Presentación del libro
Ursula Lambert… la singular haitiana del cafetal Angerona.
Autora:
Berta S. Martínez
Páez
Presentación: Gloria Rolando
7 de enero,
20015. Para leer el 14 de febrero de 2015.
Todavía no sé por qué la
autora del libro me escogió para que hiciera esta presentación. No soy
escritora, no soy historiadora, pero ante una llamada por teléfono de
Berta, no pude decir que no; y aquí estoy para invitarlos a la lectura de
un libro muy especial.
Se trata de una obra dedicada a Ursula Lambert, una mujer negra, nacida en
Haití en los finales del siglo XVIII. Ella era libre, aunque sus padres si
sufriera la esclavitud.
Fue uno de los personales que le dio vida al célebre Cafetal Angerona
ubicada en la actual provincia de Artemisa.
Solo quedan las ruinas de este cafetal, pero una mirada aguda permite
descubrir el esplendor de aquel pasado.
¿Qué tipo de libro tendrá el lector en sus manos? ¿Una biografía de Ursula
Lambert? ¿Un libro de historia? ¿Una novela?
Para entenderlo, para apreciarlo en su justo valor, no se puede soslayar
algo que la autora declara desde La Introducción. Ella
dice en la página 7 del libro: “Dedicamos los 4 principales capítulos a su
vida, que a través de documentos oficiales nos aportan esas verdades.
Después, tomando un poco de la fantasía necesaria, unimos todo lo real con
lo imaginable, aderezándolo con un poco de poesía.”(fin de la cita). Si
Usted es capaz de aceptar este reto, esta propuesta, puede hacer una buena
lectura de este libro. Berta Martínez quiere que se dejen llevar por los
caminos de un tiempo lejano que ella ha descubierto a través del
fascinante mundo de los documentos. Esto no quiere decir que falte el
rigor en la investigación o la necesaria información histórica, todo lo
contrario, al inicio, en el capítulo titulado “A modo de preámbulo”, están
los pasajes dedicados a Haití y su Gran Revolución que culmina con la
proclamación de la independencia de esa Isla del Caribe.
Inmediatamente pasamos a la lectura del capítulo “Corriente migratoria
franco-haitiana a Cuba. Y bajo estas condiciones, con estos emigrantes,
llega Ursula Lambert
-
lógicamente con su familia a la tierra donde
desarrolló el resto de su vida.
Me imagino a Berta ante una montaña de documentos, a veces poco legibles,
para ir descifrando los enigmas de la trayectoria de Ursula Lambert.
Pero este recorrido lo hace incluyendo todo un mundo de ambientes e
imágenes de la época que permiten que esta lectura sea atractiva. No es
interés de la autora hacer un inventario, una relación de cada dato o
referencia que encontró de Ursula en los Archivos. No. Ella prefiere que
nuestra imaginación pueda pasear por las calles de Santiago de Cuba en
1800 (época de la llegada de la familia Lambert). Por ejemplo, en la
página 33 dice: “Al parecer Ursula, después de la adolescencia o primera
juventud, viene hacia La Habana, donde trabaja y
hace amistades” (fin de la cita).
Y
estos espacios los llena la autora con una colección de citas de los
lugares más significativos de La Habana intramuros y La Habana extramuros. Un
recorrido donde está también la dramática presencia de la población negra,
especialmente la de hombres y mujeres esclavizados.
No creo que haya sido una tarea muy fácil separar la leyenda de la
verdadera historia. El Cafetal Angerona, su esplendor, estuvo íntimamente
ligado a la relación que existió entre Ursula Lambert y Don Cornelio
Souchay. Cito a Berta: “En
1815, Ursula conoce al joven
alemán, radicado en La
Habana
desde 1807…Ese sería el punto de partida que originó la
enigmática
historia
entre ambos…Ursula pudo haberlo impresionado al principio por su belleza,
pero no fue la causa principal…El 1ro. de mayo de 1822 decidió llevarla
para el cafetal a ocupar responsabilidades en las tareas de control de
algunas áreas y adiestramiento de esclavas: por todo esto y otras
ocupaciones cobraba un salario….Más que por pasión, intimidad hubo afecto
sincero, admiración, respeto, incondicionalidad, a lo que se sumaron los
negocios, y quizás algo más sagrado entre ambos. Tal vez algún día
podremos saber todo eso”
“Ursula se ocupaba de adiestrar a jóvenes esclavas como sirvientas,
cocineras, lavanderas, costureras, se ocupaba de los niños de las esclavas
(el área para los criollitos), se ocupaba de la enfermería, etc. y aunque
no sabía leer ni escribir, llegó a tener su propia tienda dentro del
cafetal. Allí se abastecían muchos de los esclavos de Angerona.
