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AfroCubaWeb
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Blacks and Whites, 1999 El Blanco y el Negro, 1999 Dissidents and Race, 2001 |
Ulises Cabrera
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It is a difficult and hazardous fate to be black, both yesterday and
today, in the North, South, East, and West of our planet, but the communists were those
who swore before their dialectical and materialist fetiches that they would create
equality between white and black, yellow and brown, including the full spectrum of
mestizos. It was one more lie, refuted in their chimeric paradise; in the Soviet Union,
Asian citizens were privileged; in satellite Checkoslovakia, in Bohemia and Moravia, the
Slavs were deprecated; in Hungary, Bulgaria and Roumania, they accused he gypsies and
european xenophobia grew. In Cuba, the pseudo green olive revolution came to dogmatize economic egalitarianism for working people and swore loudly over the microphone that never again would blacks be discriminated against. In the beginning many blacks and whites believed this and applauded. It was the angel of harmony in contrast , but at the eve of the new millenium, after 40 blind years of castrism, the former weak aprtheid of the cubans, by nature generous and cordial, sought out others in the political, the economic, and the social. They precribed a hatred for the north american neighbor and veneration for the unknown Russian. The dig trenches between militants and those not in the party, communists and democrats, those earning dollars and those earning pesos, the pinnacle of power and the workers, atheists and believers, the military and the civilian, the agents of State Security and the prisoners and their families, foreigners in transit and cubans in a corral, tourists and native folklorists. Meanwhile Cuban blacks were deprecated and despised, black, African, and Caribbean leaders were entertained and given medals. Phariseism has removed all credibility from the marxists and their fellow travellers of the pink left, manipulators of a cuious dialectic in which theory never meets practice, nor official propaganda stubborn reality. In Cuba, where demagogery, tricks, and repression are the omnipresent instruments of power, discrimination is plain to see and the media attributes racial inequality to the developed capitalist world, denouncing confrontations with Mexicans in California and with Arabs in Palestine. In Cuba, they forbid access for Cubans to the hotels and beaches, they expell youths from discos and other recreational areas, and they exclude blacks everywhere. If you look over the cast of the Politburo and the Central Committee of the only party in the country, the council of ministers, the managers and the high officials in the joint ventures formed with foreign capital or the national companies which operate with convertible currency, the officials who hold real power in tourism and in the centralized bureaucracy, you only encounter a black as an exception and you can be sure that this rare bird is the son or friend of a high official or an agent of state security. Blacks and mulatos are assigned to cut cane, or burrear hemp, in the bottom of mines, in construction, or picking up garbage in the streets, cleaning public buildings for the equivalent of $5 a month, or they are unemployed. When on state television they need a black to play the role of slave in colonial times, subservient or deliquent, it's not easy to find one, as the ranks of actors only include whites with influence. In the universities, where the government meets out careers, apointing them by the index finger, to see a black is to find a needle in a haystack. In the Ministry of Culture, the only "prieto" (black) is Abel (Abel Prieto), the minister, who is a full-haired white, "chicharrón". The black population is the majority nationaly and is plentiful in all parts of the country, but few of them are clients in the dollar stores and they are forbidden from entering tourist areas. Negros, mulatos, and "jabaos" are the absolute majority in the solars (ghetto-type dwellings), the queues for getting water at the street hydrants, or to buy croquettes wiuth mysterious components or bread with "cheese paste" made of potatoes in state factories. And they are the majority among the unemployed who seek work and above all in the prisons, to which they have a preferential, direct pathway. Black "Criollos" are the smallest majority in the Communist Party or the National Assembly, but they are numerous and enthusiastic, standing out in the line-up of the opposition to the Castro dictatorship. Originally published in Carta de Cuba, Summer 1999, Puerto Rico |
