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José
Martí y el Racismo
Su Visita a Curazao
Eugene Godfried
Periodista / comunicador social
Trabajador socio-cultural y comunitario
Radio Habana Cuba
Radio CMKS - Guantánamo
Photo © 2004 Vivian DeDieu Tores
INDICE
1. INTRODUCCIÓN
2. ANÁLISIS POLÍTICO Y ANTROPOLÓGICO FÍSICO DE LA ISLA DE CURAZAO
3. MARTÍ Y EL IDIOMA PAPIAMENTO
4. MARTÍ Y SUS IMPRESIONES SOBRE LA MISERIA DE LOS
HOMBRES Y MUJERES DE DESCENDENCIA AFRICANA DE CURAZAO
5. MARTÍ Y LOS JUDIOS DE CURAZAO
6. SUS ÚLTIMAS IMPRESIONES DE CURAZAO
7. MARTÍ Y EL FENOTIPO: MULATOS
DE CURAZAO
8. UN BREVE ESTUDIO COMPARATIVO
SOBRE LA VISIÓN
MARTIANA RESPECTO AL RACISMO
9. CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
English version
1. INTRODUCCIÓN ( oficial)
Desde hace unos años, antes de la conmemoración del 150
aniversario del nacimiento de José Martí, se está notando a través de
los medios oficiales cubanos, un incremento considerable de la promoción de
la imagen de este luchador por la independencia de Cuba. El discurso oficial
en su retórica, que por su forma y estilo de proyectarse cuando de él se
trata, tiende a mitologizar y extrapolar su persona y su ideario. Pues,
está sucediendo precisamente lo que Leonardo Griñán Peralta nos
advirtió, que se está haciendo hábito entre escritores y comunicadores
sociales que se complacen en idolatrar, no en tratar de pensar
y sentir como Martí, en el sentido más amplio de la palabra. Quiere decir,
que no se comprometen en acercarse a Martí, con el espíritu de tomar en
cuenta el medio ambiente y las condiciones socio-histórico-culturales que
sirvieron de influencia en la formación total de su personalidad.
Extrapolar a Martí, es decir, convertir a este pensador en un mito con
teorías intocables, no serviría a la causa en lo absoluto y no permitiría
derivar verdaderos modelos de conductas para las actuales y futuras
generaciones. El ideario martiano no puede convertirse, de facto,
en religión. José Martí, al igual que todos nuestros próceres,
tiene que ser tocable, pues todos tenemos conciencia, debilidades y activa
sensibilidad humana.
Los escritores están empeñados en demostrar la
impecabilidad de José Martí en torno a temas que guardan relación, en
este caso específico, con el racismo. Desmienten a priori
cualquier afectación por él hacia el racismo. No es nuestro objetivo per
se de buscar huellas del racismo en este célebre pensador,
periodista y comunicador social. Sí nos llama poderosamente la atención el
artículo de Martí sobre su visita a Curazao, y quisieramos analizar
algunas cuestiones de sus monografías al respecto.
Algunos colegas periodistas, en la práctica, quieren
asegurar que Martí, probablemente, nunca haya estado en Curazao. Se piensa,
que como algunos periodistas suelen hacer, él hizo una reproducción
ficticia de la isla sobre la base de informaciones recibidas por otros.
Esperamos que nunca haya hecho este gran fraude profesional. También hay
otras versiones que, a posteriori, tratan de limpiar su
imagen, por ejemplo, diciendo que no fue su intención de expresarse en
términos que se pudieran interpretar como racistas; o que fue, simplemente,
cosa de su época de pensar y expresarse en esos términos.
Rechazamos, a priori, esas racionalizaciones que
no convencen en absoluto cuando analizamos el pensamiento y conducta de
personajes que vivieron y actuaron en todas las épocas de la vida humana. Todas
las épocas son épocas.
Consideramos que el diálogo está abierto, y todos
pueden participar con sinceridad, franqueza y honestidad. La
historiografía oficial presenta sus impresiones, expuestas y plasmadas
tanto en el idioma español como en el francés en las páginas 129-142, del
tomo 19, "Obras Escogidas, de José Martí".
2. ANÁLISIS POLÍTICO Y ANTROPOLÓGICO-FÍSICO DE
LA ISLA DE CURAZAO, POR JOSÉ MARTÍ
José Martí hizo escala en Curazao durante su viaje a
Venezuela, en marzo de 1881, y se equivoca en su concepción política de
esta isla, cuando describe:
"…esos juguetillos de madera que labran y pintan
en sus horas de ocio los labriegos de la opaca Alemania".
Esta ponencia nos revela que Martí carece de precisión en su conocimiento
de la política de Europa Occidental y Central y sus relaciones con el
Caribe; pues Curazao no tenía nada que ver con Alemania y sí con Holanda.