Este capítulo permite conocer, no sólo a Ursula, también nos acerca al
análisis de la movilidad económica y social de algunos sectores de negros
libres en aquella sociedad colonial. Ursula tuvo sus propios esclavos.
Aparecen sus nombres, edad y nacionalidades en los documentos… Ursula, de
padres esclavos, llegó a formar parte también “del mundo de los
esclavistas”.
Era la época. Eran las reglas de organización del trabajo. Tal vez, ella
promovió una relación de dueña que dispone y controla su propiedad. Este
es uno de los aspectos más interesantes de la sociedad colonial. Muy
difícil de entender. ¿Hasta dónde era determinante el color de la piel?
¿Hasta donde el de la clase
social? ¿Bajo qué circunstancias no se podía soslayar ni uno ni otro?
Ursula Lambert no fue esclava, pero tampoco fue aceptada totalmente por la
sociedad.
Los documentos hablan, aún cuando existen LAS AUSENCIAS. En el año 1828 el
Reverendo Abiel Abbot hace un estupendo relato de Angerona. Sin embargo,
no mencionan a Ursula cuya
Obra era bien visible. Dice Berta Martínez: “Es lógico, en aquellos
tiempos, no obstante la importancia que Ursula pudiera haber alcanzado en
la finca, no dejaba de ser la mujer negra, agraciada con “favores del
amo”, aunque todos la viesen trabajar y ganarse su sustento”. Y más
adelante en la página 48 dice: “Para los visitantes, era alguien que
estaba allí, pero no de su clase y posición…”
El silencio del Reverendo Abies Abbot es tal vez parte del silencio que se
ha extendido sobre la contribución de las mujeres negras en la historia de
la nación cubana. Por eso le doy tanto valor a este libro de Berta
Martínez. Y si bien la presentación de Ursula es muy interesante, también
lo es la información que aparece. Sobre Belén Samuel, aquella amiga de
Ursula, la heredera de todos sus bienes. El comentario de Berta en la
página 79: “Sus relaciones socioeconómicas con personas importantes, sus
negocios de protocolar sus documentos principales, nos demuestran el
saber hacer de éstas mujeres
que aprendieron todo lo necesario de los blancos para subir en la escala
de los valores sociales, emancipando en parte a sus antepasados
esclavizados.”
Ni Ursula, ni Belén fueron casados. Ninguno de los dos tuvieron hijos.
Teniendo en cuenta que este puede ser un importante libro de consulta, me
hubiera gustado una información más completa sobre el mundo de las
Cofradías a las que pertenecieron Ursula y Belén. Aunque la autora hace
referencia al trabajo de la Doctora
María del Carmen Barcia, se perdió la posibilidad
de recrear, de alguna manera, lo que estas asociaciones podían
significar en la vida de estos personajes o sea las respuestas a las
preguntas por qué pertenecían a la Congregación de Sufragantes
de las Benditas Almas del Purgatorio; por qué eran miembros de la Cofradía de Santa Catalina
Mártir, de la Iglesia
del Santo Ángel Custodio? Quedan claves para descifrar en el futuro. Berta
dio pasos muy importantes para que esta historia no quedara en el olvido.
Pero otros deben seguir, pienso en los jóvenes que deben acercarse con
normal curiosidad, amor y respeto a estas páginas olvidadas en nuestras
aulas.
En este libro se presenta una
colección de documentos oficiales. Expresan la personalidad de Ursula,
conocemos a los personajes que la acompañaron. Los documentos hablan y
vuela la imaginación. Se abren las puertas de los escaparates y las
cómodas que desprenden el viejo olor de la caoba. Dejamos que la mirada
invente una realidad donde se recrea aquella ropa de uso que dejara
Ursula. Se siente el olor del tiempo: túnicas de seda, camisones de hilo,
finas medias de algodón, cadenas y aretes de oro. Era una mujer poderosa y
elegante. Gozaba de la confianza que le tenía Don Cornelio Souchay. No
sabemos más allá. Ursula y Cornelio sólo permiten llegar a un límite. Todo
queda atrapado en Angerona.
Sin embargo, resulta curioso, muy curioso, que este libro se presente EL
DÍA DEL AMOR. Tal vez ellos, donde quiera que estén, podrán sentirse
complacidos de este acercamiento a sus vidas. Es posible que se asombren
de ver cómo lo que ellos fueron, lo que ellos contribuyeron en vida ocupe
nuestro espacio. Un espacio en el DIA DEL AMOR. No siempre una llamada de
teléfono puede dar tanto placer. Creo que eso forma parte del encanto, la
fascinación y los misterios de Angerona que todavía sigue cautivando a las
mentes del siglo XXI. Muchas Gracias.
7 de enero, 20015.
Para leer el 14 de febrero de 2015.
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