para aprender de tecnologías y metodologías empleadas en la construcción
de las obras que se iban a construir en el megapuerto cubano. Pocas líneas
más abajo, se comentaba que la administración portuaria de las
instalaciones cubanas (o cubano-brasileñas, o brasileño-cubanas, en
realidad no sabemos) iba a ponerse en manos de una empresa de Singapur,
porque era también de la que más sabe de esas cosas. El periodista no
notaba ningún aire extraño en lo que exponía, pero yo me pregunto: ¿no
podemos mandar Liboritos al extranjero -por ejemplo, a Singapur-para que
aprendan a administrar y dirigir nuestros puntales económicos, pero sí
podemos mandarlos a Brasil, donde aprenden a construir aquello que se va a
poner luego en manos de otros?
Entre tanto, se publican notas sobre empresarios muy interesados en venir
acá a "invertir" y que vienen en grandes grupos. Ahora cabe preguntarse -
pero ningún periodista oficialista lo hace- ¿no son acaso estos mismos
compañeros señores, los capitalistas que tienen sus maquilas en México,
Centroamérica, China, el sudeste asiático? ¿No se supone que, como
socialistas, como revolucionarios, estemos, como mínimo, preocupados por
las prácticas explotadoras que los caracterizan?
¿Tenemos que suponer, tal vez, que producir acá en Cuba, para estos
inversores, implicará algún tipo de ventajas tan significativa, que están
dispuestos a no aplicar sobre los obreros y obreras cubanos, los mismos
estándares de explotación que imponen en otras latitudes? ¿Cómo lo
sabemos, cómo podemos saber si el balance de ventajas y desventajas será
aceptable para los y las de abajo? ¿Cuándo se va a abordar ese tema?
Con toda la discusión pública del nuevo proyecto de Código Laboral, se
evidenciaron grandes lagunas en la protección de la clase trabajadora.
Imagínense ustedes lo que traerá una Ley de Inversión Extranjera que no
pasó por el mismo proceso de escrutinio y cuestionamiento nacional, sino
que se va a aprobar de manera expedita en el próximo mes de marzo. Tal vez
los compañeros señores ya conozcan los pormenores de la dichosa ley, y por
eso están tan contentos.
Algunos funcionarios cubanos se ufanan, y se publica, porque el carácter
de la Zona Franca será tal, que la legislación e impedimentas burocráticas
que rigen en el resto del país no afectará la actividad de los empresarios
allí establecidos. Qué maravilla, eh. Cuánta libertad, para el capital. Me
pregunto yo, una vez más, si eso no implicará también algunas potestades
que ya no le van a convenir tanto al que deje su sudor en esas maquilas
para enriquecer al inglés, o más bien al chino, al brasileño y a cualquier
otro capitalista.
Capítulo aparte merecería el sector azucarero. Puede que haya hasta quien
piense, de buena fe, que Odebrecht representa a un grupo de capitalistas
brasileños "buenos", en cuyas manos vale la pena poner los centrales
cubanos que, de cualquier forma, el estado cubano es incapaz de
administrar de manera racional. Sin embargo, cuando uno mira al Nordeste
brasileño -con su polo azucarero-, cuando se recapacita que en ese
tremendo, hermoso, potente país, coexisten la opulencia y la miseria en
los lados opuestos del contraste más dramático de este continente, tal vez
surjan algunas dudas. Y si fuera por el gobierno de aquí, ese no sería el
extremo, no, mi estimado o estimada lector o lectora.
Por que, lo que es este gobierno, parece que no se va a
detener en ninguna línea cuando se trate de buscar capital. Ahora los
invitados de moda son los herederos de los centrales azucareros
nacionalizados en los primeros años de la Revolución, los Fanjul y
compañía… que estén dispuestos a perdonar, tal vez aceptar alguna
reparación, y volver a aportar financiamiento, mercados, lo que se
necesite para sacar a flote "la economía". Pero, ¿no será "la economía"
desde el punto de vista de dueños, funcionarios, gerentes, vaya, la
burguesía vieja y nueva? Las malas lenguas señalan que las instalaciones
azucareras estadounidenses y de cubanoamericanos en República Dominicana y
otras áreas de América Latina, no han mejorado mucho los estándares de
explotación draconiana que, según recuerdo de mis clases de historia en la
escuela, lacraban el campo cubano y que, supuestamente, superamos con la
Revolución. ¿Será que en el gobierno nuestro no queda un ápice de
conciencia de clase? ¿O que sí existe, y bastante, pero no de la clase que
yo querría?
Que conste que yo creo que la reconciliación nacional es necesaria; que la
normalización de relaciones entre diáspora y permanecidos es un fin digno
de sacrificios; también de las ventajas que pueden traer las posibilidades
de interacciones económicas. Pero, definitivamente, esto no puede llevarse
a cabo sin mucho cuidado. Si se ignora que, lo que sea que exista por acá,
pretende constituir una alternativa a las relaciones capitalistas, de
explotación y demás, pronto no lo será más.
Si los Fanjul, los Gómez Mena, los Julio Lobo y demás desean venir,
conversar, intercambiar, explorar posibilidades mutuas, désele la
bienvenida cortés propia de personas civilizadas, que compartimos mucho
más que idioma, origen, hasta sentido de pertenencia a un terruño; pero no
confío, para establecer los términos de las nuevas relaciones, en el
gobierno que despoja a los médicos del 80% de lo que se paga por sus
servicios médicos en el extranjero. Que venga enhorabuena "Alfie" Fanjul,
y llegue hasta los centrales que fueran de su familia; que le exponga a
los trabajadores y trabajadoras cubanos lo que se propone. Que estos
trabajadores sean entonces los que negocien con él, los que tomen la
decisión en base a un análisis colectivo entre ellos, sin que pierdan
nunca las potestades sobre un medio de producción y vida socialista tan
trascendental para sus vidas y la esencia misma de la nación cubana, como
lo es la industria azucarera.
Perdón, de qué hablo: no se puede perder lo que no se tiene. Esas
potestades pertenecen al estado-gobierno y su casta privilegiada de
funcionarios-gerentes-burócratas. Se las venderán a Fanjul, por un plato
de lentejas, por treinta monedas, por lo que sea. Habrá que rogar y
esperar que este Fanjul tenga buen corazón y trate mejor a los empleados
en el siglo XXI que a aquellos de antes de 1959. Como los que pongan las
inminentes maquilas en el Mariel, los que compren a perpetuidad
instalaciones inmobiliarias con su servicio doméstico, y como todos los
demás compañeros señores, capitalistas extranjeros a los que se les vende
este país a pedacitos.
De los números a la mesa, la economía
cubana sigue dando de qué hablar
por José Jasán Nieves Cárdenas (Tomado de Cartas desde Cuba)
"Hablan del crecimiento de la economía del país, pero yo
quisiera saber si hay algo planificado para el crecimiento de la economía
de la gente". Así comienza el diálogo entre un oyente y un profesor de
Economía en un programa radial de alta audiencia en el centro sur de Cuba.
Y es que invitar a los cubanos a hablar de finanzas lleva, casi siempre, a
soslayar explicaciones macroestructurales. Lo que importa es lo que llega
hasta la mesa y los bolsillos, poco interesados en las variaciones del
Producto Interno Bruto o el manejo de la circulación mercantil (aunque
sean lo más importante).
"En estos momentos la economía no está dando indicios de que pueda ocurrir
una apreciación de la moneda nacional", responde el doctor en ciencias
Francisco Pérez Rosado, profesor de la Universidad Carlos Rafael
Rodríguez, de Cienfuegos, y baja al más puro realismo cualquier ilusión
que albergara el radioescucha.
"Para lograr que el peso cubano tenga mayor valor, deben crecer los
resultados en la eficiencia económica, las exportaciones, la productividad
del trabajo y el cantidad de divisas en la reserva del país; y hoy no
existen esas condiciones en una economía que por demás creció menos de lo
planificado", explica, para completar la lección.
"Sin estudiar economía sabremos el momento en que la moneda va a tomar
valor", comenta el doctor, quien regala tips para predecir el ansiado
momento de la disminución de precios o la subida del salario.
"Si usted ve un mercado abastecido sistemáticamente, con productos líderes
que no desaparecen, entonces es el momento en que la circulación mercantil
demanda liquidez y por tanto se pueden aumentar salarios o apreciar la
moneda, bajando los precios"; revela. "Pero mientras un producto `líder´
como el pollo ahumado llegue y en menos de una hora ya se haya agotado, no
se puede pensar que la economía esté en condiciones de respaldar ninguna
apreciación".
Para el docente de la casa de altos estudios sureña es mejor subir el
poder adquisitivo de la moneda nacional que aplicar una reforma de
salarios en todo el entramado de la economía.
"Hasta tanto no se produzcan crecimientos con verdadero impacto en el
país, de más del siete por ciento (en 2013 fue de 2,6) lo que más podrá
ocurrir serán ligeros incrementos salariales en algunos sectores
específicos, como los comentados con recurrencia en estos días para Salud
o Educación; pero hasta ahí", considera.
La nueva ley de inversiones anunciada para aprobarse por la Asamblea
Nacional en el mes de marzo y el establecimiento de la zona de desarrollo
del Mariel despierten también altas expectativas en el país, aunque para
el profesor Francisco es la agricultura el más inmediato soporte para la
superación de los problemas de Cuba. Eso sí, aclara, una agricultura que
no avanzará hasta tanto experimente una reforma integral.
"Lo primero es pagarle al productor a precios de mercado. Cuando
estudiamos las agriculturas del mundo, vemos que los pequeños y medianos
productores se desviven porque el Estado les compre; mientras que aquí hay
que dar reuniones para conseguir que los productores le vendan al Estado."
"Veamos el caso de la leche", propone. "El litro de leche fresca la
compran las empresas lácteas estatales a 1.90 pesos cubanos (CUP) la de
menor calidad y 2.60 CUP la de mayor. Sin embargo, el productor particular
de yogurt paga el litro a 5 CUP, sin medir rasero".
"¿Qué está ocurriendo? Pues que los campesinos incumplen lo concertado
cada año y el Estado debe comprar la tonelada de leche en polvo a 6000
dólares en Nueva Zelanda. Si lo convertimos veremos que el Estado paga de
ese modo15 CUP por cada litro, a un ganadero neozelandés y no a uno
cubano", reflexiona Pérez Rosado
"A veces los decisores se justifican diciendo que no tenemos ese dinero,
¿entonces cómo aparece cuando se pone en riesgo la entrega a los niños y
los enfermos? Es, evidentemente, un problema de mentalidad", sentencia.
"La economía del Estado es la economía de la gente, eso es de esencia en
el socialismo" aclara el economista cienfueguero. Pero tras la ronda de
preguntas que sorteó, a micrófono abierto y con las necesidades menos
conceptuales que se pudieran escuchar (el precio de los tomates, los
ingreso de los jubilados…) insiste en señalar que, si se mantiene la
ineficiencia en el aparato productivo estatal, será difícil esperar que
las personas se sientan identificadas.
Es que una cosa son los números y otra la mesa, como pudo notar.
La triste historia de la
vaca prodigiosa de Cuba y sus hermanas hambreadas (Tomado de "Cartas desde
Cuba")
Acabo de deleitarme con el documental de Enrique Colina
sobre la vaca Ubre Blanca, la recordista cubana que produjo en un solo día
más de 110 litros de leche. Fue un animal tan prodigioso que desplazó a un
segundo plano a la mejor lechera del imperio.
Dadas las implicaciones político-ideológicas del hecho, Ubre fue protegida
de posibles atentados por fuertes medidas de seguridad. Se estableció un
control en la entrada de la vaquería y solo podían pasar las personas
autorizadas, cuyos nombres figuraban en una lista.
Sin embargo, la vaca prodigiosa fue visitada por casi todos los políticos
extranjeros que llegaban a Cuba. Incluso a uno de sus ordeños se invitó 26
periodistas extranjeros para que informaran al mundo sobre los resultados
del desarrollo ganadero cubano.
Los mimos de los guajiros a la vaca eran tales que en ocasiones la
alimentaban con naranjas pero la prensa cubana aseguraba que aquellos
ordeños descomunales no eran más que la punta del iceberg en un país que
producía 1 millón de litros de leche diarios.
El asunto tomó tanto vuelo que los vaqueros tenían la obligación de
informar cada día a la máxima dirección del país sobre los resultados
lecheros de Ubre Blanca. Y se decía que, en menos de un año, Cuba se
convertiría en un país exportador de carne a Europa.
Muere la ganadería de Cuba
Poco después abro el periódico del Partido Comunista (1) y uno de sus
artículos me devuelve, de un solo golpe, a la realidad. Informan que el
pasado año en la provincia de Villa Clara, murieron de hambre y sed más de
18 mil cabezas de ganado y otras 5 mil fueron robadas.
La mayoría de esas vacas y terneros murieron por "la carencia de una
estrategia capaz de garantizar la alimentación de los vacunos en la etapa
de sequía". Y los colegas del Granma agregan que además hay un número
indeterminado de reses "faltantes", animales que simplemente
desaparecieron.
Dicen en Cuba que el sacrificio ilegal de una vaca cuesta 20 años de
cárcel, si eso es cierto entonces a los directivos de la agricultura les
tocaría unos 400 mil años de prisión por la mortandad que provocó su falta
de estrategia alimentaria durante el pasado año.
