Los Jubilados

Si alguna vez el término re-creación tiene sentido, un enorme sentido, es en esta ocasión: la cantante Míriam Ramos y el pianista Andrés Alén se acreditaron el Gran Premio CUBADISCO 1999 por un fonograma que rinde homenaje a Bola de Nieve.

Ante Estás conmigo (EGREM) -lo saben quienes asistieron al concierto del Teatro Nacional y los televidentes que disfrutaron la grabación- se tiene la difícil certeza de lo excepcional. Unos dirán la palabra duende, y lo hay, ese resplandor del arte en estado de plenitud; sin embargo me lo explico a partir de la articulación de talento, inteligencia, sensibilidad y muy elevados conceptos de la memoria, la identidad, el respeto, y el profesionalismo.

Los que tuvimos el privilegio de escuchar/ver/sentir a Bola de Nieve -tres verbos inseparables que se conjugaban en el júbilo y el dolor de su piano y su voz- lo creímos irrepetible. Y he aquí que Bola vuelve en otro piano, en otra voz, que no dejan de ser singulares, porque Míriam, en este disco, es Míriam, no es Bola, pero cuando la oímos desgarrada y tremenda en Ay amor, grávida y profunda en No puedo ser feliz, Ignacio Villa, con su ronco timbre de pregonero de suertes y desventuras, su rostro negro y redondo, sus dientes de coco en la noche, flota en el aire, ríe y nos convoca. Y entre tantas joyas de Míriam, posiblemente la que más relumbre sea ese Mamá Perfecta de solfeo escabroso y expresión única.

Pero nada de esto fuera posible sin Andrés Alén al piano. Hay que situar, de una vez por todas, en su justa jerarquía a este músico: uno de nuestros compositores más sólidos, uno de los pianistas más integrales, ha penetrado aquí, sin imitar, en el toque de Bola. Cuentan que este, cuando debía ausentarse del Monseigneur, sólo confiaba en ceder su puesto a Osvaldo Alén, padre de Andrés. Lección aprendida: sé de muchos, y alguno con resultados apreciables, que han querido remedar el pianismo de Bola; Andrés lo vuelve a inventar.

Estás conmigo, por demás, es una producción que debe servir de pauta para la discografía cubana; ningún detalle fue dejado al descuido, por ello la grabación de Jerzy Belc y el diseño de Rubén Alpízar y Katia Céspedes, con fotos de Angel Alderete, se acreditaron los premios CUBADISCO en sus respectivas categorías.

PREMIOS ESPECIALES

¿Qué decir de los Premios Especiales? La recopilación de los temas grabados por el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, a principios de los 70, labor encomendada por la EGREM a uno de sus protagonistas, Eduardo Ramos, testimonia uno de los momentos fundamentales de la música cubana en los últimos 40 años. Aquella empresa, animada por Alfredo Guevara y dirigida por Leo Brouwer, y de la que salieron mucho más forjados los talentos de Silvio, Pablo, Noel, Sara, el propio Eduardo, Emiliano, Sergio Vitier, Pablo Menéndez y otros tantos, marcó un hito en la cultura cubana contemporánea.

Otra señal de respeto hacia la memoria popular está en el CD Cero farandulero, de Los Jubilados (Caribe Productions), porque va más allá de la moda y del oportunismo comercial post-Buenavista Social Club que amenaza con convertirse en mera rutina.

El jurado consideró resaltar la magistral trovada protagonizada por Augusto Blanca en Este árbol que sembramos (EGREM), y significar la audacia de la aventura que involucró a Edesio Alejandro, un hombre al que identificamos con el rock, aunque es mucho más que un rockero, y Adriano Rodríguez, una leyenda sumergida del arte lírico vernáculo, descubiertos mutuamente en la vecindad de Alamar. CoraSón de son (EGREM) es un experimento singular y uno de sus temas, El reloj de Pastora, ha calado hondo en el público.

CUBADISCO honró con un Premio Especial Post-mortem a Medardo Montero, figura clave en la fundación de la industria fonográfica de la Revolución.

TRES CATEGORIAS POLEMICAS

Estoy casi seguro de que los resultados en música bailable actual, jazz y rock deben estar moviendo ya la polémica. Y no porque los títulos triunfadores lo desmerezcan, sino por las calidades concurrentes.