Esos dos países, Holanda y Alemania, comparten frontera, pero son
independientes uno del otro. Holanda mantuvo una relación unilateral con
sus colonias del Caribe imponiendo su estilo estético tradicional al
realizar las construcciones en sentido general. Es por ello, que fuentes
ligadas al chovinismo provenientes del Reino de los Países Bajos se
complacen, irónicamente, en llamar al territorio de los países de Las
Antillas Holandesas y Aruba, "The Dutch Caribbean" (El Caribe
Holandés).
En su segundo reportaje, describe el panorama
antropológico-físico del pueblo de esta isla caribeña, y revela su
visión eminentemente eurocentrista:
"Al amanecer del octavo día se abren los ojos ante
una preciosa y pequeña ciudad: una posesión holandesa..." (Ahora
admite que se trata de una posesión holandesa E.G.) "...No hay en ella
más que calles sucias, casas amarillas, caras enfermizas, negras
gritonas y negros desvergonzados, algo así como una eterna disputa
entre loros y cotorras; se maldicen, se insultan, se amenazan con matar, se
alzan los remos como para partir la cabeza ...Las riñas de los negros
de Curazao, tal es el nombre de la ciudad -ciudad o más bien isla-,
(la capital de Curazao es Willemstad, E.G.) son como nubes tronadoras de las
que jamás se desprendería el rayo. La ciudad, llena de criollas
perezosas, de holandeses que representan a la metrópoli, de judíos
ricos..."
¡Qué consideración tiene Martí de los "holandeses"
que representan "la metrópoli y qué ‘simpatía’
tiene hacia las "criollas perezosas"! ¿Debemos
entender negras perezosas? ¿Y eso, de los "judíos ricos", es
un signo de admiración hacia esta etnia?
Martí continúa exponiendo su ensayo
antropológico-físico de Curazao en la que persiste la transparencia de su
visión euroiberocentrista y se pudiera decir también,
euroiberosupremacista. Veamos sus siguientes palabras:
"Eso es desde lejos Curazao: una caja de casas de
juguetes... Solo que aquí luego que se entra en la vía plácida, y que el
buque fatigado pegasus -ijares henchidos de cajones y barriles- al muelle
por donde vagan unos cuantos negros de lánguido andar y pies
descalzos… negros de negro chaleco y holgado pantalón y saco blanco…ora
trotando traviesamente el anca esquiva del negrillo gentil que lo fustea…¿Y
las pastoras? Las pastoras aquí son mulatas anémicas, negras
informes, viejas harapientas que ahúman a la orilla de la ría
sardinas secas".
Martí tuvo modesta, pero muy especial atención por la
mujer de descendencia africana, llamada por él ‘negra’ y
otras veces ‘mulata’, cuando expresa lo siguiente:
"Un cotorral parlero que vuela
espantado de una palma a otra, no voces, no cacarea, no grita con tan
estridente grito, no asombra y asorda como esta parvada de singulares
criaturas, que huelgan ampliamente dentro de sus vestidos de percal inflados
por el viento. No las redimen a nuestros estéticos ojos de su negro
color , la curva llena, la hendida espalda, los fulminantes ojos, la
hinchada sensual boca, las pomas altivas, los hombros redondos, los menudos
pies de la mujer negra de Africa."
Nos da la impresión de que Martí, a través de la mujer
de pinta prieta de Curazao, incrementa su conciencia y aprecio por África.
Las contemplaciones antropofísicas de Curazao del
Maestro sobre la así llamada ‘raza negra’ son funestas y
dejan un sentimiento de dudas muy grande en torno a su integridad. Se trata
de su visión distorsionada con relación a su prójimo con otro color de
piel.
Después de habernos dibujado el paisaje geográfico,
arquitectónico y su sorprendente análisis antropológico de los habitantes
de la isla caribeña, el Maestro procede hacia el tema lingüístico.
Él insiste en su sentencia despectiva (racista) cuando
se refiere a los descendientes de africanos de Curazao. Consiguientemente
plantea, erróneamente, criterios lingüísticos sobre el origen del idioma
de esta isla que es el papiamento, y expresa:
"Ahí van, raza degenerada, raza
enferma, hablando rápidamente, con la exuberante fluidez del trópico, una
lengua innoble y singular, mezcla incorrecta y
bochornosa de castellano y neerlandés, una lengua que está entera en su
nombre: papiamento…"
Como señal y muestra de que no era ninguna casualidad su
criterio sobre el papiamento, él repite en su informe, con más énfasis,
lo siguiente:
"Las gentes de Curazao -aparte de los
holandeses, que hablan su idioma materno,- hablan un español horrible
y un dialecto mezquino, sin fuerza ni gracia, el papiamento que es
el español con terminaciones holandesas: así de sufrimiento hacen
suffrimentol, de católicos, catholikanan."
¡Qué equivocado e imprudente estaba Martí!
¿Cuál es el error del Maestro? ¿Qué es lo que no
sabía de la estructura orgánica del idioma papiamento y de dónde proviene
ese idioma no europeo?