Sin embargo, en vez de entregarse a la justicia, desvían el tiro hacia los
campesinos insinuando que estos utilizan el pienso de las vacas para
engordar a sus cerdos y criar las aves de corral, aunque reconocen que
semejante acusación es algo que "pocos han podido demostrar".
Lo que sí está demostrado por un estudio realizado por los propios
especialistas de la Delegación Provincial de la Agricultura en Villa Clara
es que "la falta de agua, caña y king grass, constituye la causa
fundamental del 60 % de los fallecimientos en el territorio"
El asunto no es nuevo, en 2011 se dejaran de entregar "30 millones de
litros de leche, hecho que obligó al Estado a erogar 14 millones de
dólares adicionales, a fin de adquirir la leche en polvo que necesita el
país", según informa el más oficial de los periódicos cubanos.
Si para subsanar un desastre económico se repiten los mismos esquemas, se
utilizan los mismos métodos y se mantiene a los mismos directivos es muy
probable que se termine en el punto de partida o peor aún, en Villa Clara,
en 2013 murieran de hambre 1140 vacas más que en 2012.
La agricultura pide a gritos -y a mugidos- un nuevo esquema de producción,
con mecanismos de distribución diferentes, precios adecuados, pagos en
tiempo, suficientes insumos y una política de cuadros que permita
desprenderse rápidamente del lastre.
Se trata de una combinación en la que además de cambiar todo "lo" que deba
ser cambiado habría que cambiar también a todo "el" que deba ser cambiado.
Demostrando que la revolución solo está comprometida con el pueblo, tal y
como proclamó el presidente en enero.
Las dificultad de criar ganado en un país tropical, escaso de agua y de
pastos, son enormes pero dejar morir de hambre y sed a su masa ganadera es
imperdonable, dadas las necesidades alimentarias que enfrentan los cubanos
de a pie y lo que gasta el país por importaciones.
Afirma un vaquero que crear un buen rebaño puede llevar años y destruirlo
solo unos pocos días. También se podría decir que para desarrollar la
ganadería hace falta el sacrificio de miles de guajiros pero para
arruinarla basta un puñado de dirigentes incapaces.
En Cuba la producción de alimentos fue declarada un tema de seguridad
nacional. Sin embargo se ha convertido en algo habitual y casi endémico
escuchar en la Asamblea Nacional sobre los incumplimientos en la
producción de los principals productos agropecuarios; provocando el gasto
de 2 500 millones de dólares anuales en compra de alimentos.
Hace 20 años la Unión Soviética (URSS) era uno de los principales
importadores de alimentos. Hoy los países de la ex Unión Soviética se han
insertado en el comercio agrícola mundial, no como importadores sino
exportando. En estos momentos están entre los principales exportadores de
granos del mundo compitiendo de igual a igual con Estados Unidos,
Argentina y Brasil.
Raúl Castro explica, en unos de sus discursos, cómo enseñamos a cultivar
café a los vietnamitas, convirtiéndose pocos años después en el primer
país exportador del aromático grano y nosotros, en cambio, en fieles
importadores. Es vergonzoso escuchar cosas como estas. Estoy convencido
que la construcción del socialismo no tiene nada que ver con la
ineficiencia agrícola aunque un análisis rápido y superficial de los
hechos históricos demuestre lo contrario. El recurso más seguro y duradero
con que cuenta esta isla es la tierra, con bloqueo económico, con guerras
internacionales o crisis financieras a escala planetaria, siempre va a
estar ahí. Lo único que se necesita es hacerla producir; pero qué trabajo
nos cuesta.
Está demostrado que sin el apoyo estatal es imposible desarrollar la
agricultura en cualquier sistema político. Los acérrimos defensores de las
políticas neoliberales no se atreven a aplicar sus teorías en el sector
agrícola porque saben las consecuencias que le depara. Pero: ¿cuál es el
papel que debe desempeñar el Estado respecto a la agricultura?
En los últimos años se ha experimentado un giro de 180 grados en las
políticas respecto a la agricultura. Anteriormente los mecanismos
económicos existentes y las políticas trazadas convirtieron a la
agricultura en uno de los sectores más desamparados del país. Se llegó a
preferir comprarles a los agricultores dominicanos sus cosechas de
hortalizas antes de crear cuerpos jurídicos que permitieran pagarle de
forma directa a nuestros campesinos por la misma cosecha. Aunque estas
medidas fueron rectificada tiempo después aún estamos sufriendo
susconsecuencias
En este artículo me referí cómo un ganadero fue obligado por ley a
incinerar dos vacas que pudieron haberse aprovechado su carne. Ese mismo
campesino, le vende parte de su ganado, para producir carne y sus
derivados, al Estado que es el único comprador. Después de 6 meses aún no
le han pagado sus reses, tampoco nadie se le ha acercado para darle una
explicación de lo que ha pasado. En esta misma situación se encuentran
varios campesinos .De forma independiente me di a la tarea de investigar
cuáles eran las causas. Resulta que la empresa agrícola "intermediaria"
utilizó el dinero de los ganaderos para pagar deudas de gastos de
administración, quedándose sin liquidez. Es paradójico que dicha empresa
está diseñada para asesorar, ayudar y contribuir a que los campesinos
produzcan con eficiencia.
No es necesario explicar cuanto malestar, disgusto y desconfianza puedan
sentir estos campesinos por dicha empresa estatal y sus dirigentes. Son
incalculables las afectaciones directas al ciclo productivo que ha
provocado esta cadena de impagos.¿Qué mecanismo legal o económico protege
al campesino de tales abusos? Si existieran, ellos no lo conocen. ¿Es
necesario que las actividades productivas cuenten con tantos
intermediarios y burocracia?
Escuchar a un campesino decir: "prefiero echarle la leche de mis vacas a
los puercos antes de vendérsela al Estado", resulta muy preocupante; hay
algo en el mecanismo que no está funcionando. Resulta que se creó un
sistema que se implantó en todo el país para el acopio del preciado
líquido. Puede que en algún lugar tenga éxito pero las dinámicas
económicas y los actores que influyen en un proceso productivo no son
iguales en todos los territorios. No se puede pretender dirigir la
agricultura de todo un país desde una oficina central, ni regular todos
sus procesos con el mismo método. Hay que llevar hasta el pie del surco la
descentralización de los procesos de toma de decisiones.
Algunos logros sociales tienen su costo, la Revolución es la "responsable"
de que el 54% de la fuerza laboral en nuestros campos tenga más de 60
años, al darles la posibilidad a los hijos de los campesinos para que se
hicieran médicos, ingenieros y licenciados. Sin dudas el acceso a la
educación ha sido uno de nuestros logros más consistentes pero como
consecuencia nuestros campos se han ido despoblando. Y la agricultura
tiene un componente cultural y tradicional que se trasmite a través de
generaciones. Me pregunto: ¿dentro de 10 años quién trabajará la tierra en
Cuba?
Sin dudas en los últimos años se han ido eliminando algunas de las trabas
objetivas que frenaban el desarrollo de la agricultura cubana. Se reconoce
por parte de los campesinos un incremento de la asignación de los recursos
para hacer producir la tierra y mejoran los precios de acopio. Sin duda
alguna estoy convencido que la agricultura en Cuba puede llegar a
convertirse en uno de sus principales renglones económicos. Solo falta
resolver el problema más difícil: la mentalidad y la filosofía de trabajo
con lo que se ha dirigido nuestros campos los últimos 50 años.
Si el hombre sirve, la tierra sirve
(José Martí)
por Roberto G. Peralo -- Tomado de La Joven Cuba
En Cuba la producción de alimentos fue declarada un tema
de seguridad nacional. Sin embargo se ha convertido en algo habitual y
casi endémico escuchar en la Asamblea Nacional sobre los incumplimientos
en la producción de los principals productos agropecuarios; provocando el
gasto de 2 500 millones de dólares anuales en compra de alimentos.
Hace 20 años la Unión Soviética (URSS) era uno de los principales
importadores de alimentos. Hoy los países de la ex Unión Soviética se han
insertado en el comercio agrícola mundial, no como importadores sino
exportando. En estos momentos están entre los principales exportadores de
granos del mundo compitiendo de igual a igual con Estados Unidos,
Argentina y Brasil.
Raúl Castro explica, en unos de sus discursos, cómo enseñamos a cultivar
café a los vietnamitas, convirtiéndose pocos años después en el primer
país exportador del aromático grano y nosotros, en cambio, en fieles
importadores. Es vergonzoso escuchar cosas como estas. Estoy convencido
que la construcción del socialismo no tiene nada que ver con la
ineficiencia agrícola aunque un análisis rápido y superficial de los
hechos históricos demuestre lo contrario. El recurso más seguro y duradero
con que cuenta esta isla es la tierra, con bloqueo económico, con guerras
internacionales o crisis financieras a escala planetaria, siempre va a
estar ahí. Lo único que se necesita es hacerla producir; pero qué trabajo
nos cuesta.
Está demostrado que sin el apoyo estatal es imposible desarrollar la
agricultura en cualquier sistema político. Los acérrimos defensores de las
políticas neoliberales no se atreven a aplicar sus teorías en el sector
agrícola porque saben las consecuencias que le depara. Pero: ¿cuál es el
papel que debe desempeñar el Estado respecto a la agricultura?
En los últimos años se ha experimentado un giro de 180 grados en las
políticas respecto a la agricultura. Anteriormente los mecanismos
económicos existentes y las políticas trazadas convirtieron a la
agricultura en uno de los sectores más desamparados del país. Se llegó a
preferir comprarles a los agricultores dominicanos sus cosechas de
hortalizas antes de crear cuerpos jurídicos que permitieran pagarle de
forma directa a nuestros campesinos por la misma cosecha. Aunque estas
medidas fueron rectificada tiempo después aún estamos sufriendo sus
consecuencias
En este artículo me referí cómo un ganadero fue obligado por ley a
incinerar dos vacas que pudieron haberse aprovechado su carne. Ese mismo
campesino, le vende parte de su ganado, para producir carne y sus
derivados, al Estado que es el único comprador. Después de 6 meses aún no
le han pagado sus reses, tampoco nadie se le ha acercado para darle una
explicación de lo que ha pasado. En esta misma situación se encuentran
varios campesinos .De forma independiente me di a la tarea de investigar
cuáles eran las causas. Resulta que la empresa agrícola "intermediaria"
utilizó el dinero de los ganaderos para pagar deudas de gastos de
administración, quedándose sin liquidez. Es paradójico que dicha empresa
está diseñada para asesorar, ayudar y contribuir a que los campesinos
produzcan con eficiencia.
No es necesario explicar cuanto malestar, disgusto y desconfianza puedan
sentir estos campesinos por dicha empresa estatal y sus dirigentes. Son
incalculables las afectaciones directas al ciclo productivo que ha
provocado esta cadena de impagos.¿Qué mecanismo legal o económico protege
al campesino de tales abusos? Si existieran, ellos no lo conocen. ¿Es
necesario que las actividades productivas cuenten con tantos
intermediarios y burocracia?
Escuchar a un campesino decir: "prefiero echarle la leche de mis vacas a
los puercos antes de vendérsela al Estado", resulta muy preocupante; hay
algo en el mecanismo que no está funcionando. Resulta que se creó un
sistema que se implantó en todo el país para el acopio del preciado
líquido. Puede que en algún lugar tenga éxito pero las dinámicas
económicas y los actores que influyen en un proceso productivo no son
iguales en todos los territorios. No se puede pretender dirigir la
agricultura de todo un país desde una oficina central, ni regular todos
sus procesos con el mismo método. Hay que llevar hasta el pie del surco la
descentralización de los procesos de toma de decisiones.
Algunos logros sociales tienen su costo, la Revolución es la "responsable"
de que el 54% de la fuerza laboral en nuestros campos tenga más de 60
años, al darles la posibilidad a los hijos de los campesinos para que se
hicieran médicos, ingenieros y licenciados. Sin dudas el acceso a la
educación ha sido uno de nuestros logros más consistentes pero como
consecuencia nuestros campos se han ido despoblando. Y la agricultura
tiene un componente cultural y tradicional que se trasmite a través de
generaciones. Me pregunto: ¿dentro de 10 años quién trabajará la tierra en
Cuba?
Sin dudas en los últimos años se han ido eliminando algunas de las trabas
objetivas que frenaban el desarrollo de la agricultura cubana. Se reconoce
por parte de los campesinos un incremento de la asignación de los recursos
para hacer producir la tierra y mejoran los precios de acopio. Sin duda
alguna estoy convencido que la agricultura en Cuba puede llegar a
convertirse en uno de sus principales renglones económicos. Solo falta
resolver el problema más difícil: la mentalidad y la filosofía de trabajo
con lo que se ha dirigido nuestros campos los últimos 50 años.
Jóvenes cubanas emigran con su futura descendencia
Por Patricia Grogg
Ser mujer y joven son dos características de la emigración
cubana actual que inciden en el decrecimiento de la población.
LA HABANA, 12 feb 2014 (IPS) - Luego de visitar dos veces a su padre y
hermano en Estados Unidos, gracias al pasaporte español que obtuvo en
2009, la cubana Sissy Ramos decidió unírseles definitivamente, aunque con
ello siga postergando su anhelo de maternidad.