Era hora de que se tuviera en cuenta el desempeño de Manolito Simonet y su Trabuco, Marcando la distancia (Eurotropical), una formación sin fisuras liderada por un pianista y orquestador que no es segundo de nadie. Frente a esa obra, otra podría disputarle el cetro, La primera noche, de Isaac Delgado (Caribe Productions), en mi opinión, el mejor disco del joven sonero, contentivo de un par de temas antológicos: Ven, en el que hace dúo con Ana Belén, y Canción a la canción, en el que desentraña en otra cuerda un clásico de César Portillo de la Luz.

El saxofonista y flautista Javier Zalba, rodeado de músicos de tanta excelencia como el baterista Ruy López Nussa y tan prometedores como el pianista Roberto Fonseca, rubricó el premiado Temperamento (EGREM), un acercamiento al jazz a veces desde la perspectiva new age aunque sin perder el goce latino, quizá un poco reiterativo en las soluciones formales de las obras de Fonseca. Habana mía (Caribe Productions), de Maraca y Otra Visión, y Tributo a Chano Pozo (BIS Music), presentado por el bajista Jorge Reyes, clasifican entre lo mejor del jazz cubano en esta década. Es una lástima que no entren en la liza, por no ser comercializados en Cuba, los otros dos grandes trabajos de los últimos tiempos, Bele bele en La Habana, de Chucho Valdés (el sello Blue Note, de EE.UU., no tiene contactos con nuestras distribuidoras) y Jazz timbero, de Bobby Carcassés (Tumi Records increíblemente graba en La Habana, pero no vende aquí, sólo exporta música cubana, como también es el lamentable caso de World Circuit, que nos hace perder a Compay Segundo, Ibrahim Ferrer, Rubén González y compañía).

Como los peces (BIS Music), de Carlos Varela, ganador en rock, era el disco de este cantautor que todos nos merecíamos: consecuente con su estética en toda la línea. Enfrente, Orishas (Art Color), en el que Síntesis culmina el ciclo con la liturgia yorubá, enaltecido por la más rigurosa crítica internacional.

OTROS PREMIOS CUBADISCO

Música folclórica: Luis Gómez canta y cuenta, de Luis Gómez (BIS Music). Música popular tradicional: Orgullo de los soneros, del Septeto Habanero (Caribe Productions). Música tradicional y folclórica: Del yorubá al son, de Yorubá Andabo (Vol. 6 La isla de la música. Magic Music / ICM). Pop: Cuando yo sea grande, de Augusto Enríquez (EGREM). Pop fusión: Ireno García canta a Eliseo Diego, de Ireno García (BIS Music). Fusión: Sonando, de Maraca (Ahí namá). Agrupaciones vocales y Opera prima: Hijas de la trova, del Dúo Evocación (Vol. 8 La isla de la música. Magic Music / ICM). Música coral: Santiago, del Orféon Santiago (Vol. 4 La isla de la música. Magic Music / ICM). Música infantil: Niños, del Coro Diminuto (Vol. 2 La isla de la música. Magic Music / ICM). Popular instrumental: Guajira con tumbao, de Peruchín Jr. (EGREM). Solista concertante: Obra completa para piano, de Harold Gramatges por Roberto Urbay (EGREM). Música de cámara y Premio de la Crítica: Cervantes; cuatro pianos, de Ulises Hernández, Ernán López-Nussa, Antonio Carbonell, Ivette Frontela y Camerata Romeu. Música de archivo: Indestructible, de Rubén González (EGREM). Multimedia: Moncada enhanced, por Grupo Moncada (SIS Software). Notas discográficas: Leonardo Acosta por Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC. (EGREM). Casete: Colección de música contemporánea cubana, de Carlos Fariñas, Roberto Valera, Guido López Gavilán, Leo Brouwer, Jorge López Marín, José Loyola, Héctor Angulo. (EGREM). Además de Estás conmigo, el jurado decidió otorgar otros tres premios en Grabación: Como los peces (EGREM), Grupo de Experimentación Sonora (EGREM) y Cervantes: cuatro pianos (BIS Music).

©Granma Diario 1999