Es cierto que el holandés es la "lengua"
materna de los holandeses, europeos, de ojos azules, verdes y pelo
rubio. En esto no discrepamos con Martí. Ni tampoco pudo haber sido esto
una sorpresa para él. Sin embargo, ¿es el holandés un idioma digno y no
el papiamento? El nos deja con esa peligrosa interrogante.
Martí expresa que los habitantes de Curazao hablan mal el castellano.
¿Por qué este chovinismo lingüístico? Se sabe que el castellano
standarizado es el idioma de la élite de Madrid, capital de España.
Martí ignoraba la génesis del papiamento. Esta lengua
es una fusión entre idiomas africanos occidentales y el portugués. En el
transcurso de los años recibió influencias, además del holandés, del
inglés, francés y español.
Los ejemplos dados por el Maestro no se conocen como tal
en el papiamento, por eso, sufrimiento sería s u f r i
m e n t o/u y católicos, puede haber tenido sus
varias formas de escribir en dependencia de quienes hayan ejercido la
influencia. Por ejemplo, si en la Iglesia de Santa Ana en Otrabanda, que
presentimos que es a lo que se refiere Martí, probablemente, bajo las
influencias de los sacerdotes y frailes holandeses, se podría haber visto
escrito "c a t h o l i c a", como influencia
del holandés "catholiek"/ "katholiek".
Ignoramos quién fue el guía, acompañante y traductor
de José Martí durante su visita y breve recorrido por la isla de Curazao.
Pudiera ser que no buscó la información precisa antes de expresarse sobre
temas tan delicados como el papiamento.
3.1. Reflexionando sobre sus criterios linguísticos
con respecto al papiamento, nos hace pensar sobre la influencia que esto
haya podido tener en Cuba con relación al estudio de idiomas, en especial
los criollos. Su desprecio por el papiamento como idioma no europeo,
implícitamente descalifica a todos los idiomas criollos del Caribe. Esta
postura elitista promueve el chovinismo lingüístico de los idiomas
europeos, tales como el español sobre los idiomas criollos. Oficialmente,
el idioma castellano o español es el idioma vehículo de la sociedad
cubana. A pesar del hecho de que en esta nación caribeña radica un
significado número de inmigrantes haitianos que hablan el kwéyol o creole,
este idioma no se imparte en ninguna institución de enseñanza. Se destaca
la iniciativa de distintas organizaciones de residentes y descendientes
haitianos, por ejemplo la de Guillermo Marcel y Olivia Labadí en
Guantánamo y el Banzil Kreol, dirigido por su presidente, Hilario Batista,
en La Habana, que persisten en enseñar y promover el idioma kwéyol o
creole en Cuba. Por otro lado, el inglés criollo del Caribe tampoco se
reconoce, ni se estudia. No existe en la televisión ni en las radioemisoras
ni un solo programa en estos idiomas criollos, salvo excepciones a través
de los programas de Eugenio Godfried y Ana Peralt en Radio Habana Cuba.
También se trasmite todos los domingos de 6:00 p.m. a 7:00 p.m. el programa
"EL CARIBE QUE NOS UNE" producido y conducido por
Eugenio Godfried en la emisora guantanamera CMKS. Se manifiesta un creciente
interés en la búsqueda del valor del no oficialmente reconocido español
criollo de Cuba, o mejor dicho el idioma cubano, que contiene influencias de
los idiomas indígenas, africanos, como el mande, yoruba, ekpe, aladá,
bantúes, etc. Existen en el idioma como expresión popular las
terminologías indígenas maraca, guayo, yuca, entre otras, así como
africanos chékéré, chébéré, aséré y muchas más.
4. MARTÍ Y SUS IMPRESIONES SOBRE LA MISERIA DE LOS
HOMBRES Y MUJERES DE DESCENDENCIA AFRICANA DE CURAZAO
Dejando el tema lingüístico, Martí nos comunica sus
impresiones sobre los hombres y mujeres de Curazao:
"Ahí van, los hombres, en el traje ordinario
de los negros pobres de estas tierras, ancho el sombrero de penca,
azul o llama la camisa, de lienzo el pantalón blanco,…" "...Y
pasan durante el día los empleados públicos que van de un lado a otro de
Curazao…" "...Y las ventrudas y descalzas negras, con
la maciza crespa cabellera oculta por el pañuelo amarillo, azul, morado,
rojo, cuyas flotantes puntas, como sonrientes en rebeldía, azota el bosque
el viento; el desnudado seno holgado dentro del talle; deshonestamente alta
la saya por delante, como para que no estorbe los pies recios y por detrás
lujosamente larga, por ese vil empeño que tiene siempre en no parecer
miserable la miseria..."
¿Dónde está su análisis y condena sobre el
colonialismo euro-holandés?
¿Son los oprimidos responsables de su pobreza y miseria?