Ser mujer y joven son dos características de la emigración cubana actual,
lo que deja a este país caribeño de casi 11,2 millones de habitantes con
una población cada vez más envejecida y que pierde parte de sus
generaciones de relevo.
Antes de tomar un avión a Islas Caimán y luego a Estados Unidos, donde se
acogió a la Ley de Ajuste que desde 1961 facilita la residencia de cubanos
que toquen su territorio, esta ingeniera de programación de 27 años abrazó
a su madre y a su novio con la esperanza de reencontrarlos pronto.
"Parto primero para ir ahorrando hasta que aparezca la vía de que él
salga. Queríamos casarnos y tener hijos después de graduarnos, pero sin
vivienda propia y con salarios de 365 pesos (13 dólares) mensuales, que no
permiten mantenernos, es preferible que nazcan en otro país", dijo a IPS
días antes de su partida.
Si bien el Decreto-Ley 302 de enero de 2013 derogó las restricciones
gubernamentales para salir del país o retornar luego de haber perdido la
residencia, Ramos siente que con este paso perderá sus raíces.
"Aquí nací, me crié, tengo amistades y están mi madre y padrastro, con más
de 60 años. No quisiera irme, pero para tener un futuro mejor y garantizar
el de mi descendencia no puedo quedarme en Cuba", argumentó.
"Allá pienso trabajar en desarrollo de programas computacionales, que se
paga bien y tiene demanda. Así poco a poco podré llevarme al resto de la
familia", añadió.
Emigrar es una aspiración frecuente entre mujeres jóvenes por la crisis
económica permanente que se vive desde los años 90, cuando se extinguió el
bloque socialista de Europa del Este del que dependía Cuba.
Como en el resto del Sur en desarrollo, la emigración de Cuba es cada vez
más femenina.
En 2012, de las 46.662 personas que se fueron, 52 por ciento eran mujeres,
la cifra más alta después de las 60.000 que partieron en 1980, cuando se
abrió para este fin el puerto del Mariel, producto de tensiones
migratorias entre Cuba y Estados Unidos.
A su vez, los grupos etarios con más emigrantes van de 20 a 40 años, una
tendencia que se mantiene, según Antonio Aja, director del Centro de
Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana.
Becas académicas, contratos laborales, matrimonios con extranjeros,
reunificación familiar o visitas personales de las que no se regresa son
algunas de las vías utilizadas para irse a vivir al exterior.
Actualmente 44,9 por ciento de las familias cubanas tienen jefatura
femenina, al ser ellas las que más aportan al hogar, así tengan pareja.
A ello se suma que las mujeres representan 64 por ciento de los
profesionales universitarios, explicó a IPS la socióloga Marta Núñez.
"La mayoría prefieren emigrar solas y representan la principal fuente de
ingresos para sí mismas y para sus familias, a las que casi siempre envían
remesas", destacó esta profesora de la Universidad de La Habana entre los
resultados de una investigación sobre la migración de 2009.
"No quiero complicarme con parejas o que mi abuela de 85 años se enferme y
deba quedarme. Parto dos años a una maestría en México y si cuando termine
aún no se puede vivir de mi profesión en Cuba, cruzaré la frontera hacia
Estados Unidos", reveló a IPS una periodista de 27 años bajo anonimato.
Aunque se trata de una tendencia mundial, la salida de mujeres en edad
fértil se siente de otro modo en esta isla caribeña con saldo migratorio
negativo desde 1960, que influye en la caída de la población, junto con la
baja natalidad y el aumento de la esperanza de vida.
- 18,3 por ciento de los habitantes tienen 60 años o más, un punto
porcentual más que el segmento menor de 14 años.
- En 2012 nacieron 11,3 personas por cada 1.000 habitantes, 1,5 menos que
en 2011.
- La fecundidad es la más baja de América Latina: menos de dos hijos por
mujer.
Fuentes: Censo de Población y Viviendas 2012 y Oficina Nacional de
Estadísticas e Información
Durante el último quinquenio emigraron unas 39.000 personas por año, el
mayor promedio desde los primeros años de la Revolución, iniciada en 1959.
Los motivos de la gran emigración van desde la búsqueda de una mejora
económica y vital, con nuevos espacios laborales e ingresos, hasta la
reunificación familiar, dijo Aja.
También se nutre del rechazo a la forma de vida impuesta por el sistema
comunista cubano. "Llamar al emigrante cubano un caso político es
incorrecto, pero tampoco es netamente económico", dijo el especialista en
migraciones.
"Los cubanos portamos una historia de movilidad fuera de la frontera muy
importante y esa mentalidad hace que, ante la crisis, las personas decidan
irse", comentó Aja.
Hay nacidos en Cuba en más de 150 países, la mayoría en Estados Unidos,
donde el último censo de población reportó alrededor de 1,8 millones de
personas originarias de Cuba, 50,8 por ciento mujeres.
En términos absolutos, Cuba solo representa 3,4 por ciento del total de
emigrantes de América Latina, pero su diáspora es llamativa "para la
densidad poblacional del país", dijo Aja. Y "su dinámica demográfica
resulta un desafío" nacional, sostuvo.
Las emigrantes cubanas se caracterizan por planificar la maternidad "una
vez insertadas en las sociedades de destino", expone la demógrafa Gretel
Marrero en un artículo publicado en el anuario de 2011 del Centro de
Estudios de Migraciones Internacionales de la Universidad de La Habana.
Habría que tomar medidas que favorezcan el interés de mujeres y hombres
jóvenes en proyectar su futuro y descendencia en Cuba, dijeron a IPS
varias fuentes consultadas.
Eso hace Yaimé Alberdi, una contadora de 23 años que quisiera formar aquí
su familia. "No tengo en mente la maternidad hasta pasados los 30, pero me
gustaría que fuera donde nací, que no hay tanta violencia y mi familia me
puede ayudar", afirmó.
Ella aprovechará las nuevas regulaciones migratorias para visitar este año
a una tía que vive en México desde 2005 y tal vez trabaje para traer algún
dinero, pero hasta ahora sus planes incluyen el retorno.
En los 10 primeros meses de 2013, tras entrar en vigor de la reforma
migratoria, viajaron al exterior 184.787 personas. De los 66.510 que
fueron a Estados Unidos, 60 por ciento no regresaron aún, según dijo a
CubaHoy Lamberto Fraga, de la Dirección de Inmigración y Extranjería.
Terminar de cerrarle el cerco a la
corrupción
por Esteban Morales
No es nueva la idea de que a cualquiera que tenga un cargo o se le vaya a
asignar alguna responsabilidad, dentro del gobierno o del estado, le sean
auditados sus bienes. Esto lo he planteado en varios de mis artículos
sobre el tema.
Mientras haya funcionarios gastando dinero sin que sepamos de donde lo
saca, la corrupción andará por su respeto.
1. Para tratar con este asunto creo son necesarios siguientes pasos.
2. Que el gobierno consigne claramente y de manera explícita, cuales son
los privilegios de que pueden disfrutar los que ocupan los cargos a nivel
estatal y gubernamental.
3. Que cada funcionario tenga que hacer una declaración de bienes y sus
fuentes, antes de ocupar ninguna responsabilidad y que haga lo mismo
cuando ya deje el cargo.
4. Que cada funcionario, sea ministro, director de organismo, o con
cualquier nivel de responsabilidad, se vea obligado a rendir informe de
sus bienes, a los trabajadores de su organismo, cada vez que se haga un
balance de trabajo.
Que la contraloría se vea obligada a certificar el informe presentado por
el funcionario en cuestión.
No basta con auditar la institución, hay que también hacerlo con los
funcionarios que ocupan las responsabilidades principales. Teniendo en
cuenta además, que hay cargos no consignados como principales, pero que al
controlar recursos, también deben pasar por el mismo procedimiento. En
esto, un jefe de almacén o de abastecimientos, puede resultar más
importante que el ministro.
Por ello comparto totalmente los criterios vertidos en Cartas desde Cuba
del 5 de diciembre de este año 2013.Y agregaría más.
Que en la agenda de trabajo de las organizaciones políticas y sindicales,
este plasmado como una tarea a cumplir de manera sistemática lo más arriba
propuesto. Rindiendo informes sistemáticos en los Consejos de Dirección a
su nivel. Emplazando críticamente a cualquiera que no cumpla con lo
dispuesto. Llevando sus resultados a la masa de trabajadores en las
Asambleas Sindicales. Un mecanismo como este es capaz de garantizar que
todos se vean obligados a estar informados y salirle al paso a cualquier
irregularidad.
Que en las Asambleas de Rendición de Cuentas del Delegado, este se vea
obligado a rendir cuentas también de cómo el Municipio utiliza los
recursos que el gobierno pone a su disposición para solucionar los
problemas que competen a los electores. Esto convendría sea un mecanismo
que opere hasta la Asamblea nacional, donde junto al Informe de Ejecución
del Presupuesto Nacional, aparezca un acápite de cómo se han utilizado en
específico los recursos de que dispone el estado y sus dispositivos, para
cumplir las tareas que tiene asignadas.
No basta con un informe financiero, de números fríos, que a veces muy
pocos entienden, hace falta que la Asamblea nacional, informe públicamente
al pueblo como se han utilizado los recursos, quienes los desperdiciaron o
se apropiaron de ellos y cuáles son las medidas que se han adoptado con
los infractores.
Es cierto que la Contraloría General de la República ha avanzado mucho en
su trabajo. Pero aún se informa poco, de manera muy general a veces y las
masas todavía no participan de manera suficiente en el control de los
recursos que le pertenecen.
Aun nuestra prensa no desempeña el papel que le corresponde en informar al
pueblo sobre las irregularidades que se cometen, ni cuáles son los
responsables de las mismas. Aun los corruptos pueden sentirse protegidos
para actuar con impunidad. Porque la prensa no informa sobre sus
fechorías, no sabemos cuáles son sus nombres, de que organismos son, ni
como pagan por usufructuar de manera ilegal los bienes del pueblo.
Confiemos en que son las masas organizadas y no ningún organismo
burocrático, las que tiene que acabar con la corrupción.
Frei Betto: El Principal enemigo de la
Revolución está dentro de Cuba
por Layyrene Pérez, Mónica Rivero
A la naturaleza de la educación que una sociedad de nuevo
tipo reclama y que no se ha manifestado en las experiencias alternativas
al capitalismo a las que ha asistido la humanidad, se refirió Frei Betto,
escritor, periodista, antropólogo, filósofo y teólogo de Brasil, en su
conferencia: Papel del educador en la formación política de sus alumnos.
Betto atribuye la caída del socialismo en Europa a una causa, entre otras,
subjetiva, ideológica: la naturaleza de la educación. Y lo toma como punto
de partida para cuestionar qué formación, con qué metodología, debe
conformar la educación que se pretenda revolucionaria.
A continuación, reproducimos algunos fragmentos de su conferencia:
"El socialismo europeo cometió el error de suponer que las personas
nacidas en una sociedad socialista serían naturalmente socialistas.
"Ese es el papel del educador: no limitarse a transmitir conocimientos, a
facilitar pedagógicamente el acceso al patrimonio cultural de la nación y
de la humanidad, sino también, suscitar en el educando el espíritu y la
militancia revolucionarios, la búsqueda del hombre y la mujer nuevos
inspirados aquí, en el caso de Cuba, en los ejemplos de Martí, Che Guevara
y Fidel.
"Ninguno de nosotros es totalmente invulnerable a las seducciones
capitalistas, a los atractivos del individualismo, a la tentación del
acomodamiento y la indiferencia ante el sufrimiento ajeno y las carencias
colectivas.
"Todos estamos sujetos permanentemente a las influencias nocivas que
satisfacen nuestro ego y tienden a inmovilizarnos cuando hay que correr
riesgos y renunciar al prestigio, al poder y al dinero. La corrupción es
una mala yerba inherente al capitalismo y al socialismo. Jamás habrá un
sistema social en el cual la ética constituya una virtud inherente a todos
los que viven y trabajan en él.
"Crear una institucionalidad política que nos impida "caer en tentación"
en cuanto a la falta de ética (…) solo será posible en un sistema en el
cual no exista la impunidad, y el deseo de ser corruptor o corrompido no
resulte practicable.
"El primer deber del educador (…) es formar seres humanos felices, dignos,
dotados de conciencia crítica, participantes activos en el desafío
permanente de perfeccionar el socialismo, que considero que es el nombre
político del amor.
"Sin perspectiva histórica no hay ni conciencia ni proyectos políticos.
(Dice Martí) en La Edad de Oro:"(…) los hombres deben aprenderlo todo por
sí mismos, y no creer sin preguntar, ni hablar sin entender, ni pensar
como esclavos lo que les mandan pensar otros (…)" (En: Un paseo por la
tierra de los anamitas).
"La educación debe ser dialógica, concientizadora, problematizadora,
contextualizadora, de modo que supere la contradicción educador-educando y
se convierta en un ejercicio permanente de práctica de la libertad.
"Una educación que se reduce a mera ortofonía, a la repetición incesante
de conceptos petrificados en voz de la autoridad, despoja al educando de
sentido crítico y lo imbuye de la idea de que la Revolución es un hecho
histórico del pasado y no un desafío perenne de cada nueva generación.