Ser negro es un destino difícil y azaroso ayer y ahora, en el Norte,
Sur, Este y Oeste de nuestro planeta, pero los comunistas fueron los que juraron ante sus
fetiches materialistas y dialécticos que implantarían la igualdad entre blancos y
negros, amarillos y cobrizos, incluyendo toda la gama de mestizajes... Fue una mentira
más, refutada en su qui-mérico paraíso; en la Unión Soviética eran preferidos sus
ciuda-danos asiáticos; en la Checoslovaquia satélite, en Bohemia y Moravia despreciaban
a los eslovacos; en Hungría, Bulgaria y Rumania acosaban a los gitanos y crecía la
xenofobia europeista. En Cuba la seudo revolución verde olivo llegó hasta dogmatizar el igualitarismo económico para el pueblo trabaja-dor y perjuró a micrófono rugiente que ya jamás el negro sería discriminado y al principio muchos negros y blancos lo creyeron y aplaudieron. Estaba el anhelo de armonía en el contraste, pero en las vís-peras del nuevo milenio, tras cuarenta años aciagos de castrismo, el antes débil apartheid del cubano, por naturaleza generoso y cordial, se encontró y se estrenaron otros, en lo político, económico y social. Prescribieron odiar al vecino norteamericano y venerar al ruso desconocido. Se cavaron fosos entre militantes y sin partido, comunistas y demócratas, los que obtienen dólares y los que ganan pesos, la cú-pula del poder y los trabajadores, los ateos y los creyentes, los militares y los civiles, los agentes de la Seguridad y los detenidos y sus familiares, los extranjeros en tránsito y los cu-banos acorralados, los turistas y los "indígenas folclóricos" del país. Mientras se demerita y desprecia al cubano negro, se agasaja y conde-cora al dirigente negro, africano o caribeño. El fariseismo ha despojado universalmente de credibilidad a los marxistas y a sus compañeros de viaje de las izquierdas rosadas, manipuladora de una curiosa dialéctica en que nunca se encuentran la teoría y la práctica, la propaganda oficial y la tozuda realidad. En Cuba, donde la demagogia, el engaño y la represión son los instrumentos omnipresentes del poder, la discriminación es evidente y mientras los medios atribuyen desigualdades raciales al mundo capitalista desarrollado y denuncian confrontaciones contra mexicanos en California y árabes en Palestina, en Cuba prohíben el acceso a hoteles y playas a los cubanos, expulsan a los jóvenes de las discotecas y otros centros de recreación y ex-cluyen a los negros de todas partes. Si se revisa el "cast" del buró político y el comité central del partido único, el consejo de ministros, los gerentes y altos funcio-narios de empresas mixtas con capital extranjero o de los nacionales que operan con divisas convertibles y los cargos dirigentes del turismo y el centralismo burocrático, sólo como excepción se encontrará a un negro y puede asegurarse que esa rara avis es hijo o compadre de alguien de arriba o agente de la seguridad. Los negros y mulatos son asignados al corte de caña manual, a "burrear" henequén, al fondo de las minas, a la construcción, o recoger la basura de las calles,limpian por el equivalente a cinco dólares mensuales los edificios públicos o estén desempleados. Cuando en la estatal televisión necesitan a un negro para el rol de esclavo de la época colonial, sirviente o delincuente, no les es fácil encontrarlo, ya que la promoción sólo incluye a blancos con influencias. En las universidades donde las carreras las otor-ga el gobierno "de dedo", ver a un prieto es como dar con una aguja en un pajar. En el Ministerio de Cultura el único prieto es Abel, el titular, que es un blanco melenudo y "chicharrón". La población negra es mayoritaria nacionalmente y abunda en todas partes, pero son escasísimos en ella los clientes de las tiendas dolarizadas y les están vedadas las áreas turísticas. Negros, mulatos y "jabaos" son mayoría absoluta en los "solares", la cola para acopiar agua en el hidrante de la calle o comprar una croqueta de componentes misteriosos o un pan con "pasta de que-so" hecha de papa en una carretilla estatal o de los desempleados que buscan trabajo y sobre todo en las prisiones, donde tienen vía franca, preferencial. Los negros criollos son ínfima mayoría en el Partido Comunista o la Asamblea Nacional, pero son numerosos, entusiastas y destacados en las filas de la oposición a la dictadura castrista. Los afrocubanos de hoy sueñan, actúan y esperan. |
La Mentira Official
http://cartadecuba.org/La mentira.htm
Another salient piece by Ulises
Note that this site
http://www.cubaguia.com/asesinados-diciembre.htm
lists
Diciembre 3, 1961, Fusilado en Matanzas Ulises Cabrera
Perhaps his father?
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