Por Por Patricia Grogg, IPS
LA HABANA, dic - La persistencia del racismo en Cuba inquieta a sectores de la intelectualidad, que piden abrir un debate sobre un problema presente en la vida cotidiana del país, donde la igualdad de derechos no ha garantizado la paridad de oportunidades para todos los grupos
sociales.
Este año se filmó por primera vez en esta isla caribeña un documental sobre la discriminación racial, con criterios de reconocidos artistas e intelectuales que apuntan a las zonas más polémicas del tema. "Raza", dirigido por el joven realizador Eric Corvalán, podría ser un nuevo punto de partida para iniciar la postergada discusión.
"Hasta ahora se había hablado sobre el racismo desde la academia, los intelectuales, yo creo que debiera abrirse una discusión pública, incluso en el parlamento", dijo a IPS Corvalán, de 36 años.
"En 50 años (de Revolución) se ha discutido acerca de la mujer, de la homosexualidad… ¿por qué no se ha debatido sobre el racismo?", se interrogó el documentalista. "Es un tema revolucionario, que concierne a todo el mundo porque hay mujeres negras, homosexuales negros y hombres negros", sostuvo.
"Pienso que el silencio es peor, mientras más días pasen sin hablar ese racismo fermentando bajo tierra va pudriendo la nación toda", advierte por su parte el cantautor Gerardo Alfonso, en sus declaraciones al documental.
En opinión de Roberto Zurbano, director de la editorial Casa de las Américas, continuar "escondiendo" el asunto llevaría a los negros a creer "que ellos son otro país, y que hay dos Cubas como se dijo en el siglo XIX, una negra y otra blanca". Otra implicación podría ser "que se manipule políticamente el tema, fuera y dentro de Cuba".
Uno de los espacios más cuestionados en el debate sobre la "racialidad" en la isla han sido los medios de difusión, acusados de fomentar estereotipos que vinculan a negros y mestizos con la delincuencia o con actividades muy específicas como el deporte y la música, mientras asientan un ideal de "normalidad" blanca.
"Los medios tienen que ayudar a que surja un patrón de negro, que no existe, por lo que se construye un estereotipo racista en la sociedad", señaló Corvalán. "¿Por qué no podemos hacer películas en las que el negro sea protagonista? Sea abogado, doctor, ingeniero…", observó.
Según la licenciada en medios audiovisuales, Irene Ester, la televisión no contribuirá a desmitificar la presencia del negro mientras sólo se subraye el alto porcentaje de la población negra encarcelada, las mujeres dedicadas a la prostitución, los que no quieren trabajar o son sumisos, y no la heroicidad o las particularidades de las familias negras.
La falta de modelos también se extiende al sistema educativo, especialmente a la enseñanza de la historia de este país, a donde llegaron los primeros africanos a comienzos del siglo XVI como esclavos de la entonces colonia española, que los mantuvo en tal condición hasta 1886.
"En la educación primaria no se menciona el color", indica el académico e investigador Esteban Morales en la cinta. "Si vivimos aún en una sociedad de hegemonía blanca y al educar no mencionamos el color, en la práctica educamos para ser blancos", asegura.
"La historia de Cuba que nosotros enseñamos da pena, porque es hegemónicamente blanca, en la cual está insuficientemente explicado cuál fue el papel de los negros y mestizos en la construcción de esta sociedad y su cultura", señala Morales, del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos, de la Universidad de La Habana.
Los negros y mestizos representan 34,9 por ciento de los 11,2 millones de habitantes de Cuba, según el último Censo de Población y Viviendas de 2002.
El artículo 42 de la Constitución de la República establece que la "discriminación por motivo de raza, color de la piel, sexo, origen nacional, creencias religiosas y cualquier otra lesiva a la dignidad humana está proscrita y es sancionada por la ley." En mayo de 1961, el gobierno eliminó los exclusivismos raciales, con la nacionalización de clubes y asociaciones.
Sin embargo, la igualdad ante la ley no ha logrado revertir las disparidades socioeconómicas entre los diversos grupos raciales.
Estudios del Centro de Antropología, dados a conocer por la revista Temas en 2006 revelaron que en general la población negra vive en peores condiciones habitacionales, recibe menos remesas de dinero del exterior y tiene menor acceso a los sectores emergentes de la economía, como el turismo, en el que apenas representa cinco por ciento de los dirigentes, profesionales y técnicos.
"Igualdad de derechos no quiere decir igualdad social", asevera Morales. "No tenemos la misma posición ni la misma posibilidad de aprovechar las oportunidades, eso es lo que ha pasado en general con las personas no blancas y con los negros en Cuba", dice el especialista.
"Si después de 49 años (de Revolución) se siguen viendo estos rasgos racistas en la sociedad quiere decir que la igualdad de derechos no ha sido suficiente", apunta Alfonso.
El tema del racismo permanece entonces como un "tabú", una cuestión "complicada, escabrosa", como dijeron a Corvalán en algunas instituciones donde presentó su proyecto, rodado con el apoyo del no gubernamental Centro Martin Luther King, el Instituto Superior de Arte (ISA) y de la productora independiente Delfín.
"En este país se hizo una revolución, es lo que nos diferencia de mil y una naciones", observa Zurbano. "Es una gran oportunidad que la Revolución o los revolucionarios de cualquier color no podemos perder, en el sentido de que se puede elaborar una estrategia, que puede tener una evolución".
Tras el estreno del documental en el pasado Festival de Cine Latinoamericano de La Habana, Corvalán recibió el agradecimiento de personas negras y mestizas, algunas de las cuales se sorprendieron al ver que un blanco se había interesado en el racismo.
"No me considero ni blanco ni negro ni mulato, soy cubano", manifestó el realizador nacido en la isla, por cuyas venas corre también sangre francesa y chilena.
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