"Todos sabemos que la Revolución enfrenta enemigos poderosos (…). El
principal enemigo, sin embargo, no está afuera. Está dentro de Cuba. Y
puede identificársele con facilidad: es la educación "bancaria"; es el
desánimo frente a los desafíos; es el individualismo que busca su propio
provecho sin considerar los derechos colectivos; es la falta de cuidado
con los bienes públicos; es la indiferencia frente a los más necesitados y
los más viejos; es, en fin, el egoísmo que hace de cada uno de nosotros un
virus capaz de corroer y debilitar el organismo social saludable.
Afortunadamente, es también el más fácil de combatir cuando se adoptan
métodos eficaces de educación liberadora, de emulación moral, de cultivo
de la espiritualidad, que despierten cada día, en cada uno de nosotros, lo
que más ansiamos y que Martí tan bien resume en estas palabras: '(…) el
don de amor, que torna al genio fecundo (La América, Nueva York, agosto de
1883)
En Cuba la producción de alimentos fue declarada un tema de seguridad
nacional. Sin embargo se ha convertido en algo habitual y casi endémico
escuchar en la Asamblea Nacional sobre los incumplimientos en la
producción de los principales productos agropecuarios; provocando el gasto
de 2 500 millones de dólares anuales en compra de alimentos.
Hace 20 años la Unión Soviética (URSS) era uno de los principales
importadores de alimentos. Hoy los países de la ex Unión Soviética se han
insertado en el comercio agrícola mundial, no como importadores sino
exportando. En estos momentos están entre los principales exportadores de
granos del mundo compitiendo de igual a igual con Estados Unidos,
Argentina y Brasil.
Raúl Castro explica, en unos de sus discursos, cómo enseñamos a cultivar
café a los vietnamitas, convirtiéndose pocos años después en el primer
país exportador del aromático grano y nosotros, en cambio, en fieles
importadores. Es vergonzoso escuchar cosas como estas. Estoy convencido
que la construcción del socialismo no tiene nada que ver con la
ineficiencia agrícola aunque un análisis rápido y superficial de los
hechos históricos demuestre lo contrario. El recurso más seguro y duradero
con que cuenta esta isla es la tierra, con bloqueo económico, con guerras
internacionales o crisis financieras a escala planetaria, siempre va a
estar ahí. Lo único que se necesita es hacerla producir; pero qué trabajo
nos cuesta.
Está demostrado que sin el apoyo estatal es imposible desarrollar la
agricultura en cualquier sistema político. Los acérrimos defensores de las
políticas neoliberales no se atreven a aplicar sus teorías en el sector
agrícola porque saben las consecuencias que le depara. Pero: ¿cuál es el
papel que debe desempeñar el Estado respecto a la agricultura?
En los últimos años se ha experimentado un giro de 180 grados en las
políticas respecto a la agricultura. Anteriormente los mecanismos
económicos existentes y las políticas trazadas convirtieron a la
agricultura en uno de los sectores más desamparados del país. Se llegó a
preferir comprarles a los agricultores dominicanos sus cosechas de
hortalizas antes de crear cuerpos jurídicos que permitieran pagarle de
forma directa a nuestros campesinos por la misma cosecha. Aunque estas
medidas fueron rectificada tiempo después aún estamos sufriendo sus
consecuencias
En este artículo me referí cómo un ganadero fue obligado por ley a
incinerar dos vacas que pudieron haberse aprovechado su carne. Ese mismo
campesino, le vende parte de su ganado, para producir carne y sus
derivados, al Estado que es el único comprador. Después de 6 meses aún no
le han pagado sus reses, tampoco nadie se le ha acercado para darle una
explicación de lo que ha pasado. En esta misma situación se encuentran
varios campesinos .De forma independiente me di a la tarea de investigar
cuáles eran las causas. Resulta que la empresa agrícola "intermediaria"
utilizó el dinero de los ganaderos para pagar deudas de gastos de
administración, quedándose sin liquidez. Es paradójico que dicha empresa
está diseñada para asesorar, ayudar y contribuir a que los campesinos
produzcan con eficiencia.
No es necesario explicar cuanto malestar, disgusto y desconfianza puedan
sentir estos campesinos por dicha empresa estatal y sus dirigentes. Son
incalculables las afectaciones directas al ciclo productivo que ha
provocado esta cadena de impagos.¿Qué mecanismo legal o económico protege
al campesino de tales abusos? Si existieran, ellos no lo conocen. ¿Es
necesario que las actividades productivas cuenten con tantos
intermediarios y burocracia?
Escuchar a un campesino decir: "prefiero echarle la leche de mis vacas a
los puercos antes de vendérsela al Estado", resulta muy preocupante; hay
algo en el mecanismo que no está funcionando. Resulta que se creó un
sistema que se implantó en todo el país para el acopio del preciado
líquido. Puede que en algún lugar tenga éxito pero las dinámicas
económicas y los actores que influyen en un proceso productivo no son
iguales en todos los territorios. No se puede pretender dirigir la
agricultura de todo un país desde una oficina central, ni regular todos
sus procesos con el mismo método. Hay que llevar hasta el pie del surco la
descentralización de los procesos de toma de decisiones.
Algunos logros sociales tienen su costo, la Revolución es la "responsable"
de que el 54% de la fuerza laboral en nuestros campos tenga más de 60
años, al darles la posibilidad a los hijos de los campesinos para que se
hicieran médicos, ingenieros y licenciados. Sin dudas el acceso a la
educación ha sido uno de nuestros logros más consistentes pero como
consecuencia nuestros campos se han ido despoblando. Y la agricultura
tiene un componente cultural y tradicional que se trasmite a través de
generaciones. Me pregunto: ¿dentro de 10 años quién trabajará la tierra en
Cuba?
Sin dudas en los últimos años se han ido eliminando algunas de las trabas
objetivas que frenaban el desarrollo de la agricultura cubana. Se reconoce
por parte de los campesinos un incremento de la asignación de los recursos
para hacer producir la tierra y mejoran los precios de acopio. Sin duda
alguna estoy convencido que la agricultura en Cuba puede llegar a
convertirse en uno de sus principales renglones económicos. Solo falta
resolver el problema más difícil: la mentalidad y la filosofía de trabajo
con lo que se ha dirigido nuestros campos los últimos 50 años.
En Cuba no habrá primavera árabe
por Carmen Muñoz (Tomado de ABC.es)
El futuro, como el presente de la última dictadura del
hemisferio occidental, «será a la cubana». Los editores de la revista
«Espacio Laical», del Arzobispado de La Habana, aseguran que en Cuba «no
habrá una primavera árabe sino una transición a la cubana que no se va a
parecer a lo ocurrido en ninguna parte del mundo».Roberto Veiga y Lenier
González, editor y vice-editor respectivamente de la publicación
trimestral, afirman que la «creciente» sociedad civil y «todos los cubanos
en general tenemos el desafío» de participar en este proceso de forma
«creativa» y «pasar de la dinámica de la confrontación a la de la
concordia».
En el contexto del traspaso de poder de Fidel a Raúl Castro, cuando el
régimen cubano abría un proceso de reformas ahora «lento y confuso pero
que no tiene marcha atrás», surgió esta revista que «intenta dar espacio a
la pluralidad y que ésta se relacione de forma positiva». En «Espacio
Laical», fundada en 2005 a iniciativa del cardenal Jaime Ortega, tiene
cabida «toda la nación cubana, de la isla y de la diáspora». Carmelo
Mesa-Lago, Arturo López-Levy o Carlos Saladrigas han colaborado en algún
momento con sus artículos o conferencias. Como la mayoría de los cubanos,
Veiga (abogado) y González (comunicador social), no tienen acceso a
internet. Durante su visita a España, este miércoles presentan la revista
en el Real Instituto Elcano y el próximo viernes tienen previsto reunirse
con el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para
Iberoamérica, Jesús Gracia.
«No ha dado resultado la estrategia de la mano dura»
Tanto Veiga como González advierten, durante una entrevista con ABC, de
que los países no deben erigirse en «jueces»: «La política hacia Cuba no
debe basarse en el enfrentamiento con el Gobierno y en intentar
derrocarlo. No ha dado resultado la estrategia de la mano dura ni la de la
mano suave, sino la de acompañar a los cubanos como amigos a salir de la
crisis». Los editores subrayan que la «institucionalidad debe ser
reformada por los cubanos de dentro y fuera de la isla, lo que no quiere
decir que los demás países no opinen, aconsejen o critiquen, pero deben
hacerlo como amigos de todos los cubanos».
Entre las críticas, Veiga y González incluyen las relativas a los derechos
humanos, una cuestión clave para los disidentes anticastristas y los
países occidentales. Los derechos humanos pueden aparecer en la agenda de
las relaciones con Cuba, pero puntualizan que «ningún asunto debe
condicionar el desarrollo de los demás». En este sentido, creen que en su
país existen derechos «plenamente garantizados», otros «un poco
lesionados» por la crisis económica... y otros «limitados por las
circunstancias políticas que vive la isla», entre los que mencionan el
derecho a expresarse, manifestarse o asociarse. «En medio de la
confrontación, hay que buscar la manera de ensanchar esos derechos, a lo
que está contribuyendo nuestra revista», apuntan.
Papel de la Iglesia
La Iglesia católica cubana tuvo un papel clave en el diálogo con las
autoridades de La Habana para excarcelar a los prisioneros de conciencia
de la Primavera Negra en 2010. En Cuba existen un 2% de católicos
practicantes entre una población de más de once millones de habitantes, de
los que un 70 por ciento están bautizados. Veiga y González sostienen que
la Iglesia juega un papel «en el presente y lo hará en el futuro, en la
medida en que continúe siendo un instrumento de diálogo al servicio de la
nación cubana, que ayude a despolarizar el campo político».
En el «fuego cruzado» en el que señalan que viven ellos mismos, achacan
las críticas a la Iglesia católica cubana a esa «polarización». Los
«duros» de la oposición tachan a la institución de «colaboracionista»con
la dictadura, mientras que los «duros» del régimen la
consideran«subversiva». El «gran pecado» de Cuba como nación es que «se ha
intentado imponer un proyecto que excluye a los demás». El «gran cambio»,
concluyen, es lograr «un marco en el que todos los proyectos puedan
compartir el país y construir juntos un futuro sin nuevos vencidos donde
quepan todos». Roberto Veiga y Lenier González incluyen al régimen: «El
Gobierno es y será un actor clave en el presente y futuro de Cuba, y tiene
el desafío de moverse de una posición de parte del conflicto a otra de
garante de la diversidad».
Everything is a remix o de cómo
marcar un hito en la historia del cine cubano
Por Karina Paz Ernand
"Estamos frente a un filme que marcará un hito en la
historia del cine cubano", asegura este comentario sobre Conducta, de
Ernesto Daranas.
Everything is a remix
Hace poco descubrí un material perteneciente a una serie que viene
realizando desde hace algún tiempo un joven cinéfilo estadounidense y que
luego cuelga en Youtube para el disfrute de todos: Everything is a remix.
Con un fino humor - pero sustentado en una interesante labor investigativa
y un ritmo en la edición que muchos experimentados del cine quisieran
llegar a lograr-, este material nos muestra una vez más que la palabra
"originalidad" es ya un término caduco si de séptimo arte se trata.
Efectivamente: todo es una "re-mezcla"; a diario los realizadores de
cualquier latitud van tomando de aquí y de allí para conformar sus
"nuevas" obras de arte.
Es por ello que, al disfrutar de Conducta, el reciente estreno del
director cubano Ernesto Daranas, mi mente y mi corazón se removieron igual
que años atrás, cuando viera por vez primera aquella cinta titulada Mentes
peligrosas (Dangerous Minds, EUA, 1995, John N. Smith).
En Mentes..., otra maestra sensible (aunque en una etapa de vida y de
experiencia diferente a la de la Carmela de Conducta) lucha, sufre y se
estremece ante las "opciones" de vida de un grupo de estudiantes cuyo
mayor delito ha sido venir al mundo en un barrio marginal, así como ante
la incompetencia y la intolerancia de un sistema educacional caracterizado
por el oído sordo y la mano dura. Ni la Michelle Pfeiffer de Mentes... es
tan diferente a la Carmela de Conducta, ni aquellos adolescentes están tan
distantes de estos niños, ni los barrios de la Habana Vieja dejan de ser
tan opresivos y marginales como lo fuera aquella ciudad de los Estados
Unidos. Una vez más: Everything is a remix.
Lo que sí queda muy claro en Conducta es que el remix no implica,
necesariamente, falta de calidad. Siento no equivocarme al decir que
estamos frente a un filme que marcará un hito en la historia del cine
cubano. Y es que Conducta retoma, recrea y mezcla elementos no sólo de
Mentes..., sino también de muchos otros filmes de diferentes
nacionalidades. ¿Qué hay de malo en ello en esta era digital y
globalizada, donde el remix resulta un instrumento cotidiano en cualquier
manifestación del arte? Lo interesante es que lo hace -y en ello radica su
originalidad-- para "aterrizar" estos temas en una Cuba y en una Habana,
cuyo dolor pasa directamente por las venas de todos nosotros, al igual que
por las de Daranas, este cubano que demuestra nuevamente que, además de
talento, le sobra sensibilidad.