Martí adquirió conciencia de que la sociedad de Curazao
consta de inmigrantes europeos, africanos y también judíos. Les invitamos
a ver sus impresiones sobre esta última categoría social.
¿Se podrá detectar sentimientos de antisemitismo en la
siguiente observación de José Martí? :
"De vez en cuando, por entre las verjas del
patiecillo que sirve de vestíbulo a algunas de las más risueñas casas,
asoman, como recortando trozos de amarillo cielo egipcio, perfiles de acero,
arrogantes perfiles semíticos…."
¿Son sugestivos o no los adjetivos que usa? Un poco
asombrado nos sigue contando José Martí,
"….Y los judíos son allí (en
Curazao, E.G.) muy amados, porque las gentes del pueblo -dicen que hacen
obra- la mejor de las obras, la hermosa limosna…"
En cuanto a ‘la hermosa limosna’,
expresado por Martí, deja una neblina tanto con relación a los judíos,
como con los descendientes de africanos. Implícitamente enfatiza la
denigración de los africanos y ridiculiza el supuesto gesto de caridad o
generosidad de los judíos de Curazao.
¿Es acaso una manifestación rara o inaceptable que un
pueblo no judío pueda querer a los judíos? ¿Es que Martí estaba bajo la
influencia de los prejuicios y estereotipos antisemíticos que dominaban
especialmente en la España cristiana, país donde él pasó una importante
parte de su formación adolescente y juvenil? No entendía porqué los
judíos eran ricos en esa sociedad que abolió la esclavitud el 1ro. de
julio de 1863. Curazao, fue gobernado por los Protestantes Reformistas
holandeses. Esta isla fue refugio de los judíos, perseguidos por la
Inquisición Católica. Holanda Protestante les dio asilo político. Entre
la comunidad judía de Curazao se encontraron personas como Mordechai
Ricardo, entre otros, que era desde hacia años muy amigo de Simón Bolívar
y que activamente apoyó la lucha libertadora de la Gran Colombia. Por
último, los judíos de Curazao, de origen Sefardita, expulsados de España
y Portugal, tenían siempre el hábito de hablar el idioma papiamento igual
que los descendientes de africanos de esta isla caribeña. Por ser
procedentes de la península Ibérica, conocido como Sefarad en el
idioma hebréo y de origen palestino, siempre han estado históricamente
vinculados con África. Fue el colonialismo holandés y su Compañía
de las Indias Occidentales que los involucró en la empresa esclavista de
Curazao.Esto aclara la relación íntima entre los judíos sefarditas
y los descendientes de africanos de Curazao.
El Maestro, elocuentemente, dice: "Pensar es
desencadenar. Es sentarse a ver volar, como de entre senos de nubes,
bandadas de pájaros. -Noble tarea-¡pensar!"
Seguimos pensando y tratando de capturar las diferentes
aves de ideas que el pensador soltó al cielo azul de Curazao, cuando dice:
"Más abigarrada es la población, árida la tierra,
parleras las negras holandesas...y si al doblar
una calle, viértese en (ininteligible) un carro largo y negro, traído a
rastras de mal grado por un mísero y mal caballejo. Y coronado en el
pescante por (ininteligible) cochero. Sentado a par de un chicuelo haraposo
y alegre. Que viene del pueblo silencioso como de gozosa gira, - si tras el
menguadísimo atalaje, arreo indigno de cosa tan grandiosa como un muerto,
asoma un caballero escueto, como si se hubiera tallado en una lanza un
hombre, y coronado con empinada chimenea y puéstole en las manos bastón
negro , que mueve gravemente a manera de pavo, si tras él, a distancia
larga, asoman dos ancianos, de faz para el severo trance pergeñada,
enlevitados como cuáqueros, graves como dómines, luengos como flechas, negros
como hierro damasquino en los talleres de Eibar, y asoman
luego en masas caprichosas, como colosales gotas de tinta,
grupos de dolientes, dibujándose el negrismo
conjunto...", sobre el suelo amarillo, liso, claro como en una
brillante acuarela de Heilbuth......entre las ruinas y (ininteligible) del
despedazado Coliseo, - aflígese el ánimo de ver como los hábitos de los
pueblos, - y la escasez de ese supremo bien – fuente de goces y aureador
de abismos, el sentido artístico – puede hacerse para los (ininteligible)
asunto de burla (ininteligible) gorja – el místico trance y hora
venturosa, grado de vida para el que ha obrado con valor y con honor –
¡la muerte!".
Un cortejo fúnebre de descendientes de africanos de
pinta prieta de Curazao, impresionó a nuestro narrador, José Martí. Este
proceso alimentó su conciencia y sensibilidad hacia las diversas culturas.