Conducta que genera conductas
"Todos los años tengo a un Chala en mi aula...y ninguno ha podido
conmigo", dice la voz en off de Carmela, a pocos minutos de comenzado el
filme. Es la voz de esa maestra de experiencia que todos tuvimos alguna
vez y que marcó de algún modo nuestras vidas, aunque no perteneciéramos
-como Chala- a un mundo marginal. Pero, a su vez, resulta una frase
sintomática. Es como si el filme todo, en la voz de Carmela, rezara una
máxima divina "a lo cubano": "Todos los años enfrentamos lo mismo, o más,
y esa cruda realidad no ha podido con nosotros."
Conducta es una obra digna de analizar desde su guión hasta su puesta en
escena. Poco o casi nada sobra, todo está ahí por alguna razón; desde lo
verbal hasta lo visual, desde lo simbólico hasta lo connotado. Es una obra
de artesano (en la mejor acepción del término que podamos imaginar): cada
detalle parece estar pensado y colocado minuciosamente en su justo lugar.
La historia nos adentra al mundo de Chala, un anti-niño por excelencia
que, a pesar de su corta edad, es una suerte de líder marginal en su
escuela primaria, entrena perros de pelea para buscar el sustento de su
hogar, cuida de su madre drogadicta y posee un expediente de conducta más
extenso de lo que el Jefe de Sector de la policía es capaz de manejar.
Pero es, a su vez, un amigo fiel; alguien que es capaz de salvar, en un
momento límite, al propio rival con quien ha entablado una apuesta; un
jovencito sensible que se enamora y aprende a calar con detalles en el
corazón de su amada; un alumno que respeta y se preocupa por esa maestra,
de quien únicamente recibe amor y apoyo; un ser que sufre ante el dolor de
los mismos perros que entrena; un hombrecito en miniatura, que pone los
frijoles en la mesa, cuida a su madre golpeada, la aconseja con sabiduría
de adulto y sufre enormemente ante sus recaídas... Chala es ese ser humano
maravilloso y complejo, producto del micromundo y la época que le ha
tocado vivir.
Carmela, a su vez, es la maestra verdadera, aquella (de pocas) en cuyas
venas corre a raudales el placer por el magisterio. Ha dedicado la mayor
parte de su vida a labrar corazones y forjar conductas... con la
integridad de un ser humano que siente que en ello le va la vida. Es un
personaje bien equilibrado desde su concepción, donde se mezclan
sensibilidad y mano firme, tolerancia y decisión; pero, sobre todo, un
personaje que destila honestidad -un bien preciado y raro en esta sociedad
actual- por todos los poros de su cuerpo.
Carmela se ve obligada, por enfermedad, a abandonar el aula durante varios
meses. A su regreso, no solo la conducta de Chala ha cambiado en su clase.
Carmela lucha contra las transformaciones ocurridas, mientras la relación
entre la veterana maestra y el niño se hace cada vez más fuerte; pero este
compromiso pondrá en riesgo la permanencia de ambos en la escuela.
El mayor acierto desde el punto de vista de guión, pudiéramos tal vez
ubicarlo en el hecho de que Daranas logre imbricar otras microhistorias o
microconflictos, que introducen a su vez temas álgidos dentro de nuestra
sociedad (la emigración interna, el fenómeno de los maestros emergentes,
el tema de los presos políticos, la emigración familiar...), sin desviarse
de su cauce original, de su historia primera. Estas subtramas no
distorsionan ni distraen nuestra mirada; más bien la enriquecen y le
aportan nuevas dimensiones, nuevos significados, sin interferir en la
progresión dramática. Chala no sería el mismo sin los conflictos que se
generan constantemente a su alrededor: sin su novia "palestina" que teme
la obliguen a regresar a su provincia, sin su amigo con el padre preso por
temas políticos, sin el supuesto padre entrenador de perros de pelea, sin
su madre drogadicta y reacia a la rehabilitación. Carmela tampoco sería la
misma sin su familia que ha emigrado a otro país, sin la joven maestra
emergente para quien la veterana resulta una rival, sin la funcionaria del
Ministerio de Educación "que nunca entiende nada".
Pero, si bien el guión resulta acertado, merece un destaque especial el
tratamiento fotográfico y, en general, la visualidad toda del filme.
Ciudad y personajes son fotografiados en tonos ocres y grises, sin
gradaciones alternativas (como tampoco encuentran ellos mismos
alternativas para sus existencias). ¿El escenario?: una Habana tan
destruida como las vidas de quienes la habitan. Una vez asimilado ese
macroescenario primigenio, nos adentramos en los espacios particulares
donde se mueven nuestros personajes y que denotan una exhaustiva y
concienzuda selección de locaciones, junto a una esmerada dirección de
arte. Los espacios no son aquí meros escenarios; trascienden sus propias
fronteras para entrar a dialogar en el discurso narratológico.
Nos encontramos entonces con un edificio multifamiliar donde vive Chala,
lúgubre y sombrío, con el formato de escaleras espirales que parecen
conducir, irremediablemente, al mismo punto sin salida. Ya sea que bajes o
subas, te espera siempre lo peor: arriba, el cuidadero de perros de pelea;
abajo, la calle y su cruda realidad; en el medio, el tormento de una
existencia ¿familiar? El cuarto donde habita el niño merecería todo un
análisis semiótico. Aunque el tiempo y el espacio no alcanzan para
hacerlo, al menos apuntar algunos aspectos significativos: puerta de
entrada enjuta que dificulta el paso, cuarto pequeño, opresivo, casi sin
ventanas (simula más una celda que un espacio habitacional), con un
mobiliario tan pobre y escaso como las esperanzas de quienes lo moran.
Interesante, en este sentido, la escena donde madre e hijo se nos muestran
dormidos, separados apenas por una pared improvisada que subdivide
inútilmente el minúsculo espacio, tanto como ellos mismos se distancian y
aproximan a cada momento. Más allá de mostrar el hacinamiento, esta vista
cenital los aplasta a ambos, los oprime, física y emocionalmente.
Pero ese mismo edificio guarda en sí otras dimensiones de significado. No
parece casual que el criadero de perros de pelea se encuentre en la
azotea, el punto más elevado (algo así como "el infierno en el lugar del
cielo"). Pero este espacio resulta para Chala, a la vez, su perdición
(perros /violencia) y su liberación (palomas; es también donde esconde y
lanza las pastillas y la bebida de su madre). Es el lugar donde el niño
descubre por vez primera el dolor de la muerte y también donde experimenta
el placer de una lectura que comienza a mostrarle nuevos horizontes.
Con la escuela sucede otro tanto. Allí también hay ausencia casi total de
ventanas, potenciando una atmósfera viciada y asfixiante. Un espacio
pequeño donde los chicos se aglomeran, chocan entre sí en medio del
receso, provocando interacciones más cercanas a las prácticas carcelarias
que a las de un centro educacional. Igualmente significativa resulta la
enorme escalera que tanto le cuesta subir a Carmela (lo mismo sucede en su
casa), parábola de los obstáculos que está dispuesta a vencer cada día.
Nos lo refuerza uno de sus parlamentos durante la fatídica reunión con los
funcionarios de educación: "Yo solo me voy a retirar cuando no pueda subir
esas escaleras".
Pero no es Carmela la única que enfrenta obstáculos simbólicos ni reales:
no puede resultar casual el hecho de que la mayoría de los personajes
suban y bajen escaleras todo el tiempo durante el filme. Curiosamente, el
único lugar donde no hay escaleras es la escuela de conducta. El espacio
que pudiera imaginarse más agresivo, pareciera comenzar a despojarse de
obstáculos con esta ausencia simbólica (¿premeditada?). Pudiera guardar
cierta coherencia con el hecho de que quien dirige este centro es un
hombre que ve en Chala el reflejo del niño que fue; un hombre que trata a
sus internos con mano dura, pero con afecto casi paternal; un ex-alumno de
Carmela que parece ser el único de los personajes en recapacitar sobre su
conducta oficialista e institucional, y tomar partido, abiertamente, en
favor de Chala y de su antigua maestra.
El único lugar que se muestra poco es la casa de Carmela. Cuando estamos
en ella casi vemos desaparecer los planos generales. Toman su lugar planos
americanos y primeros planos (desayuno que prepara a Chala, Carmela al
teléfono, entregada a la revisión de libretas o poniendo una velita a la
Caridad del Cobre). Aquí el espacio no interesa... porque no resulta
agresivo; solo importa quién lo habita y sus conflictos internos. Es a
ella, entonces, a quien se acerca la mirada. De igual modo la cámara
continúa descubriéndonos a este personaje en la escuela, en cada uno de
los momentos de intimidad que comparte con sus alumnos y que son
verdaderas lecciones de vida que van caracterizándole. Uno especial
resulta cuando enfrenta a sus alumnos para intentar explicarles -con la
mayor naturalidad posible- lo irracional de las acciones con que la están
enjuiciando, y así enseñarles el valor de no rendirse y luchar por lo que
uno considera justo; mientras, a sus espaldas, la pizarra anuncia una
clase de Educación Cívica cuyo Asunto se refiere a la Constitución de la
República. Al discurso verbal se suma entonces el discurso visual,
aportando una relectura más profunda.
Otra locación interesante resulta la casa de Yeni, el gran amor de Chala,
la niña "palestina" que es la mejor de su clase, pero vive ilegal en La
Habana. Una casita en extremo humilde, una existencia en precarias
condiciones, pero que significa la única posibilidad de probar mejor
suerte en la capital de ¿todos? los cubanos. Signada por el sonido
constante del tren que pasa por las líneas cercanas a la improvisada
vivienda, su vida lleva siempre la cruz del viaje a cuestas. Ante la
pregunta de su maestra sobre si no le molesta, Yeni responde
inocentemente: "Casi ni me doy cuenta, ya no lo escucho". Pero aunque "ya
no escuche", todo lo que rodea a la niña (su casa, los vagones vacíos
donde practica baile español con sus amigas y se encuentra con Chala)
simboliza ese viaje obligatorio de retorno que ella se verá forzada a
emprender. Un Héctor Noas de ojos arios interpreta a Pablo, su padre.
¿Fortuito? Tampoco lo creo. La desmitificación de esa imagen mestiza del
"palestino" que se encuentra en el imaginario colectivo, el trastocarla
por una imagen de "superioridad racial", pudiera estar discursando sobre
la imposibilidad de salvación -a pesar de todo-- en una Cuba dividida,
donde elegir el lugar donde deseamos vivir todavía no es una opción y
donde "ser palestino" se convierte en una suerte de letra escarlata o
estrella judía, que hace juzgar a seres humanos legal y socialmente.
Detrás de Conducta
Conducta no solo tiene detrás un buen guión y un buen director, aunque el
hecho resulta indiscutible. En ella han sido puestas muchas manos
experimentadas que Daranas ha tenido la inteligencia de aunar. Se siente
el oficio y la sensibilidad indiscutible de una Mariela López, que como
nos deslumbrara antes en La sombrilla amarilla, lo hace ahora nuevamente
aportando un casting de excelencia y demostrando las maravillas que se
pueden sacar -con un buen entrenamiento-- de niños sin experiencia previa
en la actuación. Alejandro Pérez y Erick Grass conforman el binomio
perfecto, haciendo que la dirección de fotografía y de arte simulen una
sinfonía impecable, concebida sin disonancias; al tiempo que Pedro Suárez
aporta la objetividad y sabiduría de siempre en la edición, haciendo a un
lado ese enamoramiento que los directores suelen experimentar por cada
toma filmada y permitiendo que todo quede (o no) en su justo lugar.
A ello se suma la excelencia habitual de una Alina Rodríguez en el papel
de Carmela, acompañada por la frescura del joven Armando Valdés Freire
como Chala. Otros nombres destacan: Silvia Águila, Yuliet Cruz, Miriel
Cejas, Tomás Cao, Armando Miguel Gómez... y un grupo de niños
maravillosos, cuya mejor escuela de actuación parece haber sido la vida.
Lo interesante radica en que experimentados y noveles alcanzan un nivel
elevado al unísono, lo cual nos habla de un trabajo denodado en la
dirección de actores.
Un filme ¿optimista?
No me atrevería a afirmar que Conducta sea, precisamente, un filme
optimista... tal vez sí. Pero, a diferencia de Los dioses rotos, me
aventuro a llamarle "un filme de reafirmaciones positivas".
Más allá de los tumbos que la vida hace dar a cada personaje, este segundo
largometraje de Ernesto Daranas no deja un sabor amargo en los labios.
Cada minuto de metraje está lleno de reafirmaciones positivas; eso que va
más allá de la espontaneidad del pensamiento incontrolado; eso que sí
podemos proponernos como máxima de vida y que radica en dejar a un lado
las negatividades (aunque ellas nos toquen a la puerta a cada instante) y
reforzar lo que de positivo puede tener cada situación en la vida... o
cada ser humano. Todos los saberes que hemos aprendido, y que no nos
resultan convenientes, podemos también desaprenderlos.
Ejemplos encontramos a raudales en Conducta. Pudiera -por citar uno-
haberse diluido una de las subtramas en los conflictos sociales que ha
generado el surgimiento de los maestros emergentes. Por el contrario, se
centra en la enseñanza que va ofreciendo esa maestra de experiencia a la
otra más joven y rebelde ante los primeros cuestionamientos, haciéndole
transitar por diferentes fases (rebeldía/admiración/aprendizaje), hasta
que comienza a sangrar por las mismas heridas y a imitar conductas.
Carmela saca lo mejor de cada personaje. El Jefe de Sector y los
funcionarios de educación la respetan. La madre drogadicta la evade,
porque a su forma también la admira y no desea verse cuestionada por ella.
Logra sensibilizar a un "tipo duro" como Ignacio y le hace enfrentar su
responsabilidad de supuesto padre. Ha logrado "reformar" a tantos niños
del mismo medio, que incluso uno de ellos llega a convertirse en el
director de la escuela de conducta...y hasta último momento continúa
recibiendo de ella lecciones de vida.
La escena final es una de las más conmovedoras. A pesar de (o incluso por)
ocurrir fuera de cámara, sólo con voz en off, no se desdramatiza, sino que
adquiere nuevos valores de significancia y se convierte en una nueva
afirmación positiva. Aún cuando no sabemos el resultado que tendrá la
fatídica reunión y Carmela ha salido lacerada y triste, escucha la voz de
Chala y su rostro se ilumina nuevamente. A pesar de todo, con el "Buenas
tardes" final, Carmela nos demuestra que no se rinde... y continúa
dándonos clases de conducta.
Más allá de Conducta
Ernesto Daranas va paso a paso. No resulta el clásico director joven que
acaba de estrenar su segundo largometraje, que no es más que uno de los
primeros tanteos cinematográficos en su carrera. No. Aunque lo más
probable es que no fuera consciente ni premeditado, Daranas ha sido sabio:
se entrenó mucho antes con el documental y el unitario de ficción para
televisión, donde también obtuvo lauros. Ha ido, de a poco, desarrollando
una sensibilidad especial para adentrarse en los conflictos humanos. Y
llega ahora al largometraje de ficción con los años de vida y la
experiencia que pocos directores del cine cubano aguardaron tener.
Si bien Los dioses rotos encantó a muchos -aunque opino quedaran algunos
cabos sueltos por atar-, insisto en que Conducta resulta una obra mucho
más madura y acabada. En ella, profundidad no se confunde con ese falso
metadiscurso filosófico que muchos filmes ostentan para ocultar la
vacuidad de significados y significantes. Con la simplicidad del "cubaneo"
(que va desde la fraseología y la sabiduría popular, hasta ese espíritu
nuestro de reír para no llorar), cala profundo en el dolor de una Cuba que
también se re-mezcla y se re-inventa a diario para subsistir. Sin tapujos,
sin miedos, sin dobles moralismos, arremete contra muchos de los
conflictos pujantes en la sociedad cubana actual. Pero no lo hace desde la
irreverencia despiadada o la crítica soez, sino desde la sensibilidad de
un cubano "de a pie", que sufre por su ciudad y por su país. Daranas nos
da una verdadera lección de conducta cinematográfica y de vida.
Aspectos mejorables y/o criticables puede que haya muchos en este filme.
Pero dejémoslos para un segundo o tercer visionaje. Por esta primera vez,
permitámonos disfrutar de lo positivo (que es mucho) de una Conducta que
promete hacerse de un lugar especial dentro de la historia del cine
cubano.
Leonardo Padura: "El problema es
imponerse al miedo"
Por Wilfredo Cancio Isla*
El escritor Leonardo Padura, una de las figuras más
prominentes de la literatura cubana contemporánea, llegó este domingo a
Miami para cumplir un programa de presentaciones en instituciones
académicas y culturales de Estados Unidos.
Padura, hoy por hoy el escritor cubano vivo más aclamado y vendido
internacionalmente, hablará este martes sobre su más reciente novela,
Herejes (2013), durante una conferencia en la Universidad Internacional de
la Florida (FIU) y el jueves asistirá a una presentación de sus libros,
organizada por Books & Books en la Iglesia Congregacional de Coral Gables.
Herejes, una parábola sobre la libertad inspirada en la historia de una
familia judía, recorre desde la Holanda de Rembrandt, en pleno siglo XVII,
hasta La Habana de nuestros días.
La gira estadounidense lo llevará también a instituciones de Nueva York y
Chicago, donde lanzará la edición en inglés de El hombre que amaba a los
perros (2009), una desgarradora exploración tras los pasos en Cuba de
Ramón Mercader, el asesino de Trotski, con el trasfondo de las utopías
fracasadas del siglo XX. La novela ha sido traducida a 10 idiomas y tiene
ya vendidos sus derechos para cine.
Cronista agudo y controversial de la realidad cubana, en esta entrevista
con Diario las Américas Padura aborda los retos de su creación literaria y
sus preocupaciones sobre el futuro de la isla donde ha decidido
permanecer, en la misma casa del barrio habanero de Mantilla que lo vio
nacer hace 58 años.
Totalitarismo y herejía
El tema del totalitarismo y la utopía fracasada en El hombre que amaba a
los perros, y ahora el tema de la libertad como condición humana en
Herejes, han ocupado tus preocupaciones literarias en los últimos años.
¿No son asuntos demasiado provocadores en la realidad cubana del presente?
Desde los años 90, cuando escribí las novelas de "Las cuatro estaciones"
con mi personaje de Mario Conde, esos dos grandes y complicados temas
venían dándome vueltas en la cabeza, pues el totalitarismo y la falta de
capacidad para ejercer la libertad individual son asuntos que han estado
muy presentes en mi vida. En una novela como Máscaras ya se perfilan esos
asuntos, y en La novela de mi vida están muy presentes, tanto en los
momentos históricos como contemporáneos de la novela. Pero siento que he
crecido como escritor a medida que he ido escribiendo, me he hecho más
responsable, más ambicioso. Y como persona me he hecho más escéptico a la
vez que más analítico.
Por otro lado, he cobrado conciencia de que la literatura debe tener
siempre una vocación más universalista que localista. De ahí ese interés
en asuntos que me tocan a mí, a mi generación, a mi país, pero que de
muchas formas nos atañen a todos. El totalitarismo es una actitud eterna
de las formas de poder, que puede llegar a ser, digamos, un totalitarismo
más total en determinadas sociedades y sistemas. Y la libertad individual
es una condición o necesidad por la cual debemos luchar todos los días en
todas las sociedades, incluso en las que han proclamado ser más libres y
abiertas. Pero, por supuesto, todas esas lecturas que hago de realidades
universales parten de mi experiencia cubana y, literariamente, salen y
llegan a Cuba, como es evidente para cualquiera que haya leído mis
novelas.
Muchos de tus lectores o seguidores de tu literatura en el exterior se
cuestionan que tus libros y tu obra estén aceptados con normalidad dentro
de la vida cultural cubana y que incluso hayas recibido el Premio Nacional
de Literatura el pasado año. ¿Qué ha cambiado para hacer posible tu
permanencia funcional dentro de la vida cultural cubana, sin los
exabruptos oficiales que hubieran provocado tus libros en años anteriores?
Creo sinceramente que las cosas en Cuba cambiaron a partir de los años 90.
Ya una vez dije que la crisis del período especial, esos años terribles en
los que ni siquiera teníamos comida y electricidad, tuvieron también sus
aristas positivas, y una de ellas fue que se abriera una distancia entre
el Estado y los artistas, un hiato que los creadores aprovecharon como un
espacio de libertad que no existía en las décadas anteriores. Por decir
algo así -que es un hecho-, por poco me come un escritor cubano que vive
fuera, diciendo que yo edulcoraba el período especial y todo lo que nos
ocurrió en esos años -que, por cierto, tú y yo vivimos juntos en La
Habana, comiendo mucho espagueti…
A lo importante: ese espacio de libertad no fue un regalo, fue un logro,
que costó mucho sudor, sangre y lágrimas. Mi novela Pasado perfecto (1991)
demoró cuatro años en salir en Cuba; Máscaras (1997) fue criticada como
una obra complaciente con el "mercado"… pero yo insistí y cada vez más fui
buscando fondo, bajando hasta los fosos de la sociedad y sus problemas,
sin convertir mis novelas en documentos políticos, aunque sin eludir las
lecturas políticas que se puedan hacer, no solo sobre temas como la
libertad y el totalitarismo, sino muchos más, como la pérdida de valores y
esperanzas, el drama del exilio, la presencia del oportunismo como forma
de vida y la traición como actitud…
¿Has temido a represalias?
He hecho ese trabajo desde mi narrativa, pero también desde mi periodismo,
y te miento si te digo que por momentos no tuve miedo. Cuando terminé La
novela de mi vida (2002) pensé que había traspasado ciertos límites de
permisibilidad, pero me lancé. Igual con La neblina del ayer (2005), mucho
más con El hombre que amaba a los perros. Pero el problema no es sentir
miedo, es normal y humano en una sociedad como la cubana, con la
experiencia adquirida de lo que pasó con tantos escritores cubanos en el
pasado, con lo que me ocurrió a mí mismo en determinados momentos… El
problema, o la solución del problema, es imponerse al miedo. Y es lo que
he hecho.
En esa combinación de factores -una sociedad con una política cultural más
permisiva y con una actitud de mi parte más empeñada en romper límites-
mis libros se han ido publicando en Cuba, todos, a lo largo de estos años.
Y la respuesta que he tenido por parte de mis colegas y de los lectores me
ha dado la razón y me ha impulsado a seguir. Por supuesto, todo eso ha
sido fruto del trabajo, el empecinamiento, la responsabilidad que tú sabes
que me acompañan en cada acto de mi vida, incluido el más importante:
escribir.
Los lectores cubanos
¿Cuál es tu relación con los lectores cubanos de dentro de la isla? ¿Qué
resonancia te han dejado tus dos últimas novelas en relación con el
público cubano?
Al salir en España El hombre que amaba a los perros mucha gente les pidió
a amigos y parientes fuera de Cuba que les mandaran el libro. No que les
mandaran jabones o un par de zapatos: que les mandaran mi libro. Y la
gente empezó a leerlo y comentarlo. Luego, cuando salió la edición cubana
a principios de 2010, por poco hay muertos en la Feria del Libro el día de
la presentación, pues había más gente para comprar la novela que libros
físicos… Y de mucha, mucha gente tuve una respuesta que me llegó por vía
verbal, telefónica, electrónica… Y la mayoría me decía algo que ha sido el
mayor elogio que he recibido: me agradecían que hubiera escrito esa
novela. Me lo agradecían por lo que decía y, sobre todo, por lo que decía
que tenía relación con ellos y hasta entonces no sabían o no habían podido
saber por falta de información asequible.
Esa relación con los lectores es muy satisfactoria y es la mejor respuesta
a lo que ha sido mi propósito todos estos años: que mis primeros lectores
sean los cubanos. Por eso, aunque edite mis libros en España y luego se
traduzcan a 20 idiomas, lo más importante para mí es que ese libro llegue
a los lectores cubanos, y me esfuerzo en conseguirlo, hablando con los
editores, pidiéndole a mis agentes un permiso para publicar en Cuba sin
cobrar derechos, haciendo presentaciones en las que he tenido que firmar
800 libros en dos horas… Creo que solo ese hecho vale los sacrificios e
incertidumbres que he debido afrontar en el acto de la escritura, y hasta
los insultos que me dedican sistemáticamente los fundamentalistas de
dentro y de fuera, que no pueden aceptar que mis libros me hayan valido el
premio Roger Caillois, por ejemplo, y que a la vez sus presentaciones sean
actos multitudinarios en un país donde cada vez a la gente le importa
menos el espíritu, agobiados como están por los problemas cotidianos de la
vida, de la supervivencia material.
Un futuro impredecible
Además de la creación literaria y cinematográfica, mantienes un compromiso
con el periodismo sobre asuntos álgidos de la realidad cubana. ¿Qué te
motiva a hacerlo? ¿Una necesidad profesional o una motivación por
canalizar las opiniones que no caben en la literatura?
Las dos cosas. Fui, soy y seré periodista, y le realidad me llama, es como
un imán y me encanta descubrirla, opinar sobre ella. Y no siempre lo que
uno ve u oye es material literario, o al menos no lo es de inmediato, y el
periodismo me ayuda a reflejarlo y fijarlo. Desde hace casi 20 años no
pertenezco a la plantilla de ninguna publicación cubana, pero me he
mantenido activo colaborando con la agencia IPS, tanto para su oficina
cubana como para la central en Roma, y además colaboro con frecuencia con
periódicos y revistas de España, Italia, Brasil y otros países. Hacer
periodismo me complementa, como escritor y como ciudadano. Además, uno de
mis orgullos es que mi periodismo muchas veces ha vencido la barrera de lo
contingente y por eso tengo reunidos seis, siete libros de periodismo,
incluso algunos de ellos, que fueron preparados en los años 80, todavía
hoy se reeditan, como es el caso de El viaje más largo (1994).
En esos artículos hay una visión aguda de las circunstancias en que se
producen (o no se producen) las transformaciones emprendidas por el
gobierno cubano. Tienes confianza en que los cambios emprendidos generen
un país más plural, menos caótico económicamente y en camino a la
normalidad de la que has hablado en otras ocasiones?