Empieza a entenderse así mismo mejor, que él, en sentido culturológico,
es diferente a los actores que observaba delante de él en la tropical isla
caribeña de Curazao. Sin embargo, recibe la esencia de algunos de estos
valores expuestos por los dolientes de este cortejo fúnebre, lo que lo
lleva a ver la vida misma de forma diferenciada.
Martí exclama a continuación:
"¡Oh, mas cómo se agita ya, para mí que vengo de
la ahogante nieve, - el alma poderosa americana!
¡Cómo, a ruido de aroma, brilla por entre esas paredes amarillas, sólidas
murallas viejas, casas echadas abajo por los temporales, portales coronados
de los históricos hipogrifos neerlandeses – este espíritu férvido y
amante, - que el amor, como en un cráter, hierve, - en que los fuegos de la
pasión se apagan en las salinas lágrimas de la Verdad!
¡Aquí empieza ya la mujer a ser tierna, - el niño a
ser brillante, a ser heroico y generoso el hombre ¿Cuándo se
prendió?..."
Martí se dio cuenta, finalmente, de las diferencias
entre el mundo donde él tuvo mayor tiempo de desenvolvimiento, sobre todo,
en los Estados Unidos, donde las manifestaciones etnográficas
eurocentristas eran dominantes y consideradas normales. Por otro lado, se
vio confrontado con otro mundo de expresiones etnográficas y culturales no
esperado por él, en la sociedad post-esclavista de Curazao. Una sociedad
compuesta por africanos, judíos, asiáticos y europeos que expresaban,
abiertamente, sus valores y normas folklóricas.
Martí se llena de emoción, y empieza a hablar, en
sentido diferenciado, sobre la sociedad multiétnica de Curazao,
cuando exclama:
"¡Qué buena, qué benévola, qué confiada, qué
saludadora, qué servidora, qué blanda es la gente! Del no
conocido fían, al extraño saludan y agasajan.
Salen los (ininteligible) a agradecer;...".
Suponemos que cuando el Maestro habla de "la
gente" , se refiere también a los descendientes de africanos
de Curazao, religiosamente llamados por él "negros".
Después de haber oído referencias y valoraciones de
Martí sobre los negros de Curazao, él habla de otro
fenotipo: "el mulato".
Dice Martí:
"... y cuando hallo al niño que perdimos ¡con qué
jubilo salieron los buenos mulatos descalzos a darme la
noticia!..."
¡Qué diferencia en su juicio cuando habla de "buenos
mulatos"!
Reflexionando sobre el concepto "mulato"
observamos las siguientes conclusiones. El colonialismo europeo, en este
caso español, ha introducido en el mundo una serie de fenotipos que imperan
desde la época esclavista. Mencionamos algunos: "blanco",
"negro", y producto de las mezclas,
"mulato", "mestizo", "cuarterón", "sambo",
etc. Cada fenotipo va acompañado de prejuicios que contienen valoraciones
de "bueno" o "malo", "apreciable"
o "despreciable" y también de códigos de conductas para
cada cual. Por ejemplo, 1) blanco, descendiente de europeos,
es bueno y actúa de tal o más cual manera considerado positivo. 2)
El negro, descendiente de africanos, es malo o inferior y sus
valores y normas heredados de África son despreciables y rechazables. 3)
El mulato, que es tanto descendiente de europeos como africanos es
mejor que el negro en todo sentido de la palabra, por ser más "adelantado",
por su color de piel clara y pelo lacio o semilacio, y con facciones
somáticas más próximas al amo europeo.
El colonialismo eurocentrista ha hecho hábito en
referirse en términos simplistas y racistas a los seres humanos procedentes
de Europa. Ya no habla de las diferentes variedades de nacionalidades y
culturas como galos, iberos, lusitanos, godos, anglosajones, batabos,
germanos, celtas y otros. Cuando estos inmigrantes llegan al Caribe u otras
partes del Continente Americano se convierten automáticamente en "blancos
con todos sus privilegios hegemónicos". Por otro lado, el
sistema eurosupremacista denomina a nacionalidades africanas como igbos,
nagos, yorubas, jolofs, mande, bakongo, bámbara, etc, de "negros",
pues "malo" y "humillado".
Cuba conoció ideólogos en el siglo XIX, portavoces de
la élite esclavista que abogaban abiertamente por la extinción de la así llamada
"raza negra". Félix Varela, en una ocasión, sentenció: "Ser
negro es señal de ignominia". José Antonio Saco consideró la
"raza negra" como "la barbarie"
de la cual Cuba tenía que liberarse, trayendo "blancos"
desde España para sustituirla. Otros opinaban que había que
"limpiar" a Cuba de negros, promoviendo la importación de
hombres blancos de España para cruzarlos con mujeres negras hasta lograr la
total desaparición de la raza negra en Cuba. En este marco se desarrolló
aún más el concepto del mulato, considerado como más aceptable y con
mejores cualidades físicas e intelectuales que el así llamado negro.