Pocas cosas son más difíciles que hacer predicciones sobre el futuro de
Cuba. El futuro de Cuba es impredecible. Si en 1988 hubiéramos intentado
dibujar el panorama de 1993-94, no habríamos podido. Y si en 2006, cuando
Fidel Castro se enfermó, hubiéramos intentado imaginar cómo sería 2014,
tampoco habríamos acertado. Hay muchos artículos y libros que han lanzado
especulaciones que no se han cumplido, por lo tanto, no me atrevo.
Mira, hace unos meses yo mismo pensaba que el modelo en marcha con la
"actualización del modelo económico cubano" tenía un carácter realista y
pragmático. Pero cuando a principios de este año se publicó la lista de
precios de los autos que el Estado vendería para acabar con la
especulación y dar oportunidad a los que vivimos en Cuba de tener un carro
más o menos moderno, me vi ante una decisión irrealista y descabellada. Y
lo que me preocupó entonces no fue tanto el hecho de que se tarifaran los
autos a precios insólitos: lo alarmante es que las altas esferas de varios
ministerios y del gobierno juntaran sus talentos para decidir algo que no
es solo un disparate económico -nadie, por desesperado que esté o por
mucho dinero que tenga se compra un Peugeot de 50 mil en 250 mil-, sino
una burla a cientos, miles de cubanos que con su esfuerzo reunieron el
dinero necesario para comprarse un carrito… cubanos que en su mayoría son
los que aportan más dinero a la economía cubana, más que todos los
burócratas que se exprimieron el cerebro para lograr ese disparate… Con
esos tiros, ¿cómo voy a atreverme a hacer de pitoniso?
Enajenación y violencia
¿Cuáles son las preocupaciones de la gente de a pie en la Cuba actual? ¿Y
cuáles son las tuyas sobre el futuro del país?
La gente tiene una preocupación fundamental: la supervivencia. En un país
donde el Estado emplea alrededor del 80% de los trabajadores, y esos
trabajadores no pueden vivir con su salario, ¿cuál otra va a ser su
preocupación? Yo siento que los niveles de interés ciudadano han decaído
en todos los sentidos y la causa está en ese problema de resolver el día a
día. En Cuba, además, la gente no lee periódicos, no piensa demasiado, no
procesa, cada cual vive en su pequeñita nube oscura. Y han aumentado en
consecuencia los niveles de enajenación, violencia, pillería… la búsqueda
diaria del resolver.
Tú has hablado antes de pérdida de valores entre tus compatriotas…
A mí particularmente me preocupa esa falta de perspectivas de muchas
gentes, la pérdida de solidaridad que veo en la actitud de las personas,
el hecho de que los cubanos no puedan participar del juego económico
efectivo del país, salvo como mano de obra o como pequeños, pequeñísimos
empresarios, y que el Estado y un posible capital extranjero inversor
sigan siendo los únicos con posibilidades de tener ganancias.
Cuando esas ganancias se reparten, es cierto que se revierten (las del
Estado) en gastos de salud, educación, etc, pero también es cierto que los
pequeños empresarios y trabajadores independientes aportan cifras cada vez
más significativas a los fondos de ese Estado a través del fisco, y que
cada ciudadano que compra una botella de aceite -con dinero ganado o
recibido de un familiar en el extranjero- está también pagando un alto
tributo por ese producto… o sea, que la salud, la educación, los asilos de
ancianos los pagamos todos, aunque a veces se quiera hacer pensar que es
solo el Estado y el Gobierno quienes lo hacen.
Obligados a creer
¿Cómo definirías la juventud cubana de hoy? ¿Qué la caracteriza a
diferencia de tus (nuestros) años juveniles?
Comparar las actitudes de los jóvenes en dos épocas diversas suele
provocar equívocos, sobre todo cuando quien hace el balance ya no es
joven. Nuestros padres decían cosas de nosotros que no nos gustaban, y que
podían ser injustas, y seguramente nosotros diremos cosas de los jóvenes
que llevan la marca de nuestros deseos y no de los suyos… Pero puedo
recordar, por ejemplo, que en nosotros, los que nacimos en los 50 y
principios de los 60 había un nivel de inocencia y credulidad (en todos
los sentidos) que hoy no existe, aun cuando ahora se vean más crucifijos y
collares de santería en los cuellos de los jóvenes. Los tiempos son
diversos, el país es distinto, y a nosotros nos obligaron a creer, pero
hoy la mayoría no cree en nada, porque el mejor ejemplo para no creer lo
dan los miembros de nuestra generación, con la suma de fracasos y
frustraciones que llevan encima.
Nosotros creímos, y mucho, en la superación personal, y el resultado fue
que muchísimos terminamos siendo graduados universitarios, porque
pensábamos que el ascenso social estaba ligado al ascenso intelectual,
profesional. Hoy muchos jóvenes en Cuba saben que haciendo trampas,
manejando un "almendrón", vendiendo tomates -y robándole a todos los
clientes- se vive mejor que siendo maestro, o incluso médico, para no
decirte que mucho mejor que siendo un humanista.
La sociedad cambió y las estrategias de éxito también lo hicieron. ¿Cómo
alguien puede tener un celular, en Cuba, que le cuesta 100 pesos mensuales
si trabajando gana 400 o 500 pesos? ¿Qué aspiraciones puede tener el joven
de 18 años que vende tomates frente a mi casa y cada cinco libras que dice
vender, en realidad entrega cuatro y gana 6 pesos en esa operación… que
cuando se multiplica por, digamos, 60 libras -tres cajas de tomate-
significa que ganó, solo robando, casi cien pesos… mientras un médico gana
600 al mes? Todo eso ha provocado, creo, un vacío sentimental, ideológico,
humano y la sociedad, lejos de ser mejor -para lo que se trabajó por años-
es más despiadada y benévola con los más listos y no con los más
capacitados…
Una cultura común
Regularmente has hecho presentaciones de tus libros en Estados Unidos y
Puerto Rico, pero Miami era, contradictoriamente, una asignatura
pendiente, incluyendo la Feria del Libro. ¿Qué expectativas te traen ahora
a Miami?
Por años, por diversas razones, no he podido estar en la Feria del Libro.
Unas veces por temas de trabajo, otras por el visado, y esa posibilidad se
ha ido posponiendo. Además, Miami no me resultaba un lugar acogedor en el
sentido de que no tenía el menor deseo de que alguien, con todo su derecho
pero con todo su extremismo, me lanzara algún ataque simplemente por el
hecho de venir de Cuba, de haber decidido, libre y soberanamente, seguir
viviendo y trabajando en Cuba.
Pero sé que en Miami tengo una gran cantidad de lectores -no solo mis
muchos amigos que viven en la ciudad-, y de alguna forma tenía un
compromiso con ellos, y por eso acepté la invitación para hacer esta
conferencia y presentación, pues saqué la cuenta de que son más
importantes esos lectores y mis amigos que algún intolerante que quiera
identificarme con lo que yo no represento.
Espero que sean actos esencialmente culturales, que resulten dinámicos,
motivadores, en un propósito que creo que une o interesa a mucha gente de
uno y otro lado del Estrecho de La Florida: el acercamiento humano entre
personas que pertenecemos a la misma cultura y nacionalidad, que hemos
estado distanciados por la geografía y en casos por la política, pero que
tenemos más cosas en común que diferencias… Yo en Miami me siento muy a
gusto con mis amigos, con colegas de profesión, y siempre recordaré la
cariñosa acogida que me dio Carlos Victoria en 1999.
Un hombre muy empecinado
No puedo terminar esta entrevista sin hablar de uno de tus temas
recurrentes, el béisbol. ¿Qué pasa con la pelota cubana y como viste la
participación de Villa Clara en la Serie del Caribe? ¿Cómo llevarla a los
planos competitivos de épocas anteriores?
¡Coño, ahora me vas a tener hablando dos días…! No, seré sintético y
categórico: la pelota va mal porque la política que se ha seguido con el
deporte se desfasó y hoy no se puede pretender que los jugadores tengan
las mismas motivaciones que hace 30, 40 años… La pelota cubana no será
estelar hasta tanto todos sus muchos peloteros estelares puedan reunirse y
competir bajo la misma bandera. Y eso lo sabe hasta Mourinho, que no debe
haber visto jamás un juego de pelota…
¿Cuál es la mejor definición de Leonardo Padura en camino hacia los 60?
Sigo siendo un trabajador obsesivo que no me creo cuentos. Sé que escribir
es un acto difícil, desgarrador, lacerante, y que cuando has escrito
mucho, incluso cuando te han dicho que lo has hecho muy bien, eso no
quiere decir nada respecto al trabajo que viene en el futuro. Cada novela
es un reto, y como un reto me las planteo. En ese sentido soy un luchador.
También soy un empecinado que sigue viviendo en la misma casa de Mantilla
donde nací en 1955, porque es el lugar del mundo donde mejor me siento y
soy lo que soy y a la vez lo que siempre fui: el hijo de Nardo, mi difunto
padre, y de Alicia, mi madre que gracias a todo lo que hay por allá arriba
(o no) sigue conmigo. Sigo siendo fiel a mis principios, aunque a veces
algunos de ellos cambien un poco, porque nada que esté vivo puede ser
inmutable: y mis principios tienen que ver con la lealtad, la fraternidad,
la amistad como un gran valor de la vida, la literatura como fuente de
satisfacción. Sigo siendo el enamorado de Lucía, mi esposa, aunque haga
ahorita 40 años que andamos juntos y hasta revueltos…
Y definitivamente, soy un hombre que ama a los perros y no me conformo con
tener en mi buró las fotos de Chorizo y Natalia, también quiero tener
algún sato dando vueltas por la casa y esperándome con alegría cuando
regreso de la calle. Con eso, a los casi 60 años, me siento satisfecho, de
verdad que sí.
Actividades de Leonardo Padura en Miami: Martes 18 de febrero, 3:30 pm,
conferencia "La libertad como herejía", 18 de febrero, 3:30 pm, Middle
Ballroom, Graham Center, FIU, 11200 SW, 8 St, Miami/ Jueves 20 de febrero,
7:30 pm, presentación de la novela Herejes y firma de libros en la Iglesia
Congregacional, 3010 De Soto Blvd., Coral Gables.
*Publicado en Diario las Américas 17 febrero, 2014
Es en Washington donde se decide
si Bogotá adelanta y firma un tratado de paz
Por Patricia Rivas (Rebelión.)
Hernando Calvo Ospina es un reconocido periodista de
investigación, colaborador de Le Monde Diplomatique, refugiado político en
Francia. Su último libro Calla y respira, es un relato autobiográfico que
en un año ha sido editado en cinco idiomas. Conversamos con Hernando sobre
algunas de las interrogantes que planean sobre el conflicto social y
armado colombiano y la posibilidad de paz, las conversaciones de La Habana
entre el gobierno y las FARC y algún que otro "chisme"...
Patricia Rivas. Llama la atención el nulo peso de la Unión Europea en las
negociaciones de paz de la Habana...
Hernando Calvo Ospina. Dos importantes funcionarios de dos países europeos
me dijeron lo mismo: América Latina es territorio de Estados Unidos.
Nosotros podríamos acompañar, pero es Estados Unidos quien decide allá. Si
fuera en África o Medio Oriente, quizás podríamos tener peso en una
negociación.
Lo que sí hacen los países de la Unión Europea es seguir los designios de
Estados Unidos. Por tanto le colaboran en lo que puedan, principalmente
entregándole buena parte de la información que logran sus servicios de
inteligencia. Además de vigilar a los residentes colombianos que viven en
estos países, opositores al gobierno colombiano, bajo el pretexto de ser
militantes o simpatizantes de una organización "terrorista". Y si el país
europeo tiene vínculos económicos con Colombia, pues mucho más.
PR. ¿Qué papel está teniendo Washington en las negociaciones de paz?
HC. En febrero de 2012 fui contactado por un alto responsable del
Departamento de Estado, con el que ya me había reunido antes... Sí,
¡aunque desde 2009 me tienen en la lista de personas "peligrosas" para la
seguridad de su nación! Me dijo que me llamaba a nombre de su oficina y
del presidente Santos. La mezcla no se me hizo para nada extraña. Ante mi
pregunta, me precisó que quería charlar sobre la paz en Colombia.
Entre vino y vino, fui concluyendo que las FARC y el gobierno colombiano
estaban preparando negociaciones en la total reserva, algo que se hizo
público en septiembre, luego de que el expresidente Álvaro Uribe lo
"denunciara". Yo solo vine a tocar el tema once meses después.
PR. ¿De qué hablaron en esa reunión, si se puede saber?
HCO. La mitad fue sobre Colombia y el resto sobre Cuba, Venezuela, Ecuador
y Bolivia. ¿Es curioso que le interesaran estos últimos cuatro países?
Pues no. Ellos, a ojos de Washington, son la cabeza de rebeldes en el
continente. En las cuatro ocasiones que me encontré con funcionarios del
Departamento de Estado siempre encaminaron la charla hacia estos países. Y
casualidad: los dos funcionarios europeos que mencioné antes, también
quisieron charlar sobre ellos.
Ahora, el estadounidense quería saber lo que yo opinaba sobre una
negociación con las guerrillas. Ellos conocen, como lo saben mis lectores
y el gato del vecino, que por mi trabajo periodístico conozco a varios
mandos de las FARC y del ELN. Y a unos desde hace 30 años. Fue una
conversación que puede parecer anodina, pero que al ser con ellos no lo
es: siempre tienen un objetivo muy determinado.
Casi al final me preguntó si yo quería enviarle un mensaje al presidente
Santos. Le respondí que no, pero sí quería hacerle llegar una pregunta:
¿por qué cuando fue ministro de Defensa dijo en un coctel, donde habían
varios ciudadanos franceses, que él quería mi cabeza? Debió ser cosa de
los tragos. Puede ser que se le olvidó que yo tengo protección del
gobierno francés, de Naciones Unidas, pero, sobre todo, el cariño y
reconocimiento de muchas personas en el mundo.
PR. ¿Qué quiere decir que el ministro de Defensa pidió su cabeza? ¿Cree
que querían asesinarle?
Lo que sé, por fuentes de absoluta confianza, es que ese gobierno intentó
pedir mi extradición basado en los famosos computadores de Raúl Reyes. Sí,
en ellos se me menciona como cinco veces. Pero en cada una de ellas se me
trata de "periodista", y con nombre propio. Es que yo iba con un equipo de
la televisión francesa para entrevistar a Reyes. La cita iba a ser el 2 de
marzo de 2008. Pero un día antes asesinaron al dirigente guerrillero en un
bombardeo sobre territorio ecuatoriano. Creo que con ese intento de pedir
mi extradición, hicieron quedar en ridículo a la justicia colombiana.
A pesar de ello quisiera entrevistar al presidente Santos sobre este tema.
Pero, en especial, para que cuente hasta dónde es honesto con el proceso
de paz, y qué planes tiene para sacar de la pobreza a la mayoría de
colombianos.
Al funcionario estadounidense sí le di un mensaje a llevar, pero no a
Santos sino al presidente Obama: Que ordene detener la guerra y el
terrorismo de Estado contra el pueblo colombiano.
Porque, siendo realista y pragmático, es en Washington donde se decide si
el gobierno en Bogotá adelanta y firma un tratado de paz. Si le conviene a
sus intereses económicos y geoestratégicos, lo ordenará a Bogotá.
Este funcionario estadounidense también me contó que con Santos tenían
muchas más afinidades políticas y de intereses que con Uribe. Ante lo que
respondí: "¡Entonces ahora ustedes andarán desnudos por la casa
presidencial, pues con Uribe se paseaban en chores!"
PR. No parece usted muy optimista sobre las conversaciones de paz...
HCO. Hasta el momento yo no veo que los gobiernos de Washington y Bogotá
estén decididos a que llegue una paz a Colombia con justicia social.
Quieren un proceso como se hizo en El Salvador, donde se detuvo la guerra
política, se silenciaron los fusiles, pero la guerra social que llegó ha
producido el doble de muertes y hambre, porque las estructuras de la
desigualdad económica no cambiaron. Después de 20 años siguen intactas.
Claro, se pudo participar en política sin el temor de ser asesinado por
ser opositor de izquierda.
PR. ¿Qué pasos por parte de Washington harían que la apuesta por la paz
fuera seria?
HCO. Para mí dos signos deben existir para que yo crea que el gobierno
estadounidense, y el de Colombia, sí desean la paz. Uno, que se detenga la
estigmatización política contra la oposición. La intransigencia política
es el principal enemigo de la paz en Colombia. Y no sólo de la paz: del
desarrollo efectivo de la nación.
Es mi punto de vista como observador que ve a Colombia desde fuera. Que
escucha y lee lo que se dice de ella. Que, como muchas personas, me
asombro de la intransigencia de esa oligarquía, caso exclusivo en el
mundo. Una oligarquía enferma por el poder.
Y dos, que se envíe al expresidente Álvaro Uribe a las cortes para que
responda por crímenes de Lesa Humanidad, genocidio, paramilitarismo y
narcotráfico. Lo del expresidente Uribe es un caso extremo de impunidad,
como muy pocos en este universo.
Pero claro, en Washington existen fuertes intereses que se oponen a la
paz, como son las empresas de armamento y de tecnología para la guerra. Y
Uribe regaló tanto de la soberanía a Estados Unidos, que de alguna manera
tienen que agradecerle. Aunque Uribe debería tener cuidado porque
Washington no tiene amigos, tiene intereses.
PR. ¿Hasta qué punto Washington está presente en la Mesa de La Habana?
HCO. Es de suponer que los negociadores de las FARC lo saben. Si yo lo sé
es porque lo saben muchos. Varios de los negociadores del gobierno llevan
relojes, bolígrafos, maletines u otros instrumentos para filmar y grabar
todo lo que se conversa en la mesa de negociaciones en La Habana. Esa
información, que no debería salir de ahí en esa forma, parte hacia bases
estadounidenses para ser procesada. Después se comparte con el equipo
especial en Bogotá que sigue las negociaciones.
No sólo se analiza cada frase y palabra de los negociadores de las FARC,
sino cada timbre de voz, actitudes del rostro y sus manos. Después llega
el asesoramiento de cómo negociar o dirigirse a cada miembro del equipo
guerrillero para desestabilizarlo o acercarlo.
PR. Como sea, las conversaciones de paz han logrado avances
significativos...
HCO. Me parece que la tecnología y los asesores no le han servido mucho al
gobierno colombiano y a su delegación, visto lo obtenido por los
guerrilleros.
Los guerrilleros han demostrado capacidad para negociar. Bueno, es que,
ante todo, tienen la razón de su parte.
Por eso sería de admirar a los negociadores del gobierno, pues deben
parecer malabaristas al defender lo indefendible. Ellos defienden, sin ser
oligarcas, los intereses de la oligarquía colombiana y de las
transnacionales estadounidenses. Esa es su realidad. Sus argumentos deben
ser muy limitados.
PR. En apenas un año, van 25 miembros de Marcha Patriótica y 26
sindicalistas de la CUT asesinados, además de los más de 9.500 presos
políticos en las cárceles colombianas, cuyo número no deja de aumentar...
HCO. Se pueden firmar todos los acuerdos que quieran sobre la reforma
agraria, la educación, la salud, la participación política. Todo lo que
quieran. Pero mientras la oligarquía colombiana no detenga su
intransigencia política, ningún acuerdo servirá. La paz del sepulcro no le
sirve al campesino que reciba un título de propiedad. Tampoco al pueblo
donde construya un centro médico en medio de discursos de paz, si al otro
día van los paramilitares y acaban con los habitantes. ¿De qué servirá lo
firmado si los negociadores serán asesinados cuando quieran hacer política
legal y pública?
En la mesa de negociaciones ya se llegó a un acuerdo sobre participación
política, y, ¿qué ha pasado desde entonces? Los hechos demuestran que el
gobierno, las FFAA y sus paramilitares no se han dado cuenta. Lea las
cifras de asesinados que usted acaba de dar. La represión a la protesta
popular no se detiene un milímetro. Entonces ¿cómo se van a implementar
los acuerdos sociales y económicos que se logren en la mesa de
negociaciones?
PR. ¿Por qué esa violencia política en Colombia de tantas décadas? ¿Por
qué las peores dictaduras en el mundo han dado paso a ciertos espacios
democráticos, y en Colombia no?
HCO. Mi respuesta siempre es la misma: estoy buscando qué tipo de genes
tiene incubados esa oligarquía. No conozco ninguna otra tan violenta. Han
sabido esconder que el Estado colombiano es una dictadura "democrática".
Porque en Colombia se instauró la Doctrina de la Seguridad Nacional como
en ninguna dictadura en América Latina, dictada por Estados Unidos en 1962
para combatir al "enemigo interno. Las dictaduras se fueron, llegaron
gobiernos que dieron cierta amplitud democrática, y en Colombia nada
varió. Todo lo contrario. Estados Unidos tiene muchísima responsabilidad
en ello, porque ha impulsado, alcahueteado y asesorado la criminalidad
estatal. La historia no miente. Solo hay que conocerla.
PR. ¿Por qué cree que hasta el momento no se ha incorporado al ELN de una
forma seria a las negociaciones?
HCO. Quizás se deba a dos cosas. Una, porque jugaron a dividir y
confrontar al ELN con las FARC. Creyeron que las FARC asumiría una
posición prepotente ante el ELN. Ha resultado todo lo contrario, y la
unidad entre esas dos organizaciones va en aumento. El encuentro a
mediados del año pasado de los dos máximos comandantes del ELN y las FARC,
Nicolás Rodríguez (Gabino) con Timoleón Jiménez; el freno a
enfrentamientos que a veces se daba entre ellas; los posteriores
comunicados y operativos militares conjuntos, es una demostración de la
unidad.
Y dos, porque el gobierno quiere hacer creer que el ELN no es contrincante
ni militar ni políticamente. Quiere esconder que esta guerrilla tiene una
importante presencia en regiones de gran estrategia política y económica.
No quiero dejar de mencionar que la reunión de Gabino y Timoleón debió ser
un duro golpe al orgullo de los servicios de inteligencia colombianos.
Aunque fundamentalmente lo debió ser para la CIA estadounidense por ser la
que maneja las principales técnicas e instrumentos de espionaje, y
coordina a los servicios colombianos (con el apoyo del MOSSAD israelí).
Debe darles vergüenza que se engullan tantos miles de millones de dólares,
y no hayan detectado el movimiento de estos dos hombres tan buscados. Y
supongo que ambos tuvieron que moverse muchos kilómetros para encontrarse.
PR. ¿Qué pasó tras la desmovilización del M-19? ¿Por qué no se dieron
cambios socioeconómicos y la represión continuó rampante?
HCO. Aquí vale la pena recordar algunos "detalles". Los dirigentes del
M-19 no negociaron su desmovilización: la regalaron y ellos se vendieron
al sistema. Esto sucedió en Panamá. Ellos, Navarro Wolf, Petro, y Evert
Bustamante, por ejemplo, saben de qué hablo. A ninguno de esos dirigentes
le importó la suerte de sus bases.
Los dirigentes del M-19 son el caso más conocido de entreguismo y abandono
a sus bases e ideales altruistas. Pero existen otros. Tenemos al EPL. La
mayoría de los dirigentes del Ejército Popular de Liberación, que al
entregarse se transformaron en Esperanza, Paz y Libertad, se fueron
directamente a trabajar para las Fuerzas Armadas o sus grupos
narco-paramilitares.
¿En qué quedó la desmovilización y entrega de armas del Partido
Revolucionario de los Trabajadores, PRT; del grupo indígena Quintín Lame;
del sector que rompió con el ELN? En nada para sus bases, que fueron las
que pusieron los muertos, desaparecidos y torturados. Claro, para la
mayoría de sus dirigentes la vida cambió al venderse por una moneda de
cobre al sistema: Casi todos tienen de qué vivir, no pocos tienen ONG para
"analizar" el conflicto o para "ayudar" a los reinsertados. O cualquier
otro invento para vivir bien.
¿Qué trabajo organizativo popular hacen esos dirigentes hoy? Ninguno que
sea alternativo y de beneficio real para las mayorías. Son politiqueros,
clientelistas.
PR. ¿Cómo evitar que pase con unas FARC o el ELN desmovilizados, como pasó
con las anteriores?
HCO. Creo que eso le tocará responderlo a la conciencia social y
revolucionaria de las dirigencias cuando llegue el momento. Será ahí que
se sabrá si fueron verdad los ideales que tienen hoy por una Nueva
Colombia para todos, en particular para los pobres.
Las 50 ciudades más violentas del
mundo en 2013
(Tomado de "Moncada") enero 17, 2014)
La mayoría están en América, especialmente en territorio
latinoamericano. San Pedro Sula, en Honduras, encabeza la lista. Las
ciudades mexicanas que se encuentran en la lista son: Acapulco, Culiacán,
Torreón, Chihuahua, Victoria, Nuevo Laredo, Juárez, Cuernavaca y Tijuana.
9 de las 50 ciudades más violentas del mundo, son mexicanas, según el
Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, una
organización no gubernamental mexicana.
La mayoría de las "más violentas" están en el continente americano (46
ciudades), en particular en América Latina (41).
Los países latinoamericanos con el mayor problema de violencia son
Honduras, Venezuela, Guatemala, El Salvador, México y Brasil.
Con una tasa de 187 homicidios por cada 100 mil habitantes, la urbe
hondureña de San Pedro Sula ocupó por tercer año consecutivo el liderato
del ranking. El segundo lugar correspondió a Caracas, Venezuela y el
tercero a Acapulco, México, con tasas de 134 y 113 homicidios por cada 100
mil habitantes, respectivamente.
Del ranking salieron las siguientes ciudades que figuraron en 2012:
Brasilia y Curitiba de Brasil, Barranquilla de Colombia, Oakland de
Estados Unidos y Monterrey de México. Todas estas ciudades tuvieron tasas
inferiores a la del lugar 50 (Valencia, Venezuela con 30.04 homicidios por
cada 100 mil habitantes).
Al ranking de 2013 ingresaron las ciudades brasileñas de Campina Grande,
Natal y Aracaju y la colombiana de Palmira. Asimismo reingresó al ranking
la ciudad mexicana de Tijuana, que había estado en la misma lista entre
2008 y 2010 pero no figuró en los rankings de 2011 y 2012.
Estas son las 50 más violentas:
|