Algunos de estos teóricos desarrollaron la idea, por otro lado, que el
mulato o la mulata define la nacionalidad cubana, racionalizando las
violaciones y de tendencias genocidas de la nacionalidad africana.
Martí nació, vivió y ganó conciencia en medio de este
ambiente nefasto. Por su origen y pertenencia a la categoría social
española, pues no esclavizada, es bien lógico a entender que esas
tendencias también le tocó. Esto se confirma cuando él habla de buenos
mulatos. ¿Cuál será la etimología de esta denominación mulato?
Sin querer ser simplistas, el sustantivo "mula"
antecediendo el diminutivo –to- nos recuerda a los cruces
entre caballos y burras. El vocabulario racista de la época de la trata de
esclavizados africanos, así como el propio sistema, solía utilizar
expresiones que referían a los africanos esclavizados como animales. Y el
mismo lenguaje esclavista, con su ideología racista, utiliza diminutivos
para de forma eufemística suavizar sus intenciones denigrantes, como
–to, -ta, -tico, -tica, etc. Pues, no nos extraña, que la
denominación mulato también provenga de la misma tradición histórica.
Martí, con estas últimas expresiones, se caracteriza por haber
tenido una visión eurocentrista diferenciada sobre la
realidad de Curazao. Sin embargo, consideramos que el joven periodista
maduró sus ideas y sus experiencias adquiridas en el año 1881 en Curazao.
Esto le sirvió de base para su futura visión sobre el factor africano en
las luchas libertarias de Cuba, elemento indispensable para el éxito de la
Guerra de Independencia de 1895, lo que José Antonio Aponte y Ubarra, el
poeta Plácido y también Antonio Maceo y Grajales, cubanos de descendencia
africana, ya lo habían expuesto a prinpios y mediados del siglo XIX.
MARTIANA RESPECTO AL RACISMO
Curazao y su pueblo pudo contar con la visita de José
Martí quien
-asumimos-, estaba en proceso de evolución con respecto a sus criterios
ideológicos de raza, color, esclavitud, emancipación. Esto es una
dinámica que consideramos plausible en cualquier ser humano y que va
liberándose de ideas dotadas de supremacía y desprecio hacia las
diferencias entre seres humanos. En este caso se trata de las ideas
relacionadas con el fenómeno de raza, etnia, credo, etc.
Como ya hemos indicado, el período histórico de las
luchas libertadoras en Cuba, fue el momento apropiado para que Martí
pudiera reflexionar sobre cuestiones raciales. Él pudo contemplar los
siguientes acontecimientos.
La Guerra de los Diez Años (1868-1878), y las
posteriores conspiraciones hasta el inició de la guerra de 1895, fueron
dirigidos por la élite de hacendados esclavistas y otros sectores
comerciales y burocráticos de descendencia iberoespañola. Como ya hemos
señalado, se aferraban a ideologías y actitudes plenamente racistas. Sus
contradicciones con España eran de carácter fundamentalmente económicas y
no culturológicas. No estaban dispuestos a compartir ganancias con sus
ancestros en España. Sus intereses eran de apropiarse de todos los
beneficios ganados gratuitamente en la explotación de los humildes y
humillados. Esto explica también el porqué de la demora de la abolición
del sistema de esclavización de africanos en el año 1886 y la trata ilegal
de seres humanos africanos. Sus luchas no tenían nada en común con las
luchas libertadoras de los así llamados "cimarrones"
indígenas, africanos y chinos, quienes durante toda la época de la
colonización lucharon por su independencia y liberación.
Todo lo contrario sucedió con los sectores sociales
dominantes que activamente participaron en la destrucción de los
territorios liberados por los gremios humildes y explotados, no europeas,
llamados "palenques". Antes de continuar, es
necesario destacar, que no simpatizamos con la terminología "cimarrón",
porque nos recuerda, de nuevo, las prácticas deshumanizadoras y abominables
de la época de la trata de esclavizados y el propio sistema de
esclavización de seres humanos. Porque "cimarrón"
en los idiomas portugués y español es el animal que se escapa de un hato o
rebaño, por ejemplo, de chivos o carneros y abandona a su pastor o dueño.
Nos parece más correcto hablar de "hombres y mujeres liberados e
independientes de las metrópolis eurocentristas".
Regresamos con nuestra reflexión sobre Martí, quien
tuvo que ver con estos elementos que, fundamentalmente, integraban la
dirección de las luhas independistas durante todos estos años a partir de
la Guerra de los Diez Años. Su participación más notable fue a partir de
la Guerra Chiquita, que excluyó a la parte Oriental de Cuba y a Antonio
Maceo. Pues los dirigentes elitistas eliminaron a la zona de Oriente de
africanos e indígenas. Martí ha tenido que bregar con todas estas
cuestiones que en sus raíces son racistas.
El tema racial continuaba vigente dentro del movimiento
libertador, posterior a la abolición de la esclavitud en Cuba.
Indudablemente se produjeron serias discrepancias entre prominentes miembros
de la dirección independentista y los seguidores verdaderos de la Protesta
de Baraguá, 1878, bajo la dirección del ilustre Antonio Maceo. En varias
ocasiones, Maceo enfatizó: "Yo que pertenezco a esa raza
(africana E.G.)…", motivando la base de su enérgica condena
a las ideas y acciones de la élite dominante euroiberocentrista que
gobernaba Cuba en aquel entonces. En Baraguá Maceo dejó plasmado con toda
la claridad necesaria, a la élite eurocentrista española y sus lacayos en
Cuba, que no hay independencia sin la total abolición de la
esclavitud.
Entonces, nos apoyamos, de nuevo, en Leonardo Griñán
Peralta, en señalar que Martí pronto percibió que el racismo disgregaría
lo que él quería ver unido a la hora de concretar las luchas
independentistas en su país natal, Cuba. Y, antes de fundar el Partido
Revolucionario Cubano, por convicción moral y, después de
ello, por conveniencia política, siempre trató de poner fin
al despotismo de los negrófobos tanto como al recelo de los negrófilos;
pues se dedicó en dictar posiciones anti-racistas.
Considermos que Martí, sin embargo, muchas veces mantuvo
posiciones de equidistancia. Él habló de la existencia de
dos racismos en Cuba. ¿Dos racismos? ¿Por qué? ¿Cuáles eran? ¿Acaso,
es protestar y luchar contra la trata de esclavizados, la esclavización de
indígenas, africanos y chinos, ser vulgarmente dicho, racista? ¿O son
estos mecanismos de defensa del propio sistema colonial esclavista? En esta
discusión no podemos quedar bien con Dios y el Diablo, Martí tampoco.
En este debate nos preocupa el tema de la - conveniencia
política - aquí señalada y que encontramos en la siguiente
ponencia una contradicción, que pretende precisamente dar una posición de equidistancia
al Maestro. En alguna ocasión Martí expresó: "Más que blanco,
más que negro, somos cubanos". Aquí él prioriza el
fenómeno de la nueva nacionalidad a crearse y deja intacto el conflicto
racial entre los descendientes de europeos y africanos. No ofrece ninguna
solución a ello y lo evita. Es inconcebible que con esta sentencia Martí
se haya dirigido a Antonio Maceo, a los descendientes de africanos, a los
indígenas, a los chinos, a otros asiáticos, ai a los europeos humildes y
solidarios radicados en Cuba que ya en Baraguá, en 1878, dijeron como ya
hemos señalado, "ninguna independencia sin la total abolición de la
esclavitud". Él habló claramente para los hacendados, comerciantes y
burócratas pertenecientes a la élite euroiberocentrista. Expone en otro
momento, dirigiéndose a esa misma categoría social dominante:
"es necesario contar con lo que no se puede suprimir", y
que "lo que no se puede cambiar ha de tomarse como es".
Nos apoyamos en Leonardo Griñán cuando señala que con esto Martí está
planteando que en Cuba no se podía eliminar a los negros ni hacer
desaparecer el mestizaje. Ahora, la pregunta inmediata sería: ¿José
Martí también contempló alguna vez la posibilidad de exterminio
demográfico de los descendientes de africanos, llamados ‘negros’ por
él y otros? De lo contrario, ¿cuáles serían las justificaciones de las
anteriores expresiones?
En estas ponencias, nuestro colega no condena en firme las tendencias
nefastas que existían en teoría y práctica en Cuba, en cuanto a la
cuestión racial, pero buscaba una vía intermedia a la hora de tratar el
fenómeno. En el proceso de ser ‘líder’ de la Revolución
independentista, no polemizó con los sectores dominantes sobre la cuestión
del racismo. Estamos persuadidos de que sí estaba claro para él, en
determinado momento, que la unidad entre las distintas etnias era inevitable
para el éxito del proceso de liberación nacional.
Finalmente, la visita de José Martí a Curazao, Antillas Holandesas, nos
hizo meditar profundamente, por segunda vez, sobre la vida de dos próceres
de las luchas independentistas contra España: José Martí y Simón
Bolívar. De ambos existen interrogantes delicadas, relacionadas con el
problema del racismo. Hemos tenido que bregar con la pregunta categórica de
que si estos grandes hombres de pensamientos y acciones eran racistas. Los
dos casos, Bolívar y Martí, han tenido que ver con la isla de
Curazao. Primero, Bolívar se quedó históricamente comprometido con el
fusilamiento del General curazoleño, de descendencia africana, Carlos
Manuel Piar. Piar fue hombre de gran influencia entre las masas indígenas,
africanas y de otras descendencias radicadas en las Guayanas. Logró, junto
con sus hombres y mujeres de guerra, la capitulación de Angostura, el día
18 de julio de 1816, expulsando a los realistas. Bolívar, poco antes, en
Barcelona, acababa de asumir el título de Jefe Supremo de la República y
Capitán General de Armas de Venezuela y Nueva Granada. Cuando Bolívar
llegó a Angostura para entrevistarse con el victorioso Carlos Manuel Piar,
surgieron conflictos entre Bolívar y Piar sobre las estrategias. Bolívar
acusó a Piar de llevar una guerra de razas o de color. El Libertador
Bolívar decidió instalar un Consejo de Guerra, semejante a una Corte
Marcial, bajo la dirección del Almirante Pedro Luis Brión, también de
Curazao y de descendencia flamenca- holandesa y católica. Esta Corte
Marcial sentenció el 16 de octubre de 1817 pasar al General Carlos Manuel
Piar por las armas.
Bolívar, desde el inicio de las disputas, se refirió al General Carlos
Manuel Piar, conocido como el Libertador de Oriente, que encierra toda la
zona oriental del río Orinoco en las Guayanas, como "el
monstruo", y exigió su "destrucción". Durante el proceso de
juicio y acusación, Bolívar emitó un "Manifiesto" el día 5 de
agosto de 1817, atacando al Caudillo Piar: "¿Quiénes son los autores
de esta revolución, no son los blancos, muy ricos, la aristocracia y los
jefes de la milicia?" El día 17 de octubre de 1817, él se dirigió de
nuevo a los soldados mediante una "Proclamación", después que en
la madrugada de ese mismo día, Piar fue fusilado por orden del Consejo de
Guerra, presidido por su compatriota Pedro Luis Brión, con el objetivo de
justificar su decisión. Bolívar indicó que el problema racial ya estaba
resuelto, "¿No son ustedes iguales, independientes, felices y
respetados? ¿Piar podría ofrecer beneficios?. Bolívar, él mismo,
contestó: NO, NO, NO".
Bolívar se equivocó enormemente, pues el problema racial estaba lejos
de haberse resuelto en ese territorio. Y ejemplos sobran para demostrar esto
en otro trabajo. Sí podemos asegurar aquí, que estas occurrencias y
posturas de Bolívar, ponen en duda la imparcialidad de la Corte Marcial
instalada por él y presidido por el Almirante Pedro Luis Brión. Además,
se dice que Piar insistió que Bolívar se opuso a él motivado por razones
racistas. Lo odió por su piel oscura y sus grandes éxitos logrados como
líder. En Guayana, la parte oriental de Venezuela y, lógicamente, también
en Curazao y las Antillas Holandesas existe hasta la fecha un ambiente nada
favorable hacia el Libertador Bolívar. Aunque, por otro lado, en sentido
general, se mantiene el respeto y admiración por las luchas libertarias del
caraqueño quien vivió en Curazao y Bonaire durante sus momentos de exilio
y preparación de luchas, en 1815. Hasta aquí nuestra observación
preliminar sobre el Libertador Bolívar, con relación al debate sobre el
tema del racismo.
Por último, años después, Martí hizo un atententado por escrito
contra el idioma papiamento, agrediendo automáticamente también al pueblo
de descendencia africana, creador de este auténtico medio de comunicación
humana. Asimismo, las descripciones y los adjetivos usados por el Maestro
con relación a esta categoría social no dejan lugar a dudas.
Estudiar, analizar y considerar nuestra propia historia con la rigidez
necesaria es una virtud. Hay que desmitificar donde haya que hacerlo y con
valentía para evitar que las generaciones futuras nos sancionen por la
falta de transparencia en nuestra objetividad, pensamiento y acción.
PAZ, IGUALDAD Y COOPERACION
Eugène Edward Godfried y Presilia Martes, 11 de marzo 2003,
Periodista / Comunicador social / Guantánamo,
Especialista del Caribe / Cuba,
Periodista / Productor y Conductor radial / Trabajador Comunitario / Conferencista /
Autor
Radio Habana Cuba
Radio CMKS, Guantánamo,
Cuba
eugeneg@afrocubaweb.com
Todas las opiniones expuestas en esta obra son de la
responsabilidad del autor. E.G.
HEMOS CONSULTADO LA SIGUIENTE LITERATURA QUE LE
RECOMENDAMOS ESTUDIAR:
Psicografía de José Martí - Leonardo Griñán Peralta
Obras completas, Tomo 19,– José Martí
Los Prejuicios Raciales y sus mecanismos, de reproducción María Magdalena Pérez Alvarez
(artículos en revista Tema, La Habana)
PAPELES DE MACEO – TOMO 1 y 2
Idearium Maceísta – Armando Vargas Araya, Editorial Juricentro, Costa Rica.
History of the Jews in Curaçao
Voice of a slave – Dr.Frank Martinus Arion, Curaçao
Descubrir a Dios en el Caribe – Dr. Armando Lampe, Aruba
A little matter of genocide - Dr. Ward Churchill
Abolicion y Azucar -
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